15 enero, 2017

La caída del hombre


Por:
Compartir en redes sociales:

¿QUE ES REALMENTE AMAR A DIOS?        

¿SABEMOS COMO AMAR A DIOS?      

¿QUE ES AMAR A DIOS REALMENTE?          

¿COMO DEMOSTRAMOS NUESTRO AMOR A DIOS?

EL AMOR ENTRE DOS PERSONAS ES INCOMPARABLE AL AMOR DE DIOS CON NOSOTROS

Nunca podría observar el amor humano que una persona tiene por otra, para poder intentar comprender el AMOR que Dios tiene por nosotros, de la misma manera, nunca podría comprender que espera DIOS de nosotros en SU RELACION con el hombre, comparándola con la relación que puede tener un hombre con una mujer, un amigo con otro amigo, etc. Nunca podría comparar una relación entre dos personas por que el amor de las personas está manchado con el egoísmo, las personas NECESITAN ser amadas y por eso lo exigen y hacen cualquier cosa para lograr eso.

EL HOMBRE TIENE COMO NECESIDAD: SER AMADO ¿POR QUÈ EL HOMBRE NECESITA SER AMADO?

 

Porque fue creado para eso, Dios puso esa necesidad de ser aceptado, comprendido y amado por su Creador

Pero como decidió rebelarse de su Dios, se tuvo que conformar con el amor distorsionado, egoísta y caprichoso de la humanidad caída.

 

¿POR QUE SOMOS EGOISTAS? Al amor humano se le llama egoísta cuando busca satisfacer sus propias necesidades a expensas de las del ser amado.

La situación implica una necesidad en el ser que ama, y la negligencia o ignorancia del enamorado con respecto a las necesidades del ser amado. Ninguna de estas condiciones se encuentra presente en el AMORde Dios por el hombre, ya que Dios no tiene necesidades.

 

Dios ES AMOR y BONDAD. Él puede dar el bien y el Amor, pero no puede necesitarlo. En este sentido, todo el amor de Dios es, por definición, infinitamente generoso; tiene todo para dar, y nada que recibir.

 

Dios se ha hecho a sí mismo, capaz de sentir esta necesidad. Si Dios nos necesita, es porque ha elegido tal necesidad; si el corazón inmutable puede ser herido por las marionetas que Él mismo ha creado, es la omnipotencia divina, y no otra cosa, quien así lo ha subordinado libremente y con una humildad que sobrepasa todo entendimiento.

 

1 JUAN 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 

 

Si el mundo principalmente existe no para que podamos amar a Dios, sino para que Dios pueda amarnos a nosotros, es porque, a un nivel más profundo, esto es así PARA NUESTRO BIEN. Si aquél que en sí mismo no puede carecer cosa alguna, elige necesitarnos, es porque necesitamos que nos necesiten.

 

Detrás de todas las relaciones de Dios con el hombre, vemos un acto divino de donación pura: el elegir al hombre sacándolo de la nada para ser el amado por Dios y, por lo tanto (en cierto sentido), necesitado y deseado por Dios; quien, aparte de ese acto, nada necesita y desea, ya que es toda Bondad y Amor desde laeternidad. En fin, este acto solo es para nuestro bien.

 

Ahora bien, conocer un amor en el que fuéramos nosotros los cortejantes y Dios el cortejado, en el que nosotros buscáramos y El fuera encontrado, en el que su conformidad a nuestras necesidades estuviera en primer lugar y no la nuestra a las suyas, sería conocer el amor de un modo falso a la naturaleza misma de las cosas. Porque solamente somos criaturas, nuestro rol debe ser siempre lo contrario; el de paciente frente al médico, el de la luna frente al solo, el de espejo frente a la luz, el de eco frente a la voz, etc.

Nuestra mayor actividad es de respuesta, no de iniciativa.

 

Experimentar el amor de Dios en forma verdadera y no ilusoria, es experimentarlo como una entrega a SUexigencia, como una conformidad a SUS deseos.

 

¿PORQUE DIOS NOS AMO PRIMERO (en realidad es la única ecuación)? ¿POR QUE DECIDIO CREARNOS Y AMARNOS?

 

En resumen, porque lo necesitamos, porque así funciona la ecuación para la satisfacción completa de nuestra persona. Si bien Él NO nos necesita, ha decidido necesitarnos por AMOR A NOSOTROS.

LA RELACION ENTRE DIOS Y EL HOMBRE

 

La relación que existe entre Creador y criatura es, única y no se la puede comparar con ninguna relación entre una criatura y otra. La relación entre dos seres caídos nunca puede enseñarnos lo que significa la relación entre EL CREADOR Y EL CREADO.

Dios hace, nosotros somos hechos; Él es original, nosotros derivados. De hecho la intimidad que existe entre Dios y las criaturas, es mayor que cualquier relación que puedan llegar a tener las criaturas entre sí.

¿COMO NOS AMA DIOS?

De tal manera que nunca en nuestra condición humana (caída o no) podríamos amarlo como Él nos ama. EL si aplica el AMOR de 1 corintios 13, desde nuestra naturaleza nunca podremos tener ese AMOR PERFECTO.

 

1 CORINTIOS 13:4 “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 13:5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 13:6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 13:7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”

 

Dios tiene un AMOR sacrificial que nunca saldrá de nosotros, Dios perdona de verdad, Dios no tiene un Amor egoísta que exige sin tener en cuenta la otra parte, Dios no compite porque no tiene una necesidad urgente de ser amado, Dios sabe amar, a diferencia de nosotros que tenemos un amor egoísta, que tomamos a los demás como objetos, damos afecto de una manera INTERESADA, siempre queremos sacar provecho, etc.

 

HECHOS 17:24 “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 17:25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.”

 

¿POR QUE DIOS EXIGE ALABANZA, ENTREGA, OBEDIENCIA Y AMOR SI EL NO NECESITA ESTAS COSAS?

 

Un hombre NO puede disminuir la gloria de Dios, rechazando la invitación a adorarlo. Pero Dios, aunque no sea una exigencia basada en una necesidad, desea nuestro bien, y nuestro bien es amarlo (con ese amor que sale de un ser caído, propio de las criaturas), amarlo para nosotros es adorarlo, entregarnos y rendirle culto y para amarle debemos conocerle; y si le conocemos, de hecho caeremos postrados COMO LO HIZO PEDRO. De no ser así, aquello que estamos intentando amar NO es Dios.

 

LUCAS 5:8 “Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.  5:9 Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él”

 

Dios otorga aquello que posee, NO lo que no posee: otorga la felicidad que hay, no la que no existe.

Será por esto que NO PODEMOS HACER NADA PARA AGRADAR A DIOS, porque no podemos conquistar el corazón de Dios, no es nuestra tarea, por el contrario Dios es el que desea manifestar todo su AMOR hacia nosotros, nosotros solo podemos responder con entrega total y absoluta.

 

LA BIBLIA PRESENTA ALGUNAS ANALOGIAS PARA QUE PODAMOS COMPRENDER EL AMOR ENTRE DIOS Y LOS HOMBRES

 

Una relación tan única ENTRE DIOS Y EL HOMBRE, puede ser entendida solamente mediante analogías; a partir de los diversos tipos de amor conocidos entre las criaturas, podemos llegar a formarnos una idea —que aunque útil, es inadecuada e insatisfactoria, del amor de Dios por el hombre.

1.- EL ALFARERO Y EL BARRO:

Somos, no en forma metafórica sino de modo muy real, una obra de arte divino; algo que Dios está realizando y, por lo tanto, algo con lo cual no estará satisfecho hasta que alcance una característica determinada.

Puede ser que un artista no se tome mayor trabajo al hacer un bosquejo a la rápida para entretener a un niño; puede que lo dé por terminado, a pesar de no estar exactamente como pretendía que fuera. Pero, con la gran obra de su vida —la obra que ama tan intensamente, aunque de manera diferente, como un hombre ama a una mujer, o una madre a su hijo— se tomará molestias interminables y, sin lugar a dudas, causaría molestias interminables a su cuadro, si éste fuera sensible. Uno puede imaginarse a un cuadro sensible después que ha sido borrado, raspado y recomenzado por décima vez, deseando ser sólo un pequeño bosquejo que se termina en un minuto. De igual forma, es natural que nosotros deseemos que Dios hubiese proyectado para nosotros un destino menos glorioso y menos arduo; pero, en tal caso, no estaríamos deseando más amor, sino menos.

 

JEREMIAS 18:1 “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: 18:2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 18:3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 18:4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.  18:5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 18:6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.” 

 

ISAIAS 64:8 “Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros64:9 No te enojes sobremanera, Jehová, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.” 

 

ISAIAS 29:16 “Vuestra perversidad ciertamente será reputada como el barro del alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: No me hizo? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: No entendió?”

 

ISAIAS 45:9 “¡Ay del que pleitea con su Hacedor! ¡el tiesto con los tiestos de la tierra! ¿Dirá el barro al que lo labra: ¿Qué haces?; o tu obra: No tiene manos?” 

 

2.- EL PASTOR Y LA OVEJA

Otra clase de amor es aquel que siente el hombre por un animal, relación usada constantemente en la Sagrada Escritura para simbolizar aquella que existe entre Dios y los hombres, «pueblo suyo y ovejas de su prado«. En ciertos aspectos esta analogía es mejor que la anterior, porque el grupo inferior (evidentemente inferior) es sensible a la voz del pastor y puede responder de alguna manera a diferencia del barro.

 

SALMO 100:3 Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

 

ISAIAS 40:10 “He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. 40:11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.”

 

JUAN 10:11 “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 10:12 Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 10:13 Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 10:14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, 10:15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. 

 

3.- EL PADRE Y EL HIJO

Una analogía más noble (ratificada por el contenido constante de las enseñanzas de Nuestro Señor) es aquella entre el amor de Dios por el hombre y el de un padre por un hijo.

Esto es más evidente aún, si se considera cómo ve Nuestro DIOS A SU HIJO JESUS (a pesar de ser, como creemos, uno con su Padre y co-eterno con Él, como ningún hijo lo es con su padre terrenal) en su condición de hijo, sometiendo su voluntad por completo a la voluntad paterna, sin siquiera permitir que se le llame «bueno», porque Bueno es el nombre del Padre. En este símbolo, amor entre padre e hijo quiere decir, esencialmente, amor autoritario por un lado y amor obediente por el otro. El padre usa su autoridad para hacer del hijo esa clase de ser humano que él, con justa razón y desde su sabiduría mayor, quiere que éste sea.

 

SALMO 103:13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.103:14 Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.

 

DEUTERONOMIO 32:4 “Él es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto. 32:5 La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, Generación torcida y perversa. 32:6 ¿Así pagáis a Jehová, Pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te creó? Él te hizo y te estableció.” 

 

HEBREOS 12:5 “y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 12:10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.12:12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 12:13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.” 

 

4.- EL HOMBRE Y LA MUJER

Por último, nos topamos con una analogía llena de peligros y de aplicación mucho más limitada pero que, sin embargo, resulta por el momento ser la más útil para el propósito especial que nos hemos propuesto (me refiero a la analogía entre el amor de Dios por el hombre y el de un hombre por Dios). Ésta se usa libremente en la Sagrada Escritura. Israel es una esposa desleal, pero su esposo celestial no puede olvidar aquellos días más dichosos: «He recordado el afecto de tu juventud y el amor de tus despósanos: tú me seguías en el desierto, en aquella tierra que no se siembra». Israel es la novia indigente, la niña extraviada a quien su enamorado encontró abandonada a la vera del camino y a quien cubrió, engalanó e hizo hermosa; y, pese a todo esto, ella le traicionó. Santiago nos llama «adúlteras» porque nos desviamos hacia «la amistad del mundo», mientras Dios, «el espíritu que habita en vosotros os codicia con celos». La Iglesia es la esposa del Señor, a quien Él ama tanto que en ella no hay mácula ni arruga que sea tolerable.

Ciertamente se puede amar al ser amado cuando éste ha perdido su belleza, pero no porque la haya perdido; el amor puede perdonar todas las debilidades y amar a pesar de ellas, pero no puede dejar de anhelar que éstas desaparezcan. El amor es más sensible que el odio a cada imperfección del ser amado; su «sentimiento es más suave y sensible que los tiernos cuernitos del caracol». Es, de todos los poderes, aquel que más perdona, pero el que menos tolera; aquel que se contenta con poco, pero que exige todo.

 

EFESIOS 5:22 “Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 5:24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 

El AMAR a DIOS solo es una cuestión que comienza con la entrega absoluta de todo nuestro ser, de esta manera demostramos nuestro amor a DIOS, comportándonos como la oveja, el esclavo, el hijo en sumisión a la autoridad del Padre, la esposa sumisa entregada al AMOR del Marido, etc. Debemos comprender cuál es nuestra parte en esta ecuación.

JESUS fue el ejemplo de entrega, el estuvo sujeto, sumiso, obediente, EL FUE EL HIJO AMADO EN QUIEN DIOS TUVO COPLACENCIA

EL CUMPLIO TODA LA LEY QUE SE RESUME EN AMAR A DIOS Y A LOS DEMAS.

¿CUAL FUE EL PECADO ORIGINAL?

 

EL pecado original no fue un pecado contra el prójimo sino que fue un pecado contra Dios, un acto de desobediencia.

Este pecado de orgullo se manifiesta en que una persona intenta vivir para sí misma por todos los medios posibles, sin comprender que somos personas completamente dependientes, y cuya razón de existencia radica en DIOS y no en nosotros mismos.

SALMO 100:3 Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

Este pecado es el resultado del orgullo, del movimiento mediante el cual una criatura (es decir, un ser esencialmente dependiente, cuyo principio de existencia no reside en sí mismo sino en OTRO) trata deestablecerse por sí misma, de existir por sí misma y vivir para si misma.

 

¿EN QUE MOMENTO SE LE PRESENTO LA IDEA DE PECAR?

 

No sabemos cuánto tiempo el hombre continuó en estado paradisíaco de dependencia absoluta al CREADOR, pero en algún momento cayeron. Alguien les susurró que podían volverse como dioses, que podían cesar de dirigir sus vidas hacia su Creador, y de tomar todos sus deleites como una gracia SIN alianza. Las criaturas quisieron vivir por su cuenta, preocuparse de su propio futuro, planear su placer y su seguridad, creer que podían pagar algún tributo razonable a Dios en cuanto a tiempo, atención y amor, pero que al fin y al cabo, sería de ellos y no de DIOS.

EL hombre deseó y desea, «llamar a sus almas suyas propias». Pero eso significa vivir una mentira, porque nuestras almas de hecho no son nuestras. Querían algún rincón del universo del cual pudieran decir a Dios, «este es nuestro asunto, no el tuyo». Pero no hay tal rincón.

 

Fue cuando Satanas (encarnado en una serpiente) les planteó una alternativa a DIOS; vivir para ellos mismos. Y ahora, desde el momento en que una criatura se da cuenta de Dios como Dios, y de ella como un yo, se le presenta la terrible alternativa de elegir a Dios o a sí misma como centro.

 

Como cristianos por ejemplo; al despertarnos, tratamos de poner el nuevo día a los pies de Dios; antes de haber terminado de desayunar, se vuelve nuestro día, y la parte para Dios se siente como un tributo que debemos pagar por dejarnos vivir nuestra vida, nuestras tareas, etc.

 

TRATAMOS A LOS DEMAS COMO OBJETO, CON EL PROPOSITO DE SATISFACERNOS.

Un enamorado, obedeciendo un impulso casi incalculable, que puede estar lleno de buenas intenciones, de buenos deseos, y de la necesidad de no olvidar a Dios, abraza a su amada y, entonces, en forma bastante inocente, experimenta un estremecimiento de placer sexual; sin embargo, el segundo abrazo, que puede tener aquel placer en mente, puede ser un medio para lograr un fin, puede ser el primer paso de descenso hacia el estado en que al semejante se le considera como un objeto, como una máquina para ser usada para su placer.

 

BIBLIA: Historia de Abraham cuando dice que su mujer es su hermana, Saúl cuando no mató a los animales, David cuando decidió acostarse con Betsabé y asesinar a su marido para ocultar su error.

 

COMO ERA LA RELACION ENTRE DIOS Y EL HOMBRE

 

LA ENTREGA Y SUMISION ERA NATURAL Y SIN DOLOR, EL HOMBRE DESEABA RENDIRSE A DIOS

La conciencia del hombre ha sido hecha para que descansara en su Creador, y en Él descansaba en el huerto del Edén. No importa cuán rica y variada fuera la experiencia del hombre en cuanto a sus semejantes (o semejante), en cuanto a caridad, amistad y amor sexual, o en cuanto a las bestias o al mundo que lo rodeaba, reconocido como hermoso e impresionante; Dios era lo primero en su amor y en su pensamiento, y sin esfuerzo doloroso.

En un movimiento cíclico perfecto, el ser, el poder, el AMOR y el gozo, descendían de Dios al hombre, a manera de obsequio, y retornaban del hombre a Dios, en forma de amor obediente y adoración. En este sentido, aunque no en todos, el hombre era entonces verdaderamente el hijo de Dios, el prototipo de Cristo, ejerciendo perfectamente con gozo y serenidad de todas las facultades y sentidos, aquel abandono de sí que Nuestro Señor ejerció en las agonías de la crucifixión.

 

La caída en el paraíso fue posible, solo por la existencia de un propio YO, y el mero hecho de que lo llamemos «YO», incluye, desde el principio, el peligro de la idolatría hacia uno mismo. Como yo soy yo (tengo personalidad), debo hacer un acto de abandono de la propia voluntad, no importa cuán pequeño o cuán fácil éste sea, para vivir para Dios en lugar de vivir para mí mismo. Este es, el «punto más débil» en la naturaleza misma de la creación, el riesgo que aparentemente Dios quiso tomar.

Pero el pecado en la CAIDA fue muy infame, porque el YO que el hombre del Paraíso tuvo que someter no tenía resistencia natural alguna a ser sometido. Su data, por así decirlo, era un organismo psicofísico completamente sujeto a la voluntad de DIOS, y una voluntad completamente ordenada, aunque no obligada, hacia Dios.

El abandono de sí que practicaba antes de la caída no significaba lucha, sino solamente la deliciosa superación de un ínfimo apego a sí, al que le daba mucho gusto ser superado, y del cual vemos, incluso ahora, una débil analogía en la extasiada entrega mutua de los enamorados. En él no había, por lo tanto, tentación alguna (en el sentido nuestro) a elegir el yo —ninguna pasión o tendencia que lo inclinara obstinadamente hacia ello—, nada aparte del simple hecho de que el yo era él mismo.

 

¿QUE ES LO QUE PERDIO EL HOMBRE DESPUES DE LA CAIDA?

 

Hasta ese momento en el paraíso, el espíritu humano había tenido total control sobre el organismo humano. Sin lugar a dudas, esperaba mantener este control al independizarse de Dios. Pero su autoridad sobre el organismo era una autoridad delegada, la cual perdió al dejar de ser ésta delegada de Dios. Habiéndose separado de la fuente de su ser, se había separado de la fuente de poder;

 

Aquello que el hombre perdió con la caída, fue volver a su naturaleza específica original. «Polvo eres, y al polvo volverás». Al organismo completo, que había sido levantado a la vida espiritual, se le permitió retroceder a su mera condición natural, de la cual había sido levantado al ser creado. PRIMERO FUE BARRO, DESPUES DIOS SOPLO ALIENTO DE VIDAS Y FUE UN SER VIVIENTE. Así es como el espíritu humano, de ser el señor de la naturaleza humana pasó a ser un simple alojado en su propia casa, o incluso un prisionero; la conciencia racional pasó a ser lo que es ahora, un foco intermitente que se apoya en una pequeña parte de los mecanismos cerebrales. Pero esta limitación de los poderes del espíritu, fue un daño menor que la corrupción del espíritu mismo. Se había apartado de Dios y convertido en su propio ídolo, así que, a pesar de que aún podía retornar a Dios, sólo podía hacerlo mediante un esfuerzo doloroso, ya que su tendencia era hacia sí mismo.

De ahí que el orgullo y la ambición, que el deseo de ser encantador a sus propios ojos y de oprimir y humillar a todos los rivales, que la envidia y la incansable búsqueda de mayor y mayor seguridad, fueran ahora las actitudes que menos le costaran. Esta condición se transmitió por herencia a todas las generaciones siguientes, ya que no se trató simplemente de aquello que los biólogos llaman una variación adquirida; era el surgimiento de una nueva clase de hombre —una nueva especie que Dios jamás hiciera–. El cambio que el hombre había sufrido, no era paralelo al desarrollo de un nuevo órgano o de un nuevo hábito; era una alteración radical de su constitución, un desorden en la relación entre sus componentes, y una perversión interna de ellos.

 

Esta desconexión del CREADOR, es que trajo como resultado la maldad que hoy conocemos en el mundo. Son los hombres, y no Dios, quienes han producido torturas, látigos, prisiones, esclavitud, cañones, bayonetas y bombas; es debido a la avaricia y estupidez humana que tenemos pobreza, dolor, fatiga, enfermedad y muerte.

 

EL CAMINO DE REGRESO A DIOS

 

Ahora bien, el bien de una criatura es entregarse a su Creador; establecer intelectual, voluntaria y emocionalmente, aquella relación que es dada por el mero hecho de ser criatura. Cuando ésta lo hace, es feliz y se siente realizada. Así como el barro sin el alfarero, la oveja sin pastor están incompletos, de la misma manera, la criatura sin una relación con el Creador carece de sentido.

LA RELACION DIOS PADRE DIOS HIJO.

La relación que había entre el hombre y DIOS antes de la caída, la podemos considerar en un nivel muy por sobre nosotros, ya que Dios Hijo, desde toda eternidad, por obediencia filial devuelve al Padre el ser que elPadre, por amor paternal, genera en el Hijo desde toda eternidad.

El hombre fue hecho para imitar este modelo, modelo que el hombre del Paraíso imitó antes de caer; y dondequiera que la voluntad conferida por el Creador se retorne tan perfectamente, mediante una obediencia deleitante de la criatura, ahí, sin lugar a dudas, se encuentra el cielo, y es ahí donde obra el Espíritu Santo.

 

 

NO SOMOS PERSONAS QUE DEBEMOS MEJORAR, SOMOS PERSONAS QUE DEBEMOS RENDIRNOS.

 

En el mundo, tal como lo conocemos ahora, el problema está en cómo recuperar ese abandono de sí. No somos solamente criaturas imperfectas que deben ser mejoradas; somos rebeldes que deben deponer sus armas. La respuesta, entonces, al porqué nuestra mejoría debe ser tan dolorosa (EL POR QUE DEL DOLOR), es que el devolver la voluntad que por tanto tiempo hemos reclamado para nosotros mismos es en sí, un dolor intenso. Pero someter una voluntad propia, enardecida y henchida por años de usurpación, es una especie de muerte. Todos recordamos esta voluntad propia tal como era en la niñez: la amarga y prolongada ira frente a cada contrariedad, el raudal de lágrimas apasionadas, el deseo diabólico de matar o morir antes que ceder. De ahí que los padres (antiguamente) estuvieran bastante en lo cierto al pensar que el primer paso en la educación es «quebrantar la voluntad del niño». Y si acaso ahora que somos adultos no chillamos y pataleamos tanto, es en parte porque nuestros mayores comenzaron el proceso de quebrantar o matar nuestra voluntad propia en la cuna, y, en parte, porque las mismas pasiones han tomado ahora formas más sutiles y se han vuelto sagaces al evadir la entrega absoluta.

De ahí la necesidad de morir diariamente: no importa qué tan seguido pensemos que hemos quebrantado al yo rebelde, siempre encontraremos que aún sigue vivo, por tal motivo, este proceso no puede llevarse a cabo sin dolor.

El espíritu humano ni siquiera comenzará a intentar someter la voluntad propia mientras parezca que todo en él anda bien. (EL POR QUE DEL DOLOR) El DOLOR es el MAL desenmascarado, inconfundible; todo hombre sabe que algo anda mal cuando está sufriendo.

EL PROPOSITO DE DIOS es salvarnos de nosotros mismos

 

Esto fue lo que Jesús intentó decirle al Joven Rico, o vivis para vos, o vivís para Mí (amar a Dios y los demás es el resumen)

Usted puede encontrar registros bíblicos de personajes con un egoísmo severo (1 de Reyes 21: 1- 24). Es la historia de un rey (Acab) que ostentaba todo el poder de Israel y se antojó de una viña de un súbdito (Nabot), y este rey, como no pudo comprarla, permitió que asesinaran a un hombre inocente para robarle su heredad.

HABACUC 2:4 «He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá

 

Aquí se nos presentan dos tendencias de la humanidad. Mejor dicho, este versículo divide a la humanidad en dos grupos. Uno de los grupos está compuesto por personas que están viviendo basadas en sus propias fuerzas, en su propia habilidad y recursos, lo cual implica la presencia del orgullo. Piensan que sus propios méritos las hacen aceptables ante Dios. En realidad, algunas de estas personas podrían dar la impresión de que Dios se complace en poder contar a su lado con personas como ellas, lo cual, por supuesto, no es cierto, aunque ellas, en realidad, en su interior piensan que es así. 

 

JEREMIAS 2:5 “Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?” 

JEREMIAS 2:13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. 

 

FILIPENSES 2:1 “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2:2 completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 2:4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir quehubo también en Cristo Jesús, 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre2:10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 2:13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.2:14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas, 2:15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo; 2:16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. 2:17 Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros. 2:18 Y asimismo gozaos y regocijaos también vosotros conmigo.2:19 Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado; 2:20 pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros.  2:21 Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.”

Compartir en redes sociales: