Estamos en guerra.
Por: Ismael Vazquez
Todo creyente debería hacer el ejercicio de analizarse como esta espiritualmente, esto lo dice Santiago.
Stg 1:23 Pues, si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo.
Stg 1:24 Te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres.
Cada uno de nosotros miramos nuestro rostro por la mañana frente al espejo, aunque conozcamos nuestra cara lo hacemos diariamente, es que si lo dejaríamos de hacer por un largo periodo, no podríamos tener una cara limpia, o sin barritos, o estar bien afeitados. Bueno, este mismo cuidado deberíamos tener con nuestro estado espiritual, y nuestro espejo es la palabra del Señor.
Haciendo este ejercicio con la Palabra, empecé a preguntarme como pudo el apóstol Pablo llevar una vida cristiana tan radical cuando tuvo que pasar por tanto sufrimientos:
2Co 11:23 ¿Son siervos de Cristo? Sé que sueno como un loco, ¡pero yo lo he servido mucho más! He trabajado con más esfuerzo, me han encarcelado más seguido, fui azotado innumerables veces y enfrenté la muerte en repetidas ocasiones.
2Co 11:24 En cinco ocasiones distintas, los líderes judíos me dieron treinta y nueve latigazos.
2Co 11:25 Tres veces me azotaron con varas. Una vez fui apedreado. Tres veces sufrí naufragios. Una vez pasé toda una noche y el día siguiente a la deriva en el mar.
2Co 11:26 He estado en muchos viajes muy largos. Enfrenté peligros de ríos y de ladrones. Enfrenté peligros de parte de mi propio pueblo, los judíos, y también de los gentiles.* Enfrenté peligros en ciudades, en desiertos y en mares. Y enfrenté peligros de hombres que afirman ser creyentes, pero no lo son.*
2Co 11:27 He trabajado con esfuerzo y por largas horas y soporté muchas noches sin dormir. He tenido hambre y sed, y a menudo me he quedado sin nada que comer. He temblado de frío, sin tener ropa suficiente para mantenerme abrigado.
2Co 11:28 Y, además de todo eso, a diario llevo la carga de mi preocupación por todas las iglesias.
A pesar de sufrir semejantes pruebas, este hombre tenía lugar para llevar carga de preocupación por las iglesias, y alentarlas e instruirlas, llego a ser la persona que escribió la mitad del Nuevo Testamento con 13 cartas, las cuales muchas escribió desde la prisión, como las cartas a los gentiles llamado Éfeso, a los filipenses con la particularidad de llamarlos a regocijarse estando él con cepos en una prisión, la carta a los colosenses también desde la prisión en roma, y la carta a Filemón, a Timoteo diciéndole que encienda el fuego que había dentro de él, y esto se lo decía desde su ultima prisión.
¿Cuál era el secreto de Pablo?
1Co 15:10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
Si bien Pablo en este pasaje nos responde que fue lo que fue por la gracia de Dios, también afirma que la misma gracia de Dios no fue en vano en su vida. Y es bueno detenerse en esta expresión, Pablo nos deja en claro que la gracia de Dios puede ser en vano en nuestra vida.
Al punto que quiero llegar es ¿Cómo se tomo la gracia Pablo, como llevo adelante el evangelio en su vida, que determinaciones tomo para que la gracia de Dios no sea en vano?
Encuentro la respuesta en su última carta, poco antes de morir Pablo va a alentar a Timoteo en su ministerio y va hacer una declaración majestuosa de su vida en Cristo:
2Ti 4:6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.
2Ti 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
Pablo tomo su vida de creyente como un soldado en medio de una batalla, una guerra, y le va a pedir a Timoteo que la tome de la misma manera:
2Ti 2:3 Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.
2Ti 2:4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
Cuando Pablo se va a dirigir a Timoteo en su segunda carta, va hacerlo desde su segunda prisión en Roma, y le va a pedir que tome la vida en Cristo como un soldado, un soldado concentrado en la guerra en la que está involucrado, y que así como cualquier soldado busca agradar a quien que lo enlisto en la batalla, que él busque de llevar una vida agradable delante del Señor.
Entiendo que esta era la clave de Pablo para que la gracia de Dios no haya sido en vano en su vida, él entendía que estaba en medio de una guerra, una guerra en la cual ya tenemos la victoria por medio de Cristo, una victoria que nos trajo salvación de la condenación y libertad de la esclavitud del pecado, sin embargo para que la gracia de Dios siga obrando en nuestras vidas en cuanto a devoción, comunión, y servicio dependerá de nosotros como llevemos cabo la vida en Cristo.
Ahora, entendiendo que nosotros estamos en medio de una guerra, tenemos que ver los 3 frentes de batalla que nos muestra las Escrituras; el mundo, los principados y potestades, y la carne.
El mundo: al mundo que me estoy refiriendo es al orden espiritual bajo el dominio de Satanás, dominio que Adán le entrego cuando desobedeció la voz de Dios para obedecer la voz del diablo. El mismo Señor Jesús afirmo que Satanás es el príncipe de este mundo. Veamos esta conversación en la tentación a Jesús en el desierto:
Luc 4:5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.
Luc 4:6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
Es curioso ver que Jesús en ningún momento negó que Satanás tenga la potestad sobre este mundo.
Este mundo tiene una corriente la cual va por los rieles de la política, la religión, y el arte, y busca por medio de estas cosas cegar a las personas para que no les resplandezca la luz del evangelio.
2Co 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Y a los que ya nos resplandeció, busca seducirnos para alejarnos de la comunión con el Señor y hacer que la gracia de Dios sea vana en nuestras vidas. Santiago hace una fuerte declaración diciendo que la amistad con este mundo es enemistad con Dios.
Pablo nos dice:
Rom 12:2 No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
Versículo clave que nos muestra como conoceremos la voluntad perfecta de Dios, y es no tomando forma ni dejarse esculpir por este mundo que busca sin cesar y con artillería pesada para que tomemos sus conductas y costumbres.
El apóstol Juan nos va a decir:
1Jn 2:15 No améis al° mundo ni las cosas que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
1Jn 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo: la codicia de la carne,° la codicia de los ojos,° y la soberbia de la vida,° no viene del Padre, sino del mundo.
1Jn 2:17 Y el mundo está pasando, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.°
La codicia de la carne: un intenso deseo por el placer físico
La codicia de los ojos: un deseo insaciable por todo lo que vemos
La soberbia de la vida: el orgullo de nuestros logros y posesiones
Los principados y potestades: Estos términos son usados en la biblia para seres angelicales, tantos para los ángeles de Dios, como para los ángeles caídos, los demonios, gobernadores de las tinieblas. En Efesios Pablo nos va decir que estamos en guerra con ellos también, este es otro frente al que debemos batallar.
Efe 6:10 Por lo demás,° sed fortalecidos° en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Efe 6:11 Revestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo,
Efe 6:12 porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los gobernadores del mundo° de las tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Pablo era consciente de esta batalla espiritual, pero su consejo no era atacar a esto seres espirituales, sino primeramente SED FORTALECIDOS EN EL SEÑOR, esto indica comunión con Cristo, es un énfasis en acudir a las fuerzas del Señor, no a las nuestras. Este frente de batalla es un terreno invisible para nosotros, pero se hacen visibles por medio de personas, por eso Pablo va aclararnos que no es contra carne y sangre, no es contra las personas que batallamos, es contra fuerzas oscuras, y su consejo es estar firmes, resistid. Usa muchos términos militares que se usaban para cuando un escuadrón tenía que soportar el ataque de un enemigo. Y esta es la idea, para soportar el ataque del enemigo debemos cubrirnos con la armadura que viene de Dios, no proviene de nosotros, ni de este mundo.
Poder estar firmes contra las asechanzas del diablo, el término asechanzas puede referirse a trucos, o artimañas, y es lo que hace el diablo y sus secuaces para entorpecer nuestra:
Comunión: A la hora de buscar a nuestro Señor en oración y lectura de la Palabra, parecería que nuestra mente se llena de voces que no nos dejan escuchar con claridad la voz de Dios.
Nuestra fe: cuando pasamos por alguna prueba nunca falta la voz de desanimo y desaliento que nos llenan de duda en cuanto a la presencia de Dios en nuestras vidas.
Nuestro servicio: Nunca les paso que a la hora de querer llevar el mensaje de salvación a otras personas se han encontrados con increíbles trabas, palos en la ruedas, personas enfurecidas. Creo que un claro ejemplo lo vemos cuando el Señor junto con sus discípulos van a Gradara y se les levanta la tormenta en el medio del mar.
La estrategia resumida para estos ataques:
Stg 4:7 ¡Someteos pues a Dios, y resistid al diablo y huirá de vosotros!
El tema está en que para someternos a Dios necesitamos ser humildes y depender de su gracia y poder. Nuestro ejemplo es el Señor “manso y humilde de corazón”.
La carne: La carne es el otro frente con el que debemos batallar. Y no me estoy refiriendo a los tendones, huesos, sangre. En las epístolas vamos a encontrar dos tipo de carne, una que hace referencia al cuerpo humano, y la otra, que es a la que me quiero abocar, es la naturaleza pecaminosa que heredamos desde Adam.
Y es este frente en el cual más seguido perdemos batallas, caemos en obedecer los apetitos de la carne, y dejamos de vivir en el espíritu. Por ello muchas veces hacemos vana la gracia de Dios en nuestras vidas. Dios quiere hacer mucho en nosotros, y por medio de nosotros. Pero la Palabra es determinante cuando dice:
Rom 8:8 Así que, los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
El problema está en que desconocemos el poder de Dios:
Romanos 6: va decirnos que aquellos que hayamos creído en Cristo, nuestra vieja naturaleza fue crucificada juntamente con Él, con el propósito de no vivir más bajo los deseo de la naturaleza pecaminosa.
Rom 6:6 sabiendo esto: que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, a fin de que el cuerpo del pecado fuera desactivado para no servir más al pecado.
El Señor nos trajo libertad del dominio del pecado en nuestras vidas, ya no tenemos que porque obedecerlo. Perdió jerarquía en nuestras vidas, aunque esta allí, el poder de Espíritu es mucho más potente que la ley del pecado.
Rom 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.