Los cielos se abren, el cielo dialoga y la tierra responde
Por: Carlos Amarillo | Temas: Adviento 2016
Adviento 2016: Los cielos se abren, el cielo dialoga y la tierra responde
Por el siglo IV comenzó a hacerse el calendario de la iglesia, quien tenía que enseñar muchas cosas acerca de Jesucristo, y eligió los cuatro domingos anteriores a la fecha que se utilizaba para celebrar el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, como los 4 domingos de Adviento, para recordar lo que era la encarnación de Cristo.
En el siglo IV, comenzaron con lo que nosotros llamamos el Adviento, se celebró primero en el norte de Europa, porque los pueblos nórdicos estaban muy influenciados por las supersticiones de la naturaleza, y había que trabajar sobre la mente de esa gente, para que no mezclara las cosas, y para cuando llegara el día, entendieran que era lo que estaban haciendo; y en el sur de Europa, el peligro contra la celebración eran las festividades romanas, auténticas bacanales.
¿Y hoy? Lo hacemos porque estamos frente a las manifestaciones del mercado que se lanza contra esta fiesta, para en alguna transformarla en algo que tenga que ver con: Los regalos, la comida, Papá Noel con los desbordes y los excesos, se desvirtúa todo el sentido, y nos conviene reflexionar seriamente sobre esto, ¿Qué significa la Encarnación? Que reunirnos no sea solo una fiesta de familia, sino sea una fiesta espiritual, rescatar el verdadero significado.
1) Los cielos se abren. Lucas tiene el privilegio de narrar como se suspenden los 400 años de silencio de Dios. Vos podés ver la página en blanco que separa el AT y el NT. Lucas es guiado a relatar por indicación divina como se inaugura un nuevo tiempo cuando los cielos se abren para el hombre, y se dedica a ordenar los hechos cronológicamente, y es Lucas un evangelista, (autor de un Evangelio), documento o concepto teológico fundamental del cristianismo.
Es quien da más detalles sobre el nacimiento de Jesús, que los otros 3, cuando él escribe María todavía vivía, él la consultó, y si vos lees detenidamente, se trata de un historiador como pocos. Es evidente que da ciertos detalles que solo María se le podía haber dicho, por ejemplo lo que pasaba en su corazón cuando el cielo se abrió, y tuvo lugar la Anunciación.
Malaquías, el último libro del Antiguo Testamento está separado de los 4 evangelios por un período de silencio de más de 400 años, pero a pesar de eso están enlazados de una manera realmente asombrosa. Desde el punto de vista histórico, hubo un tiempo muy largo durante el cual no hubo ninguna voz que hablase en nombre de Dios ni vino ningún profeta a Israel y tampoco quedaron Escrituras. No hubo ningún estímulo de parte de Dios y los cielos guardaron silencio. Pero con todo y con eso, la historia continuaba, en Israel y entre los judíos estaban sucediendo acontecimientos asombrosos. Se estaban formando instituciones nuevas, que aparecen al principio del Nuevo Testamento, (sinagoga, fariseos, saduceos, y otros) pero no ha quedado constancia de nada de esto para nosotros en la historia sagrada. Malaquías es el último de los Profetas Menores y la última voz profética que habría de hablar a Israel.
Esta profecía de Malaquías fue transmitida por un hombre cuyo nombre significa «mi mensajero”. El predice la venida de otro mensajero que a su vez anunciará la llegada del GRAN MENSAJERO: Jesús. Por ejemplo, el capítulo 3 comienza con esta profecía: «He aquí yo envío mi mensajero [en hebreo diría «he aquí mando a Malaquías], el cual preparará el camino delante de mí.»
En un tiempo de preguntas y desolación EL CIELO SE ABRIO. Dios va a interferir en el orden natural. La buena noticia es que Dios hace dos mil años en Belén, interfirió en el orden natural para que el Dios hecho hombre, pudiera estar con nosotros, y por eso decimos, Emanuel, Dios con nosotros.
La Navidad es esto: Es Dios metiéndose en la historia de los hombres, haciéndose hombre, acercándose hasta nosotros.
2) El cielo dialoga con la tierra, Lucas 1:28-38.
La elegida en cuestión es una mujer jovencita y campesina llamada María.
¿Dónde vivía María? María es de Nazaret, aldea insignificante, existe hasta hoy sobre la ladera de una montaña. ¿Cuántos vivían allí? Como 200 o 300 personas, era un pueblo, ignorado, en un lugar con tantas precariedades vivió María.
Ella era descendiente del Rey David pero había muchos descendientes del rey David, es una mujer de pueblo, de fe notable, apasionada por los Salmos, por lo que dice su cántico o poema llamado el Magníficat (del Latín por la primer palabra, o sea engrandece).
Seguramente María era una adolescente, entre 13 años o 15 a lo sumo, en ese momento a los 15 que estaba desposada con José, en esa época la gente vivía poco, y la mujer maduraba antes.
Nadie podía decir exactamente qué edad tenían, la edad era por lo que sabían hacer, y ¿Cómo era la vida de una adolescente de 14 o 15 años en aquel entonces? No tenía facebook, ni usaba celular, ni entraba a Internet ni había tv. Se levantaba al salir el sol, cuidaban los animales, ayuda a la madre, acarrea agua del pozo, cocina lo único diferente a los demás días es el sábado, cuando va a la sinagoga.
En esa humilde vivienda de Nazaret, llega el ángel de Dios, a dialogar con María, es el primer diálogo que María tiene con el cielo, con el mensajero de Dios; y es un diálogo que si vos lo lees detenidamente, está dividido en tres etapas,
Donde el ángel dice algo y María responde, tres veces se da esto, tres tiempos tiene este diálogo.
Primera parte del diálogo:
Lucas 1:28 “Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres”.
Salve, significa: Alégrate, y es esta palabra la que viene de parte de Dios: Muy favorecida, sobre ti se derramaron los favores de la gracia, el Señor es contigo: Protegida y acompañada, bendita tu entre las mujeres: Recibirá un privilegio especialísimo.
El ángel proclama varias cosas: Proclama el gozo de Dios, proclama el privilegio, proclama la protección, y proclama la trascendencia.
Cuatro cosas hay en estas palabras del ángel: El gozo, porque dice: Alégrate, el privilegio, porque es la muy favorecida; la protección porque el Señor está contigo, y la trascendencia porque eres bendita entre las mujeres.
¿Por qué a María en medio de todas las mujeres? ¿Por qué el ángel dice: Bendita tu entre todas las mujeres? ¿Por qué señala esta trascendencia?
Porque la vida de María es una vida que demuestra una reverencia y devoción por Dios, una santidad interior y exterior, cosa difícil de encontrar, hay mucha santidad de afuera, pero hay poca santidad de adentro.
María tenía una santidad de adentro que se reflejaba afuera, que no era la máscara que usaba los sábados para ir a la sinagoga, por lo tanto naturalmente fluía.
Dios vio un corazón, y no se fijó la condición social, ni su educación, Dios miró el corazón de esa mujer, y bajó allí hasta María y Él es el experto que busca, analiza y qué encuentra.
A Dios no se le escapa nada, ¿se acuerdan que es lo que mira Dios según pasó con Samuel cuando buscaba rey para su pueblo y no tuvo en cuenta a David.
“Más ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba que salutación sería esa”. Se turbó, es: Se sonrojó. Es una respuesta emocional, sin palabras con turbación, que es el sonrojo, la incomodad, la confusión, el desconcierto. ¿Por qué me tocó a mí? Ha sido elegida por tu espiritualidad, la respuesta emocional, muestra el corazón puro que hay detrás.
Segunda etapa del diálogo:
30 “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”.
Está todo el plan de Dios: Dará a luz al Mesías. Esto explica el saludo inicial, ella recibió un privilegio tan grande como para ocupar un lugar en el proyecto eterno de Dios, que es la entrada de su Hijo en la tierra.
Los cielos se abrieron antes con Abram (cuando era pagano) para llamarlo a fundar una nueva nación. Los cielos también se abrieron para llamar a Moisés a liberar al pueblo esclavo. Tercera parte del diálogo: “Respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.
Lo mismo que en la creación, (Génesis 1) donde dice que: “el Espíritu se movía sobre la faz de las aguas”, la palabra que se usa es que el Espíritu empollaba sobre la faz de las aguas, acá se utiliza lo mismo, el Espíritu de Dios así como creó todo aquello, va a moverse y te va a hacer sombra, vuelve a actuar en la misma forma, es un acto incomprensible para la razón, la encarnación es incomprensible para la razón, es un misterio, se acepta por la fe.
Ese acto incomprensible para la razón, y entonces da una respuesta, y esta respuesta es una respuesta espiritual que tiene una sola frase contundente: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”.
Por lo tanto, después de haber hecho la pregunta racional, y haber recibido una respuesta de fe, esto es algo que no lo entendés porque lo va a hacer el Espíritu Santo.
En la primera etapa el Padre privilegia y protege, según dijo el ángel, en la segunda el Hijo se encarna, en la tercera el Espíritu Santo fecunda. La Trinidad acciona.
3) La tierra responde: Involucrarse con la persona de Jesús no siempre resulta en la experiencia tan placentera que imaginamos. El Señor puede invitarnos a transitar por un camino que despertará la censura y desaprobación en aquellos que son parte de nuestro entorno cotidiano. La única forma de responder es rendirnos a sus pies. De hecho, caminar con él es un llamado a volver a convertirnos cada día, yo me he arrepentido más cada día de mis pecados que la primera vez. ¿Por qué? Porque cada día soy más consciente de lo que costó mi salvación. Los argumentos se caen, las dudas que pueda tener, quedan rendidos ante la grandeza de aquel en cuyas manos está nuestro destino.
El que se involucrarse con Cristo deberá entender que se ganará el desprecio y la condenación de los que andan en tinieblas. El mismo Hijo de Dios llegaría un día a interceder ante el Padre por sus seguidores, diciendo: «Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo». Solamente aquellos que están dispuestos a darle la espalda a la aprobación de los hombres podrán constituirse en verdaderos discípulos de él. Dale mayor libertad a Dios él podrá producir alucinantes cambios en nuestro ordenado mundo y nunca más seremos iguales.
La propuesta de Dios claramente implica para María la posibilidad de una vida de incomprensión y humillación. Es precisamente por esta razón que la respuesta de ella es tan sublime: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra”. Ante la incertidumbre de un futuro desconocido ella escoge la sumisión a Dios.
¡Cuánta grandeza revelada en esta sencilla actitud! La más intensa lucha interior debe, finalmente, desembocar en este punto. Todos los razonamientos, juicio, razón, prueba, conclusión, premisa, consideración, explicación, manifestación, testimonio, la inquietud, desasosiego, intranquilidad, ansiedad, zozobra, y aun la vida misma quedan rendidos ante la grandeza de aquel en cuyas manos está escondido nuestro destino. No vemos claridad sobre lo que nos depara el futuro, pero se ha apoderado de nosotros una extraña paz que no encuentra explicación. “Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado”. Romanos 10:11
María no fue elegida de entre todas las mujeres por su riqueza, era más bien pobre; tampoco por su madurez, porque era apenas una adolescente; no fue elegida tampoco por su gran educación teológica; sino porque tenía un espíritu dispuesto a obedecer, un espíritu humilde para aceptar la Voluntad de Dios, un espíritu que confiaba plenamente en Dios (Rubén Álvarez). La respuesta de María no es la de una mujer sometida a la fuerza a un amo contra su propia voluntad, sino la de una joven judía llena de fe que acepta con plena libertad colaborar en el designio salvador de su pueblo Israel, y de la humanidad. (Colombatti)
Voluntad de Dios en María: “He aquí la sierva del Señor. Hágase conmigo conforme a tu palabra”.
Hay una gran diferencia entre someterse a la voluntad de Dios y aceptar su voluntad. Someterse es “sujetarse a” o “rendirse a condiciones impuestas.” Por ejemplo a alguien que lo desalojan por medio de la ley, tiene que irse aunque no le guste. Muchos cristianos ven la voluntad de Dios como que tienen que salir de su lugar para seguir una amarga receta: “¡Hacelo como yo te digo, o te desamparo!” El creyente acepta la voluntad de Dios con gozo y esperanza! Aceptar es “tomar, como en los brazos” – en tu pecho como en una expresión de amor y afecto. Dios no deja una vida a la casualidad, el plan es para todos sus hijos. “Para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las pasiones humanas, sino conforme a la voluntad de Dios.” (1 Pedro 4:2). “Os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él…” (He 13:21).
Pablo escribió de Epafras: “El cual es uno de vosotros, siervo de Cristo. …Él siempre ruega encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere.” (Colosenses 4:12).
En un sentido es fácil recibir el anuncio de la voluntad de Dios, otra es DAR A LUZ ESA VOLUNTAD. Nadie da a luz la voluntad divina sin una gran lucha. Jesús nos dio el ejemplo en Getsemaní, la perfecta voluntad de Dios es aceptada MURIENDO A TU VOLUNTAD PROPIA.
Fue profetizado de Jesús. “He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad, como en el rollo del libro está escrito de mí” (Hebreos 10:7). Le dijo a sus discípulos: “… porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del Padre, que me envió.” (Juan 5:30). “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra.” (Juan 4:34). “He descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.” (Juan 6:38).
¡Y como Jesús, fuimos creados para hacer la perfecta voluntad del Padre!
Hay momentos de decisión: Hago lo que yo quiero o lo que Dios quiere, a Jesús le pasó. Era doloroso aceptar la perfecta voluntad del Padre, ir a la cruz. “Mi alma está muy triste, hasta la muerte;” (Mateo 26:38). “Lleno de angustia… y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.” (Lucas 22:44). ¡Su propia voluntad murió!
Nuestro Señor fue a la Cruz con pleno gozo – porque él ya estaba muerto. Si queremos ser como él tendremos nuestro Getsemaní, SEREMOS DESAFIADOS A MOVERNOS DEL PLAN SUPREMO.
George Müller, el cual en los mediados de 1830, cuidó de más de 2000 huérfanos en Inglaterra – todo con fe en Dios. Müller era conocido como el hombre que recibió respuestas a sus oraciones. Antes de morir, él había hecho una lista en su diario de más de 50,000 respuestas a la oración.
Cuando le preguntaron cómo él determinaba la voluntad de Dios en cualquier cosa, Müller hizo una lista de lo que él consideraba que era necesario:
1. “Yo pongo mi corazón en tal estado, que no tenga voluntad propia acerca de ninguna cosa.”
2. “Yo no dejo los resultados a las emociones o simples impresiones. Eso puede abrirlo a grandes desilusiones.”
3. “Yo busco la voluntad de Dios a través de, o en conexión con, su Palabra. Si usted busca al Espíritu sin la Palabra, usted se abre a la desilusión.”
4. «Yo considero las circunstancias providenciales (controladas por Dios).”
5. “Yo le pido a Dios en oración que me revele su voluntad.”
6. “Yo me aseguro que tengo una conciencia clara ante Dios y los hombres.”
7. “Cada vez que he escuchado a los hombres en lugar de Dios, he cometido errores serios.”
8. “Yo actúo sólo cuando estoy con paz, después de mucha oración, esperando en Dios con fe.”
¿Qué representa Getsemaní para Jesús? Una de las más grandes tentaciones, la de abandonar la obra salvador, y seguir su propia voluntad como humano, que era evitar el sufrimiento y la muerte, El pidió al Padre NO MORIR, pero si la voluntad de su Padre incluía la cruz, Él iba a adoptar la voluntad de Dios, Y LO HIZO para nuestro bien y esperanza.
Getsemaní para nosotros a la distancia de nuestro gran Salvador, es morir a la voluntad propia y adoptar la voluntad de Dios, y ante el desafío a movernos del plan supremo para nuestras vidas decir que no y ADOPTAR UNICAMENTE LA VOLUNTAD DE DIOS, es decir con María: “He aquí la sierva del Señor. Hágase conmigo conforme a tu palabra”.
Bibliografía: Los Grandes Temas del Pastor Salvador Dellutri, y otros comentarios de internet.