28 febrero, 2016

En Cristo tenemos – Romanos 8 – Parte IV


Por: | Temas:
Compartir en redes sociales:

7) Una gloria (fama, honor o majestad) que jamás podrá empañarse. Juan 17:22 «La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos  uno». Hebreos 2:7 «Le hiciste poco menor que los ángeles, Le coronaste  de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos». 1 Pedro 5:1 «… que soy también participante de la gloria que será revelada». Gloria en el caso de Dios, es la esencia de su naturaleza, el peso de su importancia, el brillo de su esplendor, la demostración de su poder, la atmósfera de su presencia, la expresión de su bondad y todas las cualidades eternas de su persona. ¿Y en el caso nuestro qué?

Salmo 8 es el Salmo del astrónomo Dios nos creó sólo un poco menores que los ángeles. Tenemos un gran valor debido a que llevamos el sello del Creador (Génesis 1:26-27).

“Y lo coronaste de gloria y de honra”. El hombre ha sido creado por las manos de Dios para ser rey sobre la tierra. Notá que fue el pecado en Edén lo que hizo que el hombre cayera de su naturaleza real, perdiera la gloria original. 

El hombre debía gobernar la tierra y sus recursos: Los bosques, el mar, los ríos, los animales, el aire, etc.; está en manos de hombres que NO temen a Dios. El resultado es el que estamos viendo y viviendo, un caos (Genesis1:26-28).

John Newton, quien compuso el himno «Sublime Gracia», luego de ser un mercader de esclavos, escribió: «Yo no soy lo que podría ser, no soy lo que debería ser, no soy lo que deseo ser, no soy lo que espero ser, pero gracias a Dios, no soy lo que una vez fui, y puedo decir con el gran apóstol: Por la gracia de Dios soy quien soy». El daba testimonio de lo que implicó que la gloria original depositada en el hombre, se desdibujó, decayó, perdió todo su brillo y quedó solo un pálido residuo. ¿Cómo se recupera la gloria perdida? Aunque aclaremos, éramos como la luna, reflejábamos la luz del sol, el hombre reflejaba la gloria de su Creador. La gracia es un regalo maravilloso que nos permite obtener la salvación, de la muerte, y revertir este proceso de deterioro.

El epitafio de John Newton dice y con ello resume la gracia divina: “John Newton clérigo. Antes un infiel y libertino, un siervo de los esclavos en África. Fue, por la misericordia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, preservado, restaurado, y perdonado para predicar la fe que él tanto tiempo había estado destruyendo”.

¿Cómo se revierte la pérdida de la gloria original?

Partimos de Génesis 1, llenos de gloria, teníamos la imagen y semejanza de Dios en nosotros, ¿Qué significaba eso? Ser seres libres, con elecciones morales, tener responsabilidad por lo que hacemos, conscientes de nosotros mismos, conscientes de que existimos, nos pensamos a nosotros mismos, capaces de comunicarnos con el Creador y con nuestros semejantes; poder transmitir nuestros sentimientos al prójimo, dominar nuestros impulsos (no son instintos), etc.

¿Dónde llegamos? A Génesis 5:3 donde dice que Set fue hecho a la imagen de Adán, (ya estaba caído). Esta imagen, esta gloria no tiene la pureza del principio, está muy lejos de ella. Eclesiastés 7:29 dice que Dios hizo al hombre recto pero ellos se desviaron buscando muchas perversiones.

Dice Efesios 2 que estábamos muertos: ¿Qué es lo que puede darle vida nuevamente a un cuerpo muerto?

CONTAGIO: Ponga alrededor de él a personas vivas, ese hombre no se va a contagiar nuevamente de vida, o si le gritan: Vos podés ¡Respirá, vuelve a la vida! Por más ánimo que esas personas le den, es un cuerpo sin vida, NO volverá a caminar. Lo mismo sucede con nuestra vida espiritual. Si estás espiritualmente muerto, si no tiene la seguridad que al morir tendrá vida eterna con Dios, pues nada que no haya sido su propia decisión de aceptar la vida eterna, lo rescatará de la muerte eterna.

 

Tito 2:11-15, habla sobre la maravillosa gracia de Dios.

«Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie».

Este es un pasaje maravilloso, va de la gracia a la gloria. Nos dice lo que la gracia de Dios puede hacer, y lo que ésta es, si vos sos salvo, es tu biografía espiritual y si todavía no es salvo es su posibilidad espiritual.

GRACIA ES EL FAVOR INMERECIDO DE DIOS, LA BONDAD QUE EL MUESTRA A QUIEN NO LA MERECE Y NUNCA PODRÁ GANARLA. SON LAS RIQUEZAS DE DIOS A COSTA DE CRISTO. ES EL AMOR QUE DIOS MUESTRA AL PECADOR, UN AMOR QUE NO SE MERECE Y JAMÁS BUSCARÍA, NI PODRÍA GANAR ANTES QUE DIOS TOQUE NUESTRO CORAZÓN. EL AMOR QUE ASCIENDE ES ADORACION, EL AMOR  QUE SALE HACIA FUERA ES AFECTO, EL AMOR QUE SE INCLINA ES GRACIA.

La gracia trae salvación, necesitamos vida. Tito 2:11:«Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres», no hay otra manera de ser salvo, excepto por la gracia. Efesios 2:8-9. La gracia es la riqueza de Dios a expensas de Cristo. En Efesios 2:1-5, NOS MUESTRA UN PANORAMA SOMBRIO AL PRINCIPIO. ¿Por qué ser salvo? Porque estabas espiritualmente muerto, necesita más que perdón, necesita vida. Juan 17:3, «Y esta es la vida eterna que te conozcan a ti el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien has enviado». Entonces, estábamos muerto, también éramos perversos, Satanás nos controlaba, y éramos desobedientes. Mire el verso 2b “el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”.

Pensábamos que éramos libres, pero éramos solo libres para pecar, no para servir a Dios. Había ese espíritu rebelde, en todos, también éramos depravados. Vea por favor el verso 3 «, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás».

“Pero Dios”, ahora Dios actúa, cuando Dios actúa, eso es gracia.

«Pero” (conjunción adversativa y denota oposición) “Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó aun estando nosotros muertos en pecado, nos dio vida», La conjunción es la parte invariable de la oración, que señala el enlace entre una o dos palabras u oraciones. PERO, enlaza oraciones simples para formar una compuesta, y que es la parte invariable y que señala el enlace.

Nos dio vida, significa que nos revivió juntamente con Cristo. Luego dice por gracia sois salvos, pero separado de Dios, ¿Qué podes vos hacer? Vos estabas muerto. Imagine a un hombre muerto, ¿Qué podríamos hacer para revivirlo?

Darle ejemplo, alguien que le diría: «Hermano,  muéstranos que eres un buen atleta, que buen estado físico que tienes, hacé flexiones de rodillas y pecho», no va a hacer nada.

Educación: Pidamos a un gran profesor, que lo eduque, la educación no lo hará, muchos proponen la educación como solución a los graves problemas espirituales del hombre.

El medio ambiente, si lo ponemos alrededor de mucha gente viva, tampoco anda.

Ánimo tampoco puede hacerlo. Las religiones intentan esto, dar vida a los muertos, ellos no lo pueden hacer, es imposible, pero mire Efesios 2:4, «Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó».

Solo la gracia trae salvación.

Gracia es el amor que se da cuanto no hay méritos, que se da cuando hay demérito, es dar amor a alguien que tiene que persuadirlo para que reciba ese amor, es darlo a su enemigo a un gran costo llevando sobre si un gran dolor para que ese enemigo pueda gozar de la bendición, eso es lo que Jesús ha hecho por usted y por mí.

Efesios 2:8 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”.

ESTO: significa el PROCESO GLOBAL DE SALVACION.

Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.

Hechura en la Argentina de hace 50 años era la palabra que usaba una modista o sastre para indicarte lo que era su trabajo. Hechura en griego es POIEMA, de ahí viene POEMA, (aquello que es hecho) somos la OBRA MAESTRA DE DIOS, y acá habla de la VIDA NUEVA.

Una de las clásicas estrofas de Pedro Calderón de la Barca (sacerdote y poeta español):

“¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.

Podemos buscar definiciones de vida y de acuerdo a los valores que las personas tienen, pueden hacer varias definiciones, pero quiero decirte que tu VIDA ES EL MAYOR TESORO QUE POSEES. Puede estar con la gloria manchada de la primera creación, pero Dios quiere otorgante una nueva gloria, la de la nueva creación.

Pregunta: Sin hablar del tiempo futuro, ¿Puede hoy Cristo vivir en la tierra? Si puede, ¿Cómo? A través de cada cristiano. Otra pregunta: ¿Qué es la vida cristiana? Cristo viviendo en vos.

Bueno, todos nacemos sin Cristo en nuestro interior, necesitamos por un acto de la voluntad y libremente pedirle que venga a compartir mi vida, guiándola y llevándola al propósito original que tuvo conmigo. ¿Cómo se explica esto?

El mundo vegetal nos brinda un ejemplo magnífico: Quizás nada exprese tan sencillamente la unidad de la Vida como el fenómeno de la fotosíntesis.

Un árbol frutal, por ejemplo, toma del suelo el agua y los nutrientes minerales; fija el carbohidrato del aire mediante la clorofila de las hojas (La “sangre” de los vegetales); utiliza como energía las explosiones atómicas que se dan en el sol y que se transmiten a la tierra en forma de luz. Así construye el fruto, que se ofrecerá como alimento de hombres y animales.
Algún biólogo con vocación de poeta dijo que
la fotosíntesis expresa la unión del cielo con la tierra. EL CIELO Y LA TIERRA SE UNEN.

El mundo animal nos da otro: La oruga que se arrastra por el pasto de ella sale una hermosa mariposa. Lo del gusano se llama metamorfosis, en nosotros es transformación.

En Cristo tenemos una nueva vida. Juan 1:13 dice: “Los cuales no son engendrados de sangre”, (no se recibe por herencia) “ni de voluntad de carne”, (no podemos ganar el derecho) “ni de voluntad de varón”, (no se recibe por votación) “sino de Dios”.

Ya anciano John Newton dijo: “Aunque mi memoria se está desvaneciendo, hay aun dos cosas que recuerdo muy claramente: Yo soy un gran pecado, y Cristo es un gran Salvador.

Tenemos al nacer la vida que es “bios”, pero al creer incorporamos la vida con MAYUSCULAS que es ZOE, vida espiritual que nada, ni nadie la puede arruinar, por eso Pedro el apóstol dijo que somos participantes de la naturaleza divina, tenemos este ZOE que es la naturaleza de Dios, que Pablo llama TESORO (2 Corintios 4:7) que está en vasos de barro. El ZOE está en el “Bios”, la vida del cielo imperecedera, está en la vida perecedera. Tener vida nueva nos hace HIJOS DE DIOS, y cambia la manera en que uno considera las cosas (¿Qué?), todo el universo que nos rodea, y nuestros propios criterios y opiniones. “Si alguno está en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas”.

 

La gracia trae santidad, no podés seguir viviendo como se te antoja. Tito 2:12 «Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente». Esto es lo que la gracia enseña.

Dios empieza a enseñarte, y su escuela nunca se cierra.  

Cuando San Agustín de Hipona (Norte del África) un cristiano del pasado, antes de salvarse, vivía una vida de perdición, como era muy inteligente fue enviado por sus padres a estudiar a Cartago (era la mejor educación), era maestro de retórica, o sea, “el buen decir”, lo contrataban abogados y funcionarios públicos. Allí vivió una vida llena de placeres, y tuvo su único hijo: Adeodato. Buscando ser mejor se fue a Roma, allí no lograba el dinero para vivir, y se fue a Milán, allí escuchaba al Obispo Ambrosio, y se interesó en la fe cristiana. Todas sus dificultades para reconocer la Biblia como Palabra de Dios las resolvió pero hubo un problema antes de llegar a la fe, su estilo de vida liberal, los placeres sensuales, pero LA GRACIA LO ALCANZO (aunque no estemos de acuerdo en algunas de sus ideas posteriores).

El oraba a Dios: Dios, dame castidad y continencia. Pero no demasiado pronto.

Romanos 13:13-14 fue la estocada final para llegar a salvarse:

“Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14  sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.

Agustín se convirtió, él salió de una vida de libertinaje, aunque Mónica su madre era una fiel creyente que oró siempre por su conversión. Tuvo un cambio dramático, y después de salvarse, cuando iba caminando por la calles, ve por la misma vereda a una de las rameras amigas lo vio, y el hombre que había sido salvo y tuvo un cambio dramático y radical, se cruza al otro lado de la calle, la otra vereda agachando la cabeza. La vieja amiga al pasar, lo reconoce, y lo llamó: ¡Agustín! Él no levantó su cabeza y siguió caminando ella insistió y lo llamó: ¡Agustín! ¡Agustín! Como no recibe respuesta grita: «¡Agustín soy yo!» Pero él se da vuelta y le dice: “Si, pero yo, ya no soy yo”. ¿Lo ve? «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y no vivo  ya yo más vive Cristo en mi” Gálatas 2:20.  

 

La gracia trae el privilegio de llegar a ser un pueblo especial, propio y distinguido. Tito 2:14 “Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.”

¿Cuál es la diferencia entre las buenas obras de una persona no salvada, y otra que ya lo es? Los no salvados hacen obras para tratar de salvarse, los salvados realizan obras, porque ya son salvos, la diferencia en realidad, es un asunto del corazón, por qué lo hacemos, es mucho más importante que lo que hacemos. “Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9.

Dios sigue con el mismo propósito hoy, se dio a sí mismo, para hacer de nosotros un pueblo propio y distinguido o especial. No es un llamado a ser raros, como el vecino de Homero Simpson, Flanders sino rasgos o cualidades propias de una persona especial.

BOTIN DE GUERRA. En la antigüedad cuando un rey o un general iba a la guerra y ganaba una gran victoria, frecuentemente tomaba lo que se llamaba el botín de guerra, o sea lo más valioso y hermoso que encontraban en la ciudad conquistaba, regresan con ese botín de guerra que era un trofeo de victoria (era una forma de robo), ese botín de guerra, constituía su posesión especial, somos los trofeos de su gracia, en el sangriento Calvario, derrotó a Satanás, pagó el precio del pecado, y nos redimió y somos su pueblo propio.

La gracia trae salvación, trae santificación y trae el privilegio de servir, nosotros debemos servir al Señor, no al mundo, al demonio y a la carne.

El predicar, el evangelizar y caminar con Dios son considerado tonterías para la gente de hoy: Ver 1 Corintios 1:18,21. El evangelio es visto como algo insensato en nuestra generación, como lo fue el arca en la época de Noé.

La locura de la cruz es el único llamamiento verdadero de la iglesia en la última generación. Romanos 10:13-15. Jesús es el único Salvador que debe ser predicado.

 

¿Qué más trae esta sublime gracia? La gracia trae como resultado final la glorificación, un día seremos hechos a semejanza del Señor Jesucristo, le veremos cara a cara a Aquel que nos salvó mediante su gracia; y él, que abrió para nosotros la puerta de su gracia, nos abrirá también las puertas de la gloria, esa es la admirable, sublime gracia de Dios.

Ahora podemos comprender ese mercader de esclavos llamado John Newton, después de ser salvo, pudo escribir: “Sublime gracia del Señor, que a un infeliz salvó, ciego estaba pero ahora veo, perdido estaba pero me encontró”.

 

Final: “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. 2 Corintios 3:18.

“Somos transformados de gloria en gloria” es: Estamos siendo.

“Mirando” también pudo traducirse: Reflejando. Suponga esto: Yo ingiero alimentos, los cómo y me olvido. Se transforma luego en sangre, y en otros tejidos, en músculo y en huesos también. LO EXTERIOR SE VA ASIMILANDO.

2 Corintios 3:13-18 Cuando Moisés bajó del Monte Sinaí con los Diez Mandamientos, su rostro resplandecía por haber estado en la misma presencia de Dios (Éxodo 34:29-35). Se puso un velo para evitar que la gente se asustara por el esplendor de su rostro. Pablo agrega que su velo evitó que vieran la gloria que se desvanecía. Moisés y su velo ilustran el desvanecimiento del sistema antiguo así como el velo de la mente y el entendimiento de la gente por su orgullo, dureza de corazón y rechazo a arrepentirse. La herencia de los judíos se asemejaba a un velo de orgullo que les impedía entender las referencias a Cristo en las Escrituras. Cuando una persona llega a ser cristiana, Cristo remueve su velo (Éxodo 3:16) dándole vida eterna y libertad de tratar de salvarse por la ley. Sin el velo podemos ser como un espejo que refleja la gloria de Dios.

3.17 Todos aquellos que tratan de ser salvos guardando las leyes del Antiguo Testamento pronto se enredan con reglas y ceremonias. Pero ahora, a través del Espíritu Santo, Dios nos otorga libertad del pecado y la condenación (Romanos 8:1). Cuando confiamos Cristo nos salva, El quita nuestra pesada carga de agradarle y nuestra culpa por no lograrlo. Al confiar en Cristo somos amados, aceptados, perdonados y libertados para vivir para El. «Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad».

3.18 La gloria que el Espíritu imparte al creyente es superior, en calidad y duración, a la que Moisés experimentó. Al contemplar la naturaleza de Dios sin el velo en nuestras mentes, nos asemejamos a Cristo. En el evangelio vemos la verdad de Cristo y ella transforma nuestra moral en la medida que la entendemos y la usamos. Cuando aprendemos de la vida de Cristo podemos entender lo maravilloso que es Dios y lo que a Él en realidad le agrada. En la medida que nuestro conocimiento se profundiza, el Espíritu Santo nos ayuda a cambiar. Llegar a ser como Cristo es una experiencia progresiva (véanse Romanos 8:29; Gálatas 4:19; Filipenses 3:21; 1 Juan 3:2). Cuanto más cerca sigamos a Cristo, más nos asemejaremos a Él.

 

Bibliografía: Biblia del Diario Vivir de Espada Electrónica, citas de Salvador Dellutri en Los Grandes temas, La admirable Gracia de Adrián Rogers en El amor que vale, citas de la película Sublime Gracia, y varias otras citas de Internet.

 

 

Compartir en redes sociales: