3 septiembre, 2017

Las Señales en el Evangelio de Juan


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El domingo pasado les conté que vi la película sobre la vida de Stephen Howking que es reciente llamada: La Teoría del Todo, donde el físico inglés lucha para explicar todo, claro, usando la lógica y excluyendo a Dios de todo, luego escuché por Internet una entrevista que le hicieron a Jane Wilde, su ex esposa por 30 años (1965-1995) donde ella describe al científico y dice que la pregunta que él debe hacerse y también nosotros hoy, no es tan solo, ¿Cómo llegó todo a la existencia? Sino ¿Por qué estamos aquí?
¿Lo pensaste alguna vez? Y ¿Por qué tenemos tanto valor? Solo porque Dios nos ama y esa es la razón por la cual Dios nos creó, para que le conozcamos, le amemos y le sirvamos; somos la corona de la creación, por eso hemos de conocerle, y amarle y le adorarle, y hasta que eso no ocurra en el ser humano, se sentirá desorientado, extraviado y perdido. Pablo les dijo a los atenienses en Hechos 17:28 “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos”. Fuiste creado para conocer, amar y adorar a Dios, y si no lo entendemos bien, un vacío estará en tu corazón, tendremos HAMBRE de Dios. Dios nos hizo con un apetito perpetuo para que podamos continuamente ser satisfechos con El, miremos más allá de los milagros miremos más allá de pan físico, y descubramos a Jesús.
Estamos siguiendo las señales del evangelio de Juan que él como experto cirujano ha ido escogiendo a su edad mayor para plasmar en el evangelio que lleva su nombre.
La palabra señal es milagro con propósito. Ya la ha usado Juan varias veces hasta Juan 6, a saber: Juan 2:11 (1º señal),23 Juan 3:2 (Nicodemo); Juan 4:54 (2º señal). Cuando introduce la tercera señal del paralitico en Juan 5, no usa la palabra señal, ahora en el capítulo 6 la encontramos 4 veces: Juan 6:2,14,26,30.

La señal de hoy (alimentación de los 5.000), está repetido en los 4 evangelios, es el milagro con mayores testigos y con mayores participantes. ¿Cuál fue el resultado? El rechazo de los galileos (ocurre en Betsaida, o sea, el norte, en la ribera oriental del Mar de Galilea) y el sermón que explica la señal ocurre unas horas después en Capernaun, del lado occidental del Mar de Galilea. La tercera señal, resulta en el rechazo de los líderes religiosos de Jerusalén porque la sanidad fue hecha en un día de reposo. A medida que Jesús manifiesta su identidad divina con mayor claridad, mayor es el rechazo y la oposición que recibe, Juan 6 resalta el amor y la gracia divina en medio de un mar de ingratitud. SU GRACIA NO SE ACTIVA POR LOS MERITOS HUMANOS, SINO POR EL CONTRARIO, POR LA FALTA DE ELLOS. El milagro a analizar de Juan 6 pone en contraste el Mesías que el pueblo esperaba y el Enviado por Dios. La gente de entonces quería un Mesías que trajera beneficios materiales y contingentes, porque su mirada estaba en ellos mismos y sus necesidades temporales (Juan 6:14-15).
El milagro permitió alimentar a 5.000 hombres y a otro tanto de mujeres y de niños, es decir, que podría haber hasta más de 15.000 personas, pues, Jesús utilizó el pequeño almuerzo de un niño para alimentar a todos. Había estado sanando a muchos y la gente estaba siguiendo a Jesús por los milagros y se adelantó a donde él iba a estar para descansar con los suyos, la multitud le siguió de lejos y por eso estaba cansada, con calor y hambrienta. Jesús hizo el milagro de dar de comer a cuerpos físicos y creemos en ellos, pero debemos ir más allá del milagro y creer y confiar en Jesús.
Jesús no vino a alimentarnos físicamente, ni para sanarnos físicamente, no vino a resolver los problemas materiales, Él vino para ser el Salvador, ¿Crees en milagros? Claro que creo en ellos, pero confío en Jesús. En lo profundo del ser humano hay un hambre que solo Jesús pude satisfacer. Necesitamos ir más allá de los milagros y llegar a Jesús. Él es el Salvador, vino para que seamos libres del pecado.
Leamos Juan 6:1-15, Jesús habla con Felipe, y no para pedirle consejo como uno podría imaginar, sino para probar a Felipe. Era acerca de cómo alimentar a tanta gente, a lo cual Felipe contesta que 200 denarios no alcanzarían como para siquiera alimentarlos un poco; 200 denarios era el trabajo de una persona durante un año.
Perspectivas limitadas Notemos que Jesús consideró sabio compartir su carga con los discípulos, aunque sabía bien que ellos nada podían hacer al respecto. Algunos dirían que este ejercicio es una pérdida de tiempo, pues de todos modos la intención de Cristo es obrar sin la ayuda de sus discípulos. Observamos, no obstante, que Jesús siempre tenía presente el reto de formar a los Doce para la obra del ministerio, aun cuando estuviera ocupado con las multitudes que continuamente lo buscaban. En este sentido, entonces, nunca consideró como pérdida de tiempo el involucrar a otros en lo que estaba haciendo, pues cada situación proveía valiosas oportunidades para enseñar los principios del reino.
En Juan 6 la pregunta de Cristo confronta a los discípulos con un problema para el cual no encuentran una solución, en muchas ocasiones hemos reaccionado de igual manera a Juan 6:5 ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Es como si Jesús transmitiera en AM y los discípulos estaban en FM, ver Isaías 55:8-9.
Vieron el desafío desde una óptica netamente humana. Estaban en lo cierto, porque no había en el desierto recursos para saciar la necesidad de semejante muchedumbre de personas. ¿No te suena como innecesaria la pregunta? Pero Jesús nunca hace preguntas innecesarias.
Luego Andrés trajo a un muchachito a Jesús, que tenía verdaderamente poquito: 5 panes de cebada y dos peces. Hicieron recostar a toda la gente para alimentarlos. No comieron un poquito, sino todo lo que necesitaban. El versículo 12 dice que se saciaron, porque Jesús nunca hace las cosas a medias o escasas, y se recogieron 12 cestas llenas con lo que sobró de los panes que habían comido. Las imposibilidades del hombre son las posibilidades de Dios, volvamos a lo siguiente:
1) ¿Cuál era el problema que no se podía resolver? (Juan 6:5-7).
Primera razón: Jesús ve la multitud y ve un gran problema y le dice a Felipe: ¿Cómo vamos a hacerlo? No le está pidiendo consejo a Felipe, porque ya sabe lo que va a hacer, solo lo prueba. La famosa cristiana holandesa que tuvo un destacado papel en la Segunda Guerra socorriendo a los perseguidos judíos por el régimen nazi llamada Corry Tem Boom, ella dijo una frase célebre: “No hay pánico en el cielo, solo planes”. Él siempre sabe lo que va a hacer. Nunca hay algo fuera de control para Dios, no hay sorpresas que lo agarren descolocado.
Segunda razón: Jesús no necesitaba aprender de Felipe, porque conocía a todos los hombres (Juan 2:23-25). ¿Por qué le hizo esta pregunta a Felipe? Él quería que Felipe aprendiera algo de Felipe (7). Felipe estaba en lo correcto, pero calculó todo, y dejó fuera a Jesús. En su ecuación teocarnal, Jesús no entró. Fue una buena y una mala respuesta.
Había un niño pequeño que quería levantar una roca, la cual era muy pesada, e intentaba y no podía levantarla, el padre lo escuchó ya que estaba al lado y le pregunta: ¿Estás usando toda la fuerza que tienes para levantarla? El chico dice: Si. Luego el padre repite dos veces: «Hijo NO lo estás haciendo». «Si papá lo hago», el chico repite la respuesta. Hasta que el padre le dice: “Pero a mí no me has pedido ayuda todavía, yo soy parte de tu fuerza, soy tu padre pídeme ayuda”. Pensamos que estamos usando toda nuestra fuerza, pero nuestro Padre Celestial está listo a intervenir y ayudarnos con nuestros problemas. ¿Qué hay acerca de tu vida que es inexplicable? Puedo explicar a Felipe, Felipe había razonado naturalmente. ¿Qué existe en su vida que es inexplicable? ¿Qué te hace diferente de tus vecinos? No existe un problema demasiado grande que Jesús no pueda resolver, ¿lo crees?
2) ¿Cuál era el recurso disponible para resolver el problema? (Juan 6:8-11). Andrés trajo a un niño que tenía 5 panes y 2 peces. Ni siquiera eran pescados grandes, eran unas escasas sardinas, el pan era de cebada, el pan más económico y barato. Era un alimento miserable en calidad y en cantidad, de por sí escaso, pero con este escaso almuerzo podría alimentar a más de 10 mil personas. Dios usa siempre las cosas pequeñas: La vara de Moisés, la honda de David, la quijada de Sansón, y a nosotros. No insultes a Dios, pensando que no te puede utilizar, usó a un muchachito. Lea 1 Corintios 1:28-30. Jesús toma a gente común y corriente, gente como uno para llevar adelante cosas extraordinarias. Nos usa maravillosamente, no es tu habilidad, es tu disponibilidad, no es tu fama sino su fe, no es quien puedas ser vos, sino a quien pertenezcas vos. Dios te quiere a vos y te usará, ¿Lo crees?.
Moisés dijo: “¿Y quién soy yo para semejante tarea? Y Dios respondió: Yo estaré contigo”. NO es quien vos sos,… sino, es con quien vas.
3) ¿Hay algo que Jesús no puede resolver? ¿Hay alguna cosa difícil para Dios? No existe hambre demasiado profunda que Jesús no pueda satisfacer. Decile a tu pequeño problema el gran Dios que tenés, y no le digas a tu gran problema el pequeño Dios que tenés. No pensés que Jesús vino a satisfacer el hambre física a la gente vino para ser un Salvador salvar almas y dar vida eterna. No te quedés con los panes, andá más allá del milagro, cree en Jesús. Es la ilustración de una verdad más grande y profunda.

¿Qué sucedió después del milagro de la multiplicación? Juan 6 es en tres actos, el 1 de Juan 6:1-15, el escenario de la señal, Juan 6:16-24 los discípulos cruzan el Mar, y Juan 6:25-71 Jesús explica la señal de la multiplicación de los pances y peces, en Capernaun y allí…
Juan 6:25 “Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí ¿Cuándo llegaste acá? Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales”, esto quiere decir: Me buscan, no porque han entendido las señales, “sino porque comisteis el pan y os saciasteis”. En otras palabras, Jesús les dijo: Lo único que ustedes están buscando es más pan, esta es la única razón por la que me buscan.
Aclaración: La gente no entendía, y los discípulos tampoco miren lo que dice Marcos 6:52
“Porque aún no habían entendido lo de los panes, por cuanto estaban endurecidos sus corazones”.
Les dijo lo único que ustedes buscan es más pan.

a. El pan espiritual es Jesús, y muchos le buscaban exclusivamente por el pan, porque habían comido y se habían saciado, pero no habían entendido la señal. Juan 6:27 “Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre”. ¿Cuál fue la reacción? Verso 28 “Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”.
TRABAJAD: Es busquen con diligencia, prontitud, preminencia, prioritariamente. La salvación es por GRACIA, Juan lo anuncia en todo su evangelio.
Lo que Jesús les está diciendo, es: Yo soy el pan espiritual, ustedes buscan alimento que perece, lo comen ahora y en unas cuantas horas más, volverán a tener hambre, yo soy para sus espíritus lo que el pan es para sus cuerpos, tienen que ver más allá del milagro.
Hoy también debemos alimentar a los hambrientos, y cuidar de los pobres y los que necesitan, PERO HAY MAS QUE HACER porque si alimentamos físicamente al hombre y se muere, y se va al infierno.
Jesús habla aquí, de vida eterna, de salvar a las personas y más tarde, cuando Cristo comenzó a hablar de comer su cuerpo y beber su sangre, o sea, participar de él; ellos le abandonaron. ¿Sucede esto hoy? Si una iglesia solo ofrece entretenimiento, juegos y comidas, y reuniones sociales, y nunca les presenta a Jesús, las cosas irán mal.

b. El pan sobrenatural es Jesús, (Juan 6:30) “Le dijeron entonces: ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos, y te creamos? ¿Qué obra haces?”.
Jesús recién había alimentado a una multitud, y ahora le piden otra señal, ese es el problema con los milagros, los milagros nunca satisfacen, ni llenan las más profundas necesidades en la vida del hombre; ellos dijeron danos una señal, la generación mala y adultera demanda señal; (Mateo 12:38-42) y lo que Jesús hace es hablar de su origen divino.

La multiplicación de señales no produce más creencia en el Señor. Jesús hacía un milagro que ellos podían ver, para luego hacer el milagro que ellos no podían ver. Les decía: Ustedes necesitan creer en mí, ellos decían danos una señal.

Juan 6:31 ellos dijeron: “Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida;”
ESTE ES EL SIGNIFICADO DEL MILAGRO, ESTA ES LA IMPORTANCIA DE LA SEÑAL.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mi viene, nunca tendrá hambre; y el que en mi cree, no tendrá sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis”.

c. El pan que sacia es Jesús. Juan 6:35 dice: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás”. ¿De qué habla? De hambre física no es, porque cuantos cristianos tienen hambre física. ¿Qué es lo que quiere decir? Jesús es lo que vos necesitás, vos tenés hambre, ya sea que lo sepas o no. Vos necesitás al Señor. Él y solo Él puede satisfacer los deseos más profundos de tu corazón. ¿Cómo debés buscar vos al Señor? Necesitás buscar al Señor como lo más prioritario, lo dice Mateo 6:33. ¿Sabés que lo que el hombre natural quiere o la gente del mundo quiere? Fama, amigos, reconocimiento, placer, dinero, y forma física. Dice la Biblia que los gentiles buscan todas estas cosas. Buscan la satisfacción en lugares equivocados, estas cosas no tienen nada de malo, pero su lugar debe ser el segundo lugar.
Dejá de buscar una bendición y buscá la justicia (Es Cristo mismo). ¿Quién es nuestra justicia? Cristo, buscá a Jesús como un hombre busca pan, debés buscar primero el reino de Dios y su justicia. Mirá más allá del milagro y llegá a Jesús, lo que tu corazón desea. La única manera de encontrar satisfacción la encontrará en Jesucristo. Solo Jesús puede quitar el dolor de la sepultura y darte una esperanza segura y eterna.

1º Observación: ¿Recordás la historia de Nicodemo? ¿Por qué se acercó a Jesús? Juan 3:2, «Rabí (le está diciendo: Colega) sabemos que has venido de Dios, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él». Juan 3:3 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.
Nicodemo estaba tan asombrado con las señales (los milagros que Jesús había hecho) que él quería saber más. Él le preguntó a Jesús por milagros y Jesús le comenzó a hablar acerca de nacimientos. Era como si Jesús le estuviera diciendo: “Nicodemo, para entender qué es un milagro, tú mismo tienes que llegar a ser uno”. Nicodemo era un hombre inteligente, era un fariseo, principal entre los judíos y era parte del Sanedrín. Y aun así, con todo ese conocimiento, Jesús le dijo: “Si no nacieres de nuevo, no podrás ver el reino de Dios”. Las personas simplemente no pueden ver las cosas espirituales hasta que el Espíritu Santo encienda la luz en sus almas. La gente después de los panes y peces querían más panes y peces, querían más señales, y Jesús responde de la misma forma que lo hizo con Nicodemo. Les dijo que tenían que creer en quien el Padre había enviado ”Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado”. Juan 6:29. Querida gente, para entender qué es un milagro deben convertirse ustedes en un milagro, deben llegar a ser uno.

2º Observación: Jesús descubre y pone al descubierto, el motivo corrupto por el cual le buscaban. En Juan 6:26 les dice: «Me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis». ¿Cuál era la señal que no habían acertado en ver? La que designaban a Jesús como el Mesías espiritual. Le llaman Maestro pero no están interesados en su sabiduría celestial, sino en la salud de su estómago. Jesús no se deja llevar por la adulación, sino que los reprende por su hipocresía, de Él TODOS tenemos que aprender. Los INSTRUYE a obrar por motivos más altos, más dignos: «Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que permanece para vida eterna». Los judíos oyen la palabra trabajar, y ya piensan en las obras de la ley, y como lograr un lugar en el reino de Dios. No podemos hacer de las cosas terrenas la causa PRINCIPAL DE NUESTRA PREOCUPACION. El Sermón del Monte nos pone a tono (Mateo 6:25-34). Todo lo de este mundo es transitorio y corruptible: Placeres, riquezas, y los honores. Todas se pierden y hay que dejarlas cuando nos vamos a la eternidad. Es necio buscar todo esto en detrimento del alma o el espíritu. Pero la comida de Jesús, permanece para siempre y nutre el alma. Hay que trabajar por ella, y eso no quiere decir que se gane por mérito o esfuerzo, sino QUIERE DECIR: Hay que buscarla con diligencia.
¿Por qué murmuraron contra Jesús en Juan 6:41? “Murmuraban entonces de él los judíos, porque había dicho: Yo soy el pan que descendió del cielo”, Por hacerse un símil del pan. En Juan 6:39-40, muestra que se le había encomendado a Jesús la salvación de la humanidad. Dios los visitaba con su misericordia y esto debería hacer que ellos se postraran en adoración y recibir con alegría la noticia. ¿Qué fue lo que les ofendió? Dijo que descendió del cielo. Y ellos conocían su procedencia terrena, era uno de ellos. Esto fue un obstáculo para creer en Él.

3º Observación: “El pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo. Le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” Juan 6:33-35.
No lo desprecie, no lo trate con indiferencia, no lo deje enmohecer, ni deje que se endurezca, ni lo deje de comer. Cierto día, una joven le pidió a un creyente que escribiera una breve dedicatoria en la Biblia que sus padres le habían regalado. Sin embargo, en ella ya se hallaba la siguiente inscripción: Yo soy el pan de vida. El creyente simplemente agregó estas palabras: “No lo dejes enmohecer”.

4º Observación: Jesús habla de la obra de Dios. ¿Qué es la obra de Dios? La explica extensamente. La obra de Dios es: CREER EN CRISTO, ES VENIR A CRISTO (Juan 6:35,37,44,45). Venimos a Él como autor de nuestra salvación, y camino al Padre (Juan 14:6). ¿Qué se obtiene con CREER en Él? La necesidad y la muerte son dos cosas que tememos. Salmo 23:1 y Juan 6:35. Los deseos más urgentes y más importantes siempre estarán satisfechos. Tendremos la vida eterna: Juan 6:40,47,50,51,54,58.

5º Observación: ¿Por qué necesitamos alimentarnos de Cristo? El maná del desierto era ya historia, pero fue aún en aquella época insuficiente. Todos cuantos lo comieron murieron en algún momento, la mayoría de ellos bajo la ira divina. Vivir para siempre no es igual a existir para siempre (Juan 6:51). Juan 6:53, No hay vida espiritual sino tenemos deseos de Cristo. Si nuestro espíritu no tiene hambre y sed de Cristo, ESTÁ MUERTO. OBTENEMOS VIDA ESPIRITUAL DE CRISTO NO POR OTRO MEDIO.
¿Cuál son los beneficios de alimentarnos con Cristo? 6:56, «en mi permanece y yo en él». Seremos uno con Cristo (1 Corintios 6:17) «El que se une al Señor, es un solo espíritu con él». El comparte nuestras penas y nosotros sus glorias. Juan 6:57, tendremos vida eterna por medio de Él. Filipenses 1:21 y Gálatas 2:20.

6º Observación: Muchas organizaciones juegan, a veces, el llamado: “Juego de los números”. La cantidad, en la mayoría de los casos, es más apreciada que la calidad.
El éxito es un bien curioso, generalmente ilusorio y difícil de medirse. Tal vez sea por eso, supongo, que intentamos tan tenazmente usar los números para determinar si obtuvimos éxito o fallamos. Infelizmente, los números no cuentan toda la historia, a veces, inclusive, ellos son la causa de muchas conclusiones erradas.
Después de que Jesús alimentó a 5.000 varones, las multitudes lo buscaban y querían más. Ellos querían ver más milagros, especialmente si tenían que ver con alimento. Pero Jesús respondió en Juan 6:27 “Trabajad no por la comida que perece, más por la comida que a vida eterna permanece,…”
Esta enseñanza no fue bien aceptada. Muchos de los llamados “discípulos” de Jesús lo dejaron en aquel día. Ellos estaban allí por el show, y cuando Jesús dejó de “actuar”, la mayoría de ellos decidió que tenían mejores cosas para hacer. Se pudiéramos medir los resultados de Su milagro en términos de números, seríamos tentados a juzgarlo un fracaso, ya que apenas un puñado de seguidores permaneció. Pero Jesús prosiguió alimentando a sus 12 discípulos, con el alimento espiritual eterno, que se desarrolló hasta tornarse la sólida Iglesia de Jesucristo en todo el mundo en los días actuales.
¿Vos estás concentrándote en los números o en los resultados permanentes? Que no te atrape el juego de los números, sino edificá sobre relaciones profundas y significativas.
¿Cuál es tu motivación por lo cual seguís a Cristo? ¿Son los panes y peces o su persona te cautiva y no importan los panes y peces?
Una de las pocas cosas que recuerdo de la materia Literatura de la secundaria es una poesía, un soneto español cuyo autor es hasta ahora desconocido:
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Está claro que la motivación del poeta no son los potenciales beneficios de Jesús, sino Jesús. ¿Y vos? Satisfagamos nuestro hambre con solo Jesús, y anunciémoslo al mundo hambriento.

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