La iglesia necesita buen orden, buena doctrina y buenas obras – Parte 2
Por: Carlos Amarillo | Temas: Tito
Nietzsche, fue un filósofo alemán, un hombre cínico, ateo, un hombre impío y lujurioso, que se atrevió a decir: Dios ha muerto, y precursor en sus libros del superhombre, él miró a la iglesia y evaluó el cristianismo de sus días, ¿Sabés lo que él dijo al respecto? “Si ustedes quieren que yo crea en su Redentor, ustedes tienen que lucir un poco más redimidos”. Piense en eso.
Las ideas que el mundo tiene acerca de Jesucristo no las sacan de la Palabra de Dios, porque ellos nunca leen la Biblia, la sacan de nosotros. Pablo le escribió dos cartas a Timoteo y una carta dirigida a Tito. Estas cartas fueron llamadas Cartas Pastorales, porque en ellas Pablo les dio instrucciones sobre la iglesia local.
Entender el mensaje de la carta será muy provechoso para nosotros hoy.
Sobre el tema de la iglesia y como conducirla hay cientos de libros escritos. En la Biblia solo tenemos estas tres epístolas, y son muy breves; sin embargo nos proporcionan información sobre los procedimientos de la iglesia. La impresión que nos dejan es que si hay una necesidad en una iglesia, el problema no radica en la organización o en el sistema que se utiliza. Es decir, que si hay una necesidad en una iglesia, esa es una necesidad espiritual.
Sabemos muy poco Timoteo y Tito. Tito, parece haber sido más fuerte que Timoteo, tanto física como espiritualmente. Pablo se preocupó más por Timoteo que por Tito. Tito era probablemente más maduro, y poseía una personalidad más viril. En esta carta a Tito tenemos una buena imagen de una iglesia del Nuevo Testamento en su realización plena en la comunidad, como un organismo viviente y revolucionario. Tengamos en cuenta el gobierno del Espíritu Santo que existía en una iglesia de ese tiempo. Recordemos a Ananías y Safira que mueren por mentir al Espíritu Santo.
Según esta carta a Tito, la Iglesia ideal es aquella que:
(1) Tiene que ser ordenada o estar bien ordenada, en las cartas a Timoteo el énfasis recayó sobre la necesidad de la enseñanza de la sana doctrina en la iglesia. En la carta a Tito, el énfasis se colocó sobre la importancia del orden de Dios para la conducta de las iglesias. Los eruditos dicen que el texto de Tito 1:5 es la clave para toda la carta: “Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieras lo deficiente y establecieras ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé”. O sea, que Tito tenía que poner las cosas en orden en las iglesias de Creta.
La iglesia tiene que ser una iglesia ordenada. 1 Corintios 14:40, dice que todo debe hacerse decentemente y en orden. La iglesia sin orden tiene verdaderos problemas y constituye un motivo de sufrimiento o presión para su pastor. El orden de su trabajo siempre debe contemplar primero los mandamientos generales de Dios, antes de obedecer los particulares.
¿Qué quiero decir? Los mandamientos generales son entre varios: Orar, conocer las Escrituras, evangelizar, discipular, y estos deben tener prioridad sobre los demás mandamientos de la Palabra. Era necesario que los cretenses aprendiesen algo acerca del orden en la iglesia, y Pablo le encargó a Tito que nombrase ancianos, u «obispos” (cargo). Y nos dice cuáles deben sus calificaciones: “El que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía…. (Tito 1:6-8)
¿Dónde los encontraría? En Creta entre los que antes se caracterizaban por ser mentirosos, malas bestias y glotones perezosos. Ese es el cambio que produce el evangelio, y los encontró. De este modo, la iglesia se convierte en una comunidad sanadora, introduciendo en la comunidad las virtudes de la gracia que transformarán gradualmente a la comunidad. La iglesia recibe la exhortación aquí de reconocer que las autoridades son, en cierto sentido, los ministros de Dios, enviados para mantener el orden, y que debe de haber obediencia en todos los aspectos relacionados con lo estipulado por la ley, excepto aquellos en los que claramente desafían los preceptos espirituales Tito 2:12-13.
No es en la iglesia, sino en el mundo, en medio de la vida de los negocios, del comercio, el mundo profesional y las empresas normales de la vida, es ahí donde debemos de vivir sobria, santa y rectamente. Esa era la verdad que necesitaban conocer.
(2) Que tiene una buena doctrina, bien fundada en la Palabra de Dios. En Tito 2 enfatizó que la iglesia tiene que enseñar y predicar la Palabra de Dios. Tito 2:1 “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina”. Él dijo que la iglesia debía estar doctrinalmente sólida y bien fundada en la fe. Hoy parece que no se hace este énfasis sobre una doctrina sólida, basada en la Palabra de Dios.
Un pastor no será juzgado por el tamaño de su iglesia, sino por su fidelidad o apego a la Palabra revelada, no estamos para edificar nuestro propio imperio. El Pastor tiene que llenar el púlpito con la Palabra de Dios, y no el templo con gente. A la eternidad pasan personas, no edificios, aunque no es malo tener un edificio cómodo para servir al Señor. El objetivo es ganar a las personas y edificarlas espiritualmente en la congregación. Este debería ser el énfasis de cualquier iglesia.
Debían de tener muy clara cuál era la base de la salvación del hombre. Y el apóstol dice en Tito 3:4-5a «Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor por los hombres, nos salvó,…»
No sirve un empujón de abajo, sino una mano de arriba. Tito 3:5
Las buenas obras son consecuencia de la salvación, no causa de ella. (Tito 3:4,5) Él nos transforma desde el interior; no nos pone algunos parches en el exterior. La psicología es totalmente impotente el evangelio logra lo que no puede conseguir la psicología, ni ninguna otra cosa. El mensaje supremo de la iglesia es declarar y proclamar estas buenas nuevas de que hay un medio para ser regenerados y renovados en el Espíritu Santo. Tito 3:6-7)
Ahora bien, cuando la Biblia habla acerca de la esperanza, no se refiere a una ligera posibilidad,
Necesitaban saber la verdad acerca de lo que podían esperar del futuro (Tito 2:11-13)
El Dr. Robert Lee un gran pastor, rindió un tributo a la Biblia cuando escribió lo siguiente:
“La Biblia es un libro que está mucho más allá de todos los libros, así como un rio es mucho más que un arroyo, es un libro que está sobre todos, así como el sol con su brillantez, es mucho, mucho más que un simple candil, es como las alas de un águila mucho más poderosas que las alas de un gorrión.
La Biblia es sobrenatural en origen, eterna en duración, infinita en su alcance, humana en la Escritura, inexpresable en valor, inconmensurable en influencia, infinita en alcance, divina en autoridad, regenerativa en poder, infalible en autoridad, universal en interés, personal en su aplicación, e inspirada en su totalidad, es un libro que ha recorrido más senderos, ha viajado por más carreteras, ha golpeado a más puertas, y ha hablado a más gente en su propio idioma, que ningún otro libro que jamás el mundo haya conocido”. Este párrafo es un extraordinario homenaje a la Biblia.
Hoy gran parte de la gente que está en la iglesia creen pero no muchos piensan, crean a ciegas lo que el pastor dice por eso hemos llegado a ver tantas cosas difíciles, pero si se pensara seriamente, la IGLESIA SERIA INMUNE A TODA EXTRAVAGANCIA, hay que enseñarle a pensar a la gente; pero también ayudarle a creer a los que piensan, que están afuera, como en Hc17, y ahí está Pablo moviéndose en estas dos dimensiones y él va y les predica.
Había algo que tenían claro las primeras congregaciones cristianas según vemos en el NT, que TODO LO NUEVO EN EL INICIO DE LA IGLESIA ERA HEREJIA; LAMENTABLEMENTE HOY PARECE BUENA DOCTRINA.
El humanismo ha permeado nuestra prédica con ideas humanistas y de gran valoración de la acción humana, cuando debemos poner en claro la obra de Dios:
Por eso cambiamos la palabra RENDICION, que tiene que ver con ser un esclavo de Jesús, por la palabra COMPROMISO, que es tan linda pero no es bíblica, yo puedo romper compromisos.
Usamos la palabra DECRETO, cuando debería decir: ME HUMILLO. No debo decir: DECLARO, porque el que declara es Dios y yo repito lo que Él dice, más bien diré RUEGO. En lugar de ESTABLEZCO decir SUPLICO, en vez de decir: DETERMINO, decir yo PIDO, y en lugar de ARREBATO, yo ENTREGO.
Estuve participando en los últimos meses en retiros de pastores y en ese ámbito se transmitió una gran preocupación sobre este asunto de la SANA DOCTRINA:
Se dijo allí que algunos cultos evangélicos se han vuelto humanistas y religiosos, el centro no es Dios, cuando nosotros empezamos a orar, es una caminata en la que empezamos a replegarnos sobre nosotros mismos, soy yo, mi trabajo, salud, mi necesidad, mi familia, es mi ministerio, voy replegándome hasta que en el medio quedo yo, y Dios está afuera y la gente viene por eso a la iglesia: Porque la religión, es el hombre queriendo tomar el lugar de Dios, pero la salvación es Dios viniendo a tomar el lugar del hombre. (Retiro en San Francisco).
El humanismo décadas atrás mezcló evangelio con comunismo y nació la malvada Teología de la Liberación que tanto daño hizo. Hoy cambia y nos trae la Teología de la Prosperidad, que es muy “bien recibida” en economías inestables como las de Latino América, que intenta cambiar en nosotros el móvil de porque ofrendamos, yo ofrendo por gratitud al Señor, y no esperando que lo que yo entrego a Dios, sea multiplicado, por 10 o por 20.
El hombre no llega a la verdad de Dios por la intuición ni porque la razona, llevamos a ella virtud la revelación. Hay que decir: La Palabra de Dios dice, y dejar de decir: Dios me lo dijo, es algo que está revelado, por eso acertadamente Judas dice: “…me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” ha sido dada a los santos, se debe volver a la Palabra, los escritores bíblicos tuvieron revelación, pero nosotros tenemos ILUMINACION, que nadie venga con revelación, o sea el Espíritu Santo que reveló la Palabra, y yo como cristianos que soy habitación del Espíritu, El me guía a toda verdad, ¿Cuál verdad? La YA REVELADA.
Algo que también me inquietó en este retiro fue esta afirmación: “La iglesia debe volver a oír el evangelio, no solamente los que están afuera, hay que volver a predicarle el evangelio a la iglesia, uno de mis temores como pastor, es que mucha gente de nuestra iglesia, no haya experimentado la crisis de la conversión, no están viviendo como se vive en el reino de Dios, yo no puedo juzgar la salvación de nadie, pero necesitamos volver a oír el evangelio, hay que volver a evangelizar”.
Dice el Pacto de Lausana: No existe una cultura cristiana existe solo una doctrina cristiana para todas las culturas, en base a esto quiero decirles: No existe una cultura evangélica, existe un solo evangelio para todas las culturas,
Pablo dice 2 Timoteo 4:4 “y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Ha llegado de nuevo este tiempo, fábula en griego es mitos, eso es mitología, y ¿Por qué dice volverán? Porque la sociedad va a volver a aquel tiempo cuando la verdad es algo que uno intuye, es algo místico, no es algo cierto, por eso necesitamos predicar la sana doctrina en este tiempo,
Esto decía el Pastor Samuel Perez Millo en Buenos Aires con motivo de los 500 años de la Reforma: “La iglesia que prospera, es la iglesia que descansa en la Biblia, y es enseñada en ella. Necesitamos hombres preparados técnicamente, por supuesto, hombres que conozcan las lenguas bíblicas, fantástico; hombres que conocen la hermenéutica, muy bien, que son especialistas en doctrina no se cual, perfecto; pero sobre todo, un expositor bíblico, un maestro, un pastor en la iglesia, tiene que vivir conforme a la Biblia.
El que vive a Cristo, vive la Biblia, o el que vive la Biblia vive a Cristo, porque Cristo se expresa en la Biblia
(3) Es pura en la vida, y está preparada para hacer toda buena obra. En Tito 3, vemos que la iglesia tiene que realizar buenas obras. Tito 3:1, “Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra”. En otras palabras: Buen orden, buena doctrina que ha de demostrar sus buenas obras.
Debemos ser una iglesia que esté usando todos estos tres elementos, que haya UN HILO CONDUCTOR PARA QUE SEA EVIDENTE.
Durante su reinado el Emperador Juliano, trató de revivir el paganismo del Imperio Romano, pero se dio cuenta de que las religiones paganas estaban decayendo ante la creciente popularidad del cristianismo, perdiendo popularidad del cristianismo. En una carta a un sacerdote pagano, le menciona las características del cristianismo que, en su opinión, lo había hecho tan exitoso. En su carta decía: “Es deshonroso que… mientras que los galileos impíos (linda manera de llamar a los cristianos…) mantienen a los pobres que están entre ellos y también a los nuestros, todos los hombres ven que a nuestra gente le hace falta nuestra ayuda”.
Lo que el Emperador Juliano observó con remordimiento no era nuevo. En el siglo anterior durante las grandes plagas, los cristianos ayudaron económicamente a los necesitados y brindaron apoyo a todos los miembros de la ciudad. En obediencia al mandato de “ama a tus enemigos”. Muchos cristianos entregaron sus vidas cuidando a los enfermos, sin importar si eran cristianos o no. El contraste con la conducta egoísta de muchos de los paganos, fue tan grande que los cristianos se ganaron un gran respeto por su fe, aun de los paganos que no dejaban de convertirse al cristianismo. ¿Y tú? ¿Crees que la compasión y amor por tu prójimo está trayendo otros a Cristo?
Esto mismo que vio Juliano un par de siglos después del nacimiento de la iglesia, es lo que Pablo le está diciendo a Tito, que tenía un trabajo arduo para poner en pie a la iglesia en Creta, ¿Qué tenía que hacer Tito? Poner buen orden, predicar la sana doctrina e insistir en las buenas obras.
Por eso yo animo a la iglesia a que hagamos buenas obras, como consecuencia de la sana doctrina y enseñanza, por eso hay hermanos trabajando intensamente en recuperar al prójimo de las adicciones, se alimenta gente en situación de calle, se ayuda en el ministerio de los chicos con capacidades diferentes, por eso también una cantidad muy grande de mujeres trabaja preparando ropa, colchas y ropa de bebé para situaciones emergentes, y Dios añada más tareas en este sentido de las buenas obras, es el camino del evangelio.
Una iglesia debería estar preparada para realizar toda obra buena. A veces algunas congregaciones dan un gran énfasis a la doctrina y descuidan el énfasis en las buenas obras. Una iglesia tiene que estar comprometida en la realización de buenas obras. Hay mucha gente que necesita ayuda, no solo ayuda espiritual sino también ayuda material. Tenemos que ocuparnos en hacer obras efectivas a favor de las personas, para ayudarlas en sus necesidades físicas. La obra social de la iglesia a favor de la comunidad en que se encuentra es de gran importancia. Los necesitados sean niños, jóvenes ancianos, los que viven en soledad.
Algunos que profesan ser cristianos han enfatizado Tito 3, que habla sobre las buenas obras, pasando por alto los dos capítulos anteriores, que tratan temas de orden y doctrina. Hasta que una iglesia funcione utilizando todos estos tres aspectos que Pablo bosquejó, no tiene derecho a considerarse «una iglesia del Nuevo Testamento». (Sacado de Escuela Bíblica).
La frase «buenas obras” aparece en TITO en cinco ocasiones diferentes. BUENA DOCTRINA Y BUENA PRACTICA (buenas obras)
Tito 1:16, eran «reprobados en cuanto a (para) toda buena obra”. Luego, en…
Tito 2:7-8 dice: “Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros”.
Y Tito 2:14, termina con la idea: “Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras”.
Tito 3:8 dice: “Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres”. «Palabra fiel es esta…” (Es decir en las buenas obras) (v. 8) y
Tito 3:14 nuevamente dice: «Y aprendan también los nuestros a dedicarse a las buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto”. (v. 14)
¿No es eso lo que está buscando la iglesia, lo que busca también el mundo? La sana doctrina, la enseñanza buena y sólida, las revelaciones sinceras acerca de la verdad y las buenas obras para apoyarlas y demostrar la realidad de esta enseñanza.
En cuanto a la necesidad de las buenas obras, hay unos consejos prácticos para personas de diversas edades.
A los ancianos se les dice: “Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia» (Tito 2:2)
A continuación aconseja a las mujeres mayores diciendo: “Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos”, (Tito 2:3-4) La labor de las mujeres mayores, es enseñar a las más jóvenes a ser buenas esposas y además:
“A ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.» (Tito 2:5)
¡Qué práctica es esta carta! Pero con todo y con eso, al ofrecer el apóstol estas normas prácticas, está al mismo tiempo inculcando sosegadamente a la comunidad cretense el poder que no tardaría en convertirse en un factor vital para cambiar toda la vida de la isla.
¿Cómo era la sociedad y la iglesia de aquel tiempo en Creta? Es posible que la iglesia de Creta la empezase los creyentes judíos de Creta que fueron a Pentecostés, sumados a la obra de Pablo y Tito después del primer encarcelamiento de Pablo en Roma. Por lo que sabemos, Pablo fue puesto en libertad después de ese tiempo de encarcelamiento, del que ha quedado constancia en Hechos. Muchos eruditos creen que después de su viaje a España, él y Tito fueron a la isla de Creta y comenzaron o continuaron la iglesia allí. Como nos dice en su epístola, primero dejó a Tito allí «para que pusieras en orden lo que faltase y establecieras ancianos en cada ciudad, como te mandé”. (Tito 1:5)
La carta de Tito, nos ofrece una visión interesante acerca de lo que estaba pasando en la iglesia primitiva, mientras el apóstol viajaba de un sitio a otro, enviando a jóvenes como delegados apostólicos, para que realizasen el trabajo por él en diversos lugares.
Descubrimos en el trasfondo de esta epístola el carácter de los de Creta, (Tito 1:12) Pablo quiere que entienda la formidable naturaleza del problema que tiene que resolver, Tito 1:15-16.
Esa era la clase de sociedad en la que vivía la iglesia cristiana, eran personas cuyas mentes y conciencias estaban corrompidas, profesando conocer a Dios, pero realmente lo negaban.
Además les llama «malas bestias”, es decir, eran como animales en sus actitudes unos para con otros. Este tema se amplía en el capítulo tres, cuando el apóstol dice: (Tito 3:9-11)
Se pretende que el evangelio sea un elemento que cause inquietud y que cambie la sociedad. La iglesia es un cuerpo revolucionario, lo ha sido siempre, y por ello podemos identificarnos y oponernos a algunos de los desafíos del status quo con el poder de Dios.
La necesidad básica de aquellas gentes era tener la “sana doctrina”, Tito 2:1, una frase que se repite en varias ocasiones a lo largo de esta epístola. Pablo sabía que a fin de introducir un cambio en la sociedad, era preciso decirle la verdad a la gente, enseñándoles la verdad.
¿Cuál es la principal tarea de la iglesia? Es el traer almas por intermedio de la predicación del evangelio, a los pies de Jesús, nuestra labor no es luchar contra las drogas, la pornografía, el juego o el aborto, nuestro trabajo principal no es pelear contra la ideología de género, el evangelio de Jesucristo tiene la solución para todo esto y mucho más, pero vos no podes volver a alguien anti ideología de género, o anti aborto, anti perversión sexual, o anti cualquier cosa, si esa persona no es creyente verdadero en Jesucristo, porque el cambio tiene que efectuarse en el corazón de la persona, nuestra singular comisión es ganar almas.
Alguien puede decir: Necesitamos proveer ropa a los que sufren frio, proveer un lugar para vivir a quienes no tienen donde vivir, y alimentar a los hambrientos, cierto, muy cierto pero eso no es nuestra principal comisión si no tenemos cuidado lo único que estaremos logrando es que este mundo sea un mejor lugar desde donde irse al infierno.
Las personas reales, tienen todas sus defectos, sus problemas, sus falencias, las personas ideales no, la iglesia no trabaja con personas ideales, trabaja con personas reales, en eso se diferencia de la ideología, las ideologías trabajan con personas perfectas, entonces, ahí funciona; cuando entra el factor humano que no es perfecto, se viene todo abajo, en cambio, la iglesia parte de esta realidad: El hombre es pecador, y por lo tanto, si el hombre es pecador, entonces, las personas reales las personas que están en la iglesia, son personas con problemas, con dificultades, pero personas que han sido separadas por Jesucristo que están en esa lucha continua por esa transformación que el Espíritu Santo va haciendo en nosotros.
Conclusión: Finalmente, el apóstol da algunas palabras personales de advertencia y de consejo, dice: «Cuando envíe a ti a Artemas o a Tíquico, apresúrate a venir a mí en Nicópolis, porque allí he determinado pasar el invierno”. (Tito 3:12)
Nicópolis esta al oeste de Grecia, en el Mar Adriático frente a Italia. Al parecer, Pablo escribe desde Corinto, y estaba enviando a dos jóvenes a reemplazar a Tito en Creta.
A continuación termina la epístola de la misma manera que la empezó, diciendo: “Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto”. Tito 3:14 ¿Cómo empezó la epístola? “Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad”, (Tito 1:1)
He ahí el tema de la epístola, la verdad que encaja perfectamente con la piedad; la sana doctrina y las buenas obras corren parejas y la base de todo ello, como ya hemos visto, es “en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos”, Tito 1:2. Es la promesa de (Génesis 3:15).
A continuación habla acerca del método por el cual esto se convertiría en realidad: “Y a su debido tiempo manifestó su palabra por medio de la predicación que me fue encomendada por mandato de Dios nuestro Salvador,» (Tito 1:3) Si se ha producido un verdadero cambio en su vida, fue gracias a la predicación, escuchando la exposición de la palabra liberadora y al creer se experimenta el lavamiento de la regeneración y la posterior renovación, la continuada renovación, del Espíritu. Generación tras generación de cristianos han vivido y han muerto desde aquellos días, pero el mundo sigue estando aquí, y las promesas también. Señor, esta es la época en la que nos ha tocado vivir, Dios nos ha llamado a que seamos santos, a que seamos miembros del Cuerpo de Cristo, como lo fueron aquellos cristianos primitivos. Concédenos el valor, la fortaleza, la perseverancia, la visión y la fe, a fin de que podamos manifestar con claridad estas verdades en nuestra hora de la historia humana.
Finalizo con una ilustración del Pastor Juan Carlos Ortiz que dio en Lausanna 74 Suiza: “Dios está haciendo algo más que volver a agrupar a su pueblo. Lo está uniendo. Y lo voy a ilustrar con algo que -todos conocernos: las papas. Cada planta de papas tiene tres, cuatro o cinco tubérculos. Y cada tubérculo pertenece a una u otra planta.
Llegado el momento de la cosecha, la persona encargada de la recolección hace un pozo en la tierra, las saca y las va poniendo en una bolsa. Podríamos decir que las está agrupando. Puede que estas papas muy alborozadas exclamen: – ¡Gloria al Señor, ¡ahora todas estamos en una misma bolsa!- Pero aunque estén todas en un mismo saco, aún no son una.
Llega el momento en que el ama de casa las compra. Ella las lava y las pela. Las papas piensan que ahora sí están más unidas. – ¡Qué maravilloso es este amor que existe entre nosotras!
Eso no es todo. Luego de peladas son cortadas en trozos y mezcladas unas con otras. Para entonces han perdido bastante de su identidad. Lo cierto es que piensan que ya están listas para el Maestro.
Pero lo que Dios quiere es puré de papas. No muchas papas sueltas, sino puré de papas. Cuando son reducidas a puré ninguna podrá levantarse y exclamar: -Miren, ¡ésta soy Yo!- La palabra tiene que ser nosotros. Es por esa razón que el Padre nuestro comienza con estas palabras: «Padre nuestro que estás en los cielos….. De lo contrario diría «Padre mío que estás en los cielos…Con la mayor reverencia quiero decirle que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son tres papas hechas puré. Jesús tiene hambre. Ansía puré de papas. Lo va a tener. Ya está haciendo cosas muy profundas en el seno de su Iglesia”.
Dios dice: «¿No es mi palabra como martillo que quebranta la piedra?»,