12 febrero, 2017

Más cerca de Jesús que de nadie


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En nuestra primera entrega vimos: Más cerca de la toalla que del manto, hoy veremos en la segunda entrega: Más cerca de Jesús que de nadie.

¿Qué es la iglesia visible? La iglesia visible es la estructura y apariencia visible formada de edificios, ministros cristianos y aquellos que afirman ser cristianos.

¿Qué es la iglesia invisible? La iglesia invisible consiste de aquellos que han sido verdaderamente nacidos de nuevo y son, nuevas criaturas en Cristo: (2ª Cor 5:17). Matt Slick

¿Qué es la iglesia real? Es la que está dentro de la iglesia visible, es la verdadera, porque no todo el que dice pertenecer a Dios pertenece. En este segundo encuentro, Jesús indica quien es el traidor, con la señal de cortesía de aquellos tiempos, que era mojar el pan y ofrecerlo a la persona a la que se le tenía mucho aprecio.

¿Por qué Jesús lo escogió? Judas es un nombre de infamia, de deshonra y traición.

Veamos Juan 6:64,71 Pero hay algunos de vosotros que no creen (esto es clave). Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar 71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce».

El nombre Judas, está asociado a ideas de traición, y el deshonor, ver Mateo 26:21-22

Lucas 22.23 relata, “ellos comenzaron a discutir entre sí quién de ellos sería el que había de hacer esto”. (Igual Marcos 14.18-19).

En otras palabras, en vísperas de la crucifixión, ninguno de los discípulos suponía que Judas Iscariote sería el traidor. Según dice Juan 13.21-30, cuando Jesús señaló claramente a Judas, le dijo: “Lo que vas a hacer, hazlo más pronto” v.27. El relato agrega: “Pero ninguno de los que estaban a la mesa entendió por qué le dijo esto. Porque algunos pensaban, puesto que Judas tenía la bolsa, que Jesús le decía: Compra lo que necesitamos para la fiesta, o que diese algo a los pobres.” Juan 13:28-29. Pero, ¿No les había dicho Jesús: “Uno de vosotros es diablo” (Juan 6.70-71)?… ¡Sí! La Biblia aclara que se trataba de Judas, pero en esa ocasión Jesús no lo identificó. Aguardó hasta el final. Los demás discípulos ignoraban que según Juan 12.6, el Iscariote “era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella” Los comentarios fueron escritos con posterioridad a los hechos. Tampoco prestaron atención cuando Judas preguntó: “¿Soy yo, Maestro?” y Jesús le contestó: “¡Tú lo has dicho!” Mateo 26.25. Los evangelios se escribieron mucho tiempo después, cuando los pecados secretos del Iscariote ya habían sido descubiertos. Judas practicaba el “robo hormiga”, minúsculo, porque Jesús nunca nadó en dinero, ¡su bolsa no era abundante!

¿Qué sabemos sobre Judas Iscariote? Era de Ish-Querioth, el pueblo de Queriot, al sur de Judea. Entre los doce discípulos, era el único de ese lugar. Los demás eran galileos. Judas era joven, lleno de entusiasmo, y vida, y dispuesto a involucrarse en la aventura de seguir a un rabino igualmente joven. Jesús no le ofrecía comodidades, era pobre, lo dice Lucas 9.58. ¿Qué atractivo podía ofrecer Jesús?… Judas debió sentirse fascinado por la personalidad de Jesús. Judas era impulsivo, y tal vez un fanático que veía en Jesús al futuro Libertador de Israel. Vio a Jesús como el revolucionario, el nuevo líder de una revuelta contra Roma.

A Judas era difícil distinguirlo de los demás, como hoy pasa con los cristianos nominales. Estuvo en todos los sermones, los estudios bíblicos, en todos los tiempos de oración, en todos los retiros, y ceremonias religiosas.

¿Sabías que Judas predicó a los hombres para que se arrepintieran? ¿Sabías que él echaba fuera demonios, y que sanaba enfermos y aun milagros hacía?

¿Cómo podemos saber esto? Leyendo Marcos 6.7-13, “llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos, y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos… y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban” Iban de dos en dos. Ahí estaba el muy bribón. ¿Qué le espera a este tipo de gente, a los falsos profesantes de la fe cristiana? Solo basta leer lo que Jesús dirá en el tiempo futuro, y lo que ellos argumentarán, vea Mateo 7:21-23  “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22  Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”

Judas era un muchacho inmaduro, con ambiciones personales, que no entendía la misión redentora del Hijo de Dios. Estaba cerca de Jesús pero su corazón y su cerebro no estaban gobernados por Jesús, estaban a millones de kilómetros de distancia.

¿Cómo pudo llegar a tanto? Robar poquito era un atrevimiento pero hizo una jugada fuerte y llegó muy lejos ¿Por qué?

Posibilidad. Judas había oído o sido testigo de la manera en que Jesús se libraba de todo tipo de peligros. En Nazaret quisieron despeñarlo luego de su sermón inaugural,(Lucas 4.28-30); en Jerusalén intentaron apedrearlo (Juan 8.59); hubo todo tipo conspiraciones contra él, pero Jesús siempre salió sin daños. Era evidente que Jesús tenía recursos sobrenaturales. Había resucitado a Lázaro… y a otros. Tentado por Satanás a planear un pecado que, en su propia opinión, no tendría consecuencias, porque Jesús todas las veces se había librado de sus enemigos, y ahora lo haría otra vez.

Treinta piezas de plata eran mucho y se llenó de codicia, fácil negocio, sin riesgos, pues el Maestro tenía mucho poder y no podrían matarlo. Judas planeó la vil traición, confiando en la habilidad de su Maestro para liberarse de la trampa.

En el Aposento Alto, Jesús había lavado los pies de Judas con sus propias manos. El Iscariote se había emocionado con la actitud, y el llamado al servicio desinteresado, pero la tentación  pudo más, el egoísmo venció al altruismo, la codicia venció el llamado al amor, era muy fuerte. Su corazón estaba dividido. Judas jamás imaginó las dimensiones de la terrible tragedia que su acción iba a desencadenar. En medio de la cena se retiró para cumplir su compromiso. Hay pecados secretos, y su fruto fatalmente se verá en lo público.

“Vino Judas, uno de los doce… Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó.” (Mateo 26.47-50) “Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?” (Lucas 22.47-48). La traición se consumaba, según dice la profecía: “Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar.” (Salmo 41.9).

Al otro día, tuvo un desayuno amargo, sus planes tuvieron una gran cambio, Jesús: “Era condenado” (Mateo 27.3). Lo matarían. Tuvo una gran culpa, se desesperó, pero no había vuelta atrás. La desesperación lo consumió.

HIZO 4 cosas que hacen los que se convierten verdaderamente:

Fue al templo, y “devolvió arrepentido las treinta piezas de plata.” (Mt 27.3) “Se arrepintió.”

a. Arrepentimiento, si es verdadero, es uno de los pasos para la salvación. Pero acá no hay genuino arrepentimiento, sino DOLOR POR EL FRACASO, según el texto griego. Fue un gran remordimiento.

b. Restitución: Devolvió las treinta piezas de plata. ¿No es otro paso para la salvación que la demuestra? Con Zaqueo que creyó en Cristo, dijo: “Si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.” Judas Iscariote devolvió todo.

c. Confesión de su pecado: “Yo he pecado entregando sangre inocente.” Mateo 27:4. ¿No es el confesar nuestro pecado un requisito para reconciliarnos con Dios? ¿No hicieron esto destacados personajes de la historia bíblica? Han dicho: “He pecado” Moisés, David y otros. Judas Iscariote reconoció su pecado sin excusas.

d. Testificó de Jesús: “Yo he pecado entregando sangre inocente.” Judas afirmó que el Maestro era inocente, frente a sus grandes enemigos. ¿No es el hecho de testificar valientemente a favor de Jesús una actitud propia de sus verdaderos discípulos o seguidores?...

Hay que estar: “Más cerca de Jesús que de nadie”

 

¿Por qué terminó condenado en el infierno si dio 4 pasos fundamentales para ser salvo?

“Salió, y fue y se ahorcó” Mateo 27:5. Se arrepintió, devolvió todo el precio pactado por la traición, confesó su pecado, y fue el único discípulo que ese día declaró ante las autoridades que el Maestro era inocente. ¡Pero hoy está en el infierno!… ¿Por qué? FALTO EN EL LO FUNDAMENTAL: ¡Porque no fue a Jesús! ¡Porque no se acercó a la cruz de Cristo con su confesión y con su arrepentimiento! ¡Porque quiso lavar su pecado con su propia sangre, sería la auto expiación, en un suicidio cruento, antes que con la sangre inocente del Hijo de Dios, que fue derramada para limpiar nuestras culpas! Todos sus pasos fueron estériles. En vez de ir al Señor, fue al templo, a los líderes religiosos (Mt 27), para encontrar la cruel respuesta que tantas veces nos da este mundo: “¿Qué nos importa a nosotros?” Y se ahorcó.

Aquel día hubo dos cuerpos en dos maderos. El de Judas, que derramó inútilmente su propia sangre, sin poder lavar sus culpas. El de Jesús, cuya sangre limpia el pecado de todos los que lo aceptamos como Señor y Salvador.

Judas fue la evidencia del fracaso humano, la tristeza de la frustración, el dolor de haber errado el camino, la angustia de no haber hallado auxilio en la institución religiosa, la pena de no haber reconocido a tiempo la bondadosa mano que le tendió el Señor.

En el otro estaba la más grande demostración del amor de Dios, llevando sobre sí mismo el castigo de nuestros pecados, Romanos 5:8, ofreciendo su mano a todos los religiosos frustrados y desorientados, a todos los que tienen sed en el alma, a todos los que buscan nueva vida espiritual, a todos los que necesitan perdón y paz interior, y a todos los que desean Su compañía para cruzar un día el río de la muerte y llegar triunfantes al más allá celestial. ¿Podemos juzgar a Judas? En las Escrituras, él fue “el hijo de perdición” (Juan 17.12). “Satanás entró en él”, (Juan 13.27) Fue impulsado por una fuerza demoníaca (Juan 13.2). Él quiso salir del lazo, a su manera, y no pudo.

Un día Judas, el Iscariote, comparecerá ante el Señor en el juicio del Gran Trono Blanco (Apocalipsis 20.11-12). Se verá allí las consecuencias de ignorar o subestimar los privilegios ofrecidos por el Señor.

Hay que estar: “Más cerca de Jesús que de nadie”

 

1) Es una lección sobre la hipocresía y la necesidad de la verdadera salvación. Juan 6:64. «Pero hay algunos de vosotros que no creen (esto es fundamental). Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar». Hoy Jesús sigue conociendo a los que no creen.

¿Qué tenía Judas que lo hacía pasar por alguien que no era, o sea un creyente verdadero?

Judas tenía buena apariencia, era un tipo genial, estaba asociado con la gente correcta, tenía once amigos cercanos geniales, que no lo contagiaron se ve, pasó tres años y medio en el mejor seminario, estudiando con y al Señor Jesús, pudo hablar con Cristo permanentemente, etc., él tenía muy buena fama, era un hombre confiable, era el tesorero, de ninguna manera era el candidato a traicionar al Señor.

Cuando Jesús está en la última cena dando lecciones en el Aposento Alto, y Jesús anuncia que alguien le iba a traicionar, ellos contestaron: ¿Soy yo Señor? “Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?” Mateo 26:22.

Posibilidad: Jesús escogió a Judas, pienso que para enseñarnos a entender la hipocresía religiosa y para entender la verdadera salvación, y Jesús sabía quiénes eran los que no creían, ¿De  qué  sirve tener todo tipo de ventajas en la tierra y perder el cielo?

2) Es una lección acerca la soberanía divina y la certeza de la Escritura. Juan 6:64, «Pero hay algunos de vosotros que no creen (esto es clave). «Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar».

En Juan 13:18, Jesús está hablando acerca de uno que necesita salvarse y Él dijo: «No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; más para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, alzó contra mí su calcañar”. Jesús aquí está citando el Salmo 41:9 «Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía. Alzó contra mí el calcañar»; y Juan 13:19 dice: “Desde ahora os lo digo: Antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy”. ¿Qué soy quién? El Mesías, naturalmente.  Está diciendo: Yo sé a quién he escogido, pero hay uno que no cree, y la Escritura lo ha dicho, porque la Escritura describe el futuro como si fuera historia pasada, esto no es un accidente, esto no es algo que salió mal; y cuando pase deben creer que yo soy el verdadero Mesías.

La soberanía divina se ve en toda la historia humana.

Entonces: Judas predicó un maravilloso mensaje que Jesús es el Mesías. ¿Tenía Judas una opción? Sí.  ¿Judas fue obligado a traicionar a Jesús? ¡NO! Dios quería que se salvara. ¿La profecía del Salmo 41, le otorga a Judas opción? Si, él tenía sus opciones. Lo que nosotros vemos es un solo cuadro a la vez, Dios ve toda la película. ¿Desde cuándo Dios lo sabía? ¿Desde antes de la creación? ¿Le dio oportunidad para el arrepentimiento? CLARO. La responsabilidad humana y soberanía divina están presentes. Yo vivo en el tiempo, Dios en la eternidad, sabe el presente, el futuro y el pasado, al mismo tiempo, son todos iguales para Él.

3) Es una lección sobre responsabilidad humana y el drama del pecado. Judas era  responsable por lo que hizo, no fue un robot, nadie le obligó a que hiciera eso. La Escritura dice que Judas era ladrón. Juan 6:64, Juan 6:70-71 «Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? 71 Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce».

Vendió a Jesús. El pecado lo engañó, lo destruyó, el pecado lo condenó, y luego carcomió su conciencia. El pecado promete mucho, pero no da más que amargura y dolor. “Sabroso es al hombre el pan de mentira; pero después su boca será llena de cascajo” Proverbios 20:17.

Pero Dios le dio una opción a Judas y sabía que escogería, y se fue al infierno, a su propio lugar.

4) Es una lección sobre la seguridad del creyente. Alguien dice: «Yo no creo en la seguridad eterna de la salvación por el caso de Judas, él perdió su salvación”, NO, NO, Judas nunca tuvo la salvación, Judas nunca se salvó, y si nunca se salvó entonces, NO SE PUEDE PERDER LO QUE NO SE TIENE. Y si nunca se salvó, ¿Cómo pudo perderse? Existe una gran diferencia entre Judas y Simón Pedro. Veamos Juan 6:64 Jesús sabía desde el principio los que no creían. Juan 6:68 “Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna». Continúa hablando Simón Pedro: “y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo el Hijo del Dios viviente”. Judas fue exteriormente religioso, pero nunca había nacido de nuevo. Y Pedro ordinario e impulsivo, pero creía y Dios lo guardó.  Juan 6:37 y 47-50. «Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mi viene, no le echo fuera». «De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí (recuerde que Judas no creía) tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron maná en el desierto, y murieron”, no lo echo fuera (Judas no creía), Jesús es el pan: “Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera». Vos necesitás poner tu fe en donde Dios ha puesto tus pecados: En Jesús. La Biblia dice: «Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa» Hechos 16:31. Si no sos salvo, estás en la misma categoría de Judas, hay dos clases de personas: Las que son salvas y las que son perdidas, Mateo 12:30 «Jesús dijo: el que no es conmigo contra mí es y el que conmigo no recoge desparrama».

Hay que estar: “Más cerca de Jesús que de nadie”

 

¿Cuánto vale Jesús para ti?

“Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata. Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle.” Mateo 26:14-16. Judas, no entendió la visión del Reino que el Maestro venía a presentar y dejado llevar por su falta de visión optó por llevar a cabo el acto de traición más famoso de toda la historia de la humanidad. Nadie llamó a Judas, Mateo relata como “Judas fue a los principales sacerdotes”. Eso quiere decir que Judas buscó el pecado y no el pecado a Judas.

Así mismo pasa con nosotros, el pecado siempre va estar ahí, pero somos nosotros quienes decidimos si concretarlo o rechazamos. Tú no puedes hacer nada para que el pecado desaparezca, pero si puedes hacer mucho para no llevarlo a cabo. Ir a los sacerdotes sería sinónimo en este caso de hipocresía y maldad, ya que ellos buscaban forma de aprehender y matar a nuestro Señor. Pregunta para pensar: ¿Somos nosotros los que estamos yendo en pos del pecado o es el pecado el que está viniendo a nuestra vida? El pecado jamás tendrá efecto si vos mantenés una comunión genuina con el Señor, pero cosa distinta cuando has perdido la visión del propósito de Dios para tu vida, así como a Judas le ocurrió.

En los momentos en donde perdemos la visión de nuestra vida espiritual, es cuando mayores locuras hacemos. ¿Cuántos de nosotros hemos querido tirar todo por momentos de emociones fuertes?, ¿O entregar a Jesús solo porque no estamos de acuerdo con las cosas que nos suceden? Judas preguntó a los sacerdotes: “¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré?”, que triste es que estemos dispuestos a cambiar todo lo lindo que Dios ha hecho en nuestra vida por algo vano, que no dudará eternamente y que me llevará a una condenación eterna, pues sin Cristo nada somos. Treinta monedas de plata, eso fue lo que Jesús valía para Judas, ¿Cuánto vale Jesús para vos? ¿Por qué lo cambiarías? ¿Por una noche de placer sexual?, ¿Por minutos de satisfacción carnal?, ¿Por una mujer que “te da alegría”? ¿Por el “hombre de tu vida”? ¿Por el deporte o algún pasatiempo? ¿Por qué estarías dispuesto a cambiar a Jesús? 

Jesús no tiene precio, Él lo es todo y nos ha dado todo, antes no éramos nada, ahora somos coherederos juntamente con Él, antes andábamos conforme a las corrientes de este mundo, ahora somos real sacerdocio, pueblo santo, adquirido por Dios. Jesús nos vio cuando andábamos muertos en nuestros delitos y pecados, nos recibió con brazos abiertos y ha cambiado totalmente nuestra vida, ahora tenemos una razón porque vivir, ahora sabemos para quien vivimos y porque estamos acá. No permitas que momentos de falta de visión te roben todo lo que Jesús te ha dado, no busques esas “30 monedas de plata”, no valen la pena, vive cada día junto a Él, como que si fuera el último, ¿Qué vale más, 30 monedas de plata?, o ¿Una vida ETERNA por heredar?

Características de los falsos cristianos:

 

1º Se hicieron cristianos aceptando a Cristo por medio de una oración,

2º Siguen siendo personas muy egoístas que solo están interesadas en saber cómo Dios les puede bendecir económicamente,

3º No tienen el Espíritu Santo, por tanto insensibles a la voz de Dios,

4º No aman la Palabra de Dios y se aburren cuando oyen un mensaje centrado en Cristo.

5º Desean sentir a Dios pero no escucharle.

6º Pueden ser fieles y sujetos al pastor pero no a la palabra de Dios y son insensibles a sus pecados..

7º No pueden recibir consejos bíblicos ni mucho menos obedecerlos, porque están muertos espiritualmente,

8º No pueden crecer en el conocimiento de Cristo por medio del estudio de la Biblia porque no tienen el Espíritu Santo.

9º Los falsos cristianos se caracterizan por amar el mundo y las cosas del mundo.

10º Los falsos cristianos en realidad no soportan la sana doctrina y en el fondo desean que se les predique mentiras con tal de que eso les haga sentirse bien

 

Bibliografía: ArtículoUn abogado para Judas Iscariote” del Pastor Samuel Libert, Enrique Monterroza nota sobre ¿Cuánto vale para ti Jesús?; Razones por las cuales Jesús escogió a Judas por Pastor Adrián Rogers, Espada electrónica, Características de los falsos cristianos Pastor: Oswaldo Paiva, y otros.

 

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