8 marzo, 2015

La oración que llega a Dios


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Cuando vos o yo no oramos, no solo que dejamos de recibir una bendición, sino que estamos pecando, en Marcos 14:38, Jesús les dijo: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”.

La oración hará que dejemos de pecar, pero, el pecado hará que dejemos de orar, Santiago 4:3-4 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.

Santiago está hablando de la oración que Dios rechaza, algunas personas hacen largas oraciones en voz alta, sin embargo sus oraciones no son contestadas.

Santiago 4:1-2 “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís”.

Jesucristo dijo que si pedimos, recibiremos; y Santiago nos dice que no tenemos, pues, porque simplemente no pedimos; y cualquier fracaso en nuestra vida es sobre todas las cosas, un fracaso en nuestra vida de oración, y aun los pecados en nuestra vida pudieran evitarse si hubiéramos tenido una genuina vida de oración, por eso digo que necesitamos aprender a orar, Sgo 4:1-11

1) La oración que no es ofrecida.

2) La oración que es rechazada.

3) La oración que llega.

1) La oración no ofrecida.

Proverbios 27:7 dice: “El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero al hambriento todo lo amargo es dulce”. “El pan del engaño es dulce pero después su boca se llenará de grava”. Pr 20:17. No orar es pecado. 1 Tes 5:17, dice: “Orad sin cesar”; y en Lucas 18:1 Jesús contó la parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar.

La oración hará que dejemos de pecar, pero, el pecado hará que dejemos de orar.

 

2) La oración rechazada. No es que no oramos, sino que oramos, pero Dios no acepta nuestra oración, ¿Por qué? Malos motivos, Santiago 4:3-4

Algunas personas hacen largas oraciones en voz alta, y predican, sin embargo sus oraciones no son contestadas. ¿Por qué? Porque tienen una motivos malos, hay gente que quiere sacrificar la respuesta a sus oraciones en el altar de su lujuria, no buscan la gloria de Dios, quieren sus propios deleites, su motivación es egoísta, y por lo tanto, básicamente pecaminosa; y Dios jamás va a respaldar nuestra egolatría. Cuando cometemos adulterio espiritual, no estamos interesados en la gloria de Dios, sino en complacer nuestras propios intensos y fuertes deseos. Muchas oraciones suenan mundanas, buscando la autosatisfacción, el tener más cosas, el hacer más de lo que a mí me complace, el gozar de placeres a plenitud. Tus deseos egoístas siempre serán negados, pero tus necesidades legítimas, nunca te serán negadas.

 

3) La oración que llega a Dios. ¿Cómo podemos orar para que Dios nos escuche?

Santiago nos da principios básicos, que son necesarios:

 

1) Sensibilidad al Espíritu. Santiago 4:5 “¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?” ¿Quién es el Espíritu que mora en nosotros? El Espíritu Santo, nos anhela celosamente, profundamente, morar en nosotros; hace morada en nosotros anhela la devoción de nuestro corazón.

Dios demanda ALGO de nosotros antes de orar. Demanda nuestro corazón, el Espíritu Santo nos dice: Entrega tu devoción total a Cristo, nos anhela celosamente por causa de Cristo.

Dios es un Dios celoso, celos, no siempre es algo malo, cuando vos o yo somos celosos de nuestras obligaciones y responsabilidades, y la cumplimos a cabalidad, celosamente si se quiere. Hay muchos ejemplos de malos celos.

Dios quiere ser prominente en tu vida, El demanda ser preeminente. En todas las cosas, Jesús debe ser preeminente, y el Espíritu Santo que nos ha sido dado por Dios, está constantemente diciéndonos que en nuestro corazón y en nuestra vida, Jesús debe ser Señor.

¿Querés que tus oraciones sean contestadas? Entonces tenés que ser sensible al Espíritu Santo, esto es lo que la Biblia llama orar en el Espíritu, y oramos en el Espíritu por medio del Señor Jesucristo, a Dios el Padre; el Espíritu Santo quiere pensar a través de nuestra mente, quiere sentir a través de nuestro corazón; quiere expresarse a través de nuestros labios, quiere llorar a través de nuestros ojos, quiere gemir a través de nuestro espíritu en oración, por eso debemos estar orando siempre en el Espíritu con toda súplica y ruego.

Santiago dice que primero debemos ser sensibles al Espíritu PORQUE es el Espíritu Santo quien nos enseña a orar, por nosotros mismos no sabemos como orar, pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles.

LEPROSO. Cuando camínanos usamos una pierna y luego la otra, cuando nos sentamos nuestro peso se distribuye, pero un leproso no hace eso, el Dr. Brand dice que un leproso no cojea cuando su pierna está herida porque no siente ningún dolor, así que camina en la herida, su pierna herida nunca descansa, cuando usted se tuerce un tobillo los nervios inmediatamente le dicen a su cuerpo que quite cualquier peso sobre ese tobillo, y todo esto sucede en brevísimos segundos. La lepra ataca principalmente a las células nerviosas. La pérdida gradual de la sensación de dolor lleva a un uso abusivo de esas partes del cuerpo que más dependen de la protección proporcionada por el dolor. Una persona que se martilla el dedo no siente dolor, y contrae una infección. Cuando vos te torcés el tobillo, tiene la pierna herida, pero continúa caminando y él no va a cojear (lo dice el Dr. Brand). ¿Por qué no lo hace? Porque sencillamente no siente ningún dolor, y camina con la pierna herida y no descansa. Cuando caminaba con mi esposa en un terreno de montaña, ella se cayó, vos te doblás el tobillo, algo muy común en todos nosotros, sus nervios hicieron que su cuerpo se relajara, y por eso se cayó. ¿La razón? Para proteger su pierna para que ella no camine sobre los tendones retorcidos de su tobillo.  El dolor tiene un propósito protector, nos dice que algo no está bien y se lo dicen al cerebro, quiten cualquier peso sobre ese tobillo, y lo hace en breves segundos y todo el cuerpo se desploma. El dolor tiene un propósito protector, gracias a Dios porque el dolor nos dice que algo no está bien.

Otra, se pierde el uso del nervio que inicia el movimiento del párpado cada ciertos segundos para guardar la lubricación humectante, y como consecuencia el ojo se seca, y la persona se queda ciega. El dolor nos dice que algo no anda  bien y nos protege, gracias a Dios por el dolor. Es también el caso de una muela que tiene una carie y comienza a darme dolor.

Dios susurra e nuestros placeres y habla a nuestras conciencias, pero grita en nuestro dolor, C. S. Lewis

 

2) Debe haber sumisión al Padre. Santiago 4:6-7 “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. 7  Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Ninguna oración será contestada, sin someternos a Dios y el Espíritu Santo nos hace sensibles en este asunto, porque es absolutamente celoso.

¿Sabés que Dios te ama con un amor celoso o sea con un amor que se preocupa por vos?

Abraham Lincoln estaba un día en un mercado de esclavos y miró a una joven y bella esclava que estaba siendo vendida en una subasta pública. Hombres lujuriosos estaban haciendo sus ofertas, entonces Lincoln empezó a hacer ofertas a su vez.  Finalmente, fue vendida a Lincoln.  Él tomó el certificado de venta y se lo entregó diciéndole: “Eres libre”.  Ella le preguntó: “¿A qué se refiere con ‘libre’?” Él le contestó: “Eres libre”.  Ella continuó preguntando: “¿Libre para hacer lo que desee hacer?”  Él respondió: “Sí”.  “¿Libre para decir lo que quiera decir?”  Él contestó: “Sí”.  “¿Libre para ir a dondequiera ir?”  Él respondió: “Sí”.  “Entonces voy con usted”.  Jesús te ha dado su libertad, has sido redimido por su sangre. Y en agradecimiento, dedicá tu vida a Él.

Santiago dice que no tenemos, porque no pedimos, y que cuando pedimos, pedimos mal, pero escuchemos algunas palabras de Jesús: “Os doy autoridad sobre todo poder del enemigo”, “Mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo”, al orar tenés que saber que entrás en una batalla contra el diablo, porque la oración es en la mayoría de las veces una batalla; y debemos ponernos toda la armadura de Dios para resistir los ataques enemigos.

Efesios 6:18 “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”.

Cuando comenzamos a tomar en serio el señorío de Cristo, nuestras oraciones serán contestadas.

Debemos someternos a Dios, Muchas oraciones no son contestadas porque decimos: No tu voluntad, sino la mía sea hecha, la oración no es un ejercicio espiritual por medio del cual convencés a Dios para que El haga lo que no quiere hacer, no es el tratar de torcer la voluntad para que esté de acuerdo a la tuya, orar es saber la voluntad de Dios y hacerla, por eso cuando nos acercamos a Dios siempre debe ser diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad”.

DOS JARDINES: En el Jardín del Edén, se inician los problemas cuando Adán dijo: No tu voluntad, sino la mía sea hecha, pero gracias a Dios por el segundo Adán, el Señor Jesucristo, quien oró en otro Jardín, el de Getsemaní y dijo: No mi voluntad sino la tuya sea hecha, y esa es la clase de oración que será contestada, cuando nos acercamos a Dios sometiendo nuestra voluntad a la voluntad del Padre, nuestra oración será contestada.

Mateo 26:37-39 39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: «Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú».  Cuando el Señor luchó contra el abatimiento, hizo algunas cosas que deberíamos imitar:

1) Escogió algunos amigos íntimos para que estuvieran con él. “Se llevó a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo” (37).

2) Les abrió su alma cuando les dijo: “Es tal la angustia que me invade, que me siento morir” (38).

3) Les pidió su intercesión y comunión cuando les dijo: “Quédense aquí y manténganse despiertos conmigo” (38).

4) Derramó su corazón ante su Padre celestial: “Padre mío, si es posible, no me hagas beber este trago amargo.” (39)

5) Encomendó su alma a la sabiduría soberana de Dios. “Pero no sea lo que yo quiero sino lo que quieres tu” (39).

6) Fijó los ojos en la gloriosa gracia venidera que le esperaba al otro lado de la cruz “…quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.” Hebreos 12:2  puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Cuando súbitamente algo parezca amenazar nuestro futuro, recordemos esto:

Las primeras ondas expansivas del abatimiento no son pecado. El peligro real es rendirse ante ellas. Someterse. No presentar batalla espiritual. La raíz de ese sometimiento es la incredulidad; no luchar por la fe en la gracia venidera.

No atesorar todo lo que Dios promete ser para nosotros en Jesús. Jesús, con su ejemplo, nos muestra otro camino. No es sin sufrimiento ni se trata de una actitud pasiva. Seguirlo es este camino. Hallar amigos espirituales de confianza. Abrirles el alma. Pedirles que nos acompañen y que con nosotros, derramen el alma ante el Padre Celestial. Descansar en la sabiduría soberana de Dios; y poner los ojos en el gozo puesto delante de nosotros por las preciosas y magníficas promesas divinas Como Pablo, recordemos que “aunque estemos atribulados en todo no estamos abatidos” 2 Corintios 4:8 que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados;  

Cuando hagamos enojar a nuestro Dios por nuestra infidelidad como David, pensemos “Porque sólo un instante dura su enojo, pero toda una vida su bondad. Si por la noche hay llanto, por la mañana habrá gritos de alegría.” Salmo 30:5

Y cuando las cosas sean difíciles como noche obscura, recordemos que el consuelo está al lado de nuestro Dios. Y si dijera: «Que me oculten las tinieblas; que la luz se haga noche en torno mío», ni las tinieblas serían oscuras para ti, y aun la noche sería clara como el día. ¡Lo mismo son para ti las tinieblas que la luz! Salmo 139:11-12. Las grandes lecciones de las horas oscuras es que todas ellas, como túneles, nos llevan a los campos de gozo en Dios, si no nos quedamos sentados en la obscuridad, ni apagamos la vela de la fe.

¿Estás sometido a la voluntad del Padre? Esta es la confianza que tenemos en Él, que si pedimos de acuerdo a su voluntad, Él nos escuchará y nos contestará, nuestro mayor problema es que somos tan cabezas duras, tan orgullosos, soberbios, que venimos a la presencia de Dios pavoneándonos delante de Él, como si estuviéramos haciéndole a él un favor, no en vano nuestra oración no es contestada.

Sometete a Dios, ¿Te has sometido a Dios? ¿Buscás hacer la voluntad de Dios, o querés seguir haciendo la tuya? ¿Amás y te deleitás en hacer la voluntad de Dios, o considerás que es una muy pesada carga? Sino buscás el hacer la voluntad de Dios, perdés el tiempo orando a Dios, la oración no es para los rebeldes, Santiago dice que no tenemos porque no pedimos, y que cuando pedimos, pedimos mal. Sometete pues a Dios.

Bajo el señorío de Cristo, nuestra oración será contestada, tal vez no exactamente como nosotros quisiéramos, pero será contestada, y recuerde que aun un no es una respuesta válida.

3) Debemos resistir al Diablo. Santiago 4:7 “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Que Satanás nos deje tranquilos aunque sea por un tiempito.

“Os doy autoridad sobre todo poder del enemigo”, “Mayor es el que está en ustedes que el que está en el mundo”.

Efesios 6:18 El Diablo es un enemigo real, incansable, siniestro, malévolo, nos odia porque hemos sido rescatados, perdonados y salvados por el Señor Jesucristo, adoramos al único Dios, y eso es un tormento para Satanás, porque él siempre quiso y quiere ser adorado.

El Diablo odia a Dios, y toda persona malvada siempre ha sabido que si vos no podés hacer daño a un individuo, entonces buscará hacer daño a alguien que esa persona ama profundamente; el Diablo hace la guerra contra vos porque es la única forma que tiene de hacer la guerra contra Dios, porque el Diablo sabe, que Dios te ama profundamente.

Dios ganará esa guerra contra el diablo, por medio de las oraciones de sus redimidos,

El omnipotente Dios se ha limitado voluntariamente a nuestras oraciones, Dios actúa cuando oramos, y es por eso que la oración es un verdadero campo de batalla, el diablo se ríe de nuestros programas, de nuestras organizaciones, de nuestros edificios, ah, pero tiembla cuando oramos, y hará hasta lo imposible, para evitar que seamos hombres y mujeres de oración. Al Diablo no le importa que asistas a la iglesia y que leas la Biblia, si con eso puede evitar que vos orés.

No hay sustituto para la oración, Orad sin cesar, una vez que somos sensibles a la voz del Espíritu Santo, y nos sometemos a la voluntad del Padre, solo entonces estaremos listos para resistir al diablo y sus acechanzas.

Antes de resistir al Diablo, es mejor que se someta a Dios o tendrás que enfrentar tremendos problemas, pero cuando se somete a Dios, y tenés celo por su causa, y Jesucristo es tu Salvador y Señor, entonces podrás repudiar los ataques del Diablo, podrá sacarlo de tu propiedad espiritual, porque vos pertenecés al Padre, en el nombre de Jesucristo y en el poder de su sangre, sacá a Satanás de tu vida, y el Diablo huirá,  porque sos un cristiano de oración.

Un día unos hombres trabajadores, instalaron una casita de pájaros y les pregunté ¿Qué hacen? Pongo una casita para los «vencejos azules». Cuénteme al respecto le pedí. Tiene que ser construida de cierta forma, el hoyo tiene que ser de determinado tamaño, si un vencejo azul la ve y le gusta, él se mudará a ella, tiene que hacerlo sentir bienvenido, para que este pájaro haga su hogar allí, primero tiene que crearles cierta atmósfera o clima. Me explicó.

Esto es exactamente, lo que muchos cristianos han hecho, han creado un clima agradable para el Diablo, ellos han establecido determinadas condiciones, y han colocado la alfombra de “Bienvenido” para que el Diablo se sienta como “en casa”, básicamente le han dicho: Satanás, creo que este es la clase de lugar apropiado para ti. Satanás nunca jamás podrá apoderarse de ningún terreno o área en su vida a menos que vos se la des.

Satanás no es más poderoso que nuestro Señor, él no tiene ningún derecho, ni ninguna autoridad en tu vida; él es un intruso, hasta que vos le cedés un lugar, es por ello que Efesios 4, nos advierte que no le damos lugar o cabida al Diablo, puesto que una vez que usted le ha creado un clima para el Diablo, él va a ponerse inmediatamente a trabajar en otras áreas de su vida.

Suponga que usted posee una propiedad de unas 50 hectáreas y me vende una hectárea ubicada exactamente en medio de su propiedad, a su vez, me otorga acceso a través de su propiedad para llegar a la mía, ahora supongamos que todas las noches pongo música fuerte, en ese lugar tiro basura a mi alrededor, y hago todo lo posible por profanar tu propiedad, después de un tiempo, vos me dirás: Yo te quiero fuera de aquí,

Ahora imaginá lo que yo contesto: “Yo no me voy, no tengo porque irme, no estoy obligado a obedecerte, tú me vendiste esta propiedad, y tengo derecho legal, si no te gusta ese es tu problema, pero yo no me iré, vos no podrás sacarme porque me diste un lugar en tu propiedad”.

Algunos creyentes han hecho casi lo mismo con Satanás, le han dado un lugar en sus vidas, y no pueden desalojarlo. ¿Por qué? Porque el lugar que le dieron, se ha convertido en su fortaleza.

 

4) Debemos separarnos del mundo. Santiago 4:8 dice: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. Santiago habla del principio de la separación del mundo, y es imposible separarse del mundo, sin haber resistido al diablo, y no resistir al diablo, hasta que no te hayás sometido a Dios, y no podrá someterse a Dios, hasta que no sea sensible a la voz del Espíritu Santo, pero una vez que se ha sometido a Dios, y ha resistido al Diablo, es el tiempo de separarse del mundo.

Nadie puede limpiar la vida hasta ir a Dios, y repudiar al Diablo, hasta ese momento, nunca tendrás la victoria sobre el mundo, entonces, ¿Qué dice Santiago? Que cuando llegamos a este punto en nuestra vida de la oración, no podemos llegarnos a Dios con las manos sucias, con corazones divididos, o con doble ánimo, no podemos llegar a Dios por dos caminos; Santiago 4:4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.

Dios no nos salvó para que nosotros sirvamos al Diablo, ¿Tenés algún pecado no confesado? ¿Algún mal hábito? ¿Actitudes negativas?, ¿Resentimiento o enojo contra alguien? Entonces deseche todas esas cosas de su corazón, de su mente, de su vida.

“Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”. Sgo 1:8? “El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”.

Ningún inconstante recibirá nada del Señor, ahora, ¿Estás dispuesto a soltar el mundo, y aferrarte a Dios con tus dos manos? Lo podrá hacer por el poder de la oración, Dios no tolera, la oración tibia, una vida cristiana neutral, debés separarte del mundo.

Salmo 66:18 “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado”.

Hay oraciones así: Señor, bendíceme de todas maneras, no voy a arrepentirme de mis pecados, no voy a dejar las cosas del mundo que me atraen, no las quiero dejar, al menos por ahora; pero Señor bendíceme de todas maneras, escucha y contesta mi oración. Dios no le va a contestar.

“Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado”.

Dios no contestará nuestra  oración cuando nos estamos acercando a Él con manos sucias impuras, y con doblez en nuestro corazón. Debe haber arrepentimiento, debe haber el abandonar el pecado: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no…”.

Una forma de separarnos del mundo es la alienación que se manifiesta a través de la retirada y la separación.  La iglesia levanta una pared entre ella misma y el mundo al tiempo que intenta vivir como vivió Jesús. En gran parte los Amish representan esta forma de vida en la iglesia son los descendientes del movimiento anabaptista, que ocurrió en el continente europeo.

Su forma es la de completa separación del mundo. No usan autos, camiones y tractores ya que los consideran del mundo y viajan a caballo, en carros y arados tirados por caballos comunes.  Sus casas no tienen electricidad, su vestimenta es bastante simple y peculiar. Pero más allá de constituir una atracción turística tienen muy poco que ver con el mundo y muy poco impacto sobre él. Viven apartados dentro de las murallas de separación para proteger la pureza de su fe y mantenerse aferrados al cielo. Y el impulso hacia la pureza no es malo en sí mismo. Vivir fielmente en Cristo está en el corazón de nuestro llamado a ser discípulos.  Pero separarnos a nosotros mismos, crear una muralla entre nosotros y el mundo nos aísla del mundo.

La opción opuesta es SER ABSORVIDO POR EL MUNDO. Sin distinción alguna entre nosotros y el mundo. La tercera forma es vivir de forma encarnada como se manifiesta en Jesús que fue completamente uno con nosotros (tal como la iglesia ha confesado en sus credos: “enteramente humano”) y sin embargo distinto (confesado como “enteramente Dios”). Pablo habla de este camino difícil pero esencial para la vida de la iglesia cuando dice: “No os conforméis a este mundo, sino sed transformados por la renovación de vuestro entendimiento…”  O como solemos decir: “Estar en el mundo pero sin ser del mundo”.

Bíblicamente no tenemos otra elección si es que vamos a ser fieles a nuestra vocación, a nuestro llamado.

Bibliografía: El Amor que Vale, de Adrián Rogers, Alianza Mundial Bautista (Reflexiones), Espada Electrónica, y vs otros

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