Jesús regresa – Parte 3
Por: Carlos Amarillo
Muchos dicen haber visitado el cielo y cuentan sus experiencias, cristianos o no, la Biblia menciona dos personas que verdaderamente fueron llevadas allí en visiones. El apóstol Pablo escribió que había sido trasladado al tercer cielo pero no pudo contar lo que vio (2 Cor. 12:4).
Juan tuvo este privilegio de visitar el cielo, y se le permitió dar una descripción de su visión, lo hizo en Apocalipsis 4 y 5. Ahí Juan registró la segunda visión que vio, la primera fue en 1:12-17.
La descripción de Juan es la más completa de toda la Biblia, esta menciona el cielo más de quinientas veces, Ezequiel (Ez. 1), escribió una descripción del cielo. Mediante la visión de Juan, tenemos el privilegio de ver con antelación el lugar donde viviremos por siempre.
Apocalipsis 4:1, la frase “Después de esto” es la propia cronología de Juan, visión que siguió inmediatamente a (1:9-20) y de las cartas de Apoc 2 y 3. La frase: “Después de esto” se emplea en Apocalipsis marcando el comienzo de una nueva visión (cp. 7:9; 15:5; 18:1; 19:1).
La segunda aparición de “Después de esto” 4:1d se relaciona con la cronología de Dios. Su empleo marca una transición importante en el libro de Apocalipsis de la era de la iglesia (“las cosas que son”; 1:19), descritas en los capítulos 2-3, a la tercera gran división del libro (“las [cosas] que han de ser después de estas”; 1:19), que se hallan en los capítulos 4-22.
La iglesia no se vuelve a mencionar en los caps. 4-19. Apocalipsis 4 es un prólogo. La escena se concentra en el trono de Dios, y forma el prólogo de los futuros acontecimientos históricos (la tribulación, el reino milenario, y la condición eterna) que se revela en los capítulos 6-22.
Apocalipsis 3:10, hay una promesa del Señor de guardar a su Iglesia (el derramamiento de la ira antes de que venga el Señor), y será sacada de la tierra, antes del comienzo de tribulación (descrito en detalles en Apc 6-19) Juan miró, con asombro (he aquí) vio una puerta abierta en el cielo (Ez.1:1; Hc 7:56). Juan entró al tercer cielo (2 Co. 12:2; el primero, la atmósfera de la tierra, el segundo cielo es el espacio interplanetario e interestelar), a la habitación misma del trono de Dios. Era el cielo al que Cristo subió después de su resurrección para sentarse a la diestra de Dios (Juan 14:2-3; Hechos 1:9-11; 3:20-21; 7:55-56; Ro. 10:6; Col. 3:1; 1 Ts. 4:16).
La primera voz como de trompeta (1:10) Jesucristo. Su voz con autoridad y dominio. El Señor ordenó: “Sube acá”, es decir, al cielo. Un traslado al cielo a recibir revelación.
El tema central de la visión de Juan es el trono de Dios, el cual menciona once veces en Apocalipsis 4. Se puede hacer un bosquejo siguiendo la forma en la que se relacionan con ese trono de gloria divina, basado en los comentarios de John Mc Arthur, luego de describir el trono, Juan nos dice quién está en el trono, lo que sucede alrededor del trono, lo que sale del trono, lo que está delante del trono, quién está junto y alrededor del trono, y lo que se dirige hacia el trono.
EL TRONO
“Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo”, (4:2a) Resulta interesante que en todo el Nuevo Testamento, la palabra trono aparece 62 ocasiones, 47 de ellas aparece en los escritos del apóstol Juan, y 17 tan solo en Apocalipsis 4 y 5. Los que dicen haber tenido visiones del cielo, tienden a hacer énfasis en lo trivial y extravagante. Pero Juan se centró en el glorioso trono de Dios y en la majestad del que se sienta en él. (1:10), Juan estaba asombrado y sobrecogido por lo que vio, lo que lo hizo exclamar he aquí.
El trono de Dios que vio establecido en el cielo un símbolo del gobierno y de la autoridad soberanos de Dios (Sal. 11:4; Isaías 66:1). Dios tiene permanente, inalterable y completo control del universo. Esto trae aliento frente a los cataclismos de los postreros tiempos que están por revelarse (caps. 6-19).
EN EL TRONO
“Y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina”; (4:2b-3a) No son fuerzas caprichosas, que sin propósito, gobiernan el universo. Es el soberano y omnipotente Creador del universo que está sentado en su trono como su soberano. En Apocalipsis 4, la idea de Dios sentado, no es de reposo, sino de reinar porque está a punto de imponer justicia, sentado indica la postura del que reina.
Juan no nombra al que está sentado en el trono, pero es evidente quién es. Otros también lo vieron: Isaías (Is. 6:5), Ezequiel (Ez. 1:28) y Daniel (Dn. 7:15) y se quedaron asustados y humillados por sus visiones. Juan describió al que estaba sentado en el trono como “semejante a piedra de jaspe y de cornalina”. Apc 21:11 describe la piedra de jaspe ”diáfana como el cristal”; es el diamante. Todo lo brillante y centelleante de la gloria de Dios se comparan a un diamante, que refracta brillantemente todos los colores del espectro. La cornalina, es un rubí llameante, rojo como la sangre expresa la resplandeciente belleza de la gloria de Dios.
ALREDEDOR DEL TRONO
“Y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas”. (4:3b-4)
“Había alrededor del trono un arco iris”. Era semejante en aspecto a la esmeralda el verde era el color dominante. El arco iris ofrece un alivio, un equilibrio frente al juicio que se avecina. Según Génesis 9, un arco iris simboliza el pacto de fidelidad, misericordia y gracia de Dios. Los atributos de Dios siempre operan en armonía perfecta. Su ira nunca obra a expensas de su fidelidad; sus juicios nunca invalidan sus promesas.
Juan también vio alrededor del trono veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
¿Quiénes son los veinticuatro ancianos? Son los representantes humanos de la iglesia.
a. Los veinticuatro tronos donde se sientan indican que reinan con Cristo, los ángeles no se sientan en tronos ni se muestran gobernando, ellos sirven, (He. 1:14; cp. Mt. 18:10).
A la iglesia, se le promete varias veces una corregencia con Cristo (2:26-27; 3:21; 5:10; 20:4; Mateo 19:28; Lc. 22:30; 1 Corintios 6:2-3).
Presbuteroi (ancianos) nunca son ángeles, sino son hombres, los ángeles no envejecen.
Las ropas blancas son las vestiduras de los creyentes. Ver Apoc 3:18. Las ropas blancas simbolizan la justicia de Cristo que se imputa a los creyentes en la salvación.
Los ancianos usan coronas de oro en sus cabezas, nunca se prometen coronas a los ángeles, está la corona de justicia, incorruptible la de la vida, etc.
También se ve a los ancianos en el cielo en otros acontecimientos trascendentales.
DEL TRONO
“Y del trono salían relámpagos y truenos y voces”; (4:5a) Saliendo de la presencia de Dios, simbolizada por el trono, Juan vio un adelanto de la tormenta de furia divina a punto de estallar sobre el mundo pecador. Los relámpagos y truenos están asociados con la presencia de Dios en Éxodo 19:16 y en Ezequiel 1:13. Se asocian también con el juicio de Dios durante la tribulación. Juan vio un avance de la ira a derramarse en la tierra, Apc 6-19.
DELANTE DEL TRONO
“Y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios. Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal”; (4:5b-6a)
Juan vio dos cosas, las siete lámparas de fuego. Son antorchas exteriores, luz intensa y resplandeciente. Juan las identifica como los siete espíritus de Dios. Como se observa en el análisis de 1:4 esta frase describe al Espíritu Santo en toda su plenitud (Isaías 11:2; Zacarías 4:1-10). En Isaías habla de sabiduría, comprensión, consejo, fuerza, conocimiento, reverencia y deidad. La visión de Juan describe a Dios como listo para hacer la guerra contra la humanidad rebelde y pecadora, y al Espíritu Santo como su antorcha de guerra.
También delante había como un mar de vidrio semejante al cristal. Ese mar es metafórico, ya no hay mar en el cielo (21:1). Lo que vio Juan en la base del trono fue una vasta calzada de vidrio, que brillaba como centelleante cristal.
JUNTO Y ALREDEDOR DEL TRONO
“Y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás. El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; (4:6b-8a)
Este pasaje presenta a los cuatro seres vivientes que desempeñarán una importante función en los acontecimientos que se desarrollan en Apocalipsis. El que se diga que están junto al trono, y alrededor del trono significa que su lugar está en el círculo interior más cercano al trono. La traducción seres vivientes no se refiere a animales.
Ezequiel presenta una descripción detallada de estos increíbles seres y de la gloriosa magnificencia del cielo y del trono de Dios: (Ezequiel 1:4-25). Tanto la descripción de Ezequiel como la de Apocalipsis 4, describen lo que pudiera llamarse la máquina de guerra divina, lista para desencadenar juicios.
Ezequiel 10:15 identifica específicamente a esos cuatro seres vivientes: “Y se levantaron los querubines; este es el ser viviente que vi en el río Quebar”. Así que los cuatro seres vivientes son querubines, un orden exaltado de ángeles que se asocian a menudo en las Escrituras con el santo poder de Dios (1 S. 4:4; 2 S. 6:2; 22:11; Sal. 80:1; 99:1). Dios puso querubines en la entrada del Edén para evitar que regresara el hombre (Génesis 3:24). Dos querubines esculpidos ubicados en el lugar santísimo, guardando simbólicamente la santidad de Dios (1 R. 6:23-28). Satanás, antes de su caída, era el “querubín grande, protector”; su deber era estar en el monte de Dios (Ezequiel 28:14; cp. el v. 16).
Juan, en primer lugar, dijo que los seres vivientes estaban llenos de ojos delante y detrás (el v. 8; Ez. 1:18; 10:12), simbolizando su conciencia, su estado alerta y conocimiento. Aunque no son omniscientes, nada de lo que tiene que ver con su deber escapa a su atenta mirada.
La descripción de Ezequiel de esos ángeles observa que cada uno tenía cuatro caras (Ez. 1:6). Pero desde el punto de vista de Juan, el primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando. Esas descripciones ven a los cuatro querubines con relación al mundo creado; el león representa a las criaturas salvajes, el becerro a los animales domésticos, el águila a las criaturas que vuelan, y el hombre la cumbre de la creación. Simbólicamente, el león representa la fuerza, el becerro el servicio, el hombre la razón y el águila la velocidad. Los cuatro seres vivientes, como los ángeles en general (Mt. 13:40-43, 49; 25:31ss; Ap. 15:1, 7), están muy relacionados con los juicios venideros de la tribulación, en los cuales tienen una función principal. Estarán allí al principio de los juicios divinos, ya que uno que se contaba entre ellos llama al jinete del caballo blanco (6:1-2). Otro decretará el desastre económico en la tierra (6:6), mientras que otro dará las copas a los siete ángeles (15:7).
HACIA EL TRONO
“Y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. (4:8b-11)
La escena en el cielo culmina en adoración dirigida hacia Dios en su trono. En este pasaje y en Apc 5 hay cinco grandes himnos de alabanza, o DOXOLOGIAS, y mientras cada uno se canta, el tamaño del coro se incrementa gradualmente. Comienzan en 4:8 con un cuarteto, los cuatro seres vivientes. En 4:10, los veinticuatro ancianos se unen, en 5:8, arpas.
El resto de los ángeles se unen en 5:11 y en 5:13, todos los seres creados en el universo se suman al poderoso coro. La adoración es solo para Dios, no hay nadie en el universo como Él. En 1 Crónicas 17:20 David oró: “Jehová no hay semejante a ti, ni hay Dios sino tú”.
Este canto de alabanza y adoración puede dividirse en dos movimientos: El himno de la creación (cap. 4), y el himno de la redención (cap. 5).
El himno de la creación, el primer movimiento, puede dividirse en varios aspectos:
Santidad: Los cuatro seres vivientes comienzan en la santidad de Dios; “y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso”. La triple repetición de santo (también en Isaías 6:3); la santidad es el único de los atributos de Dios que se repite de esta forma, ya que es la suma de todo lo que Él es. La santidad de Dios es su total y completa separación del mal. Él no tiene mancha alguna del mal. Ana dijo: “No hay santo como Jehová”, porque solamente Él es “magnífico en santidad” (Éx. 15:11). En 1 Pedro 1:16: “Sed santos, porque yo soy santo”. Se le adora es por su santidad de Dios, y esta se muestra mediante juicio. Al ser santo, Dios aborrece el pecado, y derrama su ira sobre él. Isaías, ¿Qué exclamó? (Isaías 6:5).
Por su gracia y misericordia, Dios se abstiene de juzgar a nivel mundial a todos los pecadores, como ellos merecen. Pero en el tiempo futuro de la tribulación, la oportunidad para la misericordia y la gracia pasarán, y el mundo rebelde y pecador sentirá la furia de la ira de Dios.
PODER: No solo la santidad es causa de adoración, sino también su poder. Llaman a Dios Todopoderoso, así Dios se identificó a Abraham (Génesis 17:1). A Él, nadie puede oponerse. “Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho” (Sal. 115:3). Isaías 46:10 dice: “Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero”. Jesús enseñó “para Dios todo es posible” (Mateo 19:26). El poder de Dios se ve en la creación. Ver Salmo 33:9, 1 Crónicas 29:11-12, Efesios 3:20
El poder de Dios que se muestra más claramente aquí, es que se exhibe en juicio. Por ejemplo, echó a Satanás y a los ángeles caídos del cielo; ahogó al mundo en el Diluvio; destruyó a Sodoma, Gomorra; ahogó al ejército de Faraón, levantó a Jesús de entre los muertos, y rescató nuestra vida del pecado con su poder. Y será el poder de Dios el que desencadene los juicios terribles sobre la pecaminosa humanidad durante la tribulación, antes de la venida del Señor.
Eternidad: Los cuatro seres vivientes también alaban a Dios por su eternidad, como el que era, el que es, y el que ha de venir, que vive por los siglos de los siglos (10:6; 15:7; Dn. 4:34). Él trasciende el tiempo, que no tiene ni principio ni final (Sal. 90:2; 102:24-27; Is. 57:15).
Saber que Dios es eterno proporciona consuelo a sus hijos, Él siempre está ahí para cuidar de ellos. La eternidad de Dios es la garantía de que la vida eterna en el cielo nunca cesará, que recibiremos “un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2 Co 4:7). Y que el castigo de los malvados en el infierno durará para siempre, que su llanto, lamento y rechinar de dientes nunca cesará, que “el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos” (Ap. 14:11).
La alabanza de los cuatro seres vivientes, cuando dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, provoca una respuesta de los veinticuatro ancianos. Ellos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos. Esta es una posición de adoración reverente, una reacción natural ante la majestuosa, santa e imponente gloria de Dios (Gn. 17:3; Jos. 5:14; Ez. 1:28).
De modo sorprendente, después de postrarse, los veinticuatro ancianos echan sus coronas delante del trono. No están preocupados en su propia excelencia. No les interesa su propia santidad, honor o recompensa. Todas estas cosas dejan de tener valor a la luz de la gloria de Dios. Los ancianos añaden su propia nota al coro de alabanza que iniciaron los cuatro seres vivientes, diciendo en voz alta: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”. Axios (digno) se empleaba para referirse al emperador romano cuando marchaba en una procesión triunfal. La canción de los ancianos tiene como centro la gloria de Dios manifestada en la creación. Los ancianos están confesando que Dios tiene el derecho de redimir y de juzgar su creación. Su canción anuncia al paraíso perdido que se convierte en paraíso recobrado.
El primer movimiento del oratorio de alabanza describe a Dios a punto de juzgar a Satanás, a los demonios y a los pecadores, y retomando su creación. Tanto los seres vivientes como los veinticuatro ancianos, solo pueden adorar en sobrecogimiento y asombro mientras Dios se prepara para el glorioso día del que Pablo escribió: (Romanos 8:19-22).
a. Los dioses falsos que quieren compartir el trono de Dios. Éxodo 20:3. ¿Qué debemos hacer ante la inminencia del regreso de Cristo? Estar listos. ¿Cómo los creyentes de la iglesia primitiva se preparaban para Su Venida? 1 Tesalonicenses 1:9 «Porque ellos mismos cuentan de nosotros…y como os convertisteis de los ídolos a Dios para servir al Dios vivo y verdadero y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús quien nos libra de la ira venidera».
Si vos queres estar listo para encontrarte con Dios necesitas convertirte de tus ídolos a Dios. Y alguien dirá: Nosotros no tenemos ídolos, o sí que los tenemos, ídolos viejos con nombres nuevos. Son los mismos dioses y diosas, ídolos de antaño con atractivos y políticamente correctos nombres, hoy en día,
Y ¿Qué es un ídolo? Un ídolo es cualquier persona o cosa que vos ames más que a Dios, es cualquier cosa en la cual vos confías más que en Dios, es cualquier cosa a la que servís más que a Dios, o cualquier cosa a la que vos temás más que a Dios, cualquier persona o cosa que te desvíe de Dios, es un ídolo, ver Mateo 6:33.
Idolatría es el más grande pecado que un hombre o mujer puede cometer. Porque es la transgresión del más grande mandamiento, ¿Cuál? “Y amarás a Jehová tu Dios de todo corazón y de toda tu alma y con todas tus fuerzas”, ese es el primer y gran mandamiento, por lo tanto, idolatría tiene que ser el pecado más grande, porque rompe el más grande de los mandamientos. Nosotros tenemos más dioses que los griegos en los días de Pablo, solo les hemos cambiado los nombres, para proteger a los culpables.
¿Cuáles son algunos de los dioses modernos, que tienen nombres antiguos? Ejemplos:
Adoramos el dios del materialismo, o Mamón, hoy lo llaman ambición, hay vidas dedicadas a la búsqueda de riquezas, a los negocios, al éxito, y los logros; si preguntáramos ¿Cuál es la cosa más importante o valiosa en tu vida? Muchos contestarían: Mis posesiones.
Dios no ocupará un segundo lugar en tu vida. Pensá como el dios del materialismo influencia nuestras vidas, ¿Qué motiva lo narcotraficantes? El dios de las riquezas, están dispuestos a esclavizar a nuestros jóvenes, por amor al dinero. ¿Qué les motiva a los mercaderes de la pornografía? Con su basura sexual destruyen por dinero, la moral de una nación. ¿Qué motiva a los fabricantes de bebidas alcohólicas? Destruir el cerebro de los seres humanos, y acrecentar sus riquezas. La industria de los juegos de azar adora al dios Mamón, en un Casino hay un letrero que dice: Hacemos ganadores, y la gente lo cree. Si los casinos hicieran ganadores, hace tiempo que hubieran quebrado, los casinos hacen perdedores, que necia puede ser la gente. ¿Qué motiva la industria de los juegos de azar? El dios Mamón, el dios del materialismo.
Adoramos al dios del alcohol, En la antigüedad se llamó: Baco el dios del alcohol, el desenfreno, las borracheras, las drogas, y la perversión. El carnaval significa libertinaje sexual, vivir días sin ninguna inhibición ética, moral, espiritual, ahora se llama el dios de la hora feliz o happy hour.
Adoramos al dios o diosa del sexo, en Grecia era Venus, Afrodita, Atenea, diosas del sexo, de la lujuria sexual, la fertilidad, la promiscuidad, ahora vivimos en una sociedad sobre saturada de sexo, parece que las puertas del infierno se han abierto inundándonos con un fango de adulterio, fornicación y pornografía, ahora es la revolución sexual, los carnavales sirven realmente el lado oscuro de la naturaleza humana, que no conoce vergüenza, ni recato, y en donde alcohol, drogas y libertinaje sexual, se desbordan libremente.
Adoramos al dios de la violencia. ¿Sabes el contenido de la mayoría de los videos de los juegos que tus hijos juegan? ¿Y los dibujos animados? Los niños y adolescentes en nuestros días adoran al dios de la violencia (Gr Ares), los romanos lo llamaban Marte, que era el dios del poder, de la fuerza, de la venganza, ahora se lo identifica como indignación justa, y sin embargo, tenemos en las modernas ciudades más problemas, crímenes, y odios como nunca.
Adoramos al dios de la sabiduría y el conocimiento, su nombre antiguo: Sofía, diosa de la sabiduría. En nuestros días adoramos los templos de nuestras computadoras, y nuestras universidades y nuestros, para muchos, secretísimos laboratorios de investigación. Pablo en la Acrópolis, donde estaba el más perfecto edificio, que tal vez jamás haya construido el hombre: El Partenón, dedicado a la diosa de la guerra, las artes, la justicia: Atenea.
Adoramos al gobernante personificado del “sacrificio vergonzoso» podría interpretarse así a Moloc (dios cananita) Moloc, era el Dios del fuego, y tenía fuego en sus brazos abiertos y en su vientre, y para complacer a ese dios pagano, las madres llevaban a sus niños recién nacidos, con angustia, los lanzaban al fuego, para aplacar la ira de Moloc, había también la adoración a Baal, el dios de la fertilidad y del sexo, lo adoraban sacrificando a sus pequeños bebés, Satanás siempre ha odiado a los niños. ¿Qué hizo el Faraón de Egipto en la época de Moisés? Ordenó la muerte de los bebés. ¿Qué hizo Herodes? Ordenar la muerte de los niños; el aborto es un sacrificio de sangre para Satanás, Satanás tiene una guerra declarada contra los niños sin nacer, los inocentes, Son dioses antiguos con nombres nuevos. Aporte del Pastor A. Rogers.
Un ídolo es solo un pecador magnificado, un hombre toma sus peores vicios y lujurias, y los adora, y nada es demasiado bueno para el dios de ese hombre, el apóstol Pablo dice algo al respecto en Romanos 1:24-25: “Por lo cual también Dios los entregó” (abandonó) “a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén”.
Nuestra generación debe volverse de sus ídolos a Dios, no se puede tener a Cristo y al mundo al mismo tiempo, tiene que haber arrepentimiento. Esa es la primera cosa para estar listo o lista para el encontrarse con Dios. ¿Te has vuelto hacia el Dios vivo y verdadero? ¿Has dejado tus viejos caminos? ¿Le has entregado tu corazón a Jesús que es el Dios vivo y verdadero?
2 Corintios 3:18, la gloria de Dios en el presente está en la iglesia.
Dios no quiere una parte de nuestra vida, Dios pide todo. El primer mandamiento es: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas». A Dios no le interesan, los compromisos a medias, la obediencia parcial o las sobras de nuestro tiempo. Quiere devoción plena, no pedacitos de nuestra vida. La mujer Samaritana en discutió con Jesús acerca del mejor tiempo, lugar y estilo de adoración. Jesús le contestó que esos aspectos eran irrelevantes. El lugar de adoración no es tan importante como «el por qué adoramos» y cuánto de nuestro ser le ofrecemos a Dios cuando lo hacemos. Y cuando adoramos, Él mira más allá de nuestras palabras, observando la actitud de nuestro corazón. Podemos adorarlo con imperfecciones, pero no con falta de sinceridad. (Escuela Bíblica)
b. La rebelión contra el trono. Entre Génesis 1:1 y 2 está la rebelión contra la autoridad o trono de Dios. Lo explica Isaías 14.12-15 y Ezequiel 28.13-17 que se refieren al ascenso y caída de Satanás. Sin embargo, el primer pasaje pone énfasis en cómo Satanás infringió la autoridad de Dios mientras que el segundo pone de relieve su transgresión de la santidad de Dios. Satanás es llamado el dios de este siglo en 2 Corintios 4:3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; 4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”. Era Adan el administrador de la tierra y Satanás lo sedujo y usurpo sus derechos. Al vencer Jesus reconquisto los derechos perdidos. Los reinos le fueron ofrecidos pero evitando la cruz.
c. La puerta hasta el trono. Juan dice aquí que él miró y que él oyó, ¿Miró y oyó qué? Que se abrió una puerta, y esta es una de las 4 puertas abiertas que se presentan en Apocalipsis; en Apocalipsis 3:8 Jesús le habla a la iglesia de Filadelfia, y dice: “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre”.
1. Esta es una puerta abierta a la palabra de Dios, a la presentación de la palabra de Dios, él pues, la abre y nadie puede cerrarla, él es un Salvador magnífico,
2. Luego tenemos la puerta abierta de invitación, que se presenta en Apocalipsis 3:20.
Si vos abrís la puerta, él entrará, esa es la puerta de tu corazón.
3. Aquí tenemos una puerta abierta al cielo, donde ve el trono de Dios, Apoc 4:1
4. Apocalipsis 19 vemos allí de nuevo una puerta abierta en el cielo, no estaba abierta entonces, recién se ha abierto, y dice en el v. 11, ”Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea”.
Esa es la puerta que está abierta, y Cristo sale de allí, él sale al fin del periodo de la Gran Tribulación, para dominar toda injusticia y rebelión contra Dios y establecer su reino, ahora Juan no vio cómo se abría esta puerta, esta puerta estaba abierta todo el tiempo, y es la misma puerta a través de la cual pasan los creyentes cuando van a Dios, y esto ha sucedido por más de dos mil años, el Señor Jesucristo dijo en Juan 14:6, “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”. Juan 10:9 “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”.
La puerta abierta al cielo entonces, es el Señor Jesucristo, Él es también Aquel que un día va a llegar a la puerta de tu corazón, esto es maravilloso; y nosotros entramos aquí por la fe, y en el rapto pasamos a través de esa puerta, el Señor Jesucristo no tendrá ningún problema en guiar a su iglesia hasta el cielo.
La invitación de Apocalipsis 4:1 es esta: “Sube acá”, esta es la invitación que el cielo le da a Juan, y es una invitación a todos los que conocen al Señor como Salvador, a tener comunión, Juan dijo en 1 Juan 1:3 “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo”, ustedes también puedan tener comunión y un día de nuestro futuro, ustedes van a pasar por esta puerta abierta.
La puerta abierta al cielo es el Señor Jesucristo, la atención se dirige al cielo, antes de que se dirija a la tierra, es cuando concluya su carrera terrenal la iglesia. Adelante esperando al Señor.