22 mayo, 2016

El hombre que Dios usa – Josué 1:1-9


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Para comenzar esta parte de la historia, tenemos que remontarnos a Génesis 12:1-3 con el llamado y promesa que Dios le hace a Abraham, este personaje tan especial, llamado el padre de la fe y el hijo de la desobediencia.

Dios le dice a Abraham que se vaya de su tierra hacia otra región que Él le mostraría, en la cual haría una nación grande y donde también iba a ser bendecido y seria bendición.

Más adelante en Génesis 15:13 donde Dios le promete un hijo, también le dice que su descendencia iba a vivir en tierra ajena unos 400 años.

Esto se cumplió en tiempos de Jacob, nieto de Abraham, con la ayuda de José, el hijo que había sido vendido a unos ismaelitas por sus hermanos.

Al tiempo de cumplirse los 400 años, Dios levanta un hombre llamado Moisés, un libertador, que iba a ser usado por Dios para sacar al pueblo de Israel de Egipto para llevarlos a Canaán, es decir, iban a pasar de ser esclavos a vivir en una tierra bendecida, donde la leche y la miel abundaban.

Luego de dar vueltas durante 40 años en el desierto y muriendo toda la generación que había salido de Egipto, excepto tan solo dos personas, Josué y Caleb,  finalmente entraron a la tierra que Dios le había prometido a Abraham prometida y confirmada a Moisés y Josué.

Moisés muere y queda Josué al mando del pueblo israelita para poder entrar y conquistar esta tan deseada tierra llamada Canaán.

Josué fue un hombre que le dijo SI a Dios para ser usado en un tiempo específico con un propósito puntual.

Durante toda la historia Dios ha usado a hombres y mujeres para llevar adelante su plan en esta tierra y la idea de este día es poder sacar algunas cualidades de este hombre de Dios, que seguramente nos van a ayudar a vos y a mi si es que queremos ser usados para la gloria de Dios.

LECTURA

Josué 1:1-9

Imaginemos estar en los zapatos de este hombre, el líder del pueblo había muerto, y no era cualquier hombre, era Moisés, el libertador, aquella persona que había guiado a todo un pueblo y no cualquier pueblo, sino uno bien difícil de pastorear durante 40 años en el desierto. Las presiones eran muchas y las expectativas muy altas, había un espacio bien grande por llenar, por ese motivo Dios le va a decir a Josué una y otra vez “se esforzado y valiente, no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quieras que vayas”.

Era evidente que Josué se sintió débil, inadecuado e incapaz para llevar adelante esta nueva etapa.

Pero más allá de cómo se sentía el, en verdad había algunas cualidades o fuerzas que debemos considerar si realmente queremos ser usados por Dios para aprender de ellas.

1-Era un hombre Fiel

v.1 Aquí podemos ver que Josué era un ministro de Moisés, esta palabra en el original es mesharet, que significa servidor voluntario o administrado sobre una casa junto con sus bienes.  Este era Josué para Moisés, un compañero voluntario de esta tremenda aventura que Dios les iba hacer vivir.

En medio de un pueblo murmurador, perverso, idolatra, egoísta, Josué junto con Caleb fueron diferentes, y en este caso vamos a tomar solo a Josué, pero en diferentes circunstancias este hombre marco la diferencia manifestando la fidelidad a Dios y también al líder del momento, Moisés.

Josué siempre entendió el lugar que Dios le había dado en ese momento y esto es importantísimo para nosotros también, comprender el lugar en el cual Dios nos puso.

Por decirlo de alguna manera Josué siempre fue el segundo de Moisés, no tenía problemas de autoestima por ocupar ese lugar, al contrario siempre fue fiel.

Fiel en el combate: Éxodo 17 vemos como Amalec se enfrenta al pueblo de Dios y en los versículos 9-10/13 notamos el accionar de Josué ante las órdenes de Moisés, sin rezongar ni argumentar, solo siendo fiel a las palabras de Moisés.

Exo 17:9 Entonces Moisés le dijo a Josué: «Escoge nuestros mejores hombres, y sal a pelear contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cumbre del cerro, con la vara de Dios en mi mano.»

Éxo 17:10 Josué hizo lo que Moisés le dijo, y combatió contra Amalec, y Moisés, Aarón y Jur subieron a la cumbre del cerro.

Dice el versículo 13 que Josué deshizo a Amalec y a su pueblo a filo de espada, ahí está el resultado de ser fiel, estar en victoria.

Fiel junto al monte: Éxodo 24:12-18 ¿Dónde estuvo Josué esos 40 días y 40 noches mientras Moisés estaba en el monte?  Al lado del monte, esperando a Moisés fielmente. Quizás esperando con grandes expectativas de lo que Dios le iba a decir y dar, quizás orando por el varón de Dios, quizás intercediendo por su pueblo, la biblia no nos dice que estaba haciendo Josué, lo que si dice es que se fue con Moisés y volvió con él.

Éxodo 32:17-18 Josué oyó que el pueblo gritaba, así que le dijo a Moisés: «Hay en el campamento alaridos de guerra.»

Éxo 32:18 Pero él respondió: «No son voces de vencedores. Ni son voces de gente derrotada. Lo que oigo son cantos de alegría.»

Josué se entera de lo que estaba haciendo el pueblo junto con Moisés, esto prueba que Josué estuvo al lado del monte esperando a Moisés sin moverse ni un instante por si aquel necesitaba algo.

Hombres como estos son los que Dios necesita para poder usarlos en sus planes, en sus propósitos, FIELES.

Dios quiere a hombres y mujeres fieles.

Dios aprecia mucho más la fidelidad que la idoneidad. Muchas veces nosotros creemos que las habilidades, los dones los talentos están por sobre la fidelidad, pero Dios nos muestra una y otra vez que es al revés.

II Timoteo 2:2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, encárgaselo a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.

¿Qué le está diciendo pablo a Timoteo? Busca hombres fieles, hombres digno de confianza, fiables, porque ahí estará el secreto de los buenos resultados en la vida cristiana, por sobre todas las cosas Dios desea que le seamos fiel, así como Josué lo fue con Dios y con Moisés.

Mateo 25:14-30 Jesús va a contar una parábola famosa, la de los talentos y lo que va a resaltar en ella es la FIDELIDAD  de los siervos. Que les termina diciendo el hombre a los siervos que le había dado 5 y 2 talentos, vs 21“bien, siervo bueno y fiel, sobre poco has sido  fiel, sobre mucho te pondré, entra en el gozo de tu  señor” hay una recompensa no porque fueron buenos en los negocios sino por la fidelidad.

Si prestan atención a las cartas de Pablo, cuando menciona a sus colaboradores o algún hermano en sus saludos o en alguna parte lo que siempre va a resaltar una y otra vez es su fidelidad. De Tiquico, de Onesimo, Epafras, etc.

Josué quizás no era el más inteligente, astuto, ingenioso, avispado, de todo ese pueblo, pero tenía una cualidad esencial para agradar a Dios, era un hombre fiel.

Mientras el pueblo se divertía adorando al becerro de oro ¿quién esperaba a Moisés al pie del monte?, Josué. ¿Quién no quería apartarse del tabernáculo cuando Moisés no estaba? Josué.

¿Estamos siendo fieles a Dios? Quizás estemos pretendiendo ser usados por Dios pero no estamos siendo fieles en lo poco que Dios nos ha dado.

Sin saber, Josué estaba construyendo un carácter propicio para un llamado tremendo de parte de Dios, basado sobre todo en su fidelidad.

2- Era un hombre llamado por Dios

Vs 2- 6.

Luego de ser fiel a Dios durante 40 años en el desierto, y esto no es un detalle menor, sirviendo a Moisés, ayudándolo en todas las cosas, sirviendo a su pueblo, luego de la muerte de este libertador Dios le hace un llamado tremendo a Josué, él iba a ser el encargado de ocupar el lugar que tuvo momentáneamente Moisés, además iba a ser el instrumento para cumplir la promesa que Dios le había dado a Abraham hace cientos de años atrás, este hombre iba a conquistar la tierra prometida, esa tierra que el mismo había visto y explorado como espía, ahora la tomaría en fe, creyendo a las palabras de Dios, convencido del llamamiento divino.

Seguramente no se había olvidado de los gigantes, de las ciudades con muros y llenos de enemigos, el había estado en ese lugar, pero también recordaba quien era el que  lo había llamado, el Dios todo poderoso, aquel cuya gloria había visto de lejos una y otra vez mientras esperaba a Moisés junto al monte.

Evidentemente Josué necesito el aliento de Dios para llevar adelante esta tarea, no era nada fácil, pero Dios le da la garantía de su presencia y respaldo, de la victoria asegurada, de su cuidado, pero también iba a requerir de ser esforzado y valiente en asumir ese llamado.

El territorio en el que tenían que entrar  se llamaba Canaán, muchos dicen que Canaán, la tierra prometida,  en la cual abundaba la leche y la miel, es símbolo del cielo, pero si esto es así tendríamos que considerar que  en el cielo también habría enemigos,  gigantes,  ciudades amuralladas, esto es imposible ¿ entonces que representa Canaán para nosotros?

Canaán es un estado espiritual aquí sobre la tierra, el señor nos invita a vivir en el espíritu de cristo, aun en medio del enemigo, pero con victoria.

Dios nos llama a vivir una vida en victoria, una vida madura, ocupando el territorio que él ha prometido a cada uno de nosotros viviendo en el llamado que él nos ha hecho.

Para vivir una vida victoriosa tenemos que ocuparnos con diligencia y valentía de estos llamados que Dios nos hace por medio de su palabra a vos y a mí.

Llamado a la comunión con Cristo

I Co. 1:9 Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

El primer llamado que debemos cumplir para vivir una vida en victoria y asi ser usado por Dios es este.

Si descuidamos este llamado, estamos construyendo nuestra vida sobre la arena.

Éxodo 33:11 Y el Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla cualquiera con su compañero. Después Moisés volvía al campamento, pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba del tabernáculo.

Josué fue un hombre que no se apartaba del tabernáculo de Dios, sin duda tenía una relación especial con Dios, no hay posibilidad alguna que alguien como Moisés tenga a su lado como fiel servidor a alguien que no le importara conocer a ese Dios glorioso.

Josué entendió por el mismo testimonio de su estimado Moisés que no había mejor cosa que pasar tiempo con Dios.

Si queremos buscar un ejemplo más cercano al nuevo testamente, que supo asumir este llamado podríamos hablar de María, la hermana de Lázaro y Marta, esta mujer sí que aprovecho cada oportunidad que tenía de estar cerca de Jesús.

Lucas 10:39-42

Marta tenía una hermana que se llamaba María, la cual se sentó a los pies de Jesús para escuchar lo que él decía.

Luc 10:40 Pero Marta, que estaba ocupada con muchos quehaceres, se acercó a Jesús y le dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje trabajar sola? ¡Dile que me ayude!»

Luc 10:41 Jesús le respondió: «Marta, Marta, estás preocupada y aturdida con muchas cosas.

Luc 10:42 Pero una sola cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte, y nadie se la quitará.»

En esta oportunidad María estaba a los pies del maestro, teniendo comunión con el Hijo, escuchando sus palabras, teniendo intimidad con el Creador, María había entendido el llamado de tener comunión con Cristo antes que las demás cosas, mientras que Marta había priorizado el servicio, que no está mal pero según Cristo una sola cosa es necesaria y María había escogido la mejor parte, la cual no le sería quitada ¿Acaso está mal servir al Señor? ¿Lo que estaba haciendo Marta estaba mal? Claro que no pero no podemos alterar los órdenes que Dios ha dispuesto, nuestro primer llamado es a tener comunión con Jesús y lo interesante de esto es que aquellas cosas que en intimidad experimentemos con Dios NADIE NOS LO PODRA QUITAR, es un tesoro incalculable que generara en nosotros una transformación tremenda de parte de Dios.

Llamado a vivir en santidad

I Tesalonicenses 4:7 Pues Dios no nos ha llamado a vivir en la inmundicia, sino a vivir en santidad.

El asumir el primer llamado, que es a tener comunión con Cristo nos llevara inmediatamente al siguiente que es el llamado a vivir en santidad.

Josué por las actitudes que tenía podemos decir sin vacilar, que llevaba una vida santa, integra.

Números 32:11-12 “Los hombres mayores de veinte años, que salieron de Egipto, no fueron perfectos ni me han seguido; por eso no verán la tierra que juré darles a Abrahán, Isaac y Jacob.

Núm 32:12 Sólo la verán Caleb hijo de Yefune el quenizita, y Josué hijo de Nun, porque ellos sí fueron perfectos y me han seguido.

La biblia dice que Josué fue perfecto, también es palabra podría ser consagrado, y no solo eso sino que también dice que le siguió. Solo se puede seguir a un Dios santo, siendo santo, no hay otra manera. Aun en medio de ese pueblo corrupto, aun cuando casi todos están pervertidos por tener a Egipto en sus mentes y en sus corazones, aun así Josué siguió a Dios consagrándose a Él en cada momento.

La biblia dice:  

I Pedro 1:15-16  Al contrario, vivan una vida completamente santa, porque santo es aquel que los ha llamado.

1Pe 1:16 Escrito está: «Sean santos, porque yo soy santo.

Esta demanda de parte de Dios es para todos aquellos que han nacido de nuevo, los que han aceptado la obra redentora de Dios por medio de Jesucristo, no es tan solo para un sector de la iglesia. Es para todos.

Dios nos llama a ser santo, porque él es santo.

I Tes 4:3ª La voluntad de Dios es que ustedes sean santificados

La voluntad de Dios es que seamos santificados.

¿Cómo podemos vivir en santidad? ¿se podrá vivir en santidad?

Por eso si queremos vivir una vida en victoria debemos vivir en santidad, si queremos ser usados por Dios de la mejor manera y conquistar este llamado debemos apelar al Espíritu santo.

Dios no nos va a exigir algo que no podemos llevar acabo. Lo llamativo de todo esto es que Dios mismo nos da los recursos para que esto que a nuestros ojos naturales es imposible, se haga posible por medio del poder de su Espíritu Santo.

No podemos vivir derrotados por el pecado, ya Cristo en la cruz del calvario ha vencido al pecado para que vos y yo andemos en la libertad de la santidad. Ya el poder del pecado no tiene efecto en nosotros.

El apóstol Juan en su primera carta 1:6 Si decimos que tenemos comunión con él, y vivimos en tinieblas, estamos mintiendo y no practicamos la verdad.

Es decir que si aceptamos y vivimos el llamado de tener comunión con Cristo, no hay posibilidad alguna de que vivíamos en tinieblas, en otras palabras, si tenemos intimidad con Cristo, vamos a vivir en luz, en santidad.

I Juan 3:6 Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no lo ha visto, ni lo ha conocido.

Juan pone la vara bien alto y dice que aquellos que permanecen en Cristo, no pecan, ¿cómo puede ser esto? Solo es entendible cuando verdaderamente vivimos en el poder del Espíritu santo.

Jesús fue tentado en todo, pero no se hayo pecado en él Hebreos 4:15 ¿saben por qué? ¿Porque aparte de ser 100% hombre también era 100% Dios? No, recordemos que Dios no puede ser tentado, así que todo lo que vivió Jesús, respecto a la tentación lo hizo como hombre. Pero había un secreto en Jesús.

Lucas 4:1-2 Jesús volvió del Jordán lleno del Espíritu Santo, y fue llevado por el Espíritu al desierto.

Luc 4:2 Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo estuvo poniendo a prueba. Como durante esos días no comió nada, pasado ese tiempo tuvo hambre.

Lucas 4:13-14 Cuando el diablo agotó sus intentos de ponerlo a prueba, se apartó de él por algún tiempo.

Luc 4:14 Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu; y su fama se difundió por todos los lugares vecinos.

¿Qué fue hacer Jesús al desierto? Primer llamado, comunión con Dios.

¿Cómo volvió del desierto? En el poder del Espíritu, siendo tentado salió victorioso porque si hay comunión con Dios, también habrá santidad, y el que permanece en el no peca, no desea pecar, sino que ahora su deleite está en el Señor, su gozo lo encuentra en agradarle a Él.

Se puede cumplir este llamado, claro que si!! Solo llenos del Espíritu Santo.

 

Llamado a servir

Hebreos 12:28 Así que nosotros, que hemos recibido un reino inconmovible, debemos ser agradecidos y, con esa misma gratitud, servir a Dios y agradarle con temor y reverencia.

Elegí este pasaje para hablar de este último llamado, el de servir, porque manifiesta el motor que debe haber en nosotros a la hora de servir a Dios.

Fuimos llamados a servir, pero no para pagar nuestra salvación, no para devolverle un favor, no para sentirnos bien en nuestra estima, sino por agradecimiento a Dios por todo lo que él ha hecho por nosotros.

Si servimos a Dios que sea por gratitud.

Ahora no solo dice este pasaje el motor por el cual debo servir, sino también nos habla de la manera con la que tenemos que servirle. Debemos hacerlo  con temor y reverencia, no de cualquier forma.

Cuando hablamos de servir a Dios, estamos hablando de servir a los otros.

Dios le dice a Josué:

V 6 tu repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual jure a sus padres que la daría a ellos.

El servir a Dios implica servir a los demás.

Dios le dijo a Abraham en Génesis 12 que él iba a ser bendecido pero que también seria bendición.

¿Qué está queriendo decir Dios?

Que todas las bendiciones que tenemos hoy en Cristo no es solo para que las disfrutamos nosotros, sino para compartirlas con los demás.

Jesús dijo: más bienaventurado es dar que recibir.  

En otra oportunidad dijo: “porque el hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mr 10:45

Hermanos,  tenemos un gran llamado, y es el de seguir las pisadas del maestro. Si nuestro maestro dijo que no vino para ser servido ¿porque nosotros tomamos la postura de la comodidad?

Si Jesús dijo que vino para servir ¿Por qué nosotros nos queremos sentar en la mesa?

Si Jesús dijo que vino para dar ¿Por qué nosotros solo queremos recibir y acumular?

Hermanos estamos para dar, para dar y para dar.

¿Cuántos hombres y mujeres aun necesitan escuchar el mensaje de salvación? ¿Cuantos hermanos necesitan ser visitados, cuantos enfermos necesitan más que una oración, un abrazo, cuantos presos necesitan ser acompañados, cuántos niños necesitas ser cuidados, y la lista sigue.

¿Porque hay tanta apatía en nosotros con el prójimo? ¿Será que el fuego se está apagando? ¿Será que no estamos teniendo comunión con el hijo de Dios?

Dios quiere que vivamos una vida en victoria, Dios quiere que dejemos de ser hijos infantes y maduremos, y podamos decir como Jesús decía continuamente “yo he venido para para hacer la voluntad de mi padre”

Josué  tuvo la experiencia de estar al lado de un gran siervo de Dios, como lo fue Moisés, un hombre que si algo tuvo fue temor y reverencia, porque sabía y conocía el carácter de Dios, los días en su presencia, contemplando la su gloria, le daba la dimensión que estaba sirviendo a un Dios Santo.

Si seguimos leyendo el libro de Josué, vamos a notar que este hombre sirvió a Dios con valentía y coraje, creyéndole a Dios cada una de sus palabras, haciendo que lo imposible se haga posible, como cruzar ese rio de la imposibilidad, el Jordán, solo pueden hacer eso aquellos hombres y mujeres que han entendido estos llamados que mencionamos anteriormente.

Josué entro  a la tierra prometida y conquisto Canaán conforme Dios le había dicho. Así sirvió a su generación aun cuando el pueblo levanto en medio de ellos otros dioses paganos él se mantuvo fiel.

Josué 24:14-15 Por todo esto, respeten y honren al Señor. Sírvanle con integridad y de todo corazón. Echen fuera a los dioses que sus padres adoraron en el otro lado del río y en Egipto, y que aún están entre ustedes, y en su lugar sirvan al Señor.

Jos 24:15 Pero si no les parece bien servirle, escojan hoy a quién quieren servir, si a los dioses que sus padres adoraron cuando aún estaban al otro lado del río, o a los dioses que sirven los amorreos en esta tierra donde ahora ustedes viven. Por mi parte, mi casa y yo serviremos al Señor.»

Este hombre fue usado por Dios hasta el último día de su vida ¿Cómo lo logro?

3- Tenia la palabra morando adentro

Vers. 8  Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien.

Si realmente meditamos en su palabra y no solo eso sino que la vivimos sin desviarnos de ella, podremos terminar nuestros días diciendo, no sé lo que los demás vayan hacer, pero yo y mi casa serviremos al Señor.

Solo La palabra infalible de Dios en nosotros hace que podamos serle fieles a El, que podamos responder al llamado de vivir en comunión con Cristo, en el poder del espíritu para vivir en santidad y nos hace entender que estamos para servir a Dios y a nuestro prójimo, y no a nosotros mismos.

La palabra nos confronta y su Espíritu Santo nos incomoda si es que en algo de esto estamos fallando.

¿Estamos dispuestos a ser usados por Dios? ¿Estamos dispuestos a obedecer su palabra?

La decisión está en nosotros ¿Qué haremos?

 

 

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