22 enero, 2017

Evite ser una caricatura: 7 Señales de una verdadera conversión


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EVITE SER UNA CARICATURA: 7 Señales de una verdadera conversión
1 Juan 2:3-11, cuando fuimos salvos nacimos de nuevo y hay algunas trasformaciones radicales en nuestras vidas, de quienes son salvos, pero no debemos olvidar, que no todos los que hablan del Señor son del Señor, no todos los que hablan del cielo irán al cielo; no todos los que dicen que son salvos son en realidad salvos, note en 1 Juan 2 tres puntos importantes en:

1 Juan 2:4 “El que dice: Yo le conozco”, en

1 Juan 2:6 “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” y en

1 Juan 2:9 “El que dice que está en la luz”. Hay personas que dicen ser cristianos, pero uno tiene dudas si realmente lo son. Ahora, lo que Juan va a poner en claro, es que muchas personas dicen una cosa, pero viven de otra manera, no son lo que dicen que son, su caminar nada tiene que ver con su hablar, o sea, no tienen las marcas de nacimiento de un creyente.

¿Qué es una caricatura? Retrato en el que, con intención crítica o humorística, se deforman en exceso los rasgos característicos de una persona, es un retrato distorsionado, en el cual se exageran ciertas características. Hay muchas caricaturas del cristianismo, algunas cosas son exageradas, y otras son minimizadas o ignoradas, y mucha gente tiene una caricatura de cristianismo, piensan por ejemplo que es asunto de modificar el comportamiento, el tratar de ser mejor, y de hacer mejor.

Algunos piensan que en el cristianismo todo es negativo: No hagas esto, no hagas aquello, tienen la idea de que es una religión negativa; y esto favorece los planes del Diablo, que quiere que vos pensés negativamente de Dios, que es un ogro, un aguafiestas, alguien con el ceño fruncido que no quiere que disfrutes de nada, eso es una caricatura de cristianismo.

Otros piensan que a los cristianos solo nos interesa ir al cielo, y vivimos desconectados de la realidad terrena, los que más hicieron por esta tierra, fueron los cristianos.
Aquí hay 7 señales concretas de una verdadera conversión, para saber si se ha sido convertida a Dios por Jesús, para saber si es una CARICATURA O NO DE UN CRISTIANO:

1) No permanece en el pecado

El libro de 1 Juan para mí es la prueba de fuego para los que dicen ser cristianos, pero en realidad son sólo falsos convertidos, también lo hace con mucho énfasis el apóstol Pedro en su segunda carta. Muchos profesan ser de Cristo, ¿Pero es a Cristo que tienen en sus vidas? Al parecer, Juan había estado lidiando con una gran cantidad de gente no convertida e incluso hoy en día hay cizaña mezclada con el trigo y que es difícil notar la diferencia con simplemente verlos, pero hay maneras de saberlo. Juan nos da ayuda: (1 Juan 2: 4,9; 3: 4, 6-8). En otras palabras, si alguien dice ser cristiano y sin embargo practica el pecado, está mintiéndote a ti y a Dios, y son en realidad “del diablo.” Ningún cristiano está libre de pecar pero no practicamos el pecado, los que practican “el pecado, ni le han visto ni le han conocido.”
a. Juan asegura que si alguien dice que conoce a Jesús en el sentido de ser salvo: 1 Juan 2:4 “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos”, se refiere a los mandamientos de Jesús, esa persona nunca ha sido salva. Hoy en lugar de “el que dice”, diríamos: “Basta de bla, bla, bla”. O sea: Porque YA le conocemos, guardamos entonces, sus mandamientos, no nos salvamos por obedecer sus mandamientos, pero si somos salvos, vamos a guardar, o sea, vamos a cumplir sus mandamientos.

Guardar es valorar algo como se valora un tesoro.

Guardar en el pasado era una palabra usada por los marineros, cuando no tenían satélites con el sistema global de ubicación terrestre, los marineros que cruzaban los océanos, al guiar sus naves tenían por brújula las estrellas, y por eso decían que guardaban las estrellas, cuando cruzaban los mares guiando sus naves, por así decirlo, estaban sometidos al señorío de las estrellas.

Los verdaderos creyentes, guardan los mandamientos de Jesús, o sea, se someten al señorío de Jesús, quieren vivir sus vidas de acuerdo a Jesús, porque valoran sus mandamientos y se dejan guiar por esas estrellas de Jesús. ¿Estás haciendo esto?

Si el mayor deseo de tu vida es complacer a Jesús, obedecer su Palabra y guardar sus mandamientos, esto significa que sos salvo, y si no, Juan dice que sos un mentiroso.

b. Juan asegura: “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” 1 Juan 2:6; 1 Juan 4:17b, dice: “Pues como él es, así somos nosotros en este mundo”. Según 1 Juan 1:7, vive en la luz. NO TIENE NADA QUE ESCONDER. Es una persona íntegra, o sea, es más que ser honesto. Es PURO, 1 Juan 3:3 «Y todo aquel que tiene esta esperanza en él se purifica a sí mismo, así como él es puro». No se puede decir que alguien es de Jesús, si hay inmoralidad, suciedad, pornografía, impureza en esa vida, ese no es el estilo de vida de Jesús. No se puede vivir pegado a la mugre.

Es una persona justa: 1 Juan 3:7 «Hijitos nadie os engañe, el que hace justicia, es justo como él es justo». Tu manera de proceder en casa denota que sos una persona justa, ecuánime, en tu trabajo, en tu estudio, con tus amigos.

c. Juan asegura: «El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas. 10 El que ama a su hermano, permanece en la luz y en él no hay tropiezo”, 1 Juan 2:9-10 hay algunos eruditos que dicen que hermano en 1 Juan es PROJIMO. Entonces, el verdadero creyente, muestra el amor de Jesús. Dios es amor, pero nunca al revés, y cuando su naturaleza está en mí: AMO. Romanos 5:5 “Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.

En la parte moderna de la ciudad de Jerusalén está el Museo, Yad Vashem (De Isaías 56:5). Su nombre proviene de las palabras del profeta Isaías: “Yo les daré lugar en Mi casa y dentro de Mis muros […]. Les daré un nombre permanente [un “yad vashem”], que nunca será olvidado.” (Isaías 56:5), que es en realidad un memorial del Holocausto, y muestra las atrocidades que los alemanes nazis cometieron contra los judíos, 6 millones de ellos fueron asesinados, no solo porque los consideraban enemigos de guerra, sino sencillamente porque eran judíos, para los nazis, fue una forma de limpieza racial, y visitando este Museo en Jerusalén, uno no puede entender como gente bien educada, inteligente, como los alemanes pudieron haber cometido semejante barbaridad, sin embargo, ese museo es un gran testimonio de todo, al visitarlo, uno aun sin darse cuenta llora, y siente vergüenza de que seres humanos hayan sido capaces de tantas inhumanas atrocidades, se siente la necesidad de poner los brazos alrededor de alguna persona judía y decirle: Como ser humano siento vergüenza de lo que les pasó durante el Holocausto, lo peor de todo es que, en ese entonces, Alemania era considerada una nación cristiana.

Juan acorrala a los CHARLATANES, que hacen del cristianismo una CARICATURA. Por favor chequee si es una caricatura o no.
2) Amor unos a otros. Jesús dijo una vez que por nuestro amor los unos a los otros “todos sabrán que son mis discípulos” (Juan 13:35). Si odias o estás enojado con tu hermano o hermana y te llamas a ti mismo cristiano, entonces tú eres un mentiroso. Ahora yo no he dicho esto, es Dios quien lo dice en 1 Juan 4:20-21, “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano”.

Les voy a contar una de las historias más atrapantes del siglo XX, sobre una mujer vietnamita que ahora tiene 53 años, vive en Toronto; es esposa, madre y una superviviente vinculada a una fotografía que dominó las portadas de todos los medios en el año 1972, siete meses antes de que la firma de los Acuerdos de paz de París condujeran a la retirada de las fuerzas de combate estadounidenses de Vietnam del Sur.

La imagen muestra a una niña de 9 años, corriendo desnuda por su vida es tan impactante e indeleble hoy como lo fue hace 44 años. Esta imagen sacudió a las personas alrededor del mundo. Algunos dicen que aceleró el fin de la Guerra de Vietnam.»Siempre recuerdo aquel horrible día en el que huimos de la vida a la muerte», dice Kim Phuc, la niña en esa icónica foto.

Ella dice que al principio odiaba la foto. La avergonzaba. Y luchaba con la publicidad que la rodeaba. Para ella, esto fue algo personal: Capturó un momento de tormento… su rostro congelado en un agonizante lamento, momentos después de que un ataque con napalm la quemara y desfigurara de por vida. De hecho, nadie culparía a Phuc si ella hubiese intentado escapar de la imagen tanto como fuera posible. Pero no es eso lo que hizo.

Después de una larga lucha, Phuc llegó a darse cuenta de que si su dolor y terror no hubiesen sido capturados en una fotografía ese día, el bombardeo –como muchos otros horrores de la guerra– podría haber quedado perdido en la historia.

Empezó a pensar en lo que la fotografía podría dar, en lugar de lo que podría quitar.

Eventualmente, la fotografía llegó a ser mucho más que la representación de un momento en el tiempo para Phuc… se convirtió en lo que ella llama «un camino hacia la paz». «Me di cuenta de que si no podía escapar de esa fotografía, deseaba volver y trabajar con esa imagen por la paz». Y esa es mi decisión». “Puedo trabajar con esta fotografía por la paz”.

Además ella es una embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas. Todos los años ella viaja por el mundo para contar nuevamente su historia de supervivencia a fin de crear conciencia acerca de la brutalidad de la guerra. Phuc inició una organización benéfica que ayuda a los niños que sufren a raíz de la guerra, al igual que ella hace tantos años. Su misión es ayudar a los niños más desfavorecidos que sufren por la guerra… por medio de la construcción de hospitales, escuelas y hogares para los niños que han quedado huérfanos. Phuc dice que ella planifica vivir su vida al servicio de esa misión. Phuc y su esposo solicitaron asilo en Canadá hace más de 20 años, ahora, dice Phuc, aquella niña aterrorizada de la foto «ya no está corriendo más… ella está volando». No fue siempre así.

En 1972, Phuc vivía en la aldea de Trang Bang, al norte de Saigón. Ella y su familia se habían refugiado en un templo cuando oyeron aviones estadounidenses por encima de ellos. Temerosos de que fueran bombardeados, corrieron afuera para encontrar seguridad, justo en el momento en que las bombas detonaron por todas partes del templo. Las bombas lanzaban napalm, un líquido inflamable que se adhiere a la piel humana, causando espantosas quemaduras cuando se encienden. Al ser gravemente quemada, y corrió fuera de la población quitándose los restos de su ropa en llamas. En ese momento, el fotógrafo Nick Ut tomó la fotografía y enseguida, llevó a la niña al hospital y ella permaneció allí durante 14 meses, y sería sometida posteriormente a 17 operaciones de injertos de piel. Kim ha descrito su experiencia así: «El napalm es el dolor más terrible que se pueda imaginar»… «el agua hierve a 100 grados Celsius, el napalm genera temperaturas de 800 a 1.200 grados centígrados.»

Cuando regresó a casa, Kim esperaba ser «una niña normal» y estudiar medicina, pero el gobierno vietnamita la obligó a dejar la escuela por considerarla «un símbolo nacional de la guerra». Ella comenta que lo que «tan solo quería escapar de esa foto… quería olvidar que eso había pasado, pero ellos querían que todos lo recordaran»

Kim fue criada en la religión politeísta y trató de practicarla buscando paz interior, sin éxito. A los 19 años, pasaba mucho tiempo en la biblioteca leyendo libros religiosos hasta que Kim encontró una Biblia, la cual «no pudo dejar de leer».

Fue ese año, en 1982 cuando Kim creyó en Jesucristo y en el evangelio y le pidió ayuda a Dios, y perdón por sus pecados. Kim cuenta que oró por sus enemigos y recibió el poder de perdonar a los demás incluyendo a los implicados en el lanzamiento de la bomba, y finalmente recibió la paz, por medio de una relación personal con Dios.

En 1986, (23 años) Phuc se fue a estudiar a la Universidad de la Habana inglés y español. Allí se casó con un vietnamita, y tuvo a dos hijos. Al viajar por su luna de miel a Moscú, en 1992, (29 años) el avión hizo escala en Ontario, Canadá, solicitaron asilo político. Phuc obtuvo la ciudadanía canadiense y se hizo miembro de la iglesia Faith Way Baptist Church.

Después de haber evitado hablar públicamente sobre el incidente en Vietnam, en 1996 (33 años) fue invitada a participar en una ceremonia del Día de los Veteranos de Guerra en Estados Unidos, y ella asistió expresando su perdón a los soldados que habían participado en la guerra. Entonces tuvo un encuentro con uno de los implicados, a quien abiertamente perdonó y junto con quien lloró.

Estando de vacaciones leo en Infobae esta noticia: La «niña del napalm» puede sentir otra vez las caricias tras una cirugía láser, Kim Phuc Phan Thi, de 53 años, finalizó en un hospital de Miami un ciclo de terapias que removieron las cicatrices. La cirugía láser obró un milagro ahora puede sentir la caricia de su nieto en la piel quemada en 1972. Las quemaduras en la espalda y en un brazo, permitiéndole recuperar la sensibilidad, ella se había resignado a vivir con el dolor hasta que conoció a través de la televisión el método terapéutico que la médica Jill Waibel.
El tratamiento era muy caro, desde 1.500 a 2.000 dólares cada sesión, pero la médica decidió no cobrarle luego de conocer su historia. Sin embargo el éxito no estaba garantizado, pues el uso del láser para borrar las cicatrices es relativamente nuevo y el daño en el cuerpo de la mujer era enorme: el napalm le había causado quemaduras de cuarto grado cocinando la carne y los músculos, fundiéndolos con los huesos.

«¡Nunca pensé poder curar las heridas o el dolor. Siempre pensé que el alivio llegaría solo en el paraíso, pero ahora la tierra se convirtió en mi paraíso!», declaró la mujer al iniciar el tratamiento en el que Weibel empleó 50 tipos de láser. Los rayos incandescentes fundieron la piel cicatrizada permitiendo a capas de nueva piel y colágenos regenerarse. Serán necesarias algunas semanas antes de ver los efectos del último tratamiento, pero los resultados de los ciclos anteriores dejan percibir una mejora clara. «En algunos puntos la piel es suave, es bellísima!», afirmó Phan Thi al diario Miami Herald. También los dolores disminuyeron, pero el efecto más extraordinario para la mujer fue la recuperación de la sensibilidad, porque el proceso regenerativo incluyó a algunos nervios cercanos a la superficie de la piel. La niña con su piel calcinada por el napalm sobrevivió, se convirtió en mujer y, casi medio siglo después de aquel horror, «ahora puede sentir la caricia del nieto en su brazo», contó Weibel.

A veces hay “cristianos” muy enojados que atacan e insultan a otros, y sin embargo dicen ser cristianos. Me imagino que muchos de ellos no se les podría declarar culpables en un tribunal de la ley porque no habría suficientes pruebas para condenarlos. Jesús habló acerca de que el que se enoja con su hermano en su corazón es como cometer un asesinato. Ver Mateo 5:21-23.

3) Estar arrepentido de tu pecado

Todos pecamos y el apóstol Juan sabía esto y por eso escribió 1 Juan 1:8,10, “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros”. Pero la diferencia es cuando pecamos, somos convencidos de nuestro pecado por el Espíritu Santo. La convicción de pecado es una de las obras del Espíritu Santo. Jesús prometió que enviaría el Espíritu Santo “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8). Si no hay arrepentimiento, culpa, o ninguna condenación después de haber pecado, entonces esa persona puede estar entristeciendo al Espíritu Santo o puede incluso no haber nacido de nuevo, porque Dios da su Espíritu sólo a los que le obedecen, el Espíritu Santo “Dios ha dado a los que le obedecen” (Hechos 5:32). David fue fuertemente condenado después de su asesinato del marido de Betsabé y su relación adúltera. Si no hay una convicción de pecado por el Espíritu Santo, no hay Espíritu Santo en la persona.

Judas: Mateo 27:3-4 “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, 4 diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!”

Judas devolvió arrepentido las treinta piezas de plata. Allí, arrepentido es METAMELETHEIS, que viene de METAMELOMAI, pero esto no es el verdadero arrepentimiento. Arrepentimiento verdadero es METANOEO, cambio de mente.

Muchísimos hombres y mujeres a través de la historia bíblica han dicho: Yo he pecado, pero nos vamos a llevar un gran chasco cuando analicemos que esa confesión no estuvo acompañada de un verdadero arrepentimiento, era solo DOLOR por el fracaso de su vida: Saúl, Jefté, Abimelec, Esaú, Judas, y otros.

Veamos un caso interesante en Jueces 10:10-18. Este texto tiene una figura literaria llamada: Ironía, y quien usó más la ironía y el sarcasmo fue Dios, pero sarcasmo literalmente es burla sangrienta, les dijo en Jueces 10 al pueblo: ¿Qué necesitan muchachos? Bueno estamos sufriendo, estamos siendo perjudicados, ¿Qué es lo que necesitan? ¿Salvación? Que lo salven vuestros dioses, es sarcasmo y burla sangrienta, como decimos vulgarmente: Les tomó el pelo, que los ayuden vuestros dioses, ¿Por qué utilizó el sarcasmo? Sencillamente porque no estaban arrepentidos, cuando se arrepintieron de verdad, Dios los ayudó.

El sarcasmo más fuerte tal vez en toda la Biblia, está en Jueces 10, Jueces es un libro penoso, que marca 450 años, ciclos de derrotas, de pocas victorias, un pueblo que cuando moría el juez de turno, caían en pecado, eran como ciclos repetitivos, que Dios tiene que levantar en un periodo de 450 años unos 15 jueces, el juez los libraba de la tiranía de las naciones paganas antiguas, y ellos andaban muy bien mientras el juez vivía, moría el juez volvían a caer en el pecado.

¿Qué pasó? Cuando estamos en el noveno juez Jefté, antes de levantar a Jefté obviamente ellos claman, Jueces 10:10 dice: “Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, diciendo: Nosotros hemos pecado contra ti; porque hemos dejado a nuestro Dios, y servido a los baales”.  Aparentemente tenemos una confesión, tenemos un reconocimiento, están admitiendo, aparentemente es un arrepentimiento, hay un proceso muy bueno aparentemente.

Jueces10:11 “Y Jehová respondió a los hijos de Israel: ¿No habéis sido oprimidos de Egipto, de los amorreos, de los amonitas, de los filisteos, 12 de los de Sidón, de Amalec y de Maón, y clamando a mí no os libré de sus manos?13 Mas vosotros me habéis dejado, y habéis servido a dioses ajenos; por tanto, yo no os libraré más”.

Hay una sola razón por la cual Dios no perdona al ser humano, es que el hombre no esté arrepentido, de hecho 1 Juan 1:9 lo dice: “Si confesamos nuestros pecados él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”, pero mirá ahora Jueces 10:14 “Andad y clamad a los dioses que os habéis elegido; que os libren ellos en el tiempo de vuestra aflicción”.

Por el contexto, ellos están sufriendo, ¿Cómo puede decirles eso a sus hijos y no darles ayuda? El pueblo dice: Nosotros te hemos dejado, y Dios les dice: Vayan a pedirle liberación a sus dioses.

Siempre lo decimos: El sarcasmo de Dios es para que sus oyentes puedan ver una realidad, es golpear una mente cauterizada, entonces Dios dice: “Andad y clamad a los dioses que os habéis elegido; que os libren ellos en el tiempo de vuestra aflicción”. Dios no está perdonando, y la razón de no querer perdonar es por falta de arrepentimiento.

Jueces 10:15 “Y los hijos de Israel respondieron a Jehová: Hemos pecado”; Dios evalúa corazones ellos no buscaron el arrepentimiento, solo buscaron el favor de Dios y Dios evalúa.

Jueces 10:16 es muy enfático: “Y quitaron de entre sí los dioses ajenos”, ahora sí, no solo hablaron sino actuaron, “y sirvieron a Jehová”; creo la frase más impactante, y él fue angustiado a causa de la aflicción de Israel.  ¿Cómo puede cambiar Dios del sarcasmo al dolor, al sufrimiento, a sentir el dolor de su pueblo?

Dios aun en el sarcasmo estaba siendo dolorido, no se estaba gozando del sufrimiento del pueblo, y logra el objetivo: Se arrepintieron y quitaron de entre si los dioses ajenos y sirvieron a Dios.

Es muy fuerte, es un Dios de compasión, es un Dios que no es un Dios teórico que está en los cielos, es un Dios que puede sentir, que puede compadecerse, que realmente todos los atributos de persona, a mí me cuesta pensar como Dios se puede angustiar en el cielo, porque no es la misma angustia como la que nosotros sentimos, sin esperanza, esta angustia me está diciendo que Él es un Dios compasivo, con las características, siente el dolor de su pueblo en carne propia, que interesante, saltó rápidamente del sarcasmo al dolor, al sufrimiento, la angustia, la compasión.

No hay ningún texto en la Biblia, ningún lugar de la Escritura donde alguien que tenga genuino arrepentimiento que Dios no lo haya perdonado, en los casos donde no hay perdón de Dios, es porque no hay verdadero arrepentimiento. Por ejemplo en Hebreos 12:16-17 con Esaú: “y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas”.

Ezequiel 18:32 “Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis”.

El antropomorfismo se usa en Jueces 10, ¿Por qué? Porque indica que Dios está angustiado. Dios desciende a la mentalidad del hombre. Dios no es pasivo al dolor y el sufrimiento de sus hijos, está diciendo en Jueces 10, yo era el que más sufría al ver el sufrimiento de ustedes (porque no estaban arrepentidos). Esta manera de expresar el sentimiento de dolor de Dios es solo para que la mente finita del hombre pueda captar algo de la infinitud de Dios. ¿Por qué? Porque Dios nos ama.

En Gálatas 6:1 está el verbo griego escopeo. Escopeo, es muy importante en cuanto a la preparación, en cuanto al análisis, en cuanto a estar mirándonos a nosotros mismos como estamos funcionando: “Vosotros que sois espirituales, restauradle,…”, mirá ahora: “Considerándote a ti mismo”, tiene un pronombre reflexivo allí, el verbo escopeo, es considerándote, es la preparación máxima de un corredor de 100 metros llanos, en alusión a los juegos ístmicos.

Hoy, los juegos olímpicos son cada 4 años, y alguien que va a correr 100 metros llanos se prepara desde el momento que se viene de los últimos juegos olímpicos, a medida que va pasando el tiempo se va preparando con más celeridad, faltando algunos meses él va a vivir en un clima muy parecido en temperatura, humedad, altura, lluvias, y un montón de cosas, igual que en los juegos olímpicos que va a competir, la preparación de la comida, en los últimos 3 meses ya se muda a la villa olímpica, o cerca tal vez tenga a un psicólogo al lado que lo estimula, le levanta la autoestima. Se concentra en la última semana, desenchufa el celular, nadie lo molesta, De repente está en la línea de partida faltan segundos, y él no se puede desconcentrar porque va a escuchar el disparo para la salida, concentración total, la máxima concentración de un competidor es “escopeo”, él se preparó 4 años para esos 10 segundos de los 100 metros.

Escopeo es estar bien preparados, pero no bien preparados solamente, considerándote a ti mismo, la idea es esa concentración, no es decir: No voy a pecar, la idea es decir: Yo no debo pecar, y no puedo pecar porque no quiero defraudar a mi Señor. La tentación la vamos a tener, cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.

No es caí en pecado, no, nadie cae en pecado, decidimos pecar cada uno de nosotros, conforme a nuestra propia concupiscencia, nadie nos empujó, si hubiese algo externo que me empuja a pecar, entonces no soy responsable, pero la Biblia nos hace responsable: “Porque los que practican tales cosas no heredarán el reino de los cielos”. PRACTICAN.

Pero hoy nosotros, si Pablo nos dice, como Jesús nos dijo: Tengan la máxima concentración, porque ustedes están tratando con el pecado, “Si alguno fuere sorprendido en alguna falta vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre”.

Considerándote, esto es mirar para adentro, no es mirar al lado, esto no es estar tratando de ver lo que pueda conseguir, lo que tengo que tener presente es según lo que dice Pablo y lo que dice el escritor de Hebreos es que la meta que es Cristo no se mueva, el día que se mueve Cristo, y yo no encuentro la meta, ando como loco buscando a ver para ver donde correr y en el lugar donde vos y yo vamos a ir inmediatamente, es el mejor lugar de la carrera.

¿Dónde es el mejor lugar de la carrera? Es en las gradas, está la comodidad, el status y el confort, están nuestros amigos, los familiares que todavía no quisieron correr en la carrera, y nos van a llamar a quedarnos en las gradas, pero en las gradas, nadie gana la carrera.

Y aquí el escritor dice: Muchachos, no solamente coloquen a su hermano en una posición de hijo de Dios restaurado y perdonado por Dios, sino que ahora ustedes tienen que tomar esta postura.

La premisa correcta es: Todos los días revisar mi vida, todos los días confesar el pecado que hice y el pecado por lo que no hice, La Biblia es clara, dice por favor: Miren bien su vida, no estén mirando el andarivel de al lado, caminen mirando la meta.

Y el día que nosotros quitamos la vista de la meta que es Cristo, inmediatamente vamos a cansarnos, vamos a detenernos y vamos a subir a las gradas.

Cuando no hay verdadero arrepentimiento, o sea que hay remordimiento, queda en el corazón del hombre una inquietud verdadera perjudicando la vida emocional, física y espiritual.

Arrepentimiento es METANOIA (cambio en la manera de pensar, nueva mente), como dice Pablo en Romanos 12 en una traducción que no es la RV60, “Cambien su manera de pensar para que puedan cambiar su manera de actuar”. La persona verdaderamente arrepentida va primero a Dios, sino va a Dios es remordimiento. En el caso de Judas fue a los sacerdotes.

En el caso de David lo vemos en el Salmo 51:3-4 “Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio”.

O en el caso del hijo pródigo según Lucas 15:21 “Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo”. Y tampoco olvidemos que la confesión y el verdadero arrepentimiento me tiene que llevar también a la restitución.

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