Marcado para Cristo – Parte 2
Por: Carlos Amarillo | Temas: Gálatas 6
Es difícil conocer en profundidad a una persona. Aún si es un amigo, necesitamos conocer las influencias que ha tenido, su herencia y su ambiente. ¿Lo condicionaron? ¿Lo determinaron? Pensemos en algunos de ellos: Martín Lutero, Hitler, Alfredo Nobel, Martin Luther King, Mahatma Gandhi etc. Las incontables decisiones morales nos forman, las grandes fuerzas que nos han impulsado en un sentido u otro.
Pablo dijo: «De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo traigo (llevo) en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús (llagas)» Gálatas 6:17. Lo que es seguro de esta declaración es que se trata de una expresión del señorío de Cristo. Pablo pertenecía en cuerpo, alma y espíritu a Jesús. No se refería a un «estigma» como San Francisco de Asís (1.224). NO se trataba de marcas corporales (que también las tendría). ESTABA VINCULADO CON SU CRUCIFIXIÓN INTERNA.
El apostolado de Pablo y su mensaje habían sido puestos en duda por los judaizantes. Pablo les pide que no le molesten más y les recuerda que él tiene las marcas de Jesús en su cuerpo (v. 17). La palabra marcas (stígma G4742) tiene que ver con una marca de propiedad que se ponía a un animal o a un esclavo, soldado y aun en criminales. Contrario a los judaizantes que llevaban la marca de la circuncisión, Pablo llevaba en su cuerpo las cicatrices de las persecuciones que padeció por el nombre de Cristo (1 Corintios 4:11; 2 Corintios 4:10-11; 6:5, 6:9; 11:24-25). Muchas de las persecuciones que Pablo sufrió fueron causadas por los judíos que no querían que Pablo predicase la cruz de Cristo. Como cristianos debemos preguntarnos, todos los días, si nuestras cicatrices están en nuestros cuerpos, mentes o circunstancias por causa de complacer la carne o por causa del evangelio de Cristo.
Ahora pensemos, ¿Qué cosas podrían ser esas marcas que también son comunes a todo cristiano fiel? Pensemos en Pablo como cristiano, no como apóstol o misionero solamente. O sea las características de un cristiano normal:
1) Estaba marcado por la entrega a su Señor. Romanos 12:1-2.
2) Pablo estaba marcado por la misión de su Maestro, la entera dedicación a su tarea. Sobrepasó a todos en viajes (y no de los cómodos como hoy), en orar, en sentir pasión por un objetivo. El dijo: «Una cosa hago…» (Filipenses 3:13).
a) Era una tarea de ofensiva: En Lucas 4:16-30, Mateo 16.
b) Es una tarea que requiere poder o capacitación. ¿Cómo había de ser capacitado el Señor? Por el Espíritu que estaba sobre Él, como humano tuvo que ser fortalecido, «El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón. A pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos. A poner en libertad a los oprimidos. A predicar el año agradable del Señor.» Pablo fue lleno del Espíritu de Dios al tercer día de su conversión a Cristo Hechos 9:15, y Gálatas 1:12,17 “Pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”. Lo mismo sucede con nosotros, es inútil intentar ministrar un mundo necesitado, sin estar seguros que el Espíritu Santo está llenando nuestra vida. Le ocurrió a Jesús, siguió con Pablo y sus marcas, nos debe ocurrir a nosotros. ¿Qué hicieron los apóstoles entre la resurrección y Pentecostés? NADA RELEVANTE.
c) Es una tarea que requiere órdenes claras o comisión. ¿Cómo había de ser comisionado el Señor? Comisionado es enviado, ungido, consagrado, separado para esta obra. Ver Jn 3:16,3:34. «Porque el que Dios envió las palabras de Dios habla». Ananías le dio las primeras instrucciones a Pablo. Hechos 9:15-16 ”El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre”.
Si eso era para él, Mateo 28:18-20, Lucas 24, Juan 20, y otros.
d) Es una tarea concreta y con un objetivo determinado. ¿A que fue llamado?
PREDICAR, el evangelio es una proclama de libertad, como en la antigüedad se había proclamado la liberación de la esclavitud egipcia, y la babilónica. La esclavitud del pecado es la peor de las esclavitudes, (ver Gálatas 5:13, “A libertad fuisteis llamados”).
Juan 8:31 y 32, cuando Jesús proclamó la libertad la gente mintió, “no hemos sido esclavos de nadie”, igual nos pasa ahora dicen: ¿De qué tengo que ser libre?
Y Pablo mismo explica lo que Dios hizo y lo que es la tarea de sus siervos: 2 Corintios 5:19-21
Hacer las paces con Dios, en condiciones mucho más favorables, es transformarnos por gracia en mucho más que vencedores. Ser más que vencedores.
Mensaje de luz frente a las tinieblas. Según Isaías 9:2 la luz vendría a un pueblo inundado de tinieblas. Jesús la luz del mundo, vino para que los que no ven, vean. Juan 9:39. Jesús ofrece el colirio. Apocalipsis 3:18. Vino a ofrecer descanso a los trabajados (Mateo 11:28-30).
e) Es una tarea que incluye incomodidades. Él dijo que las zorras tenían guaridas y las aves de los cielos nidos, pero Él no tenía donde recostar su cabeza. Lc 9:58. Siendo el Rey de los cielos, vino a estar en la condición de pobreza, y no disfrutó de las comodidades como los príncipes de este mundo las pueden tener. Tuvo tal vez, menos que lo necesario.
Juan Bunyan, (más de 4 siglos atrás), soportó graves incomodidades, quien por no respetar las “normas de la iglesia de Inglaterra” y predicar fuera de la parroquia, fue llevado a la cárcel hasta que hiciera caso y dejara de predicar como lo estaba haciendo. El respondía, que ni bien lo liberaran, predicaría como “era su costumbre”. Esto le valió 12 años de cárcel y un gran sufrimiento adicional era que tenía una hijita ciega. Su oficio era el de ser un humilde hojalatero. Entre tantas incomodidades se dedicó a escribir libros que dejaron un gran impacto a muchas generaciones: El Progreso del Peregrino, La Peregrina y otros.
2 Corintios 11:23-28, nos da un inventario de incomodidades: No tenía seguro de vida, ni jubilación. ¿Por qué todo esto? Por el conflicto entre el mundo del mal y a Dios y su bondad.
Pablo no contaba con una banda de músicos, ni presentadores oficiales, ni equipos de amplificación, ni asesores de imagen, tuvo que caminar incansablemente y sólo en pocas ocasiones pudo contar con barcos que lo dejaron a pie, casi nunca lo comprendieron, no sólo sus enemigos, sino también sus allegados. Nosotros también podemos trabajar con incomodidades, no siempre contaremos con situaciones ideales de trabajo, pero tenemos que seguir. Jesús soportó incomodidades, Pablo las soportó, y ¿nosotros? ¿Cuál tu propio inventario de incomodidades? ¿Vejez, juventud, poca sabiduría, poco aguante, poca paciencia, poco dinero o recursos? ¿Recordás lo que hizo Jesús con el niño de los 5 panes y 2 peces?
f) Es una tarea que demanda sacrificios, horas y millas extras. Una hermana estaba comenzando el año nuevo con expectativas espirituales sintió que Dios le decía: “No se acomoden al desierto”. ¿Por qué esta frase? Dios la fue guiando a entenderlas. Para Israel el desierto fue un lugar de protección absoluta de Dios, era la “sobreprotección de Dios”, todos estaban cómodos, súper cómodos, entre el sol y ellos estaba la nube, la noche helada poco importaba con la calefacción central (sin costo), no tuvieron necesidad de sembrar, ni de cosechar, el alimento llegaba fresco cada día y listo para cocinar, no les faltó agua, aún de las rocas brotó, ni el calzado ni la ropa se gastó. El ambiente era milagroso en forma permanente porque todos eran elementos sobrenaturales. Todo era comodidad y bienestar, no enfrentaron enemigos ni luchas, y al solo nombre de Israel los pueblos vecinos temblaban. Tanto se adaptaron a este estilo de vida que no quisieron entrar a Canaán, pues allí tendrían que pelear para conquistar la tierra, y allí había gigantes. El plan de Dios, era que el desierto fuera una situación temporaria, de corta duración, donde recibirían un refrigerio y descanso y su fe aumentara para emprender las conquistas y esforzarse en la futura lucha. Ellos estaban cómodos en el desierto, lo otro era mucho más sacrificado, era incómodo. Israel se replegó sobre sí mismo y se alejó de todo otro pueblo. No llegó a ser luz a las naciones y perdió su sentido de misión. Al volcarse hacia adentro comenzaron los problemas internos, las quejas y la disconformidad. En el desierto las bendiciones eran automáticas y en Canaán fueron condicionales. Añoraban los ajos y cebollas y menospreciaban el maná.
ES TIEMPO DE SALIR. A los cristianos nos está pasando algo parecido: Estamos acomodados al desierto, disfrutando entre nosotros la protección evidente del Señor, la sanidad y el milagro. Pero el desafío de Dios es Canaán, el lugar donde El peleará nuevas batallas y conquistará nuevos territorios. No necesitamos tener miedo a los gigantes, Dios es el que lucha y vence de manera sobrenatural. Es insertarnos en medio de otros pueblos para ser luz. Es tiempo de abandonar nuestra comodidad y seguridad para aventurarnos al mundo exterior.
Benjamín Weir fue un misionero durante 30 años en el Líbano, él murió en 2016, un grupo islámico fundamentalista que luego llegó a transformarse en el Hez bolla lo tuvo de rehén en 1984, y fue encarcelado en el Líbano bajo condiciones infrahumanas durante 16 meses. Al ser liberado los periodistas le preguntaron: ¿Cómo pasaba el tiempo? ¿Cómo lidiaba con el aburrimiento y la desesperación? Su respuesta dejó pasmado a los periodistas: “Contando mis bendiciones”. “¿Bendiciones?” -respondieron. “Si-explicó él-. Algunos días podía ducharme. A veces comía verduras. Y siempre podía dar gracias por el amor de mi familia”. Es difícil dar gracias todo el tiempo por las bendiciones comunes que hacen la vida agradable y cómoda (alimentos, abrigo, la compañía de amigos y parientes, etc.). Hay veces que podemos olvidar las maravillosas gracias de Dios.
Pablo y Silas, aunque fueron golpeados, encarcelados, “cantaban himnos a Dios” (Hc 16:25).
g) Es una tarea a largo plazo. Pablo planificó la obra misionera con toda inteligencia. Cuando fundó la iglesia de Éfeso, lo hizo porque era la capital de Asia menor y de allí evangelizó todo ese territorio, cuando escribe la carta a los Romanos, era para presentarles sus credenciales, explicarles en qué creía y para avisarles que iba a ir allí de paso hacia España. NO ERA UN CORREDOR DE 100 METROS; ERA UN MARATONISTA. En todas las épocas de la historia, los siervos de Dios planificaron a largo plazo. En el siglo IV de la era cristiana, hubo un gigante de la fe que se llamó Atanasio, que tuvo que luchar contra la herejía arriana, un error similar a los Testigos de Jehová, diciendo que Jesús era una criatura creada, inferior al Padre. Sufrió en Alejandría (Egipto), todo tipo de oposición, y en su larga vida hasta el mismo Emperador se le opuso. Pasó 5 largos años protegido por los monjes del desierto. Otras veces huyendo para salvar la vida. Fue víctima de la crítica despiadada, sin embargo cumplió su misión con creces. Jesús lo hizo, Pablo imitó su proceder, ahora es nuestro tiempo. ¿Llevaremos las marcas del Señor?
h) Es una tarea que incluye riesgos. Pablo fue apedreado en Listra. William Carey fue misionero inglés por 40 años en la India. Él dijo una vez: “Yo puedo trabajar con insistencia. Puedo perseverar en lo que me proponga. A esto lo debo todo.” Partió sin sostenimiento, sus conciudadanos en Calcuta no lo dejaron bajar y tuvo que ir a Serampore. Pero sus luchas habían comenzado en su patria, ya que en su época, al fin del siglo XVIII, todos creían que la Gran Comisión había sido dada a los apóstoles y con ellos había concluido.
Muchos, si no la mayoría, de los clérigos del siglo dieciocho creían que la Gran Comisión había sido dada sólo a los apóstoles; por eso la conversión de los “gentiles” no les correspondía, especialmente si no estaba vinculada al colonialismo. Cuando Carey presentó sus ideas a un grupo de pastores, uno de ellos dijo: “Siéntese, joven. Cuando Dios quiera convertir a los gentiles, Él lo hará sin su ayuda ni la mía.” Carey no se quedaría callado. En 1792 publicó un libro de grandes consecuencias, el cual se ha comparado a Las noventa y cinco tesis de Lutero en importancia por su influencia en la historia del cristianismo. El libro “Estudio sobre la obligación de los cristianos de usar medios para la conversión de los gentiles”, presentaba muy bien el caso de las misiones y contradecía los argumentos que decían que no se debían enviar misioneros a tierras lejanas. Como cristianos debemos preguntarnos, todos los días, si nuestras cicatrices están en nuestros cuerpos, mentes o circunstancias por causa de complacer la carne o por causa del evangelio de Cristo.
3) Estaba marcado por la humildad de su Maestro. Dio evidencia en su carácter de la semejanza a Cristo, como fruto del Espíritu en su vida. Una de las pocas veces que Jesús se describió a sí mismo, manifestó: “soy manso y humilde”. Además agregó: “aprended de mí”. ¿Estamos aprendiendo como Él lo espera? Con respecto a la humildad, en el libro “Cristo, el dolor y yo”, dice que la humildad…….
• «Te hace conocer el límite de tus fuerzas». Sos vulnerable. Pablo decía: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» Filipenses 4:13. La frase «en Cristo» es muy importante, da las razones del poder de una vida rendida a Dios. ¿Sabés cuándo dijo Pablo eso? Luego de afirmar que sabía vivir humildemente, y que también estaba preparado para la abundancia. Salomón el antiguo rey hebreo, le pedía a Dios que no lo llenara de riquezas porque corría el riesgo de negar a Dios o si tenía menos de lo necesario hurtara o blasfemara el nombre de Dios (Proverbios 30). Salomón terminó mal, Pablo terminó bien. ¿Te has dado cuenta de todo lo que podés «en Cristo?». Todo auto por más que sea complejo, necesita SERVICE. ¡Sos vulnerable!
• «Te revela tus propios defectos para corregirlos». Pablo dijo: «…el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo», Filipenses 1:6. Note la palabra «perfeccionará», habla de la ayuda de Dios para vencer el poder del pecado. En un arranque de intolerancia el apóstol Juan cuando era muy joven, quiso que descendiera fuego del cielo para quemar a los samaritanos, que no entendían a Jesús. Pero luego corrigió ese defecto y es el apóstol del amor.
• «No te consiente en que despreciés a nadie». Los antiguos rabinos habían torcido el mandamiento de amar al prójimo como a ti mismo. Ellos dijeron amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Entre los enemigos estaban los extranjeros y los que no eran iguales que ellos. Dios no aprueba la discriminación. Gálatas 2:6 dice que Dios no hace acepción de personas.
• «Te inclina a que aprovechés el consejo y ejemplo de los buenos». Los creyentes «sabios», dejan marcas o huellas, que son su caminar con el Señor. Pr 12:15, 13:20 y 15:22.
• «Te hace sentir como propias las necesidades y miserias ajenas». «Sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo». Gálatas 6:2. Ser un buen samaritano.
• «Te hace mirar como indigno el afán del aplauso». Era la recompensa de los hipócritas en el mundo antiguo, según Jesús en Mateo 6:5.
• «Te hace vivir en la verdad de lo que eres ante Dios y tu conciencia, entregándote sin reservas a servir a Dios y a tus semejantes» (Romanos 12:3, Tito 3:2).
¿Te estás dando cuenta que no sos “omnipotente” y que tus fuerzas flaquean? ¿Estás trabajando para “pulir” tus desprolijidades? ¿Considerás a otros inferiores a vos o que no están a tu “propia altura?” ¿Valorás el consejo de otros o no los tenés en cuenta porque pensás “que sabe éste?” ¿Qué experimentás cuando ves la necesidad en otros, que no tienen trabajo, no tienen salud, o no tienen familia? ¿Anhelás constantemente el aplauso de los otros? ¿Tenés un concepto equilibrado de lo que sos delante de tu Dios y tu propia conciencia? Responder entre todos estas preguntas.
Con respecto a la mansedumbre, se nos dice por medio de Pablo en Colosenses 3:12 y 1 Timoteo 6:11 que seamos mansos. Debemos serlo por Cristo, quien vive dentro de nosotros.
Un carácter semejante al de Cristo nos dará valor para enfrentar las cosas difíciles, nos permitirá vencer los más grandes obstáculos, no ser caprichosos, y vivir sin restarle valor a las disciplinas (1 Corintios 9:24-27).
Las marcas de Jesús señalan el costo de nuestra salvación, las marcas del cristiano muestran el resultado de su salvación. El viejo hombre crucificado hace morir el orgullo y permite que fluya la humildad. ¡Cuánto necesitamos los cristianos de morir al viejo hombre y vivir en el nuevo hombre! ¡Necesitamos vivir con las marcas de Cristo, con la crucifixión interna!