3 marzo, 2019

La iglesia de Tesalónica, un ejemplo a seguir


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En el primer capítulo de la carta que Pablo le escribe a la iglesia de Tesalónica, El se ocupa de resaltar , entre otras, tres cosas muy importantes de esa Iglesia sobre todo  podríamos decir hoy, el corto tiempo en que Pablo había estado con ello.

En hechos 17 leemos el relato de Pablo visitando  a Tesalónica, y se nos dice que permaneció allí por tres días de reposo,  tengamos  presente este tiempo que quiero  remarcar y cuya medida, salvando las distancias, como creyentes deberíamos tener en cuenta de manera de poner en valor nuestra tarea en la obra del Señor.

EN HECHOS 17 TIENE COMO  TITULO EL PASAJE EN ESTA VERSIÓN DE LA BIBLIA

El alboroto en Tesalónica

1 Pasando por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga de los judíos.

2  Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y por tres días de reposo[a] discutió con ellos,

3  declarando y exponiendo por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es el Cristo.

4  Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas.

5  Entonces los judíos que no creían, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando una turba, alborotaron la ciudad; y asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.

6  Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá;

7  a los cuales Jasón ha recibido; y todos estos contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús.

8  Y alborotaron al pueblo y a las autoridades de la ciudad, oyendo estas cosas.

9  Pero obtenida fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.

Así que Pablo se quedó en la ciudad solo tres semanas, poco menos de un mes, pero en ese período de tiempo realizó una intensa tarea misionera. Pablo en ese breve período no solo organizó una iglesia local, sino que también les enseñó a los nuevos creyentes las grandes doctrinas de la fe cristiana.

Luego tuvo que salir de Tesalónica en forma urgente como relata hechos 17 debido a la gran oposición al evangelio. Fue expulsado de esa ciudad y descendió a Berea. Pero hasta allí le persiguió el enemigo; entonces nuevamente fue obligado a retirarse. Dejó a Timoteo y Silas en Berea, pero él continuó hacia Atenas. Después de pasar algún tiempo en Atenas, continuó hasta Corinto. Aparentemente fue en Corinto donde Timoteo y Silas vinieron a reunirse con él y le trajeron un mensaje con noticias de los Tesalonicenses. Timoteo también le trajo a Pablo algunas preguntas sobre problemas que preocupaban a los creyentes de Tesalónica. Así que Pablo escribió esta primera carta a los Tesalonicenses en respuesta a sus preguntas, para instruirles más detalladamente y transmitirles el consuelo que necesitaban.

Aunque Pablo había estado en Tesalónica por menos de un mes, había enseñado sobre muchas de las grandes doctrinas de la iglesia, incluyendo la segunda venida de Cristo. Es interesante ver que Pablo no consideró que este tema les resultara difícil de comprender a los nuevos convertidos.

Veamos como texto principal de la reflexión de esta noche el pasaje de 1º Tesalonicenses capitulo 1

1    Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

2  Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones,

3  acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

4  Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección;

5  pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.

6  Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,

7  de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído.

8  Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;

9  porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,

10  y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

Luego del saludo  en el versículo 1 del que podemos destacar que no lo hace solo en nombre propio sino que incluye a Timoteo y a Silas por lo que podemos inferir que lo hace para que los Tesalonicenses sepanque todos ellos estaban de acuerdo en relación con esta carta, dice el versículo 2

«Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones»

Pablo oraba por todas las Iglesias que él había fundado. Pablo tenía una lista de oración bastante larga. Dijo aquí: Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros. Pablo dio gracias por esta iglesia por muchos motivos, y uno de los más importantes fue que ellos eran un ejemplo; están siendo parte de una iglesia modelo.

El versículo siguiente es sobre el que quisiera que nos detengamos a reflexionar.

«Acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.»

En este versículo Pablo destaca 3 puntos fundamentales que hacen a este ejemplo de la Iglesia de Tesalónica:

(1) La obra de vuestra fe.

(2) El trabajo de vuestro amor.

(3) Vuestra constancia en la esperanza en el Señor Jesucristo.

La Gracia de nuestro Dios es inmensa y Pablo describe aquí tres de sus expresiones: la fe, el amor y la esperanza. Recordemos que en su Primera carta a los Corintios, capítulo 13, versículo 13, también reunió a estas tres. Dijo allí: 13Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

Un científico muy destacado, uno de los hombres que tuvo mucho que ver con el diseño de la capa que protege del calor a las cápsulas espaciales cuando entran en la atmósfera terrestre, estaba conversando en cierta ocasión con un predicador y le dijo: «¿Ha notado usted alguna vez que el universo en el cual vivimos está dividido en una trinidad?» Y el predicador respondió: «No, ¿qué quiere decir con eso?» «Bueno, – le dijo – Usted y yo vivimos en un universo físico que está dividido en tiempo, espacio y materia». Y luego le preguntó al predicador: «¿Puede usted pensar de una cuarta cosa?» Y el predicador respondió que no podía pensar de una cuarta cosa. Pero, este científico no se detuvo allí y le dijo: ¿ha pensado alguna vez en que el tiempo está dividido en tres partes: pasado, presente y futuro? ¿Puede pensar en una cuarta parte?» Y la respuesta del predicador, otra vez fue negativa. Y entonces el científico continuó: «pues bien, el espacio está dividido en longitud, anchura y altura. La gente habla de una cuarta dimensión, pero se da la circunstancia de que no existe en este universo material.

Y así podemos ver que este universo en el cual usted y yo vivimos lleva la marca de la Trinidad. Y lo interesante es ver que la Palabra de Dios hace lo mismo. El apóstol Pablo, en esta misma carta, nos habló del hombre como una trinidad. En el capítulo 5:23,  dice: Que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser — espíritu, alma y cuerpo — sea guardado irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Aquí él estaba hablando del hombre como de una trinidad.

Hay otros ejemplos interesantes de la importancia del número 3. Por ejemplo, ¿ha observado usted que en Génesis solo se mencionan tres hijos de Adán? Podemos especular que Seguramente Adán y Eva tuvieron más de tres hijos, quizás muchos más, porque comenzaron la raza humana. Sin embargo solo fueron mencionados tres: Caín, Abel y Set.

Como decíamos, en este versículo 3, Pablo realmente mencionó tres formas de la gracia manifestadas en la vida cristiana. El pasado es la obra de la fe. El presente es un trabajo de amor. El futuro es la constancia de la esperanza. Esta es la biografía del creyente. Estas son las características permanentes, perdurables y eternas de la vida cristiana.

Ahora bien, Fe, esperanza y amor son nombres abstractos. Parecen estar allá, muy alto, en la lejanía, pero nosotros estamos aquí en la tierra. ¿Cómo podemos quitarlas del espacio, de la teoría, y colocarlas en la realidad de nuestra vida aquí abajo? ¿Cómo podemos convertirlas en una realidad concreta, en vez de dejarlas como cualidades abstractas?

Así que la cuestión aquí es cómo vamos a transformar esas tres palabras en algo concreto.

Ahora veamos como lo hizo Pablo. Al recordar la obra de vuestra fe, el trabajo de vuestro amor y vuestra constancia en la esperanza, él citó los tres pasos en la vida de los creyentes de Tesalónica,  en los versículos 9 y 10 de este  capítulo, dicen estos versículos: 9Ellos mismos cuentan de nosotros cómo nos recibisteis y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero10y esperar de los cielos a su Hijo. Y ahora relacionamos este versículo 9 con el versículo 3: como os convertisteis de los ídolos a Dios eso es «la obra de vuestra fe» (v.3); para servir al Dios vivo y verdadero equivale al «trabajo de vuestro amor» (v.3); y esperar de los cielos a su Hijo corresponde a «vuestra constancia en la esperanza»(v.3)

(1) En cuanto a la obra de vuestra fe es una expresión extraña porque en Efesios 2:8 y 9 se nos dice 2:8  Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

:9  no por obras, para que nadie se gloríe.

Sin embargo, aquí se habla de la obra de la fe. Creemos que Pablo está dejando bien en claro que él y el apóstol Santiago no se contradicen.

Santiago escribió, en 2:18,  Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.

Esta es la obra de la fe. Es la forma en que la fe es mostrada a los demás. Así que los escritos de Santiago y los escritos de Pablo ciertamente no se contradicen.

La fe es la respuesta del alma a la Palabra de Dios. Cuando el hombre responde a la Palabra de Dios, encontramos entonces que él anda, que vive por fe. Fue lo que Pablo dijo en su Segunda epístola a los Corintios, capítulo 5, versículo 7; dice: Porque por fe andamos, no por vista. Y el Señor Jesucristo dijo lo mismo en el capítulo 6, del evangelio según San Juan, versículos 28 y 29. Entonces le preguntaron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. El no dijo que usted podía venir a Dios con sus obras, pero que usted debe venir a Dios por la fe. Entonces una fe que está viva, se manifestará, se hará evidente en la vida que una persona vive.

Hubo una buena ilustración sobre este tema en la vida de los discípulos, registrada en Lucas 5:4 y 5. El Señor Jesús le dijo a Simón Pedro: Boga mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; esta era un hecho real, innegable. Era la voz de la experiencia, de quienes conocían aquel mar y que sabían que era inútil regresar al mismo lugar. Pero observemos lo que Simón Pedro añadió: pero en tu palabra echaré la red. O sea que afirmó que volvería e intentaría pescar otra vez. Esta es la obra de la fe. Como creyentes tenemos que ser conscientes de que la obra de fe consiste en actuar basados en la Palabra de Dios. ¿Y cuál es la obra de Dios? Es creer en el Señor Jesucristo -esa fue la manera en que la definió el Señor Jesús en el  pasaje de Juan 6:29, Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. Cuando actuamos basados en lo que dice la Palabra de Dios, nuestra fe resultará evidente al mundo. Esa es la obra de la fe.

La fe es la conexión entre el creyente y Dios.

Estos Tesalonicenses dejaron los ídolos y volvieron a Dios, según dice el versículo 9 que hemos leído. Ahora, Pablo no fue a Tesalónica y les dijo: «Bueno, yo no creo que sea muy bueno para ustedes el adorar a los ídolos. Realmente, esa es una práctica terrible». Él nunca dijo semejante cosa. Cuando él llegó allí, predicó a Cristo. La idolatría no era algo repulsivo para esta gente, pero cuando escucharon a Pablo presentar a Cristo, ellos creyeron en Dios y se volvieron a Dios. Y cuando se volvieron a Dios, automáticamente se apartaron de los ídolos.

(2) Pablo recordó continuamente no solo la obra de la fe de los creyentes de Tesalónica, sino también del trabajo de vuestro amor (como les dijo). Ahora, ¿cuál era ese trabajo de amor? Bueno, Diossalva por gracia, que es amor en acción. El trabajo y el amor no parecen encajar entre sí. Pero es que el amor, trabajará. Y cuando lo hace, sencillamente no parece trabajo. La ilustración de aquella niña pequeña que llevaba a un niño pequeño, pero muy pesado, en sus brazos nos puede clarificar esta afirmación. Un hombre que pasó a su lado le dijo: «¿No es ese niño demasiado pesado para vos?» Y ella entonces respondió: «Oh, no, es mi hermano». El amor cambia totalmente una situación. El trabajo no se siente como un trabajo cuando se trata de un trabajo de amor.

Y el Señor Jesucristo lo dijo de una manera muy directa  en Juan 14:15: Si me amáis, guardad mis mandamientos. Y si usted no lo ama, no sentirá otra cosa que aburrimiento y trabajo en el intento de cumplir Sus mandamientos. No creo que merezca la pena intentar obedecerlos con esa actitud.

Si lo sentimos como una carga el trabajar para el Señor Creo que en ese caso el Señor Jesús nos diría: «Dejen  de hacer esto, no se preocupen por ello». El no quiere que usted trabaje con ese sentimiento o actitud. El espera que nosotros le amemos. Entonces, cualquier cosa que hagamos por El será un trabajo de amor. Esta forma de sentir y de actuar debería caracterizar a la vida del creyente.

(3) La tercera cosa por la cual Pablo elogió a los Tesalonicenses fue la constancia en la esperanza. Después de que ellos se habían apartado de los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, también esperaban que Su Hijo descendiera de los cielos. Esta era la constancia con la que vivían esa esperanza.

Cada ser humano vive con algún tipo de esperanza en el futuro. Y esa esperanza, cualquiera que sea, le sostiene, le sirve de apoyo y aliento. Y por siglos, el hombre así lo ha expresado. Martín Lutero dijo: «Todo lo que se hace en el mundo, se hace por esperanza».

La vida se disfruta verdaderamente al servir al Dios vivo y verdadero, y al esperar a Su Hijo que vendrá desde el cielo. Esa es realmente una esperanza feliz para el día de hoy. Hay una gran cantidad de personas en la actualidad que depositan su esperanza en el hombre, pensando que el ser humano puede resolver todos sus problemas y traer paz y prosperidad al mundo; pero el hombre y lo está demostrando no puede lograr esto. Si ésta es nuestra esperanza, en un sentido usted estamos perdiendo el tiempo. Dios sacó al hombre del paraíso porque era un pecador, y el hombre ha tratado de construir un paraíso desde entonces. El hombre era un pecador. Pero Dios no lo dejó vivir para siempre en el pecado.  ¿Cuál es la esperanza de muchos hombreshoy? ¿Se basa en recursos elaborados por el ser humano? Que Dios tenga compasión de cualquier persona cuya esperanza descanse en esta pequeña y frágil convicción. No creemos que algún hombre, grupo social u organización pueda solucionar los problemas de este mundo. El cetro de este universo se encuentra entre las manos de Jesús  y El se pondrá en acción en el momento oportuno. Lo que sí sabemos es que, como dijo el apóstol Pablo en Romanos 8:28, que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, a los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.

Así, hemos visto que Pablo reunió a la fe, a la esperanza y al amor, los tres tiempos de la vida cristiana; (1) la obra de fe, que mira  la cruz y produce buenas obras en la vida; (2) al trabajo de amor, que es la base presente y la motivación sobre la cual el hijo de Dios ha de servir a Cristo; y (3) la constancia en la esperanza, que mira hacia el futuro.

¡Qué extraordinaria trinidad de gracias cristianas! Deberían formar parte de la biografía de cada creyente. Así era la biografía de la iglesia en Tesalónica, y esperamos,  que sea la biografía de nuestra iglesia, y también nuestra trayectoria personal en el viaje de la vida cristiana.

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