1 septiembre, 2019

La gracia de Dios


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Introducción

En esta ocasión, me pareció oportuno ya que estuvimos recordando por medio de los símbolos, el sacrificio de amor perfecto de nuestro Señor Jesucristo, poder hablar unos minutos de la Gracia de Dios.

Es un tema muy amplio, que seria bueno algun dia hacer una serie de todo lo que ha generado esa gracia de Dios al ser humano.

Cuando tomamos este tema, que nobleza obliga, compartía el sábado pasado con los jóvenes, así que si estuviste en esa reunión, no cierres tu corazón creyendo que lo escuchaste o lo sabes todo, Dios quiere decirte algo más en esta mañana, vamos a encontrarnos que ubica al hombre en el lugar que corresponde, y lo mismo hace con Dios.

¿Que quiero decir con esto?

Cuando estudiamos y vamos comprendiendo la gracia de Dios, lo primero que va a generarnos a nosotros, los seres humanos, es humillación, es gratitud, es admiración, hacia aquel Dios bondadoso, que más allá de lo miserable, lo corrupto, lo perverso que hay en nosotros, aun así, nos mira, nos contempla con ojos de amor y de misericordia.

eso respecto al hombre, pero referido a Dios, el comprender al menos algún destello de su preciosa gracia, a Dios lo eleva a un punto sublime, lo exalta, lo ensalza, lo pone demasiado lejos del ser humano. Es decir, no nos queda otra opción, más que adorarlo.

En esta noche yo no quiero dar una clase de escuela dominical, no quiero darles un estudio sistemático del tema que me toca, pero si quisiera que les quede al menos un concepto o una idea que los ayude a acercarse más a nuestro amoroso Dios, sin culpa, sin vergüenza, sin estorbos.

Sal 113:7 Levanta del polvo a los pobres, y a los necesitados, del muladar.

Sal 113:8 Los pone entre príncipes, ¡incluso entre los príncipes de su propio pueblo!

Querido amigo, querida amiga, el salmista, inspirado por Dios, va a escribir de una manera perfecta, la manifestación de la gracia de Dios hacia el hombre.

Este pasaje es una pincelada del amor, que describe la generosidad de ese Dios de toda gracia que según I Pedro 5:10, nos llama a participar de su gloria eterna.

Sal 113:7 Levanta del polvo a los pobres, y a los necesitados, del muladar.

La palabra pobre, en el hebreo es “​dal”​, hace referencia a una persona humilde, pobre, degradado, indefenso, débil.

Esta es la condición espiritual, moral, emocional del ser humano sin Dios.

Tit 3:3 En otro tiempo nosotros también éramos necios y desobedientes. Fuimos engañados y nos convertimos en esclavos de toda clase de pasiones y placeres. Nuestra vida estaba llena de maldad y envidia, y nos odiábamos unos a otros.

Hay muchos pasajes bíblicos que describen nuestra condición sin Cristo.

Efe 2:1 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados.
Efe 2:2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo —el líder de los poderes del mundo invisible* —, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios.

Efe 2:3 Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.

Querido amigo, no debemos olvidarnos jamás de dónde nos sacó el Señor.
No debemos pasar por alto, lo malos que éramos, lo perverso y lo miserable de nuestro corazón.

¿Por qué digo esto? Para martirizarnos? para autoboicotearse? EN absoluto. Sino para exaltar la obra maravillosa de gracia de nuestro Padre Celestial por medio de Jesucristo.

Este último pasaje que leímos, nos trae claridad sobre algunos temas.

Primero, dice claramente que hay dos tipos de personas, los que son obedientes a Satanás, y los que son obedientes Dios.

No existe otra clase de personas en todo el planeta tierra. o Estás en el reino de la luz o estás en el reino de las tinieblas.

Ahora, no les pasa que tienen algún amigo o vecino que el tipo es tan bueno, tan honesto, tan correcto en sus palabras y sus acciones que más de uno lo deja como para lo último para predicarle, porque nos urge predicarle al ladrón de la esquina, al atorrante del minimarket, al sabandija de tu sobrino, pero la realidad es que tanto el vecino buena onda, como el atorrante de del kiosquero, todos están en la misma condición espiritual, pobreza, debilidad, enfermo, así como lo estábamos nosotros.

Hay una frase muy común que generalmente se le dice a aquellas personas que les está yendo bien en algún área en particular, y siempre la estuvo remando desde abajo, “nunca te olvides de donde saliste”. Esa frase tambien deberia ser para nosotros.

No debemos olvidarnos de dónde nos sacó el Señor, porque eso exalta la gracia de Dios, eso enaltece la actitud de favor, de bondad, de misericordia que tuvo el Señor para con todos nosotros.

Sal 113:7 Levanta del polvo a los pobres, y a los necesitados, del muladar.

En este pasajes nos encontramos todos nosotros.

La segunda parte de este pasaje dice que también saca al necesitado del muladar.

¿Que era el muladar?

Era el lugar donde se tiraban los desechos, la basura, el estiércol, todo lo que no servía y se descomponía.

Según este salmo, vos y yo, cuando estábamos sin Cristo, nos encontrábamos en ese mismo lugar, en un sentido simbólico.

Vos y yo, antes de conocer la gracia y el perdón de Dios, nos encontrábamos revolviendo la basura, deseando como lo hizo el hijo pródigo, la comida que comen los cerdos, creyendo que de esa manera, nuestra hambre espiritual, emocional, iba a saciarse.

Antes de Cristo, nosotros corríamos detrás de la droga, del alcohol, de la promiscuidad, de las ganancias deshonestas, de la idolatría de un club de fútbol, pero nada de eso, pudo saciar nuestra hambre, mas que el pan de vida eterna.

Isa 55:2 ¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no satisface?

Así nos encontrabamos, desorientados, perdidos, buscando algo que jamas ibamos a encontrar en un muladar, en un basurero.

Pero esta realidad, es tan solo la mitad de la historia, tu historia, mi historia, porque el versículo 8 va a expresar la gracia de Dios derramada en nosotros.

Sal 113:8 Los pone entre príncipes, ¡incluso entre los príncipes de su propio pueblo!

Noten la ambigüedad de la situación de estas personas, observen como el salmista describe en pocas palabras la actitud de gracia y favor de aquel que tiene el poder, la capacidad de sacar a al pobre del polvo y al necesitado que estaba sucio en medio del basurero, del muladar, y no los lleva a un refugio de indigentes, no los lleva a alimentarlos con algún

guiso aguado, una polenta fría y mal cocinada, sino que los pone en un lugar de privilegio, en una situación de suma exaltación.

¿A quien se le hubiera ocurrido semejante disparates? A Dios.

¿Saben porque?

Isaías 55:8 «Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el SEÑOR—.
Isa 55:9 Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!

La gracia de Dios, desorienta aún hasta al más sabio de los hombres. La gracia de Dios, es locura para los que se pierden, mas para los que creen es poder de Dios, y no es que esto confundido de palabra, sino que el Evangelio es gracia, es la manifestación palpable de la gracia de Dios.

En un abrir y cerrar de ojos, con un simple reconocimiento de nuestra condición, y al tomar la mano extendida de ese Dios compasivo, de ser pobres, desahuciados, enfermos, desprotegidos, ahora somos príncipes.

Alguien dijo que la misericordia es no recibir lo malo que merecemos y la experimente tanto el que es hijo de Dios como el que no lo es.

Pero la gracia, es recibir lo bueno, que no merecemos, y solo la pueden disfrutar los hijos de Dios.

¿Cómo es esto?

Este mundo está lleno de perversidad, de pecado, de inmundicia, y sinceramente la justicia de Dios tendría que caer de inmediato sobre este planeta, pero por las misericordia de Dios, que se renuevan cada dia. aún no cae sobre todos nosotros.

La gracia de Dios le da al hombre que se arrepiente, que reconoce su pecado, cosas que verdaderamente no merece.
El pasaje lo expresa de la mejor manera.

A esos pobres y necesitados, sin hacer nada, ningun merito, sin tener ningún atractivo, Dios los pone entre príncipes, los coloca en un estado impensado, de privilegio.

Efe 1:3 Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.
Efe 1:11 En Cristo también fuimos hechos herederos,[c] pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad,

Antes, pobres, miserables, necesitados, desprotegidos, pero ahora, en Cristo tenemos toda bendición espiritual, somos coherederos con Cristo. Vos y yo que lo único que heredamos de nuestros padres fueron sus deudas, y me refiero al pecado, aunque quizás en lo natural pueda haber pasado, hoy tenemos una herencia gloriosa, reservada en el mejor lugar,donde no hay corralitos, no hay riesgo país que puede hacerlo perder, sin hacer absolutamente nada, sin mérito alguno.

1Pe 2:9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.

1Pe 2:10 Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.

¿Si esto no es gracia, entonces qué es?

De ser pobres, a ser ricos, de ser injustos a ser justo, de ser pecadores a ser santos, de ser esclavos a ser libres.

Eso es la gracia de Dios, eso es pura gracia.

Recibir algo extraordinario que no merecíamos bajo ningún punto de vista.

¿Recuerdan a Sansón? Este personaje tan peculiar, Jueces 13, 14, 15 y 16 cuenta su historia.
Sansón, luego de vivir toda una vida de libertinaje, de sensualidad, dejándose llevar por lo que sus ojos deseaban, cae en manos de Dalila, es seducido por esta mujer, a la cual le descubre su secreto.

Luego de ser rapado, es atrapado, golpeado, y llevado por los filisteos como prisionero.

Jueces 16:21 Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos; y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino en la prisión.

Uno, mirándolo de lejos, diría, no quedaba otro camino para este hombre desobediente, sin temor de Dios, carnal, es mas, merecia terminar asi, y peor también, la sacó bastante barata….

Pero Dios no es como nosotros, y menos mal que esto es así.

SI fuera por nosotros, mejor dicho, si fuera por mi, no quiero buscar cómplices en mi próximo comentaria, este hombre tendría que haber terminado así, mucho tiempo antes, Dios fue muy paciente con el.

Pero, luego de hacer prácticamente todo mal durante toda su vida, aparece el versículo 22, este pasaje cargado de gracia, de favor inmerecido, de generosidad.

Jueces 16:22 Pero en poco tiempo, el cabello comenzó a crecerle otra vez.

Esto es creer o reventar, a este tipo que lo único que hizo durante toda su vida, fue jugar con la unción de Dios, a este hombre que tiró de la cuerda hasta no mas poder, Dios en su gracia le da una nueva oportunidad, si, una nueva oportunidad.

Esto es gracia, recibir algo que no merecemos.

Adán y Eva luego de pecar, de desobedecer el mandato de Dios, de querer ser independientes, autosuficientes, luego de creer el evangelio, la promesa que Dios mismo garantizaba para el futuro, de que vendría del vientre de la mujer, alguien que aplastaria la cabeza de la serpiente,

mientras esta le mordía el calcañar, en vez de dejarlos con esas vestiduras de hoja de higuera, rústicas, ásperas, que tan solo les recordaba la vergüenza, el pecado, la desesperación, el miedo de las consecuencias de sus malas decisiones, aparece el versículo 21 del capítulo 3.

Génesis 3:21 Dios el SEÑOR hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió.

Una vez mas, el Dios de toda gracia actuando en favor de personas que no lo merecían.

Dios tuvo que sacrificar un animal inocente, sacarle la piel, para vestir a dos pecadores, con su gracia, con su perdón, con su justicia, con su amor eterno.

Una y otra vez vemos durante toda la escritura, ejemplos de la gracia de Dios.
Podríamos seguir buscando pasajes, y los vamos a seguir encontrando. Y lo interesante de cada uno de ellos, es que nos representan a todos nosotros.

¿Cuántas veces nos hemos comportado como Sansón? Corriendo detrás del pecado, dejándonos llevar por los deseos de la carne, Y aun así, simbólicamente nuestro cabello vuelve a crecer.

¿Cuántas veces queremos ser como Dios y nos mandamos a hacer cosas contrarias a las que Él nos dice y aun así Dios nos protege y si quedamos desnudos, él nos vuelve a vestir?

La gracia de Dios está constantemente actuando en nuestras vidas, no solo lo hizo en nuestra salvación, sino que la experimentamos todos los días.

Romanos 5:1 Por lo tanto, ya que fuimos declarados justos a los ojos de Dios por medio de la fe, tenemos paz con Dios gracias a lo que Jesucristo nuestro Señor hizo por nosotros.
Romanos 5:2 Debido a nuestra fe, Cristo nos hizo entrar en este lugar de privilegio inmerecido en el cual ahora permanecemos, y esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios.

Hermanos, que bueno es tener presente cada día la gracia de Dios, y ver como esta actúa a diario en nosotros.

Si hoy estamos en Cristo, si hemos sido declarados justos a los ojos de Dios, si hoy tenemos paz con Él, es un privilegio inmerecido, si hoy permanecemos, esperamos con confianza y alegría participar de la gloria de Dios, no es por nuestro méritos, sino por los de Jesucristo.

Ahora, la salvación y el estado de privilegio del hijo de Dios, claramente es por gracia, por medio de la fe, no por obras.

Pero alguien tuvo que pagar el precio de nuestra libertad, todos los beneficios que tenemos, Cristo lo tuvo que ganar en la cruz del calvario, cargando con tus pecados, cargando con los míos y los de toda la humanidad, para vestir nuestra desnudez, para sacarnos de la oscuridad, para levantar al pobre del polvo y al necesitado del basurero y al fin y ponernos como príncipes, entre los que comen en su mesa.

La gracia de Dios, nos hace humillarnos ante semejante generosidad. La gracia de Dios, nos hace entregarnos por completo al único Dios verdadero.
La gracia de Dios nos debería enamorar y apasionar más por El.

Romanos 5:8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Esta, es la síntesis de las riquezas de la gracia de nuestro Padre Celestial, alabado sea el nombre del Señor.

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