Las Señales en el Evangelio de Juan
Por: Carlos Amarillo | Temas: Evangelio, Juan 2
1º Diálogo: Jesús y los discípulos: Jesús venía de una situación donde su vida había peligrado, pero con compasión se acercó a este ciego de nacimiento. Lo primero que hizo es ver a un ciego a su paso. Los discípulos en cambio, aprovecharon la ocasión para hacer una pregunta indiscreta. A ellos qué les importaba si había pecado en el hombre o que fuera la culpa de sus padres. Estamos más inclinados a los problemas ajenos que a los nuestros.
¿Cómo podía haber pecado en el vientre de su madre? Una enseñanza rabínica había interpretado que Esaú había intentado matar a Jacob en el vientre de Rebeca (Génesis 25:22-26). Los discípulos conocían el AT, en Exodo 34:7 dice: que Dios «visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación». Pero ya con los profetas, en Ezequiel 18:20 había dicho, «El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre…»
Jesús vino a sanarnos de la ceguera de nacimiento (1-12), la ceguera del legalismo (13-16), la de la incredulidad (17-23) y la ceguera del orgullo (24-34). Juan tenía un propósito cuando escribió su evangelio y era que creyéramos en Jesús y al creer pudiéramos salvarnos. Él nos habla de ese propósito en la parte final de su evangelio, nos explica que escribió para que creamos en Jesús y que seamos salvos: «Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo (es decir el Mesías), el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre» Juan 20:30-31.
Juan usó una palabra muy singular para referirse a los milagros, y es la palabra señal. Señal era un milagro, pero era más que un milagro, una señal era un milagro con mensaje. Enseñaba al realizarse. Campell Morgan decía que Cada parábola era un milagro de instrucción. Cada milagro que Jesús realizó era una parábola de instrucción. No es que los milagros no sucedieron, Cada milagro que sucedió, era una parábola de instrucción. En el evangelio de Juan hay muchos milagros que son señales que tienen que concluir con las personas que crean en Jesús (20:31).
¿Qué consecuencia nos trae el hecho de ser ciegos? Lee Juan 9:1-3,
El ciego de nacimiento físicamente es la ilustración de la persona sin el Señor Jesucristo. Juan 1:4 dice “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”. ¿Qué sucedió cuando el hombre pecó? ¿Cuándo Adán pecó, que pasó? Adán era perfecto cuando Dios lo creo, y Dios vivía en Adán porque el cuerpo de Adán era un templo en el cual Dios podía vivir. Mas Dios le dijo: «Adán el día que peques contra mí tu ciertamente morirás». Cuando Adán pecó contra Dios murió. ¿Cómo murió Adán? El no murió físicamente porque vivió cientos de años, pero él murió de inmediato espiritualmente, progresivamente en su alma y finalmente en su cuerpo, lo que sucedió es que la vida salió de Adán, la vida espiritual. Recuerde Juan 1:4, «En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres». Cuando el Señor salió la vida salió. Y cuando la vida salió, la luz salió. El hombre se transformó en una casa deshabitada. Recuérdelo, Y cuando el Señor salió, la vida salió, la luz salió; verá en el Señor está la vida, la vida es la luz. Todo ser humano, es decir todo hijo de Adán tiene la naturaleza de Adán, y él está sin el Señor, sin la vida y sin la luz, por lo tanto, este hombre que nació ciego es la ilustración de todo hombre mujer y niño, sin el Señor Jesús.
Cuando el Señor salió de Adán ¿Cómo quedó él? Quedó corrupto, Quedó muerto, ¿Cuándo la luz salió? ¿Cómo quedó él? Quedó en tinieblas. Adán pues quedó, corrupto, muerto y ciego porque ya no tenía al Señor en él. Esto es lo que significa estar perdido. Para estar perdido vos no tenés que ser un violador, ladrón de bancos, asesino, un terrorista, un blasfemo, simplemente es el estar sin Dios, somos hijos de Adán y en Adán todos morimos. Jesús le recalca a todo hombre, a toda mujer, están ciegos.
Existe la ceguera de los ojos, y la del corazón Recordemos ¿Qué le dijo a Nicodemo? Leamos Juan 3:3 «De cierto de cierto te digo que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios». La persona sin Cristo puede ver lo material y físico, mas no puede comprender lo espiritual. ¿Qué dice Efesios 4:18, de cada persona, sin Cristo?: «Teniendo el entendimiento entenebrecido, (no los ojos) ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que ellos hay, por la dureza de su corazón». Existe más de un tipo de ceguera.
No solo era ciego, sino de nacimiento, después los discípulos hicieron una pregunta tonta acerca de ¿Quién pecó éste o sus padres para que haya nacido ciego? Quizá sus padres podían haber pecado y el niño haber nacido ciego. A veces hay niños que nacen con ceguera por causa de enfermedades venéreas de sus padres, pero no necesariamente la ceguera se debe al pecado de los padres. Ellos preguntaron: ¿Quién pecó? Era una pregunta bastante tonta. «No es que pecó este ni sus padres sino para que las obras de Dios se manifiesten en él». Es una ilustración de todo ser humano sin Cristo? 1) Era ciego 2) De nacimiento. ¿Sabías que todos nacemos ciegos? Espiritualmente todos nacemos ciegos. El Salmo 51:5, cuando dice: “He aquí en maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre”, no significa de alguien concebido fuera del matrimonio, allí se refiere al pecado de Adán, soy un pecador desde la concepción, yo nací y fui concebido con una naturaleza pecadora. Incluso tu precioso hijo o nieto tiene naturaleza pecadora, cuando llegue a la edad de responsabilidad necesita la luz, recibir a Cristo.
Efesios 2:3, habla de antes de recibir la vida eterna «… y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás». Pero hemos recibido vida eterna al confiar en Cristo.
Juan 9:8, Los vecinos decían que era el que se sentaba y mendigaba. Era ciego de nacimiento y mendigo. El representa a todo ser humano sin el Señor Jesucristo. ¿Para qué nos creó Dios? Para que fuéramos un rey, cuando Dios crea a Adán y a Eva los puso en el Jardín del Edén y les dio dominio o gobierno. Adán y Eva eran rey y reina del planeta tierra, la humanidad debía poseer dominio, mas el hombre que fue creado para ser un rey, un rey espiritual, ahora es un mendigo ciego. La primera verdad a aprender todos: Que la ceguera espiritual hace mendigos de todos nosotros.
¿Hace falta solo luz para poder ver?. Juan 9:2-5, Acá está el significado del milagro: Jesús es la luz del mundo. Jesús escupió en tierra he hizo lodo con la saliva, y untó con lodo los ojos del ciego y luego le dijo ve a lavarte al estanque de Siloé, que traducido es “Enviado”. Y fue entonces y se lavó y regresó viendo. Aquí estaba un hombre ciego y Jesús la luz del mundo estaba en su presencia y no podía verlo. Jesús estaba a plena luz del día pero él no podía verlo. El ciego necesitaba algo más que la luz para poder ver. Un hombre ciego no puede ver la luz, pero sería un tonto si niega la existencia de la luz, simplemente porque él no la puede ver. Mas este pasaje nos enseña que él necesitaba mas que la luz, él necesitaba la vista. No puede haber vista sin la luz, pero puede haber luz sin la vista.
Los hombres necesitan más que la luz para salvarse, también necesitamos la vista.
2 Corintios 4:3-4, «Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios». Satanás no puede apagar la luz, ¿Qué es lo que hace? Él ciega el corazón, él ciega la mente, la Biblia dice: «El dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos», se requiere más que de predicación, para que la gente reciba a Cristo.
Una persona ciega no puede ver la luz por más fuerte o pura que esta sea, se requiere más que predicación para que la gente reciba el regalo de la vida eterna. Se puede predicar la verdad, pero únicamente el Espíritu Santo puede impartir la verdad. Es la razón por la cual debemos ser una iglesia de oración, es el por qué vos debés ser un ganador de almas lleno del Espíritu, esta es la razón por la cual debemos tener la unción, porque dependemos de Dios para que Él de vista a los ciegos.
Necesitamos comprender que nadie puede ser ganado para el reino del Cielo con argumentos, nadie puede ser educado para que entre al reino del cielo. No estoy en contra de dejar que brille la luz, debe brillar, usted debe compartir, pero recuerde que hay otra dimensión, este hombre era ciego y allí estaba cara a cara con la luz pero no la podía ver.
2º Diálogo: Jesús y el ciego: Note lo que el Señor hizo Juan 9:5-7. ¿Qué significa esto? ¿Qué representa el lodo? Representa para mí lo mismo que las seis tinajas. El lodo habla de la humanidad, ¿De qué creó Dios al hombre? Dios formó al hombre del polvo de la tierra, habla de nuestra humanidad, debilidad, fracaso, incapacidad. El poner lodo en sus ojos representa todo aquello que bloquea la luz, eso era lo que andaba mal. Su humanidad, su naturaleza ocasionó que él fuera ciego.
El Señor con gozo le dice: Ve a lavarte en el estanque de Siloé, que traducido es “Enviado”. ¿Qué significa?» Que interesante palabra: “Enviado”, en Juan 8:12 Jesús se declaró la luz del mundo, pero los judíos no querían aceptarlo, Vea Juan 8:23, donde habla vosotros sois de abajo, yo soy de arriba, mi origen es el cielo, le habla de su identificación con Dios el Padre.
Juan 8:26 donde declara que “El que me envió es verdadero”. Continuemos con Juan 8:29, «Porque el que me envió conmigo está». Juan 9:4, dice antes de sanar a este hombre, «Me es necesario hacer las obras del que me envió mientras el día dura». Juan 9:7 «Ve a la lavarte al estanque de Siloé que traducido es enviado», es decir, Jesús da a entender que este estanque lo representa a Él, Yo soy el enviado del cielo. YO SOY LA RESPUESTA DEL CIELO A LA CEGUERA DEL HOMBRE. Nuestra humanidad bloquea la luz, la suciedad bloquea la luz, yo he sido enviado de arriba, yo soy el único que puede quitar las tinieblas, yo soy el Hijo de Dios enviado del cielo. Necesitamos entender que por naturaleza espiritualmente somos ciegos, y ese hombre necesitaba más que luz, necesitamos la vista y Jesus es el único que puede darla.
3º Diálogo: Los fariseos y el ciego sanado y los padres: ¿Qué causó la ceguera en los líderes judíos?
a) Ceguera causada por el legalismo, Juan 9:13-16.
Los fariseos rechazaban a Jesús porque no estaba de acuerdo con su sistema legalista. La interpretación equivocada de lo que podía hacerse en sábado (9:14), cegaba a esta gente para que no pudieran ver al Mesías prometido en el AT. ¡Mezclar la saliva con la tierra equivalía a amasar! !Y poner mezcla en los ojos estaba prohibido, solo se podía poner ungüento, si es que entre semana se habían puesto! LEGALISMO PURO. Y como la ceguera no ponía en peligro la vida humana, no era una emergencia solucionarla, y que se justificara el acto de misericordia en el día sábado. El ciego según ellos podía esperar. Cuando ellos preguntaron como era que había recibido la vista, el hombre contestó: «Me puse lodo sobre los ojos y me lavé, y veo». Ellos pensaron que si esto era de Dios, no se quebrantaría el día sábado. Pero era de Dios y lo que se quebrantó fue su mala interpretación de lo que debía o no hacerse en sábado. Otros pensaron que Dios no podía manifestarse por medio de un pecador.
Dentro del Pacto que Dios estableció con Israel, se les obligaba a reposar a los judíos, el séptimo día de cada semana, el primer día de cada mes, los días de fiesta y el séptimo año, cuando el Señor Jesucristo, moría en la cruz, este pacto con Israel llegó a su finalidad y a su conclusión, Jesús colgaba en la cruz y el velo del templo se rasgó de arriba abajo, significando el Espíritu Santo, que el camino al Altísimo, se abría totalmente, y que ya no había lo que el velo representaba, intermediarios para entrar a Dios, ya no había necesidad de ningún sacerdocio levítico, ni de traer chivos, ni tórtolas, ni bueyes, ni de guardar días de reposo, ni días fiesta, ni la Pascua, ni mucho menos, se abría el camino a Dios, y ahora Dios nos aceptaba, no mediante las fiestas, no mediante el sacerdocio, sino mediante la sangre de su Hijo Jesucristo.
Si alguien quiere guardar el sábado nada más, como día de reposo, va a tener que guardar también todos los demás días que Dios estableció con Israel, incluyendo los 10 Mandamientos.
Dice Gálatas, que los que quieran vivir agradando a Dios al tratar de cumplir la ley, malditos son ¿Por qué? Porque para eso vino Jesucristo, dice Romanos 8:3 “Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne para que la justicia de la ley” aquí esta “se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”.
Señores sabáticos, cuando Jesucristo moría en la cruz del Calvario, Dios nos decía: Mi hijo es el único que ha cumplido la ley, los 10 mandamientos, ahora que Él ha cumplido la ley, ahora es justo delante de mis ojos; si tú crees en El, su justicia te la regalo, y cuando recibimos a Jesucristo en nuestro corazón, recibimos la justicia que no merecemos y que no tenemos, ni que no nos podemos ganar,
¿Por qué? Romanos 8:3 lo que era imposible para la ley porque cuanto era débil por la carne ¿Qué cosa era imposible para la ley? Cambiarnos.
Entonces me preguntarás: ¿Para que dio Dios los 10 Mandamientos? Dios dio los 10 Mandamientos, no para cambiar a nadie, nadie jamás pudo ser cambiado al conocer la ley, Dios dio los mandamientos para revelar el pecado.
b) Ceguera causada por incredulidad Juan 9:17-23.
El grupo de los críticos se dividió, y no podían resolver el problema con los argumentos teológicos, racionales. ¡Le pidieron opinión al ciego sanado! El hombre dijo que su Sanador era profeta, ya que ningún hombre común podía hacer estos milagros. Los profetas antiguos habían hecho muchos milagros: Moisés, Elías, y Eliseo. Isaías había profetizado que el Mesías abriría los ojos a los ciegos, Isaías 35:5-6. Algunos líderes judíos se contagiaron de algunos vecinos dudando de la identidad del ciego sanado: No debe ser él. Pero sus padres lo identificaron, a ellos les hicieron tres preguntas: «¿Es éste vuestro hijo?», «¿Nació ciego?», y «¿Cómo pues ve ahora?» (v.19). Las dos primeras las contestaron, la tercera no. No pudieron contestar cómo fue que recibió la vista (21), y evitaron dar una opinión por miedo a que los expulsaran de la sinagoga (22). Pusieron toda la responsabilidad sobre el hijo al decir que tenía suficiente edad como para contestar por si solo. Los líderes del judaísmo no estaban dispuestos a reconocer a Jesús como Mesías porque estaban cegados por el sistema legalista del judaísmo.
c) Ceguera causada por el orgullo Juan 9:24-34.
El hombre sanado fue llamado de nuevo por los fariseos y le instaron a que dijera la verdad. Decidieron que era imposible que Jesús, quien según ellos había quebrantado la ley, y que por eso era pecador, pudiera tener el poder de Dios para dar vista al ciego (v.24). Aquí Juan revela la debilidad del judaísmo, y la superioridad del cristianismo. Ambas son incompatibles. El hombre sanado se rehusaba a negar a Jesús basándose en una doctrina equivocada del judaísmo. Para él la experiencia de recibir la vista, tenía más peso que los argumentos de los fariseos (v.25). La pregunta real, era si el judaísmo era o no de Dios. Si las leyes del judaísmo con respecto al sábado eran correctas, hubiese sido contradictorio para Dios bendecir a alguien que quebrantaba las leyes del día sábado. Es obvio que el judaísmo estaba en un error. Estaban tan desorientados que pidieron al hombre sanado que repitiera su descripción de lo que había pasado (v.26). El hombre respondió que había explicado cuidadosamente lo sucedido, pero que los judíos rehusaban aceptar lo que decía. Usó la ironía: «¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?». En Juan 9:28 se hace un contraste entre los discípulos de Moisés y los de Cristo. El ORGULLO de creer que sus interpretaciones eran correctas, les impedía reconocer la verdad el don de sanidad en el ciego. Ellos se jactaban de tener razón en sus creencias por estar basadas en la ley de Moisés, a quien Dios había hablado (v.29). No negaron que el milagro era de Dios, pero rehusaron admitir que el Autor, quien para ellos había quebrantado el día sábado, era de Dios. Ellos sostuvieron que no sabían de dónde era (v.29). Juan presenta al ciego iletrado como más lógico que los educados fariseos. El hombre dedujo que Jesús poseía poder de Dios, y por lo tanto no podía ser pecador (30-31). El milagro era señal de que Jesús estaba haciendo la voluntad de Dios, quien había escuchado y cumplido su pedido (31). El hombre que recibió la vista, concluyó que Jesús debía ser el Mesías prometido, cuya venida estaba asociada con el día del Señor, cuando los ojos de los ciegos serían abiertos. Los fariseos no pudieron contrarrestar su argumento, ni su interpretación del AT, sin embargo su orgullo no les permitió aceptar lo obvio. Su único recurso fue atacar el carácter del hombre, y echarle de la sinagoga. Que el hombre había nacido ciego fue interpretado como si fuese un pecador, y ellos no aceptarían instrucción de un pecador.
4º Diálogo: Jesús y el ciego y los fariseos: Los ojos una vez abiertos pueden ver la luz, mas estos deben aprender a ver y esto es un proceso. Juan 9:35-38. “Oyó Jesús que le habían expulsado; y hallándole le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? ¿Quién es, Señor (el Hijo de Dios) para que crea en él? Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró.»
Los ojos abiertos deben aprender a ver. Fue después del milagro. Los fariseos empezaron a interrogarlo y lo iban a echar de la sinagoga, porque sus respuestas no los satisfacen. Le hicieron toda clase de preguntas: ¿Quién? ¿Cuáles son sus credenciales? ¿Quién lo ordenó al ministerio? Hoy estarían preguntando ¿En qué seminario estudió? ¿Qué iglesia lo ordenó? Y cosas por el estilo y él los enfureció al mirarlos. «No puedo contestar todas sus preguntas, una cosa sé, que habiendo sido ciego ahora veo». Por eso lo echaron y Jesús lo buscó afuera. Ellos son la oscuridad del mundo, Él, el Señor es la luz del mundo. Religión sin Cristo es igual a maldición. Mas Jesús lo buscó y comenzó a trabajar con ese hombre, el Señor lo capacita para que crea, le estaba dando entendimiento, lo guía de una fe no salvadora, a una fe salvadora. Él primero cree en Jesús, antes de entregarse a Jesús. Veamos otra vez su testimonio El chico pasó de la no fe a tener fe en un proceso. Había abierto sus ojos pero no era salvo. Juan 9:25, «Entonces él respondió y dijo: Una cosa sé, que habiendo yo sido ciego ahora veo». Este fue un buen testimonio, pero si me preguntara si ¿sabe que Jesús fue pecador o no?, Yo realmente no sé si es pecador o no, ese no sería un buen testimonio, pero si fue un buen testimonio cuando él lo dijo porque este hombre no sabía nada más, todo lo que él sabía era que era un ciego de nacimiento, que era un mendigo, que Jesús puso lodo en sus ojos, que lo mandó a lavarse al estanque Enviado y ahora él podía ver. Eso era todo lo que él sabía, él no sabía nada sobre Jesús.
No era un teólogo. «Un creyente con un radiante testimonio, vale mucho más que una biblioteca llena de argumentos». Los fariseos querían discutir con este hombre, mas él les dijo: Una cosa sé que habiendo sido ciego, ahora veo. Ellos no podían ignorarlo Él tenía una ignorancia honesta.
El Espíritu Santo te guía a la verdad, el Espíritu Santo no te da la verdad. Jesús dijo en Juan 16:13: «El Espíritu de verdad él os guiará a toda la verdad». Una vez que tenés la luz debe aprender a ver.
PROCESO: Este hombre pasó por un proceso después de haber sido sanado le preguntaron en Juan 9:10, ¿Cómo te fueron abiertos los ojos? Respondió aquel hombre que se llama Jesus me untó con lodo los ojos, me lavé y recibí la vista. Es todo lo que él sabia sobre Jesús. Sabía que era un hombre, los fariseos le preguntaron como un hombre pecador hace estas señales, yo no se fue un hombre llamado Jesus, paso número uno.
Profeta: El verso Juan 9:17, «Entonces volvieron a decirle al ciego que dices tu del que te abrió los ojos?, Que es profeta». Ahora él ha comenzado a pensarlo un poco mas, él afirmó este hombre es mas que un hombre, es un profeta.
Enviado: Juan 9:31 «Y sabemos que Dios no oye a los pecadores, pero si alguno es temeroso de Dios y hace su voluntad, desde el principio no se ha oído, a uno que nació ciego, si este no viniera de Dios nada podría hacer». Note el proceso, él está empezando a ver mas y más, primero que era un hombre ya sea pecador o no, luego un profeta, luego afirma que era un hombre enviado de Dios, mas aún no sabe que es el Hijo de Dios.
Hijo de Dios: Vea como su fe madura completamente (Juan 9:35-38). «Oyó Jesús que le habían expulsado y hallándole le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios respondió él y dijo, ¿Quién es Señor para que crea en él? …Le dijo Jesús pues le has visto, y el que habla contigo, él es». Sus ojos le fueron abiertos «Y él dijo Creo, Señor; y le adoró». ¿Lo ve?. El hombre a quien le fue dada la vista está aprendiendo a ver, y esta es la forma en que la gente viene al Señor Jesucristo, Dios tiene que abrir sus ojos, el Espíritu Santo tiene que darle conocimiento, conocimiento espiritual y luego aprender a crecer en el conocimiento hasta abrir completamente los ojos de la fe. Otros versículos que demuestran esta verdad Ver Lucas 8:18, «Mirad pues como oís, al que tiene se le dará, pero el que no tiene aun lo que piensa tener se le quitará». Por ello tenga mucho cuidado cuando va a la iglesia, como escucha porque si vos deseas la verdad, se te dará más verdad, pero si vos no deseas la verdad, aun la que parece tener se le quitará. Romanos 1:17, «Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe para fe, como está escrito, mas el justo por la fe vivirá» ¿Cómo te habla Dios? De fe en fe.
Repaso de Juan 5 el PROCESO del hombre noble con hijo enfermo: Hubo una fe en el poder de Cristo, no sabemos dónde oyó este hombre en cuanto a Jesús, pero sea lo que sea, que hubo oído, fue lo suficientemente poderoso, como para estar dispuesto a emprender un viaje de más 30 km, a otra ciudad, y buscar a Jesús, porque por lo menos, mentalmente creía en el poder de Jesucristo, luego, cuando Jesús le dijo que se fuera a su casa, dado que su hijo vivía, el hombre avanzó de una fe en el poder de Cristo, a una fe en las promesas de Cristo, el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, es lo que el texto dice, eso, es una buena fe.
Pero cuando llegamos a Juan 5:53, él expresa la fe más importante de todas:
Hubo una fe en la persona de Cristo, él creyó no en su poder, no en su promesa, sino que creyó en el mismo Jesucristo, y tengo que creer de corazón que ese fue el punto de toda la experiencia de su vida, ¿No sabés que a veces Dios manda problemas a nuestras vidas, para que esos problemas nos guíen a sentir nuestra propia impotencia, nuestro propio vacío y nos lleven a reconocer nuestra gran necesidad de Jesús?
Igual pasa con la samaritana en Juan 4, hubo un PROCESO.
¿Vos en que parte del proceso estás? ¿Llegarás a la meta final de tener verdadera fe?
En Juan 9, hay un hombre que dijo: bueno, él abrió mis ojos. Esto es un poquito de fe (abrir los ojos), luego él pasa de esa fe a esta fe: Afirma Él es un profeta, él pasa de esa fe a esta fe. Él es enviado de Dios, luego pasa de esa fe a esta fe: Él es el Hijo de Dios, yo creo, y por la fe lo recibió como su Señor y Salvador, él pasa de fe en fe, a todo el que tiene se le dará, luego que sus ojos sean abiertos, tiene que aprender a ver. Es el cumplimiento de Proverbios 4:18, “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”. 1º aparece el amanecer gris. 2º luego asoma el sol en el horizonte y lo podés ver con sombras y muy poco color. 3º levanta más el sol lo puede ver y aún hay grandes sombras, y finalmente el mediodía al resplandecer completamente, 4º sol llega al mediodía en plenitud ya no hay sombras. Esta es la forma en que Dios nos da sabiduría, fe espiritual. Nosotros nacemos siendo mendigos ciegos, y se requiere mas que la vista se requiere un milagro y debemos aprender a ver.
Admita y confiese su necesidad Juan 9:39. “Dijo Jesús para juicio he venido yo a este mundo. Para que los que no ven, vean, y los que ven sean cegados entonces los fariseos al oír esto le dijeron ¿Acaso nosotros somos también ciegos? Jesús les respondió: si fuerais ciegos no tendrías pecado y más ahora porque decís vemos, vuestro pecado permanece». No existe peor ciego que el que no quiere ver. Por lo tanto: Aquellos que profesaron estar llenos o satisfechos, Jesús los envió hambrientos, aquellos que declararon ser justos fueron enviados sin ser perdonados y aquellos que afirmaron ver, permanecieron ciegos. La necesidad más grande del hombre es reconocer su ceguera espiritual la Biblia lo afirma claramente.
Si comparamos con Lucas 4:18-19 con “Las siete señales que estamos viendo en el evangelio de Juan”
“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del Señor”. El Señor dio su sermón inaugural para indicar las principales cosas que haría por medio del Espíritu.
Si vemos estas características de Lucas 4:18-19 y queremos unirlas con las 7 Señales del evangelio de Juan encontraremos que:
La primera señal de transformar el agua en vino era transformar una sustancia inanimada, en una sustancia viva, expresión del gozo y la vida, no era inaugurar un día de venganza, es el día del favor de Dios, es el día de la gracia, toma al hombre en su estado inerte, sin vida espiritual, vacío y falta de ánimo y le anuncia: El año agradable del Señor.
La segunda señal, en ella la figura central es el padre adolorido, el noble con el corazón destrozado, entristecido por tanto sufrir. Jesús sana dos cosas importantes, al hijo por morir y el corazón dolorido del padre, acá es: “Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón”.
La tercera señal es levantar al paralítico junto al estanque, el hombre estaba oprimido por 38 años, Jesús le trae esperanza, al sanarlo porque El vino “a poner en libertad a los oprimidos”.
La cuarta señal es la multiplicación de los panes y los peces, esa gente estaba condenada a morir de hambre espiritual, Jesús vino a pregonar libertad a los cautivos porque dijo ser el Pan de vida.
La quinta señal es calmar la grave tormenta, cuando Jesús se acerca dice: Tened ánimo, yo soy, no temáis, o sea que vino para dar buenas nuevas a los pobres.
La sexta señal es sanar a un ciego de nacimiento, Jesús vino a dar vista a los ciegos.
La séptima señal es la resurrección de Lázaro, siendo la muestra de nuestra propia resurrección en la gloria eterna. Era el centro del anuncio del año agradable del Señor, sanar para siempre el corazón quebrantado, poner en libertad a los oprimidos del pecado, a pregonar libertad a los cautivos, a dar vista a los muertos o ciegos.
Bibliografía: Comentarios de Weldon Viertel: «El Evangelio y las Epístolas de Juan», El pastor A. Rogers y Ray Stedman.