4 agosto, 2019

David, el rey de corazón entero – Parte 4


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Durante su primer viaje misionero, Pablo en una sinagoga, recuerda la historia hebrea y en Hechos 13:22, dice: “Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero”.
Dice esto de David: “Varón conforme a mi corazón”, o sea, “conforme al corazón de Dios”. Y también dice “Quien hará todo…”: Conforme al propósito de Dios. Estamos hablando del corazón, acerca de la integridad: ¿Como David puede ser una ilustración de esto? Cuando Dios quiso poner un rey que reemplazara a Saúl por su fracaso, miró a David, ¿Y cómo fue que lo midió? No fue por su estatura como lo habían hecho los hebreos con Saúl, y Dios instruyó a Samuel: que “…Jehová mira el corazón» 1 Samuel 16:7.
Hay una tendencia muy humana, y es mirar a otros por lo exterior, por la apariencia externa, pero Dios usa otra medida, Samuel luego de revisar con Dios a los 7 hijos de Isaí, preguntó por el octavo, el que nadie tuvo en cuenta, que estaba cuidando a las ovejas. Samuel pidió que lo trajeran y Dios dijo: “…este es”, 1 Samuel 16:12, porque es un varón conforme a mi propio corazón, 1 Samuel 13:14. Ahora, ¿De qué se trata un hombre conforme al corazón de Dios? Es un hombre de integridad, CON UN CORAZON INTEGRO.

Veamos algunos versículos que David escribió, y descubriremos qué hizo a David lo que él era:
Salmo 7:8, es una oración: “Jehová juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia, Y conforme a mi integridad”. Está reconociendo su justicia y su integridad, ¿El decir esto no lo transforma en un orgulloso? No, simplemente dice que tiene integridad, ¿No es vanidad eso? Si alguien es íntegro, para que no lo crean vanidoso, ¿Dirá que no lo es?
Salmo 25:21 David al orar pidiendo dirección, perdón y protección dice: “Integridad y rectitud me guarden, Porque en ti he esperado”, Esperar en Dios era fuente de su integridad.
Salmo 26:1-2,11 durante su oración dice: “Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear… Mas yo andaré en mi integridad; Redímeme, y ten misericordia de mi”.
Salmo 41:12, en otra oración dice: “En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado Y me has hecho estar delante de ti para siempre”.
Salmos 84:11 “…No quitará el bien a los que en integridad andan”.

¿Cómo era el corazón de David? Limpio y puro, pureza es sinónimo de integridad, de un solo pensar, no era un esquizofrénico espiritual. Pero, ¿No pecó David? ¡Sí! Y en gran manera, fracasó delante de Dios, pero David:
Pudo haber tenido un corazón pecaminoso, pero nunca un corazón dividido, y siempre estuvo dispuesto a rectificarse, a escuchar a Dios.

No fue un hipócrita, y cuando él pecó, entristeció a Dios, y quebrantó su propio corazón, fue grande su pecado, pero más grande fue su arrepentimiento y profunda su confesión. No era un hipócrita, y él nunca dio una excusa.
Prueba el Salmo 51 y de manera especial Salmos 51:4, «Contra ti, contra ti solo he pecado…». David sabía lo que era bueno y lo que era malo, supo reconocer su pecado, él era sincero, no fue un hipócrita. Y vos ¿Estás viviendo absoluta integridad?
¿Cuál es el mejor consejo a un cristiano? Vivan y tengan absoluta integridad. Bienaventurados los de limpio corazón, los de corazón puro porque ellos verán a Dios. Los que tienen un solo y noble propósito en sus mentes, sin un corazón dividido, ni de doble ánimo, los que aman a Dios con toda la fuerza de su corazón, sin duplicidad.
Una palabra moderna que equivale a corazón, es DISCO DURO; es la parte del individuo que dictamina el carácter, guía la voluntad, y domina los afectos. Proverbios 4:23

¿Quién es el Doctor especialista del corazón? Luego de Jeremías 17:9, está Jeremías 17:14, “Sáname, oh Jehová y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza”. Dios es el único que puede sanar tu corazón. Hay dos cosas que toda persona necesita urgentemente: Un nuevo corazón y nacer de nuevo.
¿Cómo te cambia Dios? Dándote un corazón nuevo, busque Jeremías 24:7, “Y les daré corazón para que me conozcan, que yo soy Jehová; y me serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a mí de todo corazón”. Eso es un trasplante de corazón, es la manera en que Dios lo hace: Te da un nuevo corazón porque vos no podes tener un corazón puro.
Proceso para el nuevo corazón siguiendo la receta de Mateo 5:
1) Tenes que asumir y verte en bancarrota espiritual “Bienaventura… los pobres en espíritu”.
2) Tenes que experimentar el quebrantamiento, “Bienaventurados los que lloran”;
3) Tenes que entregarte totalmente a Dios, “Bienaventurados los mansos”;
4) Tenés que manifestar hambre y sed de Dios, “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia” esto es hambre y sed por el Señor Jesucristo
5) Tenes que aceptar la misericordia divina: “Bienaventurados los misericordiosos”
6) Tenes que anhelar, ansiar, el tener un corazón nuevo: “Bienaventurados los de limpio corazón, los de corazón puro”. El especialista del corazón, el Doctor Jesucristo te dará un corazón completamente nuevo y absolutamente puro.
¿Qué es la integridad? Integridad viene de íntegro, de entero, es una persona de una pieza, honesta, que habla de frente, que no tiene doblez, que es transparente.

II) Las dimensiones de la integridad: ¿Cuáles son?
1. La integridad en las emociones, el amor hacia Dios no se comparte con el amor hacia el mundo, si se intenta esto es que tenemos un corazón doble, no se puede amar al mundo y a Jesús al mismo tiempo, 1 Juan 2:15. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
El secreto de mantener la integridad es estar satisfechos con Jesús, porque estamos completos en él, lo dice Colosenses 2:9-10, Si he disfrutado de un banquete, y alguien me llama para ofrecerme pan duro, ¿Qué diré? Yo digo: GRACIAS, NO LO NECESITO.
Una persona hipnotizada y anestesiada con el sistema mundo, está así porque nunca ha encontrado satisfacción en Jesús, “si alguno ama el mundo el amor del Padre no está en él” ¿Quién es el amor del Padre? Tiene nombre propio: Es Jesucristo, quien se satisface con Jesucristo, no tendrá que estar comiendo la basura del mundo.
2 Corintios 6:17 dice: “…salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré”.

2) La integridad de la mente o el intelecto: Tener una mente firme. La Biblia dice en Santiago 1:8 “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”. Sgo 4:8
Ningún inconstante recibirá nada del Señor, ahora, ¿Estás dispuesto a soltar el mundo, y aferrarte a Dios con tus dos manos? Salmo 66:18 Isaías 26:3

3) La integridad de la voluntad: Una voluntad firme. No solo emociones firmes, y una mente firme, sino también una voluntad firme, y tu voluntad total debe estar entregada a Jesús, nadie debe servir a dos señores, ¿Sabes que sucede cuando la gente habla sobre santidad? Están temerosas de que van a perder su libertad; si vos encontrás al Maestro, encontrarás tu libertad; Jesús vino a liberarte.
“Aquel que es esclavo de la brújula, tiene la libertad del mar, el resto debe navegar cerca de la costa”,
No vivás sin integridad, mira 1 Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos pecado…”,
Engañamos a otros, a nosotros, y a Dios.

El Pastor Gerardo Ferace en un Congreso de Hombres sobre la Integridad, en Córdoba dijo: Que la integridad es una cuestión de conciencia, en las cartas de Juan, corazón equivale a conciencia. 1 Juan 3:20-21
La palabra conciencia, es la ciencia que me acompaña, con, es algo que va al lado, ¿Qué es ciencia? Es la ciencia que me acompaña desde el momento en que yo nací; Dios lo ha puesto y es una forma de límite que Dios nos ha puesto adentro.
En el Huerto del Edén, Dios le enseñó al hombre el concepto del límite, a través del árbol la ciencia del bien y del mal, ¿En qué pensamos cuando alguien dice límites? ¿Dónde los ubicamos? En la periferia, en el contorno, en el alambrado, siempre está alrededor, pero al principio cuando Dios puso al hombre en el Edén, el límite no estaba alrededor, el límite estaba en el centro, y cuando el límite está dentro, vos no necesitás poner límites afuera.
Hace poco un periodista hablaba con un funcionario de Tránsito de la ciudad de Buenos Aires, sobre el consumo de alcohol y los conductores, porque hubo muchos accidentes causados por gente borracha, y el periodista le mencionó que hay provincias que tienen tolerancia 0 con el alcohol, o sea NADA, frente a otros lugares donde hay una pequeña posibilidad de consumo, pero lo que no se dice es que el problema está en nosotros, que queremos poner todos los límites alrededor porque no tenemos límites dentro de nosotros,
Ese límite interno lo puso Dios y se llama la conciencia, no puede haber integridad, si la conciencia está adormecida, y nuestra conciencia se va adormeciendo, y hasta llega a cauterizarse, y violentamos nuestra propia conciencia.

David perdió su integridad porque permitió que se adormeciera su conciencia,

En 2 Samuel 12, Natán es enviado por Dios, a una tarea muy difícil, a confrontar a David para que recupere su integridad, y ahí le contó una historia, donde él vea su propia experiencia repetida en otro, era acerca de un hombre que tenía un montón de corderitos, pero vino su vecino que tenía un solo corderito, este hombre el que tenía muchos corderos, tuvo visitas, y lo invitó a comer, y en vez de matar uno de sus corderos, arrebató el único cordero del vecino que había criado como una mascota.
Mientras Natán avanza con el relato, David está impresionado con la vívida historia, y al ver la pésima actitud del hombre pudiente robando la única posesión de su vecino David impactado y lleno de furor afirma en 2 Samuel 12:5: “Vive Jehová, que el que tal hizo es digno de muerte”. Natán aprovechó ese momento de la confrontación para decirle: Tu eres aquel hombre.
La conciencia de David se despertó ahí, Natán le dijo que:
Había menospreciado la autoridad de Dios según dice 2 Samuel 12:9 ¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? Lo acusó de asesino y adúltero, el 6 y 7 mandamiento.
La integridad se mantiene saludable cuando nosotros no dejamos que se adormezca nuestra conciencia.

La integridad empieza cuando nosotros tenemos alerta nuestra conciencia, el más grave peligro es que se adormezca, por eso es bueno estar cerca de hermanos que nos aliente en nuestra carrera, que estén cerca de nosotros, que podamos en la intimidad rendir cuentas, que alguien pueda preguntarnos con gran amor: ¿Cómo estás? ¿Con que estás luchando en este tiempo? ¿Tenés tiempo íntimo con Dios? El ambiente que nos rodea, si lo permitimos nos va anestesiando, y no invade una somnolencia, como consecuencia nuestra conciencia va migrando a la clandestinidad, ¿A que llegamos? A que las cosas que antes desaprobábamos (Porque Dios no las aprueba) ahora las vemos como no tan malas y las terminamos admitiendo, como las cosas que están en nuestras “Pantallas” (El celular, la tv y la computadora)

Este proceso de secularización de la conciencia le pasó a un personaje de la antigüedad llamado Lot, salió del ambiente de buena influencia de su tío Abraham, que tenía trato íntimo con Dios, Lot, miró con mucho cariño los lugares fértiles para sus ganados, y se acercó cada vez más a Sodoma, cada día permitió un poquito más hasta que se hizo ciudadano pleno, su CONCIENCIA no solo se adormeció, casi terminó cauterizada, y llegó a vivir rodeado de toda perversión.
El horrible pecado nos asedia, lo dice Hebreos 12:1 pero tenemos que seguir corriendo la carrera, en griego carrera es AGONA, de ahí viene AGONIA.
RANAS Si echamos una rana en una olla con agua hirviendo o muy caliente, esta salta inmediatamente hacia fuera y consigue escapar. En cambio si ponemos una olla con agua fría o temperatura ambiente, y echamos una rana esta se queda tan tranquila. Y si a continuación empezamos a calentar el agua poco a poco, la rana no reacciona sino que se va acomodando a la temperatura hasta que pierde el sentido y, finalmente, morir achicharrada.
Esto es un ejemplo de cómo se está secularizando la conciencia, cuando tenemos que hacer lo opuesto consagrar a Dios. Hoy casi nada nos ofende, ni escandaliza, y justamente el adormecimiento de la conciencia nos conduce al pecado.

Ejemplos de este proceso: En el mundo de la fe ya no se ve tan mal, los matrimonios informales, la iniciación sexual antes del compromiso matrimonial, se ha secularizado el día del Señor y por cualquier cosa no vamos a adorar al Señor, usamos un lenguaje con muchas palabras dudosas, terminamos creyendo que el pecado no es tan grave, en un extremo se cree que son los demonios los responsables de mi maldad, y en el otro, todo es culpa del viejo hombre los cristianos terminamos siendo consumidores y no actores o protagonistas.
El gran teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer, que murió en la horca, por la barbarie nazi unos días antes del final de la Segunda Guerra, dijo: “David no pecó porque él dejó de amar a Dios, nosotros no pecamos porque odiamos a Dios, no pecamos porque dejamos de amar a Dios, David seguía amando a Dios con toda su pasión, con todo su corazón”, entonces ¿Por qué pecó? Nosotros pecamos, simplemente porque nos olvidamos de Dios.
Dietrich Bonhoeffer lo que dice al respecto: “Es en nuestros miembros, que hay una inclinación somnolienta hacia el deseo, y esto es tanto repentino, como feroz, con poder irresistible, el deseo se apodera de la carne; de repente un fuego ardiente, se prende en lo secreto, y en ese momento Dios parece esfumarse de nuestra conciencia, Dios parece que deja de ser real, y lo único real es el deseo, en ese instante Satanás no nos alienta el odio contra Dios, él no quiere que odiemos a Dios, él sólo quiere que nos olvidemos de Dios por un instante, y la lujuria, el deseo sexual, que se levanta desde el fondo de nuestra alma, envuelve lentamente nuestra mente, y la voluntad del hombre empieza a ser oscuridad profunda, y la capacidad de ver, o de diferenciar las cosas, y de decidir, son quitadas de debajo de nuestros pies, y es como si el piso mismo se abriera debajo de nuestros pies, la conciencia se ha dormido”.
La integridad tiene que ver con el carácter, tengo que ser el mismo en mi intimidad y soledad, al estar junto a mi familia y cuanto estoy con mis hermanos en la fe.

¿COMO PODEMOS RECUPERAR LA INTEGRIDAD PERDIDA?
Para responder recordemos la esencia del verdadero evangelio en pocas palabras: GENUINO ARREPENTIMIENTO, LIMPIEZA DIVINA, VIDA SANTA, NUEVO PODER DEL ESPÍRITU SANTO. Ahora analicemos en la conclusión, tres historias bíblicas acerca de personas que perdieron su integridad, veamos:

1) El hijo pródigo: Este hombre necesitó VOLVER EN SI. Al inicio, vivía bajo condiciones ideales en la casa de su padre, pero buscó la independencia. Terminó cuidando cerdos y anhelando su comida. Perdió su integridad y muy posiblemente: Su pureza, arruinó una etapa hermosa de su vida, tiró por la borda la oportunidad de triunfar junto a su padre, perdió la alegría de vivir, la paz interior, vivió sin la aprobación de Dios, pasó hambre, vivió insatisfecho, y descubrió que la vida para él no tenía propósito. GRACIA DESPRECIADA, GRACIA PERDIDA, GRACIA ACEPTADA, GRACIA GANADA.
Tuvo genuino arrepentimiento, recibió el cariño de su padre otra vez. Tuvo limpieza divina porque tuvo nuevo vestido y calzado (que simbólicamente representan la nueva vida).Tuvo vida santa, adquirió el estilo de vida que Dios aprueba. Tuvo nuevo poder del Espíritu Santo, eso seguro que le ayudó a reparar esta falla en su carácter.

2) El rey David: Este hombre necesitó UNA CONFRONTACION con un sabio hombre de Dios quien trajo a la luz la maldad de su corazón. El pecado anestesia el corazón y lo endurece. El pecado lo había engañado y lo hacía inconsciente de su verdadera condición. El pecado enferma y altera la capacidad de razonar correctamente. El cuerpo de Cristo hoy es el lugar donde reconocer pecados y enfrentarlos con éxito. GRACIA DESPRECIADA, GRACIA PERDIDA, GRACIA ACEPTADA, GRACIA GANADA. Tuvo genuino arrepentimiento. Salmos 51:4, “Contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo delante de tus ojos;”. Tuvo limpieza divina. Salmo 51:7 “Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame y seré más blanco que la nieve”.
Tuvo vida santa. “Y renueva un espíritu recto dentro de mí”. Salmo 51:10b.
Tuvo nuevo poder del Espíritu Santo. “Y no quites de mi tu santo Espíritu” Sal 51:11b.

3) El profeta Isaías: Este hombre necesitó una manifestación de Dios en una visión de la gloria celestial. Había levantado él su dedo acusador en nombre de Dios con SEIS AYES: Ay de, Ay de, en el capítulo 5 de su libro, pero en el 6:5 le tocó a él y dijo: “¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos”. GRACIA DESPRECIADA, GRACIA PERDIDA, GRACIA ACEPTADA, GRACIA GANADA. Tuvo genuino arrepentimiento: “¡Ay de mí!”
Tuvo limpieza divina: El serafín, tomó un carbón encendido del altar de los holocaustos y voló para purificarlo, él estaba como muerto, Isaías 6:6 Símbolo de la obra expiatoria de Cristo.
Tuvo vida santa. Lo demuestra el resto de su libro, el problema del profeta eran sus labios, porque estos dan a conocer la corrupción del hombre caído.
Tuvo nuevo poder del Espíritu Santo. Su vida fue moldeada por Dios.

NO PELEAMOS POR LA VICTORIA, SI NO, PELEAMOS DESDE LA VICTORIA. Este es el lugar de nuestra ubicación. Si no entendés esto, no estarás firme, debés estar firme en la victoria que fue ganada en el Calvario. Pero falta algo muy importante que considerar, el estado interno, Dios dice: «Sobre toda cosas guardada guarda tu corazón, porque de él mana la vida» (Proverbios 4:23). Puede ocurrir que salgamos a la batalla, teniéndola perdida. Cuando tenemos HERIDO EL CORAZÓN. Es cuando tenemos los brazos abiertos y heridos el corazón. ¿Qué nos ha herido? ¿Se acuerdan de la película: «El Gladiador?», una historia novelada llevada al cine hace unos años. Se trataba de un emperador romano que no tenía confianza en su hijo para que sea su sucesor, y si confiaba en Máximo, un general leal y valiente, ganador de infinidad de batallas a favor del Imperio. El emperador muere por causa de su hijo y éste le arrebata impíamente el trono. Máximo es obligado a huir y termina como esclavo siendo un gladiador (Español era su nuevo nombre) que pelea entre otros lugares en la arena del Coliseo y se transforma en un luchador muy, pero muy famoso. Después de un tiempo el joven emperador lo reconoce y decide a partir de la fama de este luchador eliminarlo. En una de las últimas escenas de la película, está el luchador en el coliseo atado, y frente a él dialoga en voz baja con su enemigo, éste se acerca y traidoramente le clava un cuchillo a la altura del corazón, nadie ve este acto de traición, luego le pone toda la ARMADURA, pero debajo de la coraza está la herida sangrante que le iba a impedir manejar con soltura la espada a la que casi no puede levantar. Así nos ocurre muchas veces a los cristianos, debajo de la armadura están nuestras heridas sangrantes. ¿Cuáles son estas heridas? Entre muchas: ORGULLOS, PREJUICIOS, CRÍTICAS, CELOS, ENVIDIA, DOMINIO Y CONTROL, AMOR POR EL PRIMER LUGAR, HIPOCRESÍA, AVARICIA, REBELDÍA, DESCONFIANZA, AMARGURA, INDOLENCIA, MANIPULACIÓN, ESPÍRITU POLÍTICO, FALSO PERDÓN, CORAZÓN OFENDIDO. Dios permite las ofensas para generar en nosotros un carácter manso y apacible, el Diablo busca que nos ofendan para generar un carácter amargado.

El escritor irlandés Oscar Wilde (1.854-1900) fue uno de esos que prestaban poca atención a su mundo interior, William Barclay cita la siguiente confesión de Wilde:
“Los dioses me habían dado casi todo, pero yo me dejé tentar por largos encantamientos de comodidad insensata y sensual… Cansado de estar en las alturas, bajé deliberadamente a las profundidades en busca de nuevas sensaciones. Lo que la paradoja era para mí en la esfera del pensamiento, llegó a serlo la perversidad en el terreno de la pasión. Me hice cada vez más indiferente a los demás. Me complacía donde quería y seguía adelante. Me olvidé de que cada pequeña acción cotidiana edifica o destruye el carácter, y que por lo tanto, lo que uno ha hecho en la cámara secreta, ha de gritarlo un día desde la azotea. Dejé del ser dueño de mí mismo; ya no era más el capitán de mi alma, y no lo sabía. Permití que el placer me dominara, y acabé en profunda ignominia.”
Cuando dice: Ya no soy más el capitán de mi alma, está describiendo a una persona cuyo mundo interior está en ruinas, y se está hundiendo. Uno de los grandes campos de batalla de nuestros días es el mundo interior de los individuos (Cita de “Ponga orden en su mundo interior” página 17).
Los motores del hombre se encienden y se apagan desde adentro.

Bibliografía: “Restaurando su vida desecha”, de Gordon Mc Donnald, Citas del Pastor Gerardo Ferace, Comentarios del Pastor Adrián Rogers y ejemplos varios de distintos lugares.

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