24 abril, 2016

Bienaventurados los de limpio corazón


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Acudimos hoy en nuestra sociedad a la trivialización de Dios y a la banalización del mal. Analicemos un poquito esta frase:

Banal, es decir, lo común, lo superficial o frívolo, se transforma en cotidiano. Anna Arendt fue una filósofa y periodista alemana, y en su libro “Eichmann en Jerusalén” estudió lo que había pasado con el juicio de Eichmann (fue atrapado en Argentina), allí habla de la banalización del mal, lo que debía ser una excepción, el mal, se había transformado en lo cotidiano, y cuando se convierte en lo cotidiano, se transforma en algo banal, la persona iba a los campos de concentración, mataba, torturaba y a la noche cenaba con su familia, y escuchaba a Warner, y lloraba y se emocionaba porque la cotidianeidad de la muerte, lo había convertido en algo totalmente banal, y este es el problema que tenemos, que esto va banalizando la vida, que lo cotidiano de lo frívolo, de lo permanentemente frívolo en lo que estamos.

Trivial es rebajar la importancia o menospreciar a algo o a alguien. Y eso hacemos con Dios hoy!!!!!!!! En medio de esas dos cosas terribles, tampoco nos importa mucho la integridad, pero a Dios sí!!!!!!!!!!!!!!!!

La corrupción no es patrimonio exclusivo de nuestra patria, es un mal que se ha globalizado.

En un centro comercial en un lugar de los Estados Unidos una pareja se acercó a comprar un artículo. La cajera les atendió solícita y no se percató que al darles el cambio, se le fue la mano y les dio mucho dinero de más. Ellos, que tenían prisa, tampoco se dieron cuenta del error. Ya fuera del centro comercial fueron a un restaurante. Al revisar su billetera, el hombre se percata de que había recibido mucho dinero como cambio; ¡Unas cincuenta veces más de lo que pagó! Se había dado una confusión de la denominación de los billetes. Él dijo a su pareja que debían ir de inmediato a devolver lo que no era suyo, y retornaron al centro comercial enseguida.

Al acercarse hacia la empleada, la llamaron aparte para no avergonzarla ante otros ni complicarle la vida. – Señorita, usted me dio dinero de más como cambio de la compra que le hice hace unos minutos. Aquí le devuelvo su dinero y deme lo que es correcto y tenga más cuidado la próxima vez. La mujer se quedó boquiabierta y, siendo responsable, llamó a su jefe de sección y le explicó de qué se trataba.

El hombre se acercó rápido a la pareja, asombrado también, y le explicó al honrado caballero: – Señor, ¿ve esa cámara de TV? Allí se ha grabado todo, desde que usted hizo la compra, cuando se le dio cambio de más y ahora que usted ha retornado ese dinero que por error se le dio. Nuestra compañía quiere honrarle y pedirle que nos permita publicar este hecho ejemplar que ya casi no se da en estos días.

Un tanto nervioso, el aludido tomó del brazo al jefe de sección de ese centro comercial y, en voz baja le dijo: – Señor, olvídese de lo ofrecido; si usted hace eso me pondría en problemas. Yo soy casado, y la mujer que está conmigo no es mi esposa. !!! Sí, se trataba de un caso extraordinario de honradez; pero no había integridad en aquel hombre.

 

Puede haber honradez sin integridad, pero nunca integridad sin honradez. Dios quiere que tú y yo seamos íntegros; luego la honradez y los demás valores vendrán como lenguaje natural del corazón limpio. Los que somos de Cristo, ¡hagamos la diferencia!

Salmos 25:21 Integridad y rectitud me guarden; Porque en ti he esperado.

Salmos 84:11 Porque sol y escudo es Dios: Gracia y gloria dará el Señor: No quitará el bien a los que en integridad andan.

Proverbios 10:9 El que camina en integridad, anda confiado: Mas el que pervierte sus caminos, será quebrantado.

Proverbios 20:7 El justo que camina en su integridad, Bienaventurados serán sus hijos después de él.

Cuando analizamos las bienaventuranzas, es un bosquejo sintético de los rasgos y las características esenciales que tienen que tener un cristiano, las bienaventuranzas, son una descripción del carácter de un cristiano, un cristiano tiene que ser un carácter, no solo una confesión de fe, sino un carácter, una personalidad cristiana, y es un retrato de lo que debe ser un cristiano.

SAMUEL tenía que designar a un rey para Israel, y le dijo: Tienes que ir a la chacra de un tal Isaí quien tenía hijos que eran grandes, atléticos y hombres de guerra; los fue presentando uno a uno, y de pronto él mira, y ve a un hombre que era el más grande, el más  fuerte y el más decidido, y dijo: Este es el hombre de Dios; y Dios lo paró, y le dijo: No mires lo que los hombres miran, porque el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón, y en ese momento le pregunta: ¿No te queda ningún otro hijo? Si tenemos otro chiquito que está cuidando las ovejas. Que venga, y fue el hombre que dio vuelta la historia, Dios miró el corazón no sé que

MIRTA Legrand una longeva artista de la televisión dice: Como te ven te tratan, si te ven mal te maltratan, esta es la realidad de abajo, que todos están mirando al otro, de acuerdo a como lo ven lo tratan, el hombre mira el exterior y saca conclusiones mirando el exterior, pero Dios mira el corazón del hombre, nos mira por adentro por eso Jesucristo dice: “Bienaventurados los de limpio corazón”.

CAIN Y ABEL: Dios no va a ver la ofrenda si no hay manos limpias, notemos  la ofrenda  de Caín y Abel, Dios miró a Caín y su ofrenda….

La mayoría al ver Génesis 4, piensan que Dios miró la linda ofrenda de Abel y la mala ofrenda de Caín, eso es un error garrafal, vamos a Génesis 4:4-5 “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel”, después dice: “Y a su ofrenda; 5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante”.

¿Qué miró Dios primero? El corazón de Abel, uno dice, pero la ofrenda era buena, la ofrenda es una expresión visible de lo que ya estaba en el corazón vino después la ofrenda.

O sea la ofrenda de Caín, que Dios no le agradó, era la expresión visible de lo que ya estaba en su corazón, pero lo primero que Dios vio fue a Abel y a Caín, su corazón, evidentemente lo que está en el corazón, si o si va a salir afuera. Dios miró a Caín y a Abel.

¿Qué es lo que mira después? Lo que ya sabía Dios que ya estaba en el corazón. NO se olvide que el corazón el problema, no la ofrenda.

Observemos: Dios primero miró a los ofrendantes y después la ofrenda, por lo tanto,  

LA OFRENDA ES LA EXPRESION DE LO QUE HABIA EN EL CORAZON DE ELLOS.  

SOREN Kierkegaard, el filósofo danés, da una definición del limpio corazón, él tiene un libro: “La pureza del corazón”, gran filósofo, y gran cristiano, él dice: ¿Qué es la pureza de corazón? La pureza de corazón es querer una sola cosa”, cuando vos lo lees, te deja pensando, ¿Qué quiere decir? Yo quiero únicamente HACER EL BIEN Y NO EL MAL; quiero una sola cosa, QUIERO LA VERDAD Y NO LA MENTIRA, QUIERO LA PUREZA NO LA IMPUREZA; PRACTICO LA HONESTIDAD, NO LA DESHONESTIDAD; LA INTEGRIDAD Y NO LA FALTA DE INTEGRIDAD; LA JUSTICIA; NO LA INJUSTICIA; LO TRANSPARENTE, NO LO OCULTO; y quiero una sola cosa, que no vivo la ambivalencia quiero únicamente a mi esposa NO A OTRA.

Entre todas las bienaventuranzas, la del corazón puro,  es la más abarcativa. En la pureza del corazón (Salmo 51:10), encontramos compendiado el carácter del creyente. ¿Por qué? Porque el verdadero cristianismo está en el corazón, en la pureza del corazón, en lavar de maldad el corazón. Ver Jeremías 4:14.

Lava tu corazón de maldad, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo permitirás en medio de ti los pensamientos de iniquidad?

En los bosques del norte de Europa y Asia, vive el armiño, cuya piel es blanca como la nieve. Para él, su pureza es más preciada que la vida.

¿Qué es tener un corazón limpio? Nosotros somos pecadores y nuestro corazón es engañoso y perverso. ¿Cómo podemos limpiarlo? Solo a través de Jesús, él es el único que puede cambiar nuestro corazón. Debemos desechar de nuestro corazón todo fingimiento, hipocresía, engaño y mentira. La condición es andar en la luz, vivir con sinceridad, en transparencia confesar nuestros pecados y no ocultar nada. Y en esa condición de transparencia, sinceridad y arrepentimiento, la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado 1 Juan 1:7-9.

 

¿Qué es el corazón? Sabemos que es un músculo vital, pero algo más. El mundo influenciado por la cultura griega, y para Jesús mismo y la cultura hebrea, el corazón era mucho más que los sentimientos, era toda la actividad interior del hombre, la actividad mental, racional y la emocional; cuando decían corazón, hablaban de lo más íntimo de lo interior del hombre donde se gestan todas las cosas, la fuente de las motivaciones es el corazón, el lugar de los razonamientos donde se sientan y se mueven las pasiones, el centro de todos nuestros procesos de los pensamientos, es la base de la conciencia, es decir, todo lo que pasa dentro nuestro, los psicólogos, dicen que es el centro del conocimiento, de los afectos  y de la voluntad.

 

¿Qué significa un limpio corazón? La palabra que usó Jesús o en la traducción griega del evangelio es: Katharos, de donde viene la palabra catarsis; la ropa limpia la que no tenía mugre, el agua pura, que se sacaba del manantial, la de la cisterna, ya se había contaminado, la leche y el vino a la que no le habían agregado agua, porque no estaban adulterados, mis abuelos criados en el campo, ya en la ciudad hace años compraban al antiguo lechero y hacían manteca, la plata y el oro que no tenía mezcla, es decir, limpio corazón es: No está contaminado, ni adulterado, no tiene bajezas, es íntegro que es auténtico, que no tiene intenciones sucias, ni tiene ideas impuras, esto es un limpio corazón.

Un corazón que ha sido purgado, que ha sido limpiado, que ha hecho la catarsis interior, que no tiene ambiciones mezquinas, que no tiene odios, que no tiene envidias, ni resentimientos.

Corazón limpio es tener deseos puros, y rechazar todo deseo impuro, es tener intenciones correctas, motivaciones santas en lo que hagamos. Es vivir en transparencia, sin dobleces, sin motivos escondidos. Stott dice: “Algunas personas tejen a su alrededor tal tela de mentiras, que ya no saben que parte de ellas es real y cual es fingida”.

La vida según esta bienaventuranza, debe vivirse sin máscaras, ellos viven sin miedo porque no tienen nada que esconder, todo en su vida pasa por la verdad (No hay nada oculto).

Puro es sin mezclas, honesto, sencillo, entero, en una sola dirección. Ejemplo el oro puro, es oro, todo oro y solo oro. Sin mancha, sin suciedad, sin contaminación. Como el vino, sin mezcla con elementos inferiores, agua clara sin barro. Es vivir sin engaños, sin hipocresía, ni fingimiento ni mentiras, es una vida de constante arrepentimiento.

En Mateo 15:18-19 también tenemos una alusión al corazón y su contaminación. Corazón es el centro espiritual de la conducta. Es engañoso y perverso según Jeremías 17:9. No hay pecado de obra o de palabra que primero no haya estado en el corazón.

El manantial corrompido: Es el corazón de donde procede lo que sale por la boca. Jesús especifica algunos arroyos que brotan, de un corazón corrompido por el pecado Mt 15:18-19:

a) Malos pensamientos: Son los falsos prejuicios, es decir, todo el mal que se planea.

b) Homicidio: Consiste en el odio, la envidia, el desprecio del prójimo (1 Juan 3:15).

c) Adulterio y fornicación: Vienen de un corazón sensual, impuro, y lascivo. (Mateo 5:28).

d) Hurto: Que es el fraude, el perjuicio, la rapiña, el contrato injurioso (Mateo 6:24).

e) Falso testimonio: En mi interior debe reinar la verdad, la santidad, y el amor, y entonces se reflejaría en el mundo y no habría falso testimonio.

f) Blasfemia: Hablar mal del prójimo y de Dios, la raíz de amargura (Hebreos 12:15).

Hay por lo menos tres modos en que nosotros podemos ver, Pablo dice en 1 Corintios 2:9. En esta declaración podemos señalar las tres clases de visión:

a) La visión del ojo natural o visión física, con el cual podemos ver las flores y las montañas, las palabras, y el rostro de la gente.

b) La visión de la mente. Que ocurre cuando un alumno capta la enseñanza de su maestro por ejemplo de matemática, que cuando es entendida llega a decir: “ya lo veo”, lo comprendo.

c) La visión del corazón. Ocurre cuando una verdad ha penetrado en el corazón. Eso le ocurrió a Jesús muchas veces. Vea Mateo 9:35-38. Vio las multitudes y tuvo compasión de ellas. Una persona puede ver a Dios por medio de los ojos del corazón: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9). No todos los que vieron a Jesús con sus ojos físicos vieron a Dios.

El modo como nosotros veamos a Dios depende de la condición de nuestro corazón. Para algunos El es un misterio envuelto en nubes, en otros casos no ven absolutamente nada por la dureza del corazón y la obra del pecado, en otros es un acertijo o incógnita sin solución, para otros, un terrible castigo, pero para los de limpio corazón, El es un amigo y una gloriosa certidumbre.

Veamos la demanda de un corazón puro, ampliada a través del sermón del monte:  

a) Jesús habla en contra del adulterio (falsificar-mixtificar-viciar una cosa): Allí una relación pura es afectada por una relación impura, donde el corazón es invadido por pensamientos lujuriosos y codiciosos (Mateo 5:27-30).

b) La oración es afectada por los exhibicionistas: Los religiosos de aquellos tiempos amaban orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles. La relación pura con Dios es contaminada o mezclada con los manejos humanos (Mateo 6:5)

c) El ayuno fingido: La gente demudada el rostro para aparecer más espiritual, otra vez la relación pura es contaminada por el condimento humano (Mateo 6:16)

d) Los tesoros de la tierra: Donde esté mi tesoro, allí estará mi corazón (Mateo 6:21)

e) Intentar servir a dos señores: no se puede hacer, la relación con Dios necesita ser pura, y no debe ser viciado con lo que no le pertenece. (Mateo 6:24).

f) No puedo llenar mi corazón con preocupaciones, ni ansiedades: Mateo 6:25-34.

g) Falsos profetas: estos adulteran o vician la Palabra de Dios (Mateo 7:15-20).

h) Las críticas, estas vician la relación entre los hombres (Mateo 7:1-6).

¿Cómo podemos tener un corazón puro?

1 Pedro 1:22-23 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 23  siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

Para tener un corazón puro debemos someter nuestros  pensamientos a la autoridad de Cristo, según lo dice 2 Corintios 10:5. “Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”

El auténtico cambio se da a través de lo que la Biblia llama transformación, porque Dios no emparcha vidas, sino que las hace nuevas. La palabra metamorfosis y aparece 3 veces en la Biblia, una referida a Jesús en el famoso Monte de la transfiguración, pero la transformación referida a nosotros sus hijos, está en Romanos 12:2  donde manifiesta:

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Y en 2 Corintios 3:18 dice: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.

USA EL METODO DEL ESPEJO DE SANTIAGO 1.

Una de las mejores maneras de poder purificar nuestros corazones, es mirarnos al espejo (Es la Palabra de Dios), ¿Ustedes se miraron al espejo en esta mañana? Si, ¿Para qué se vieron en el espejo si ya se conocen? ¿No te asustaste al verte?

Si ya nos conocemos, ¿por qué nos tenemos que mirar? Porque el espejo, yo me miro inverso, “Al hombre que considera en un  espejo su rostro natural”, Sgo 1:23, el espejo me muestra tal cual soy. Todos los días me tengo que mirar al espejo, Santiago dice: Mira en el espejo su rostro natural y luego se va, y olvida como era, debemos mirar el espejo para poder ver a Cristo, así dice la Palabra de Dios, dice miramos ahora por el espejo a Cristo a través de un espejo, porque yo no estoy comiendo con él todos los días, porque yo puedo saber de él. Veo todas mis imperfecciones, y mis desprolijidades, con el objetivo de ir a quien PUEDE LIMPIARME Y ARREGLARME.

Max Lucado nos da la ilustración del invernadero.

INVERNADERO regalado por su padre, quien usó el mejor equipo disponible para construirlo. Tenía: a) Atmósfera perfecta b) Luz exacta c) Temperatura apropiada para plantas, flores y frutas. El propietario del invernadero, le dice a otra persona si no lo acompaña a recoger semillas. Las semillas que recoge son de ortigas, hiedra venenosa, diente de león y cardos. Todas son hierbas malas. El hombre pregunta: ¿No es que vos querías flores y frutas? Si eso es dijo, pero sabe cuánto cuestan y el vivero está muy lejos y el camino es complicado.

Tenemos también el invernadero de nuestro corazón. Todos cosechamos lo que sembramos. Pero lo tenemos en claro mientras hablemos de agricultura, pero lo olvidamos cuando se trata del cultivo de nuestro corazón. Piense que el invernadero es su propio corazón. Es un regalo del Padre, apropiado para que crezca algo en él, pero tiene que ser cultivado.

¿Qué serían las semillas? Tus pensamientos. Unas son de flores, otras de frutas, pero otras son de hierbas amargas, malas y yuyos. Si siembra semillas de esperanza, cosechará optimismo. Si siembra semillas de misericordia, cosechará misericordia, si siembra dudas cosechará inseguridad, si siembra bondad recogerá una vida digna.

¿Por qué la gente tiene cara amargada y actitud pésima? Porque ha sembrado semilla amarga y fea. ¿No debemos tener cuidado con las semillas que sembramos en nuestros corazones? ¿No debemos ser más selectivos en lo que permitimos entrar en nuestro corazón? ¿No debe haber un centinela o un guardia en la entrada? Proverbios 4:23 dice: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida”. Otra versión dice: “Ten cuidado con lo que piensas, porque tus pensamientos gobiernan tu vida”.

TE VAS DE VIAJE: Y no querés dejar sola tu casa por tanta inseguridad. Te buscás a un íntimo o allegado para que la cuide. A tu regreso cuando esperabas tener todo en buenas condiciones, al abrir tu casa ves las paredes embardunadas y ralladas, las alfombras destrozadas, las canillas todas pierden agua, los muebles hecho añicos, es decir tu casa está en ruinas. Lo primero que hacés es pedir explicaciones.

¿Qué pasó por acá? El cuidador dice: “Al principio vinieron unos motoqueros pidiendo alojamiento por un día, luego un equipo de fútbol pidió el lugar para hacer una fiesta, luego los jóvenes de la iglesia la pidieron para un campamento…” Allí le decís: “¿No sabés decir que no?, la casa no era tuya, vos debías cuidarla, no tenías el derecho de permitirle la entrada a todo el que quería hacerlo”. ¿No pensás que Dios puede decir lo mismo en cuánto a nosotros?

Hagamos un repaso de pensamientos maleantes o delincuentes: Suponé que llaman a tu puerta:

La ira y vos le decís: Adelante, entre por favor. La venganza y te pide un lugar cómodo y vos le das tu sillón preferido. La autocompasión: Pide horario para hacer una fiesta vos le das hasta la cocina. La lujuria toca timbre, y vos le cambiás las sábanas y la invitás a dormir en tu casa. Luego la crítica llega y vos le hacés un agasajo con un suculento asado. Luego vienen los pensamientos de indiferencia y la falta de compasión: Vos los hace pasar y los ponés frente al TV y la video. El hombre es mayordomo de su cuerpo. Cuando Dios le dio la orden de sojuzgar y señorear la tierra le dio autoridad de administrar las cosas de la tierra. Entendemos por administrar el tiempo, el peso, el aseo, la gimnasia. Pero también debe incluir la administración de los pensamientos.

Jesús administraba sus pensamientos. Pero ¿cómo hacía? VIGILABA SU MENTE, ponía un soldado a la puerta de su mente.

Si vos fuiste a alguna fiesta donde tenía lista de invitados, debías decir tu nombre y si no estaba allí no podías entrar de ninguna manera, solo colándote. Necesita ejemplos, veamos:

a) Vea cuando vinieron posibles pensamientos de arrogancia, (Juan 6:15). Él se apartó.

b) Cuando conversó con Pedro de su próxima muerte. Jesús expulsó esos pensamientos que intentaban alimentar pensamientos de autocompasión. (Mato 16:22-23.

c) Cuando estuvo frente a la hija de Jairo. La gente se burló cuando él dijo que dormía. El los echó, y no dejó que la burla prevaleciera. Él lo hizo, ¿Y nosotros? Filipenses 2:5.

 

Ezequiel 36:26-27 “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27  Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.

 

Bibliografía: Pastor Salvador Dellutri en “Los Grandes temas”, Pastor Héctor Leites, apuntes del Seminario de Griego Taller Las Bienaventuranzas, ilustraciones de Max Lucado, y varios otros.

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