La Biblia no es un libro para ser leído, es un libro para ser vivido
Por: Carlos Amarillo | Temas: Santiago 1, Sermones Incómodos
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Santiago 1 ¿Cómo entender la Biblia?
¿Qué significa inmundicia? Santiago dice: Desechando toda inmundicia, usa la palabra lupus y es la cera en el oído. ¿Qué es lo que nos trata de decir? Si vos querés oír su Palabra debés limpiar de cera tus oídos espirituales, están tapados, Dios dice que el pecado en tu vida es como la cera, debés eliminar esa cera, para escuchar a Dios
Hay una calificación moral, la razón por la que muchos no entienden la Biblia cuando la leen, y la verdad no se les revela, es porque tenemos un remanente de pecado, una abundancia de malicia, oídos espirituales con cera, mis oídos deben estar limpios de pecado, para escuchar y entender la Palabra de Dios, Santiago 1:21-25.
Nadie puede ser un creyente en crecimiento sin tener conocimiento de la Palabra de Dios.
Acá hay 4 maneras para entender mejor la Palabra de Dios, mire el verso 21.
“Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”.
Fue escrito a creyentes, ¿y Santiago les dice cómo ser salvos? “Recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”.
La salvación llega a nosotros en tres tiempos:
Tiempo pasado es cuando recibís a Cristo es libre de la culpa del pecado,
Tiempo presente ser salvo del poder del pecado, el Diablo no deja de trabajar en nosotros, y el pecado aún tiene su atractivo, el pecado trabaja diariamente
Tiempo futuro, cuando Jesús regrese, seremos salvos de la posibilidad de pecar, ese día no ha llegado, así, la Palabra de Dios puede salvar nuestras almas, alma es psiche que comprende tu mente, emociones, y voluntad, y necesitan estar controladas por la Palabra de Dios, para vivir victoriosamente.
“La Biblia es el libro fundacional de la cultura occidental. Nuestra concepción del mundo, del hombre y de la historia se basa en las enseñanzas de la Biblia. Todos nuestros principios éticos, nuestra fe religiosa y nuestra esperanza trascendente emanan de las páginas de este libro, cuya importancia y singularidad es tal que es imposible concebir el mundo occidental sin su influencia.
Esta crisis en los valores que hoy vivimos, es la consecuencia de haber sucumbido al espíritu del humanismo que descalificó a la Biblia, la rechazó como fundamento ético y prefirió lanzarse a la aventura de fabricar una ética situacional que ignorara los Diez Mandamientos dados por Moisés y las enseñanzas de Jesús en el Sermón de la Montaña, sin haberlos analizado, ni comprendido”. Cita de Salvador Dellutri.
Cuando tuvo lugar la 29 Feria del Libro habló en su apertura el Pastor Salvador Dellutri presidente de la Sociedad Bíblica Argentina, dijo: “Tenemos que agradecer a los organizadores de esta Feria por su amplitud de criterio y su esfuerzo en la organización. Pero hay algo que nos llama la atención. La Biblia es el libro más importante de nuestra cultura, el más difundido, el más traducido y vendido en el mundo. ¿Cómo se explica que ninguna de las veintinueve ferias del libro de Buenos Aires se haya dedicado a la Biblia, el libro más importante del mundo occidental? Creemos que esta omisión debe repararse.
Pero lo que más tiene que entristecernos es que la Biblia, no como libro, sino como guía de vida y fundamento de esperanza se halla ausente de nuestra vida y en nuestra cultura.
¿Dónde está la Biblia en nuestra sociedad?
En nuestro país, fuera de los templos, aparece como un elemento decorativo para que alguien, que no la ha leído ni está dispuesto a practicar, la use para jurar en vano.
Es también, el justificativo de los más tremendos fundamentalismos. Hemos visto como un hombre que se dice cristiano y lector diario de la Biblia llevaba a cabo una masacre inicua contra Irak donde miles de civiles indefensos murieron bajo el fuego. El mismo hombre que ganó las elecciones como defensor de la vida, con sus propuestas antiabortistas, no tuvo empacho en mandar a la muerte a miles de niños con sus bombas.
Parece increíble que en pleno siglo veintiuno hayan resurgidos los tristes fundamentalismos religiosos del pasado y volvamos a tener cruzadas e inquisidores.
Poco favor le hacen a la Biblia los que la usan como elemento decorativo. Y mucho más daño le hacen quienes quieren justificar con ella sus arranques de salvajismo.
Pero mucho mayor daño le hacemos los cristianos cuando no condenamos estas actitudes con toda energía. Y mucho mayor daño le hacemos cuando no encarnamos en nuestra vida diaria los principios éticos de la Sagrada Escritura.
La Biblia no es un libro para ser leído. Es un libro para ser vivido. En sus páginas encontramos la respuesta espiritual a los problemas existenciales del ser humano.
Santiago 1:21 dice: “Recibid con mansedumbre la palabra implantada”.
En el griego, hay dos palabras para “recibir”, “lambano”, “asir, alcanzar o apoderarse de algo y tomarlo”. No se usa acá esta palabra, porque no se arrebata la Palabra.
Cuando alguien dice: Estudiaré la Biblia, usará Diccionario Bíblico, y Concordancia podrá aprender la letra pero nunca la música, La otra palabra es “decomine”: “es como dar la bienvenida a un huésped o invitado en su casa”. Si vos querés entender la Biblia, aprendé a darle la bienvenida a la Palabra de Dios.
No solo con tu mente y tu determinación sumá un corazón abierto, una mente dispuesta y dando la bienvenida la Palabra de Dios, te entregará sus verdades.
Cuando vas a una casa china, ellos siempre le quieren servir algo, vos tenés que aceptarlo, para demostrarles que apreciás su hospitalidad, nunca extendás la mano para alcanzar la taza, es descortesía, extendé ambas manos, y dejá que el anfitrión te ponga la taza de té en tus manos, así estarás recibiendo. ¡Qué lección! debemos levantar nuestras manos hacia Él, dar la bienvenida. En Santiago hay cuatro maneras de dar la bienvenida a la Palabra de Dios:
1) Con arrepentimiento. Versículo 21. “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”. Hay una calificación moral, para entender la Palabra, no es intelectual, debés dejar de lado: La abundancia de malicia. Significa: Lo que queda, lo que sobra, cuando eras un creyente nuevo, había mucho que vos no sabías de Jesús, ni de vos mismo.
Fuimos como Lázaro al salir de la tumba, con las ropas y la hediondez de la vida vieja con él, ahora él ha recibido la vida, está aún con vendas, y Jesús dijo: “Desatadle y dejadle ir”, Quítenle lo que le queda de la vida vieja, la abundancia de malicia.
O cuando el hijo prodigo regresó a su padre cubierto de harapos,
Vos podés ser salvo e ir rumbo al cielo, pero todavía tener una abundancia de malicia, sobrante de su vieja naturaleza me he arrepentido mucho más después de ser salvo.
Por eso Santiago dice: “Debemos desechar toda inmundicia y abundancia de malicia”.
¿Qué es inmundicia? “Desechando toda inmundicia”, es lupus cera en el oído.
Un día uno de mis hijos se quedó sordo del oído, nos preocupamos, fuimos a una guardia y le dieron antibióticos, y un turno para un especialista, le hizo un lavado de oído y tenía cera.
¿Querés oír la Palabra? Debés limpiar de cera sus oídos, no podrás escuchar si tus oídos están tapados, Dios dice que el pecado, es como la cera en tus oídos, por lo tanto debés eliminar esa cera, debés limpiar tus oídos, para escuchar a Dios hay una calificación moral, la razón porque la verdad de Dios no se nos revela, es porque tenemos un remanente de pecado, una abundancia de malicia, que tus oídos estén libres para escuchar como lo hizo David en el Salmo 139:23-24 “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”.
¿Cuál es la cera espiritual que tapa nuestros oídos? La abundancia de superficialidad.
2) Con recepción y mansedumbre en el corazón. Santiago 1:21: “Recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas” (1:21). Mansedumbre es tener un espíritu dócil, receptivo. Cuando un poderoso animal como un caballo ha sido domado, no ha sido mutilado; el fuego, la energía y la fortaleza, todavía están en él, pero ahora bajo control, ha sido domado, Vos decís: Quiero aprender la Palabra de Dios. Te pregunto: ¿Sos manso? ¿Tenés un corazón limpio? ¿Un espíritu receptivo? Jn 7:17, “El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta”.
Poner antes la voluntad de Dios que mi propia voluntad es asunto del corazón, de la voluntad
¿En dónde está el problema del hombre antes de ser salvo? No está en su mente, sino en su corazón, no tener un espíritu receptivo, no tenía un espíritu dócil, manso. ¿Puede un creyente crecer sin tener conocimiento de la Palabra de Dios? No, pero no es suficiente, el conocer los hechos de la Biblia, hay que conocer al Señor de la Biblia, debe entender la Biblia y obedecer lo que el Señor dice en la Biblia.
¿Qué clase persona entiende menos esto de la mansedumbre? La que está llena de orgullo, no puede recibir nada más, porque su orgullo lo llena todo, tanto su vida material y espiritual; la Biblia dice que hay recibir con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar nuestras almas.
Jesús manso: ¿Ha visto como el mundo tiende a confundir la mansedumbre por cobardía? Hay veces que las personas de carácter tímido, son perseguidas como cobardes, ¿Fue Cristo un cobarde? ¿Llamaría usted cobarde a quien con látigo en mano echó fuera del templo a los mercaderes?, ¿A quién pasó 40 días en el desierto de ayuno y oración rodeado de bestias salvajes? ¿Se atrevería usted a decir que fue un cobarde? Jesús aun sabiendo que en Jerusalén sería apresado, acusado, y crucificado, y sin embargo fue con determinación y firmeza hasta esa ciudad, ¿Le parece a usted que eso fue un acto de cobardía? ¿Qué clase de cobarde fue Jesús, que sufrió en agonía y murió con su cuerpo clavado en una cruz?
Jesús dijo: Yo soy manso y humilde de corazón.
Personalmente he participado en eventos deportivos, y he presenciado y visto como en el mundo de hoy más se le rinde culto a la fortaleza física que a la mansedumbre espiritual y a la fortaleza emocional, Jesús realizó la hazaña más grande de toda la historia, y mostró un gran ejemplo de mansedumbre mientras lo hacía.
3) Con disposición a aplicar. Santiago 1:22. “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos”. Si ya tenés un corazón limpio, y has rendido tu voluntad a Dios, si entendés la Palabra, y empezarás a obedecer lo que Dios le diga.
Si vos no respondés a lo que escuchás, la Biblia dice que te engañás vos mismo, y no hay necio más grande, que aquel que se engaña a si mismo.
En Mateo 7:26 dice: “Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena”. Y en Lucas 11:28, “Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. La palabra guardar es: hacer, ejecutar, llevarlo a la práctica, no es suficiente el escuchar.
La mejor manera de entender las partes de la Biblia que no entendés es obedecer las partes que si entendés. Marcos 4:25 dice: “Porque el que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”. ¿Por qué Dios debe enseñarte más verdades, si vos no actúas, ni hace nada, con la verdad que ya tenés?
¿Hay alguna parte de la Palabra de Dios que te está hablando?
¿Cuál de las enseñanzas de la Biblia de la cual por ser solo oidores nos ha perjudicado más?
Yo pienso en las que tienen que ver con la vida matrimonial,
Dios quiere hombres de carácter: ¿Qué es el carácter? El carácter se lo puede definir en una sola palabra: Integridad, voy a mencionar algunas palabras, y mientras lo hago, quiero que usted se haga la siguiente pregunta: ¿Quién les está enseñando a sus hijos estas cosas? Escuche bien las siguientes palabras: Contentamiento, coraje, cortesía, discernimiento, justicia, amistad, generosidad, gentileza, servicio, honestidad, humildad, bondad, obediencia, pulcritud, paciencia, persistencia, autocontrol, tacto, gratitud, frugalidad, sabiduría, celo.
El mayor problema en nuestra sociedad actual no es primordialmente la delincuencia juvenil, sino la delincuencia paternal, en el sentido de que padres que no cumplen con su responsabilidad, y no son lo que deben ser como padres. Se enseña más habilidades atléticas, o amor por el futbol, pero ¿carácter? «Se apartaron los impíos desde la matriz, se descarriaron hablando mentiras desde que nacieron» Salmo 58:3
Dios quiere mujeres piadosas. “Las ancianas Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos” Tito 2:4
Lo que los hogares necesitan urgentemente son madres y abuelas piadosas, dispuestas a enseñar a las mujeres, porque si no, ¿Quién les estará enseñando? Las famosas mujeres de la televisión que saben mucho de maquillajes, de modas, de estilos de vida inmorales, pero muy poco o nada de virtud, de habilidades hogareñas, del cuidado y embellecimiento de la casa y del respeto a sus esposos.
Hijos que honren a sus padres. Moody, el Billy Graham de sus días, un increíble evangelista, un hombre sabio, cuando cumplió los 60 años dijo: «Yo ya he vivido más de 60 años y he aprendido una cosa, si es que he llegado a aprender algo, el hombre o mujer que deshonra a su padre o madre nunca prospera». Niños, adolescentes, escuchen, Dios ciertamente los juzgara si no honran a su padres, Dios clasifica la desobediencia a los padres como algo de lo más vil, algo de los más malvado y es una de los más aborrecibles pecados.
Solidaridad con el prójimo: esto escasea. Compartir la fe:
Tener una vida de oración, o ser honrado con tus diezmos, a lo mejor debés hacer restitución, o, dar el paso del bautismo como testimonio de su fe en Jesús.
Juan 14:21, “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama..” “Cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre necio”. Escuchar y no hacer, es una verdadera locura espiritual;
Las impresiones sin las expresiones, dan como resultado las depresiones; si vos solo oís, y oís y oís la Palabra de Dios, y no vivís de acuerdo a esas verdades, tendrás un efecto negativo en tu vida, alguien dijo que educación es el proceso mediante el cual el material en los cuadernos del profesor es transferido a los cuadernos del alumno, sin que haya pasado por la cabeza de ninguno de los dos.
Muchas veces esa clase de conocimiento bíblico es el que tenemos, pero las enseñanzas bíblicas no solo que deben estar en nuestra cabeza, sino que necesitan estar en nuestro corazón para que se manifiesten en nuestra vida.
Al morir David Livingstone misionero y explorador escocés en el África, lo hizo orando de rodillas, al lado de su cama el 1º de mayo de 1.873, sus dos fieles compañeros (Susi y Chuman), enterraron su corazón debajo de un árbol y embalsamaron su cuerpo y lo llevaron a la costa (el viaje duró meses y fue peligroso), para transportarlo a Inglaterra, donde fue sepultado en la Abadía de Westminster, entre los monumentos de reyes y héroes de la nación.
Su cuerpo tenía las marcas del león que lo atacó en su ministerio. Una multitud lo despidió, pero entre los que estaban en las calles de Londres había una persona mayor llorando amargamente. Alguien le preguntó: Señor, ¿por qué llora? “Es porque David y yo nacimos en la misma aldea, fuimos al mismo colegio, y asistimos a la misma escuela dominical en la iglesia, trabajamos en la misma máquina de hilar, pero David fue por aquel camino y yo por éste. Ahora él es honrado por la nación, mientras que yo soy despreciado, desconocido y deshonrado. El único futuro para mí es el entierro del borracho”. Es decir, no es solo el ambiente, sino las preferencias de nuestra juventud lo que determina nuestro destino, no solamente en este mundo sino en la eternidad.
En su tumba puede hoy leerse estas palabras: “El corazón de Livingstone permanece en el África, su cuerpo descansa en Inglaterra, pero su influencia continúa”.
Uno escuchó la Palabra y la vivió, el otro la escuchó y nada hizo, se volvió en su contra.
4) Con reflexión. Cuando dejás toda inmundicia y abundancia de malicia, y se quitas la cera de sus oídos, entonces estás listo para dar la bienvenida a la Palabra con un espíritu de reflexión, Santiago 1:23-25. “Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural”. Esto significa la cara con que usted nació. Se mira en un espejo.
1:24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
1:25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”.
Hay muchas metáforas para describir la Biblia: lámpara, martillo que quebranta la piedra, fuego, pan, espada filosa, vianda, semilla, etc. Pero aquí en Santiago se la llama espejo, la Biblia es un espejo, y refleja la imagen que esté frente a ella. Cuando vas a la Biblia y la mirás, la Biblia también le mira a vos, te ves reflejado en la palabra de Dios
Hay dos maneras de conseguir una imagen: por un espejo y por la fotografía.
La cosa estupenda acerca de un fotógrafo es que puede ser también un artista, usted sabe, donde hay belleza el artista la resalta, pero donde no la hay el artista la fabrica.
Sin embargo, un espejo no miente, por eso evitamos mirarnos en el espejo.
Un espejo nos muestra a nosotros mismos. Santiago se imagina a dos personas,
a. El que mira a la ligera: sin mayor interés, de pasada, Santiago 1:24: “Porque él se considera a sí mismo y se va y luego se va y se olvida como era”.
Un hombre si está concentrado en muchas cosas no le presta atención. toman en forma muy casual el estudio de la Palabra de Dios, leen un versículo de pasadita y siguen, sus devocionales, son súper condensados o comprimidos, o instantáneos porque tienen cosas más importantes que hacer, se miran fugazmente en el espejo.
b. El que se mira cuidadosamente, 1:25, “Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace”.
“Más el que mira atentamente”, es mirar en forma penetrante la Palabra de Dios.
La misma palabra fue usada por Juan en la Resurrección del Señor, él y los otros discípulos vinieron a la tumba, y la roca que la sellaba había sido movida, y la Biblia dice que Juan llegó, y bajó para mirar y miró penetrantemente en la tumba, buscando el cuerpo del Señor.
Hubo un tiempo muy extenso duró centurias, donde para interpretar la Biblia fue imprescindible depender de la iglesia, que a su vez apeló a la tradición apostólica, los libros apócrifos y los concilios. Para colmo de males solamente se permitió la versión latina, la Vulgata de San Jerónimo. Tampoco ayudó el método hermenéutico empleado, que consistía en encontrar en cada pasaje bíblico un significado literal, espiritual, alegórico, moral y anagógica (mística). Por lo tanto el significado verdadero de las Escrituras fue escondida bajo varias capas de tradición, interpretación y autoridad extra-bíblica. Consecuentemente la salvación no fue un acto soberano de Dios, sino estaba en las manos de la iglesia. No solamente fue corrompida la doctrina, sino las vidas de los mismos ministros. Avaricia e inmoralidad fue el orden del día.
Los reformadores confluyeron dos cosas importantes: El deseo de leer las Escrituras y el estudio del Nuevo Testamento en griego, en la edición editada por Erasmo. La iluminación intelectual fue seguida por la revelación de la gloria de Cristo como Salvador. Su insistencia sobre “Sola Scriptura” fue notoria, hoy en proceso inverso:
Cuando no se leen las Escrituras en los cultos cristianos ni se aprenden textos y pasajes de memoria, ha perdido confianza en “Sola Scriptura”.
Cuando no aplica la disciplina correctiva con la Biblia en la mano y el corazón lleno de amor, ha perdido confianza en “Sola Scriptura”.
Cuando las reuniones de sus líderes parecen la junta de una empresa que hombres que se guían por principios bíblicos, ha perdido confianza en “Sola Scriptura”.
Cuando profecías y las afirmaciones de los apóstoles reemplazan la exégesis y exposición de la Palabra de Dios, ha perdido confianza en “Sola Scriptura”.
Como existe un vínculo directo entre el analfabetismo bíblico y la vida moral, no es casual que la iglesia hoy ha sido debilitada por una serie de escándalos de índole sexual y financiero.
“La Biblia es un libro que está mucho más allá de todos los libros, así como un rio es mucho más que un arroyuelo, es un libro que está sobre todos, así como el sol con su brillantez es mucho, mucho más que un simple candil, es como las alas de un águila mucho más poderosa que las alas de un gorrión,
la Biblia es sobrenatural en origen, eterna en duración, infinita en su alcance, divina en autoridad, humana en la escritura, inexpresable en valor, inconmensurable en influencia, infinita en alcance, divina en autoridad, regenerativa en poder, infalible en autoridad, universal en interés, personal en su aplicación, e inspirada en su totalidad, es un libro que ha recorrido más senderos, ha viajado por más carreteras, ha golpeado a más puertas, y ha hablado a más gente en su propio idioma, que ningún otro libro que jamás el mundo haya conocido”. Del Pastor Robert Lee, ya con el Señor.
Guillermo Carper, fue un hombre que vivió hace mucho tiempo, y que sufría frecuentes lapsos de desaliento y sin embargo escribió las siguientes palabras:
Dios se mueve en formas misteriosas, para realizar sus maravillas, pero antes de que él escribiera eso, estuvo en un profundo estado de desánimo y desesperación, tenía pensamientos suicidas, como vivía en Inglaterra pensó tirarse al Río Támesis y ahogarse, alquiló un carruaje tirado por un caballo, para que lo llevara hasta el río Támesis, era un día de mucha neblina, lo cual es lo normal en Londres, por lo cual quien manejaba el carruaje, se perdió y no pudo encontrar el camino hacia el río, y de pronto estaban en el mismo punto desde donde partieron. Guillermo Carper se desesperó aún más, compró una pistola, se la puso contra la cien, apretó el gatillo, que por alguna circunstancia se trabó, y no disparó.
Más desanimado todavía, decidió envenenarse, ingirió un veneno que lo enfermó, pero no le mató, ya no sabía qué hacer y en la habitación del hotel donde estaba, de pronto sus ojos ven una Biblia, nunca antes la había leído, la leyó ávidamente, y descubrió al Salvador, allí mismo entregó su vida al Señor, entonces escribió: Dios se mueve en formas misteriosas para realizar sus maravillas, él pone sus pies en el mar, y cabalga en la tormenta, santos temerosos tengan ánimo, las grises nubes que tanto temen, llenas están de su misericordia y se romperán en bendiciones sobre sus cabezas.
Yo pienso en Voltaire, un inteligente filósofo francés, pero inteligentemente estúpido que vivió en el siglo XVIII, él ridiculizó, discutió y filosofó contra la Palabra de Dios.
Y Voltaire se atrevió a hacer esta profecía, él dijo: «En 100 años a partir de ahora no habrá ninguna Biblia, la Biblia será obsoleta, solo será un libro que pueda ser encontrado en museos donde alguien quiera ir y ver una antigua curiosidad». Pero 100 años después, Voltaire estaba muerto, y la Sociedad Bíblica de Ginebra había comprado su casa y esta llega a ser un depósito de Biblias, estaba repleta del suelo hasta el techo de Biblias, y de allí han salido millones de Biblias para el mundo entero.
Bibliografía: El amor que vale de Adrián Rogers, Salvador Dellutri, ilustraciones de varios lugares.