Marta y Maria
Por: Sebastián Amarillo
Versículo 3: «Las hermanas entonces mandaron a decir a Jesús: Señor, mira, el que tú amas está enfermo». Así que ahora Juan lo hace más explícito. Quiere que veamos y sintamos el amor que Jesús tiene por esta familia. Esta petición de ayuda no proviene de un conocido casual. Proviene del círculo más íntimo de los amigos de Jesús.
«Esta enfermedad no es para muerte, [el propósito de esta enfermedad no es la muerte] sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella».
Es igual que el capítulo 9, donde el hombre había nacido ciego, no porque pecara, o porque sus padres pecaran, sino para que las obras de Dios se manifestaran poderosamente (Juan 9:3-4). Solo que el aquí el problema va a ser la muerte, no simplemente la ceguera o la enfermedad. Lázaro va a morir. Jesús lo sabe. De hecho, él decide que Lázaro muera. Lo veremos en unos momentos.
Ahora, Juan enfatiza por tercera vez el amor que Jesús tiene por esta familia. Versículo 5: «Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro”. Juan realmente quiere que lo veamos y lo sintamos. Tres veces lo dice: Versículo 2: «[María] fue la que ungió al Señor con perfume y le secó los pies con sus cabellos». Versículo 3: «El que tú amas está enfermo» ¡Tú le amas! Versículo 5: «Y Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro”.
Ciertamente Juan está enfatizando el amor de Jesús por esta familia, porque él sabe que lo que Jesús está a punto de hacer aquí no parecerá amor a la mayoría de las personas. Muy pocos seres humanos piensan así del amor. Me atrevo a decir que usted no piensa así del amor, nadie piensa así del amor, excepto cuando el Espíritu de Dios cambia nuestros corazones para que veamos qué es verdaderamente amor en este texto. Es por esto que dije que este texto puede trastornar su mundo.
¿Jesús dejo pasar tanto tiempo porque sabía que lo iba a resucitar?
Jesús está eligiendo dejar morir a Lázaro, o asegurarse de que él está bien muerto cuando llegue allí.
Y si usted dice: «Bien no era realmente tan malo, porque él sabía que lo resucitaría.
Lázaro realmente murió. Y en lo que concierne a Lázaro, Jesús no vino. Y sus hermanas le vieron morir. Y le enterraron. Y ellas se preguntaron dónde estaba Jesús. Fue una muerte real. Y fue una pérdida real. Y Jesús en realidad no llegó para detenerla.
¿CÓMO ES ESTO AMOR?
Y al escribir Juan tiene la intención (y Jesús) de que todos los que vean esta escena se pregunten:
¿Cómo es eso amor? Juan lo ha dejado claro; Jesús les ama. Él les ama. Por tanto, no le sana sino que le deja morir.
Jesús lo respondió alto y claro y lo hará nuevamente en el versículo 15. Él dijo en el versículo 4: «Esta enfermedad no es para muerte, [en otras palabras, el propósito no es la muerte] sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella». Esta enfermedad mostrará la gloria de Dios y hará que Jesús sea conocido.
Por tanto (versículo 6), el amor le deja morir. El amor le deja morir porque su muerte les ayudará a ver la gloria de Dios, en más formas que las que ellos conocen.
¿QUE SIGNIFICA SER AMADO POR JESUS? Significa que Él quiere darnos lo que más necesitamos.
¿QUE ES LO QUE MAS NECESITAMOS? Y lo que más necesitamos no es sanidad, sino una plena e infinita experiencia de la gloria de Dios, conocer a ese Dios que nos AMA.
El VERDADERO AMOR significa darnos lo que nos traerá el gozo más pleno y duradero. ¿Y qué es eso? ¿Qué nos dará un gozo pleno y eterno? una revelación de la gloria de Dios en nuestras almas, viendo y admirando y maravillándonos y deleitándonos en quien es Jesucristo. Cuando alguien está dispuesto a morir, para darnos eso, esa persona nos ama.
Amar es hacer lo que se tenga que hacer para ayudar a las personas encontrar su gozo supremo y su satisfacción en EL.
JUAN 11:14-15: «Entonces Jesús, por eso, les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y por causa de vosotros me alegro de no haber estado allí, para que creáis»
JUAN 1:14 «vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad».
Y el evangelio de Juan fue escrito con esos dos grandes propósitos: revelar la gloria de unigénito del Padre, y despertar y profundizar nuestra asombro y admiración en él, que le recibamos como el SER supremo que es.
POR ESTO MISMO MURIÓ JESÚS
Jesús no solo dejó que Lázaro muriera por esto. Él murió por esto.
1 PEDRO 3:18 «Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios» Jesús oró por esto mismo
JUAN 17:24 «Quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy, para que vean mi gloria».
¿Y entonces qué es el Amor de DIOS? Es el anhelo que se esfuerza y sufre por cautivar a las personas con lo que es infinita y eternamente satisfactorio: el conocimiento de la gloria de Dios y la comunión con este Ser.
JUAN 17:3: «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado». La esencia de la vida eterna es el conocimiento interminable de Dios el Padre y Dios el Hijo. Porque de tal manera amó la mundo, que al costo de la vida de su Hijo, nos trajo a un conocimiento, a una admiración, a un amor, y a un disfrute eternos de sí en Jesús. El amor de Dios es el regalo de su persona.
No mida el amor de Dios para usted según la salud y riquezas y comodidades que él traiga a su vida. Si ésa fuera la medida del amor de Dios, entonces él odiaba al apóstol Pablo. Mida el amor de Dios por usted según cuánto de sí le muestra él. Cuánto de sí mismo Él le da para que usted conozca y disfrute.
¿POR QUE JESUS HABLA DE LAS 12 HORAS DEL DIA?
JUAN 9:4 “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar.”
El día judío, como el romano, se dividía en doce horas iguales que iban desde la salida hasta la puesta del Sol. Eso quiere decir, desde luego, que la duración de la hora variaba en proporción con el día y la estación del año. Jesús está diciendo que una persona tiene que terminar su jornada laboral durante el día, porque llega la noche y no se puede seguir trabajando. Nuestro Señor alude al caso de un viajero, que tiene que caminar todo el día: el día señala el tiempo de hacer la voluntad del Padre antes de ir a la muerte, la separación, las tinieblas, la noche. Debo hacer las obras del que me envió, mientras que es día: la noche viene cuando ningún hombre puede trabajar, la muerte fue el fin de la obra de Jesús en la tierra. Y como los apóstoles acababan de decir: «Los judíos estaban ahora solo a punto de apedrearlos. ¿No hay, dijo él, doce horas en el día? No he viajado estas doce horas todavía – mi última hora aún no ha llegado; Y los judíos, con toda su malicia y odio, no podrán traerla un momento antes de lo que Dios ha propuesto.” Soy inmortal hasta que termine mi trabajo; Y esto, que ahora voy a Betania a realizar, es una parte de ella. Cuando todo esté terminado, comenzará su hora, y la del poder de las tinieblas. Véase Luk_22: 53.
El «día» que Jesús tiene en mente es el período de tiempo en que la providencia de Dios y su favor están rodeando a Jesús con la luz de su extraordinaria protección y poder, hasta que él llegue a su tarea señalada, cuando toda protección sería quitada. Hay 12 horas en este día, lo que significa: Será un día completo, y nadie lo podrá hacer más corto. Por tanto, vamos. No seremos apedreados.
LUCAS 22:52 “Y Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los jefes de la guardia del templo y a los ancianos, que habían venido contra él: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y palos? 22:53 Habiendo estado con vosotros cada día en el templo, no extendisteis las manos contra mí; mas esta es vuestra hora, y la potestad de la tinieblas.”
3 PARTES CUESTIONAN EL AMOR DE JESÚS
Primero Marta:
JUAN 11:20-21: «Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, fue a su encuentro, pero María se quedó sentada en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”.
¿CÓMO RESPONDE JESÚS? Con una verdad profunda sobre sí mismo
Recuerde que toda la meta de su demora era revelar más de su gloria. Y eso es lo que vamos a ver.
1) Una Verdad profunda
Primero a Marta. Ella le dice en el versículo 21: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto». Ella cuestiona, pero no ha dejado de creerle. Versículo 22: «Aun ahora, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá”. Jesús le dijo (versículo 23): Tu hermano resucitará. Versículo 24: Marta le contestó: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final. Jesús le dijo (versículo 25-26): «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?
Soy exactamente lo que Lázaro necesita, y lo que tú necesitas. Él está muerto y tú estás viva. Por tanto, escucha. «El que cree en mí, aunque muera, vivirá» (versículo 25). Eso es para Lázaro. Y «todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás» (versículo 26). Éso es para ti.
Yo rescataré a Lázaro, cuerpo y alma, de la tumba. Tú vives, y crees en mí, por eso nunca morirás, nunca habrá un milisegundo en que estés lejos de una comunión salvadora conmigo.
¿Y sabes qué significa esto Marta? Significa que te amo. Y amo a tu hermano. Y no abandonaré su alma al infierno, o dejaré que su carne sea destruida. Le levantaré. Y te mantendré en comunión eterna conmigo. Esto te lo digo. A ti te revelo mi poder y mi gloria porque te amo.
Segundo María.
JUAN 11:32 «Cuando María llegó adonde estaba Jesús, al verle, se arrojó entonces a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto».
¿CÓMO RESPONDE JESÚS? Una Fuerte emoción. En esta instancia a María Jesús no le contesta nada, solo llora y ella dice: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto», Y mientras así hablaba, lloraba, y los que estaban a su alrededor lloraban. Y la respuesta de Jesús en este momento no fue con palabras, sino con una emoción fuerte (versículo 33). Y cuando ellos comenzaron a llevarle hacia la tumba (versículo 34), él llora (versículo 35).
Es la palabra que Jesús usará en Juan 14:1: «No se turbe vuestro corazón”.
No es una emoción positiva. Jesús estaba conmovido, y enojado y turbado.
Tercero los murmuradores:
JUAN 11:36-37 «Por eso los judíos decían: Mirad, cómo lo amaba. Pero algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera?”
¿CÓMO RESPONDE JESÚS? Tercero con una acción poderosa por sí mismo.
Jesús está profundamente conmovido porque sus motivos y su amor, estaban siendo cuestionados.
3) Una Acción poderosa
Pero ahora, finalmente, es tiempo no solo para una verdad poderosa (en respuesta a Marta), o para una emoción fuerte (en respuesta a María y a las multitudes). Es tiempo para una acción poderosa.
VEAMOS LA REACCION DE MARIA AL DERRAMAR EL PERFUME
JUAN 12:1 “Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. 12:2 Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. 12:3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. 12:4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: 12:5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 12:6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. 12:7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. 12:8 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, más a mí no siempre me tendréis.”
Entonces, en los versículos 4 y 5, Judas habla con un desacuerdo increíble por lo que María había hecho. Versículo 4: «Y Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que le iba a entregar, dijo: ¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se dio a los pobres?» Estas palabras nos muestran dos detalles: Cuán caro era realmente el ungüento; y cuán suicida somos cuando nuestros corazones no contemplan la dignidad de Jesús. Judas, eventualmente, morirá por sus propias manos. Y ahora mismo está pavimentando el sendero hacia allá.
Si Judas no estaba exagerando, este frasco de 11 onzas de nardo, costaba unos $25 000 dólares (300 días de doce horas con nuestro salario mínimo, un denario era un simple pago para un día de trabajo). El esquema de valores de Judas era tan profundamente diferente al de María y Marta y Lázaro, que en pocos días haría lo opuesto a dar $25 000 dólares para Jesús, lo vendería por mil dólares (30 piezas de plata).