Las Señales en el Evangelio de Juan
Por: Carlos Amarillo | Temas: Evangelio, Juan 2
Nuestra reflexión se basará en Juan 5, en el episodio donde un paralítico es sanado por el Señor Jesús. Los versos 1 al 3, nos dicen que había una multitud de enfermos, pero Jesús, solo sanó uno.
1º Observación: ¿POR QUÉ JESÚS NO SANÓ A TODOS LOS ENFERMOS?
Siempre hemos oído que cuando Jesús se paraba frente a los enfermos los sanaba a todos, pero esta afirmación no es cierta. En este caso vemos una multitud, una gran multitud de enfermos, que Jesús vio, por eso llegó a este estanque de Betesda, y vio a todos, pero fijó los ojos en este paralítico, que hacía 38 años que estaba enfermo, en esa mala condición, y que no podía llegar al estanque cuando el agua se agitaba en procura de su sanidad. Esto era una leyenda, los judíos eran muy apegados a leyendas, y la Biblia menciona otras como la roca que seguía al pueblo en el desierto, o que el espíritu de un muerto daba vueltas bien cerca por tres días y luego se alejaba (esta leyenda la echó por tierra Jesús cuando resucitó a Lázaro al 4 día). ¿Por qué sanó a uno solo, podía haber sanado a dos o tres o a cinco, o a todos? La multitud indudablemente quería sanarse, nadie quiere en su sano juicio permanecer enfermo, pero es evidente que el propósito divino era sanar uno solo. ¿Sería por que era el enfermo que más dificultades tendría de llegar a las aguas curativas del balneario de salud? La Biblia no da la causa y no la sabemos. ¿Por qué uno solo? No lo sabemos, porque la Biblia no lo dice, las cosas reveladas pertenecen a los hombres y las cosas secretas a nuestro Dios Dt 29:29. Este pasaje coincide con otros, donde multitudes se agolpaban para recibir un milagro o para verlos, o para escuchar de Jesús, y Él les decía que tenía que ir a otras ciudades y aldeas donde también necesitaban que alguien les predicara. Nadie cuestiona el poder de Dios, (Su Omnipontencia), pero no siempre sabemos el querer de Dios (Su soberanía).
DIOS PUEDE SANAR TODA DOLENCIA, LO QUE NO SIGNIFICA QUE SIEMPRE Y EN TODA CIRCUNSTANCIA LO HARÁ. Dios sana todas las enfermedades, pero no todos los enfermos. ¿De qué depende? Del propósito eterno de Dios. 2 Corintios 12:1-10 nos muestra alguien que había sido el instrumento de sanidad para muchos, pero él recibe de Dios un NO como respuesta. El propósito del No lo dice Pablo: «Para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente».
En Juan 9 hay otra señal, allí Jesús dice por qué el niño nació ciego: «No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él». Aquí también hay un propósito. DIOS SANA SEGÚN SU PROPÓSITO.
El Salmo 103:3 dice, «El es quien perdona todas tus iniquidades y sana todas tus dolencias». Lo primero tiene que ver con que Dios nos salva. El nos salva de la pena del pecado (pasado), el poder del pecado (presente), la presencia del pecado (futuro). Esta última aún no ha ocurrido. Del mismo modo, la SANIDAD ABSOLUTA DE NUESTRO CUERPO SERÁ EN LA ETERNIDAD. Hoy es común escuchar: Te declaro sano, y en ocasiones, no ocurre y el segundo acto es decirle al enfermo, no te sanaste porque te faltó fe, ahora, sigue enfermo y agregó además la culpa de estar enfermo. Ojo con el lenguaje: En lugar de decir: “Yo decreto”, digamos: Yo me humillo; en lugar de: “Yo declaro”, digamos: Yo ruego; en lugar de decir: “Yo establezco”, digamos: Yo suplico; en lugar de decir: “Yo determino”, digamos: Yo pido; en lugar de decir: “Yo arrebato”, digamos: Yo entrego. La palabra humana no tiene poder para doblegar la enfermedad, la Palabra de Dios sí.
2º Observación: ¿POR QUÉ JESÚS VINCULA ENFERMEDAD Y PECADO?
Juan 5:14 dice: «Mira has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor». Evidentemente por la declaración de Jesús, la enfermedad estaba vinculada con el pecado. Nosotros no estamos autorizados a juzgar por qué una persona no es sanada o por qué está enferma, porque podemos hacer conexiones equivocadas. En Marcos 2 está una persona postrada por sus pecados, y fue perdonado en primer lugar, luego sanado. Hay personas que están postradas por sus pecados no perdonados, por sus resentimientos cultivados, rencores masticados, por sus culpas reprimidas, o sentimientos de culpa metidos a presión en la trastienda de la mente, y son como tumores mentales. Allí están todos los enojos, los rencores y disgustos juntos.
En Juan 9, se nos dice que el muchacho que había nacido ciego, estaba enfermo, pero no por el pecado de sus padres, ni por su propio pecado. Entonces debemos decir: HAY ENFERMEDADES QUE SE DEBEN AL PECADO Y HAY ENFERMEDADES QUE NO SE DEBEN AL PECADO. En los dos casos no son deducciones humanas, es Jesús hablando: En una al paralítico, y en la otra es Juan 9.
Si digo que todos los enfermos están así debido al pecado: ME EQUIVOCO.
Si digo que todos los enfermos están así para que las obras de Dios se manifiesten en él: ME EQUIVOCO.
3º Observación: ¿POR QUÉ NO SE MENCIONA LA FE EN ESTE CASO?
Mateo 8:5-10 muestra a un centurión que tenía una fe que no había en Israel para que se sanara un siervo paralítico y gravemente atormentado. Allí vemos que hay conexión entre la fe de alguien y la sanidad. Pero en el caso de Juan 5, no dice que el hombre tuviera fe. Los 10 leprosos, cuando fueron sanados no eran creyentes y después solo uno lo fue, no hay evidencia que los milagros conquisten creyentes. Si alguien dice que no fue sanado porque le faltó fe, hay gente que es sanada sin tener fe. ¿Entonces?
4º Observación: ¿POR QUÉ JESÚS NO USÓ EL MISMO MÉTODO EN TODOS LOS ENFERMOS?
En el caso del paralítico de Juan 5 le preguntó: «¿Quieres ser sano?». Esa pregunta no se la hizo a todos los enfermos que sanó. Jesús nunca obraba de la misma manera, a un ciego le tocaba, y recibía la vista, a otro ciego le hacía mirar luego del primer toque y al ver los hombres como árboles, luego le tocaba por segunda vez y allí veía a la perfección. A un ciego lo unta con lodo y lo manda a lavarse a otro no. Jesús no es un autómata, no tiene la misma receta, a algunos los cura en el lugar donde se lo llevan, a otros lo va a buscar él (caso de Juan 5) a otro lo sana a la distancia, y en otros casos lo saca de la aldea misteriosamente para que nadie vea el milagro o señal. Lo que Jesús hace es lo que primero la persona necesita, Jesús no tenía una liturgia oficial, Dios no usa carbónico, ni hace fotocopias con nosotros. El no era uniforme, Él tenía espontaneidad, porque el Espíritu Santo presidía y gobernaba su vida, es la libertad propia que obra el Espíritu.
Al paralítico de Marcos 2, no le dice levántate toma tu lecho y anda, sino que le dice que sus pecados le son perdonados. Evidentemente en este hombre había una necesidad más profunda que la sanidad, era la espiritual, no por eso Jesús le niega el derecho de ser sano.
EL PROPÓSITO DE JESÚS SIEMPRE ES SANAR Y SALVAR, AUNQUE NO SANO A TODOS LOS QUE SALVÓ, NI SALVÓ A TODOS LOS QUE SANÓ.
LA SANIDAD ABSOLUTA ES UNA PROMESA PARA LA ETERNIDAD, Y JESÚS TAMBIÉN PUEDE SANAR EN EL AQUÍ Y EL AHORA; PERO SEGÚN SU PROPÓSITO Y SOBERANÍA.
Lo importante no es encontrar tan solo un Sanador, sino un Salvador. El milagro de gracia es mayor que el de gloria.
Si Jesús no viene antes, vamos a morir, no importa lo fuerte que seamos. Isaías 40:30-31, nos habla que tenemos límites en nuestras fuerzas, y necesitamos tener refuerzos: Necesitamos el PODER FORTALECEDOR DE DIOS. Toda fortaleza humana flaquea y cae. Podemos tener una fortaleza interna que Dios quiere, la del hombre interior (2 Corintios 4). Nuestro problema no es, ¿Qué va a suceder con nuestros cuerpos? La pregunta mejor y más importante es: ¿Tenemos el tipo de fortaleza interior que Dios quiere que tengamos?
Leamos la narración de un milagro en Juan 5:1-14. Ocurre en el estanque de Bethesda (“Casa de misericordia”; Bethel es casa de Dios, Bethsaida casa de pesca, Bethlem casa de pan, Beth es casa en hebreo, etc.), está después de la puerta de las ovejas, cerca del lugar donde fue apedreado Esteban. Era algo así como un balneario de salud o terapéutico.
Allí había muchos enfermos, llenos de debilidad, sin fortaleza, sin fuerza alguna, y sin siquiera alguien que los acercara al estanque cuando se producía el movimiento del agua para sanar. Este hombre llevaba 38 años en esta condición deplorable. Pero un día de reposo, Jesús llegó en un día de fiesta, y se acerca a él, y le dice: ¿Quieres ser sano? Se la hizo al hombre y te la hace a vos y a mí. El hombre se excusa de que nadie lo puede meter en el estanque cuando se agita el agua, y su debilidad le impide llegar a tiempo para ser sanado. Jesús ordena: “Levántate toma tu lecho, y anda”. Había una gran multitud, muchos enfermos, pero Jesús eligió a uno de toda la cola o fila. Ese hombre te representa a vos y a mí. No está en la tarea exclusiva de sanar porque sanó solo a uno, había una gran multitud allí, si Jesús hubiera querido ser un gran Sanador él hubiera ido de pueblo en pueblo para sanar a todos. El sanó a uno de la gran multitud, no quería que todos lo vieran como el gran Sanador, sino como el gran Salvador. Él hace un milagro con un mensaje enseñando una verdad espiritual más importante.
Porque luego del milagro se alejó silenciosamente y casi clandestinamente, si se hubiera quedado allí la muchedumbre lo hubiera seguido para que la sanara, pero él no vino como el gran Sanador sino como el gran Salvador. Juan 20:31 nos dice: “Pero estas cosas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Necesitamos ir más allá del milagro, hasta llegar a Jesús. Creemos en milagros mas confiamos en Jesús.
Campell Morgan era un gran predicador de hace mucho tiempo, él dijo algo importante sobre los milagros de Jesus: «Que cada parábola que Jesús enseñó era un milagro de instrucción y que cada milagro que Jesus realizó era una parábola de instrucción». Él no estaba diciendo que los milagros no fueran reales, sino que hay un mensaje milagroso, en el milagro. La palabra milagro en el evangelio de Juan, es la palabra señal, significa que tiene importancia, esto son milagros con mensaje, vemos que Jesús no sanó a todos ese día, pero si sanó a este hombre y lo sanó para transmitir un mensaje a todos los que sentimos debilidad. Necesitamos fortaleza espiritual porque por naturaleza estamos paralizados y sin fuerzas. En Cristo tenemos poder para vivir. La sanidad física es solo temporal y por ello no es realmente importante. Vos pensas que es importante que seas sanado, yo pienso igual. Más Dios no piensa que sea importante porque tiene un plan más grande y diferente para nosotros.
En otro lugar podemos ver la historia del paralítico que bajaron del techo en camilla (Marcos 2), Jesús le dijo: “Hijo, tus pecados te son perdonados”. Y cuando Jesús dijo esto, la gente comenzó a murmurar, quejarse y criticarlo. ¿Quién puede perdonar pecados? Tenían razón al respecto ¿Quién se cree ser? Y Jesús les respondió para que sepáis que el hijo del hombre tiene potestad para perdonar pecados le dice al paralítico: «Toma tu lecho y vete a su casa». Jesús lo sanó físicamente solo para dar credibilidad al milagro espiritual, hizo algo que ellos podían ver, para que pudieran comprender y creer lo que no podían ver. ¿Entendés la importancia? Lo importante para Jesús ese día, no era sanar el cuerpo de ese hombre, sino perdonar los pecados de ese hombre. La sanidad del cuerpo solo da testimonio del milagro espiritual, el cual es invisible y tiene mayor importancia.
La importante no es encontrar un Sanador, sino un Salvador. El milagro espiritual es de mayor importancia. Hay tres principios poderosos en el reino espiritual y con ellos, podemos encontrar fortaleza que este hombre encontró hace tantos siglos.
1) Reconocé tu falta de fuerzas. Juan 5:5, este hombre enfermo de 38 años nos representa a nosotros sin el Señor Jesucristo. Mientras no admitamos nuestra parálisis y debilidad no podremos avanzar. Vea Romanos 5:6. Dice: «Porque Cristo cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos”.
LA BIBLIA DESCRIBE A TODO HOMBRE SIN CRISTO COMO UN SER DEBIL. Este hombre llega a ser una ilustración de todo ser humano sin Jesús. ¿Cuál es la fuente principal de nuestra debilidad? ¿De dónde proviene la debilidad? Leamos Juan 5:14 ¿Cuál era el problema de este hombre? Dice que Jesús le indicó: «No peques más para que no le venga alguna cosa peor». La fuente principal de su debilidad era su pecado, aunque no todos los enfermos están enfermos a causa del pecado, más este hombre si lo estaba. Y pienso que por esta razón el Señor lo eligió, el pecado y la debilidad de este hombre tenían una conexión directa y por eso después de sanarlo Jesús le dijo: «No peques más para que no te venga alguna cosa peor». La fuente principal de nuestra debilidad es el pecado. Somos pecadores por NACIMIENTO, pecadores por NATURALEZA, pecadores por ELECCIÓN y pecadores por PRÁCTICA. Romanos 3:23, dice: «Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios». Un ex combatiente de la Primera Guerra mundial, diseñó lo que dio en llamarse en la década del 1930 la Línea Maginot, que supuestamente protegería a Francia de cualquier invasión del nazismo alemán, gastaron algo así como sería hoy 6 mil millones de dólares, en hierro y concreto para sellar la frontera, y pensaron que estaban muy FUERTES y PROTEGIDOS, Alemania los invadió por Bélgica donde no había ninguna protección. Pensaron que estaban protegidos, pero hubo una gran debilidad. Somos igual todos los seres humanos.
2) Reconocé que la falta de fuerzas te paraliza e inmoviliza. Muchos de nosotros no nos damos cuenta, que espiritualmente estamos paralizados, somos débiles. Uno puede decir, yo no soy débil, yo levanto pesas, soy muy fuerte, no hablo de debilidad física. Sansón tenía un físico imponente pero la debilidad de carácter era terrible, que lo llevó al fracaso rotundo.
Yo no soy débil yo tengo un doctorado, soy un científico, no hablo de debilidad intelectual. El famoso físico británico Stephen Hawking, cuando tenía unos 20 años le diagnosticaron una enfermedad (Ela) y una sobrevida de dos años, milagrosamente hace 50 años está vivo, aunque solo mueve las pestañas. La película: La Teoría del Todo es reciente y cuenta su vida, y se muestra como él empleó toda la lógica para explicar TODO, pero todo SIN DIOS. Cree que Dios sería la justificación de todo lo que no podemos explicar, y por eso sus teorías tratan de explicar todo, sin Dios. Su ex esposa dice que una cosa que él no sabe, o sea un punto de debilidad es: ¿Por qué estamos aquí los seres humanos? Un hombre que ha vendido 10 millones de ejemplares de su último libro, sin embargo se conduce a un FINAL SIN DIOS, tan fuerte intelectualmente pero la debilidad de vivir bajo Dios, lo paraliza e inmoviliza espiritualmente, el ateísmo desde el Salmo 14:1 y más atrás, es una cuestión del corazón no de la cabeza. Dios tenga compasión de él. Vos puede decir: Yo tengo muchos millones, pero no hablo de debilidad financiera, hablo de la debilidad espiritual que nos ha paralizado. El Rico Insensato en la Biblia tenía muchos graneros y posesiones pero quiso satisfacer con eso su propia alma (no se puede), y su punto de debilidad fue que no era dueño del tiempo. Volvamos a leer Romanos 5:6, «Porque Cristo cuando aún éramos débiles a su tiempo murió por los impíos». ¿Sabés cuál es nuestra debilidad? Nuestra debilidad es que no tenemos la fortaleza para vivir santamente, no contamos con las fuerzas, por eso Cristo murió por los malvados. ¿Cuál es el plan de Dios para mí y para vos? El plan de Dios es que todos vivamos santamente, que seamos piadosos pero no tenemos la fortaleza para ser piadosos. Cuando de ser piadoso se trata no tenemos la fuerza para serlo. Podés ser fuerte para hacer lo que querés, pero no para hacer lo que debés, porque Cristo cuando aún éramos débiles murió por los impíos. La fuente de nuestra debilidad es nuestro pecado.
3) Reconocé que la falta de fuerzas es de carácter permanente.. Según Juan 5:5-6, nos dice que este hombre había estado enfermo por 38 años con parálisis y grave debilidad. ¿Te podés imaginar? ¿Qué le sucede a la persona que está paralizada por tanto tiempo? Sus músculos comienzan a atrofiarse, empeorarse cada día, cada año que pasaba allí, no iba mejorando, iba empeorando, su tejido muscular se desintegraba. Esto es exactamente igual con todo hombre, mujer niño o niña sin Cristo entre más viven, más empeora su condición. Esta es la razón por la cual nadie debe posponer el entregar su corazón a Cristo. Si no sos salvo, debés hacerlo hoy, porque mañana solo tendrás más pecado de los cuales necesitarás arrepentirte y menos tiempo para arrepentirte de ellos.
Las enfermedades vienen por 4 causas:
1) Las enfermedades vienen por el pecado. 1 Corintios 11:29-30 En la iglesia de Corinto cuando celebraba la Cena del Señor, el requerimiento y condición para celebrar la Cena era: Nunca tome la cena del Señor con algún pecado sin confesar. Al tomar ellos la Cena del Señor indignamente, esto era sacrilegio en el Antiguo Testamento, entonces un cristiano que viva en pecado puede dice la Biblia acarrear la enfermedad, y otros la misma muerte.
Este es el pecado de (para) muerte. ¿Cuál es el pecado de muerte que puede cometer un cristiano? Es el pecado que trae como consecuencia la muerte física, en otras palabras, muchos cristianos se pueden ir a casa antes de tiempo por seguir en el pecado, Dios prefiere llevarse a muchos de sus hijos a casa, antes que por ellos sea causa de blasfemia el evangelio.
2) Las enfermedades vienen por Dios. Éxodo 4:11, Y aunque Dios, no es el autor de la enfermedad, Dios la permitió, así como tampoco Dios es el autor del pecado; El permitió que el pecado entrara al mundo, y al entrar el pecado, entró juntamente enfermedad y la muerte, y ahora Dios mismo manda enfermedades directamente a mucha gente, dice Éxodo 4:11 ”Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?” Y 1 Samuel 2:6-7 “Jehová mata, y él da vida; El hace descender al Seol, y hace subir. 7 Jehová empobrece, y él enriquece; Abate, y enaltece”.
Una vez el Señor Jesucristo venía con sus discípulos y se encontraron a un ciego junto al templo, ¿Y qué creen ustedes que los discípulos dijeron? Lo mismo que muchos cristianos dicen ahora: Ese está así por sus pecados, seguro que es un pecador, pero si no fue, fueron sus padres, y Jesús les dice: Quiero decirles que este hombre que está ahí sentado, él está así ciego y él nació ciego para que ahora ustedes vieran mí poder, y para que su ceguera glorificara mi nombre. Entonces vemos claramente que si hay enfermedades, que si glorifican el nombre de Dios, como también el aguijón que Pablo tenía, y Dios no se lo quitó, ¿Qué le dijo Dios? Comprende ahora, que mi poder se está perfeccionando en tu debilidad.
3) Las enfermedades vienen por Satanás. Lucas 4 Satanás también puede enfermar a la gente, y es por eso, que necesitamos discernimiento, para saber de dónde vienen.
En alguna campaña escuchamos: Pasen los ciegos y los enfermos ¿Cuánta de toda esa gente que va a las campañas de sanidad, y cuanta de toda gente está enferma por disciplina de Dios, por sus pecados? ¿Y quién soy yo para decir: En el nombre de Cristo reprendo a esta enfermedad, a lo mejor Dios lo quiere así? A Dios le conviene que siga así, hasta que no se arrepienta, el problema no es la panza, sino que su problema es que vive en pecado.
Dice en Lucas 4:41-42 sobre satanás “Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. 41 También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Cristo”. Otro error, confundir que todas las enfermedades tienen un espíritu que las provoca, el borracho con espíritu de alcohol, el que fuma, el espíritu de tabaco, el hermano adúltero, espíritu de adulterio, no necesitan que le reprendan nada, necesitan consagrarse y dejar el pecado.
4) Las enfermedades vienen también por quebrantar leyes naturales. Si estás jugando al futbol empapado en sudor y te tomas un vaso de agua congelado, y al rato estás sin voz, y pedís que oren por vos, no te enfermó el Diablo, no fue Dios, no estás viviendo en pecado, simplemente quebrantaste una ley natural.
Si vas a jugar al futbol sin entrenarte antes, sin precalentamiento, y te lesionás, ¿Qué tenías que hacer? No ser imprudente y volver a jugar futbol sin calentar los músculos.
CONCLUSIÓN: RECIBÍ FORTALEZA
En Efesios 3:14-21, tenemos una oración que no es una lista con pedidos diferentes, sino un SOLO PEDIDO en forma progresiva y concatenada. Son como 4 eslabones de una sola cadena. Que una petición se realice, depende de que se realice la anterior. Se puede notar esta SECUENCIA DE PROPÓSITOS al ver la expresión «para que» y «a fin de que» repetida.
1º Propósito: 3:16, «Para que os de, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior». El hombre exterior es el cuerpo, el hombre interior es la parte espiritual de toda persona. Los motores del hombre se encienden y se apagan desde adentro. Nuestro entusiasmo o desánimo, nuestra victoria o derrota, dependen del estado del hombre interior. Tenemos que recibir fuerzas de Dios para atacar la debilidad de nuestro hombre interior. Todo lo que Dios quiere darte está en Cristo. Romanos 8:32 dice que si Dios nos dio a Cristo, como no nos dará con él todas las cosas. ¿Cómo se traspasan las riquezas de Dios a nosotros? El Espíritu Santo toma del Señor: sus riquezas, sabiduría, gracia, y nos FORTALECE; EDIFICA y ENRIQUECE.
2º Propósito: 3:17ª, «Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones». Teniendo a Cristo muchos viven vidas pobres, y Jesús puede ser una gran riqueza en nuestra vida, pero adormecido, inmovilizado para bendecirme. ¿Qué hay que hacer? La fe es la clave. Y la fe viene por el oír, y el oír por la Palabra de Dios. La Palabra nos revela gradualmente la riqueza del Cielo. Si lo creemos, lo experimentamos, seremos transformados por el PODER FORTALECEDOR DEL SEÑOR (2 Corintios 3:18). Cristo debe permear nuestros pensamientos, sentimientos, actitudes, emociones, deseos e intenciones.
3º Propósito: 3:17b18,19ª, «A fin de que seáis arraigados y cimentados en amor». Arraigados viene de «raíz». Un árbol consta de la parte visible o tronco, y la parte que no se ve que es la raíz. Una casa igual, la parte visible o paredes o techo y la parte que no se ve que es el cimiento. Los hombres también, tenemos una realidad visible y otra invisible, que es nuestro corazón. La sociedad humana está arraigada en el egoísmo y no en el amor de Cristo. ¿Cómo comprender y conocer verdaderamente el amor de Cristo? Vea las 4 dimensiones del amor:
a) La anchura: Abarca a todos, hombre o mujer, judío o gentil, rico o pobre, sabio o analfabeto, blanco o negro;
b) La longitud: Tan largo como la eternidad, nadie queda afuera;
c) La profundidad: Descendió hasta la cruz;
d) La altura: De lo más bajo, nos levantó a los lugares celestiales.
4º Propósito: 3:19b, «Para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios». ¿Será una exageración de Dios? ¿Puede ser la iglesia llena de toda la plenitud de Dios? Si, es la meta final de toda esta oración. Este es el programa de Dios: llenar la iglesia de toda la plenitud de Dios. Afuera la debilidad, y BIENVENIDA LA FORTALEZA Y PLENITUD DE JESÚS.
¿Qué es una paradoja? Es un dicho o hecho que parece contrario a la lógica. Y en muchos sentidos la vida cristiana es una paradoja. Cuando Jesús dijo que estamos en el mundo pero no somos del mundo, es una paradoja, o cuando Pablo dijo que estaba con Cristo crucificado y ya no vivía él sino Cristo en él. Tengo un pequeño escrito que resalta las paradojas de la vida cristiana en especial de lo que estamos hablando que para ser fuertes tenemos que declararnos débiles.
“La vida cristiana a veces no parece razonable, porque sentimos un profundo amor por quien jamás hemos visto, hablamos familiarmente cada día con Alguien que no podemos ver, esperamos ir al cielo por los méritos de Otro; nos vaciamos a nosotros mismos a fin de ser llenados; admitimos que estamos equivocados para que nos declaren justos. Bajamos a fin de subir, somos más fuertes cuando somos más débiles, seremos ricos cuando seamos más pobres; y más felices cuando peor nos sintamos, muere para poder vivir, abandona a fin de poseer, regala para poder guardar, ve lo invisible, oye lo inaudible, conoce aquello que traspasa todo entendimiento”.
Bibliografía: Samuel Libert, A. Rogers, Jorge Himitián, Espada electrónica y otros varios.