En Cristo tenemos – Romanos 8 – Parte III
Por: Carlos Amarillo | Temas: Romanos 8
6) Una esperanza que jamás será defraudada: ¿Tenemos esperanza hoy? Estamos en un mundo lleno de conflictos donde no hay esperanza. La desesperanza es la palabra más triste del idioma humano. Parece que hemos llegado al final de un callejón sin salida.
Una esperanza que jamás será defraudada. Juan 14:2-3, «En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros». Romanos 5:2,5; «Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios», «Y la esperanza no avergüenza». Romanos 12:12 «Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración», Romanos 15:13 «Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer… «.
El Salmo 69 es un grito de DESESPERANZA y dice: “Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. 2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. 3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. 4 Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué.”
Te doy buenas noticias, están en Tito 2:11-14.
“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Jesús viene pronto, ¿Qué significa esto para mí? Tito dice: “…aguardando la esperanza bienaventurada…”.
Hace un tiempo se hundió frente a Massachusetts un submarino S4, un buzo fue enviado a la zona para el rescate. Al bajar, el hombre sintió un ruido persistente que venía de las paredes internas de la nave. Era: “tap, tap, tap, tap…”. Se trataba de señales en idioma morse, que el buzo entendía. La gente desesperada dentro del navío se preguntaba: “¿Hay esperanza para nosotros?”. El mundo de hoy se hace esta misma pregunta y quiere saber si hay esperanza para ellos. Algunos siguen alguna esperanza falsa, inconstante o insegura. Esta esperanza bienaventurada está conectada con la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Esta esperanza es CERTEZA, no es cualquier certeza, es certeza basada en la Palabra de Dios. Es certeza con anticipación, que sé que va a suceder.
La Segunda Venida de Cristo es una certeza, es una esperanza bendita. ¡Viene otra vez! Regresa. Esperanza es fe en tiempo verbal futuro. Pronto veré a Jesús venir. Sobre la base de esto me debo preguntar: ¿Cómo viviré hoy? ¿Qué hace esta esperanza bienaventurada?
La esperanza nos purifica. Tito 2:12, 1 Juan 3:2-3 “Todo aquel que tiene esta esperanza, se purifica a sí mismo, así como él es puro”. Si vos supieras que dentro de cinco horas estarás delante del trono de Dios rindiendo cuentas, ¿Qué harías? Yo te digo que haría yo: Estaría limpiando mi vida de aquellas cosas feas, de mentiras, de faltas de perdón hacia otros, etc. no estaríamos ni apáticos, ni despreocupados. En Nueva Inglaterra, se iba a construir hace algunos años un dique para proveer de agua potable, y el gobierno compró todo un pueblo porque iba a ser ocupado por el agua del dique. Mientras la represa estaba en construcción se les permitió a toda la gente que siguiera en sus viviendas hasta irse en el momento en que las aguas ocuparían esos lugares. ¿Qué pasó? Las casas comenzaron a tener un aspecto de abandono terrible, ya nadie las arreglaba, los jardines estaban horribles porque nadie tenía ganas de cultivarlos por la inminente inundación, el barrio entero parecía una villa miseria gigantesca.
Algunos estudiosos decidieron investigar esta conducta humana para saber a qué obedecía. La explicación psicológica fue: “Cuando no hay fe en el futuro, no hay trabajo, ni presente”. Cuando hay fe en el futuro debido a la esperanza bienaventurada de la Segunda Venida, tendremos en cuenta nuestro presente.
Uno de los Best Sellers actuales en Norteamérica es un libro biográfico de 39 capítulos cuyo título es “Inquebrantable”, y narra la vida de Louis Zamparini. Los derechos fueron comprados para hacer una película que se estrenó a fines del año 2014, cuando él ya tenía ya 97 años, y falleció unos meses antes de que la película se estrenara. Su directora era Angelina Jolie, quien fue grandemente influida por este ferviente cristiano ya anciano.
Louis Zamperini, era hijo de inmigrantes italianos que llegaron a los Estados Unidos, de joven fue un atleta olímpico que participó de las Olimpíadas de Berlín (1936) y por quebrar un record olímpico, fue felicitado en persona por Adolfo Hitler.
Cuando su país entró en la Guerra se alistó para combatir en el Océano Pacífico, en un combate su avión se estrelló en el mar y allí estuvo 46 días a la deriva, sobrevivió porque un barco de guerra japonés lo capturó y lo envió a un campo de concentración, donde intentaron quebrar su resistencia y él aguantó lo indecible, pero no lograron vencerlo.
Hasta ahí no era un cristiano, y su ESPERANZA estaba radicada en el hecho de sobrevivir el encierro, y puso su mirada allí mismo. Al fin de la guerra vuelve a su casa y al poco tiempo se casa pero atormentado por el pasado bélico, se entrega al vicio del alcohol, y su matrimonio era un infierno. De esa prisión interna salió cuando entregó su vida a Cristo y lo hizo en una forma dramática en una campaña de B Graham. Allí nació en él otro tipo de ESPERANZA, la cristiana y planeó volver a Japón para hablar personalmente con sus verdugos y decirles que los perdonaba. Pudo hablar con casi todos los que lo perturbaron en su encierro, menos con el peor, que siempre se negó a recibirlo, era un militar resentido llamado Guatanave.
Lamentablemente la película sigue el libro solo hasta el capítulo 33, restando la parte más importante donde se ve cómo vive con esperanza y fe su nueva vida hasta el final de sus días.
1 Juan 2:28 nos advierte de que cuando el Señor se manifieste no tengamos que huir de él avergonzados. ¿Vos que harás?
Un niño, vio que su mamá hacía su torta preferida, y cuando estuvo lista, le dijo que había que esperar a la tarde para comerla, y mientras llegaba esa hora la mujer salió de compras, y el niño no pudo más con su ansiedad, y se comió un gran pedazo. Él quería mucho a su mamá, pero no quería que ella volviera a casa, porque sería avergonzado por su desobediencia. De igual manera ocurrirá con algunos cristianos ante la venida del Señor Jesús. Si crees que Jesús regresará pronto, te purificarás a vos mismo, vivirás una vida santa y pura.
La esperanza nos alienta. Es decir, no habrá temor. Vea Colosenses 1:16-17. “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”. Nada está fuera de control, aunque parezca que el diablo está de fiesta. Él tiene una cadena que limita su aparente libertad. Él tiene poder limitado. Dios representa el poder de la creación. Nada hizo por casualidad, todo obedece a un plan coherente. Se requiere más fe para creer en la evolución que creer en la Palabra de Dios. Todo lo hizo por Jesús. Él mantiene pegado con goma las galaxias, es el Gobernador del universo, preserva la creación. La creación tiene un propósito. Fue hecha para él y por él. ¿A qué va a llegar el mundo? Es la pregunta de muchos. Llegará a Jesús. La preposición “para” en Colosenses 1, es la palabra griega “Epson”, que significa: “Movimiento hacia un objeto”. Todo se mueve hacia Jesús. Quien reinará en este mundo, y toda la tierra se llenará del conocimiento de Dios como las aguas cubren la mar. Él será rey sobre su trono.
Hay tres cosas que deben ser puestas en orden:
a. La novia debe estar con su Novio. ¿Quién es la novia? La iglesia. ¿Quién es el novio? Jesucristo.
b. El delincuente debe estar en prisión. Satanás no está en el infierno, estará en el infierno. Vea Apocalipsis 20:10.
c. El Rey gobernando sobre su trono. Él está en su trono celestial, pero ocupará su trono terrenal. Cuando oramos y decimos “Venga tu reino”, Jesús gobernará esta tierra.
La esperanza nos desafía. ¿Para hacer qué? 1 Tesalonicenses 2:19, “Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida?”. Cuando Cristo venga los creyentes de allí, serán el gozo y la corona de Pablo. ¿Habrá entre la multitud de los redimidos personas que han sido alcanzadas para el reino por mi propio testimonio? ¿O quedaré ese día con las manos vacías porque no hacer lo que Dios esperó de mí?
Suponé, solo suponé que una casa se está quemando, y en el interior de una de sus habitaciones hay un bebito que está durmiendo e ignora el peligro y pronto el fuego llegará a donde está él. Vamos a imaginar que afuera de la casa está su madre, y ella entra y se dirige hacia donde están los placares y comienza a vaciar las perchas para salvar toda la ropa que pueda.
Esta conducta la consideraríamos demencial. ¿Por qué? Porque el valor de una persona y en especial de su propio hijo ameritaría otro tipo de proceder. No podemos descuidar la más importante de las tareas que es la de ganar almas. “El que gana almas es sabio”.
Juan 12:32: “Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a Mí mismo”
Por primera vez en la historia el hombre está temeroso de lo que sabe. Su cabeza y sus manos han sobrepasado a su corazón, y nos enfrentamos con cosas para las cuales no tenemos respuestas, tales como la plaga del SIDA, Dengue, Zika y otras, la bomba de tiempo del Medio Oriente con el Isis, el incremento de hambre, el calentamiento global, y mucho más. Podemos decir: “¿A qué llegará este mundo?” Pero mejor es preguntarnos: “¿Quién está por llegar al mundo? ¡Es el Señor Jesús! ¡Gloria a Dios por ello!
Preguntate si hay algún lugar donde vos podás participar como voluntario ministrando a tu comunidad donde usted puedas servir.
Isaías 40 es llamado la Teología de la Esperanza. Se combate la falsa esperanza o el FATALISMO de los horóscopos que había enseñado al mundo antiguo Babilonia, e Isaías habla de las estrellas, pero no que dominan nuestra vida y futuro, sino que obedecen a Dios, y nosotros debemos también obedecerlo, no creer en el fatalismo de Babel. Dios es el que creo los astros y es el que está por encima de ellos, y nuestro destino no está escrito en los astros, sino está en las manos de Dios. Al final habla de la vida del hombre donde Dios interviene y dice que hay tres velocidades que podemos andar:
“Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.
La lógica de la biología es, que el joven tiene fuerzas y el anciano debilidad. Esto es lo que vemos.
Acá no se habla de las fuerzas físicas, acá se habla del hombre de fe, los que esperan en el Señor, son los que no confían es sus propias fuerzas, los que no confían en las frivolidades de los astros, los que no se adelantan a lo que Dios va a hacer, dice: “Tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.
Y aquí marca las tres velocidades de la vida, la vida tiene primera, segunda, y tercera, como los antiguos coches, ahora hay hasta quinta o más. Pero la vida real tiene tres velocidades.
Como los antiguos coches pero la vida tiene tres velocidades:
1) La velocidad del que camina, a veces hay momentos en la vida que caminamos, hay tiempos de calma, donde nos deslizamos, todo se desarrolla normalmente. Son los tiempos comunes, rutinarios, para un ama de casa, sería el atender su hogar, hacer las cosas diarias, para el hombre de la casa, sería cumplir con su deber diario en el trabajo y el dirigir la casa en tiempos de “bonanza”, pero esto ocupa solo una parte de nuestra vida, hay otros tiempos que nos traen tensión, allí ya no es CAMINAR.
2) Hay tiempos en que hay que correr, este es un tiempo de trajín, donde hay que acelerar el paso, donde uno empieza a acelerarse, porque nos es impuesta una demanda mayor, tenemos un gran desafío, ¿Qué serían? Serían por ejemplo las demandas de atención de un padre o madre enfermo o anciano, un tratamiento prolongado de una enfermedad crónica, o una enfermedad peligrosa como el cáncer, es el tiempo cuando el trabajo falta o escasea, o cuando lo que ocurre en el ámbito laboral no nos satisface y se pone tortuoso, pueden ser los tiempos de crisis generales a la que estamos acostumbrados todos los argentinos; sería atravesar la etapa con un hijo adolescente y/o rebelde, los tiempos del luto o de la gran soledad. La tensión aumenta más y allí ya no es CORRER.
3) Hay tiempos donde hay que remontar las alturas, hay que volar, lo humano no puede ser, ya no nos es suficiente, y entonces hay que alcanzarlo por la fe, necesitamos alas. Acá como dicen los mendocinos te topás, y es con algo que representa una imposibilidad, cuando tus energías son insuficientes para superar el desafío mayúsculo, cuando la sombra de la muerte está acechando nuestra vida.
Bibliografía: Comentarios del Pastor Salvador Dellutri de Isaías 40, en “Los Grandes Temas”, Comentarios de Adrián Rogers en “El Amor que Vale”, datos de Internet sobre Louis Zamperini y otros.