1 abril, 2018

¿Por qué resucitó Jesús? – Parte 1


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El domingo de Resurrección es el que da sentido a los otros 51 domingos que tiene el año. Analizando los pasajes que hablan sobre la resurrección de Jesucristo podremos responder a esta pregunta: ¿Por qué resucitó Jesús?

1) Jesús resucita para restablecer y comisionar a sus discípulos y a la iglesia toda. Ustedes saben cómo habían quedado atemorizados los apóstoles, con cargos de conciencia, escondidos, y en Juan 20:19, dice que estaban reunidos, estaban escondidos con las puertas cerradas!!!!!!! y al resucitar Jesús hace una cosa maravillosa, ayuda a sus discípulos a superar la tristeza inmensa que tienen en el corazón. Podemos leer la gran comisión al final de cada evangelio Juan 20:21, Marcos 16:15, Mateo 28:18-20, Lucas 24:47, y en Hechos 1:8, con distintas palabras hay una comisión específica, ir a todo el mundo, con todo el evangelio y siendo comisionados con el poder de Dios. Este mandato tan trascendente fue manifestado con todo detalle, luego de la Resurrección. Nosotros como iglesia hace dos años que estudiamos en las células el libro de Hechos, ¿Qué resalta en el libro? El gran interés de Dios para que todos sean confrontados con un mensaje de esperanza y salvación.

2) Les devuelve la confianza en ellos mismos. ¿Cómo habían quedado los suyos por los acontecimientos vinculados a la cruz? Totalmente abatidos, el cargo de conciencia de Judas mal encauzado le conduce a la muerte, ¿Quién hubiera pensado que el tesorero del grupo, la persona de mayor confianza que administró los recursos terminara así? No todo lo que brilla es oro y no todo oro reluce, en cambio Jesús restaura a Pedro, en una de las apariciones más destacadas, cuando asó un pescado asado para un grupo de discípulos, diciéndole a Pedro: ¿Me amas? ¿Me amas? ¿Me amas? (Juan 21:15-19) y a los otros 10 que a la hora decisiva se habían fugado con toda cobardía, mientras su valiente Salvador moría en la cruz, y les dice: Vayan y mientras van, hagan discípulos a todas las naciones, que guarden todas las cosas que les he mandado y he aquí yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo.
Que misión tan noble recoger a los que les habían negado para que sean sus misioneros. Los discípulos de Emaús, caminaban desesperanzados con el ánimo por el suelo, diciendo: “Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido”. Lucas 24:21 Jesús caminó junto a ellos, sin ellos identificarlo, y allí los anima a cambiar de actitud. Enciende de nuevo el fuego santo en sus corazones, y esto se expande como reguero de pólvora, siendo para destacar la gran carrera entre Juan y Pedro para llegar a la tumba vacía.

3) Jesús resucitó para confirmar lo anticipado por los profetas y por él mismo. Resucitó al tercer día como lo anuncian las Escrituras que lo iba a hacer, y su plan no es un accidente. Los judíos lo mataron, pero él vino a morir voluntariamente por mí. Jesús, si bien lo matan, El aceptó morir, porque las Escrituras decían que Él iba a venir a morir por mí, Y el resucitó para demostrarlo. Desde Génesis 3:15, donde está la primera promesa de salvación y habla de la simiente de la mujer, todos los rabinos de la historia se han rascado la cabeza ante esta frase, ¿Por qué no dijo Dios la simiente del hombre? Sería hombre y no ángel el Mesías. Sería de un pueblo que fundaría Abraham. Sería descendiente de uno de sus hijos: Sem. Génesis 9:26-27 dice: «Bendito por Jehová mi Dios sea Sem,… Y habite en las tiendas de Sem, Y sea Canaán su siervo”. ¿No han leído Isaías 53?
Hay un hecho sobresaliente en Juan 2, cuando los mercaderes del templo son expulsados por Jesús, los judíos piden una señal, ver Juan 2:20-22

4) Para que Dios demostrase todo su poder. Todo el poder de Dios operó en Cristo quien lo resucitó de los muertos Efesios 1:19-20 “Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales”. El gran poder de Dios se ha manifestado en la creación, el gran poder de Dios fue manifestado en uno de los más grandes milagros del Antiguo Testamento que fue el cruzar el Mar Rojo en seco pero el milagro más grande de todos el JESUS VOLVIENDO A LA VIDA. El Padre le RESUCITO.

5) Resucitó para librarnos del poder esclavizador del pecado, y demostrar la debilidad de todos los poderes de maldad. En la cruz expuso la debilidad de cualquier poder y venciendo él la cruz, cualquier poder se someterá al poder del Señor resucitado. Colosenses 2:13-15 “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.
Acta de los decretos: es el pagaré que representaba la deuda por el pecado de cada uno de los seres humanos frente a Dios, y cuando vencía el plazo, era impagable y se incrementaba la deuda y se seguía extendiendo el plazo, pero SIN PAGAR LA DEUDA. Los sacrificios del Antiguo Testamento, cubrían temporalmente el pecado, por eso es clara la prédica de Juan el Bautista, el precursor de Jesús: He aquí el Cordero de Dios que QUITA el pecado del mundo. Jesús pagó nuestra deuda en el Calvario y borró los detalles de cada pecado, porque Dios manifestó que NO SE ACORDARÁ MAS DE NUESTRO PECADO.
Si Jesucristo estuviera aún en la tumba, el pecado sería soberano, el pecado habría ganado la batalla.
Porque Cristo ¿Cómo es que los venció? Obedeciendo al Padre, por eso en su última oración, fue: Padre si puedes escoger otro medio de salvación, escógelo, yo no quiero morir, pero, que no se haga mi voluntad, sino lo que tú quieras, si tú quieres que yo muera, yo muero. Muy bien eso es guerra espiritual. Es la que libró Cristo y solo El, la nuestra es una batalla, en donde RESISTIMOS DESDE UNA POSICION DE VICTORIA.
Eso es guerra espiritual, si queremos ponerle nombre guerra.
En Efesios 6:10 NUNCA se manda atacar, solo se manda “estar firmes”, tres veces aparece la palabra estar firmes y después de acabar todo, estar firmes, y tiene que estar firmes, y la palabra stenai significa:“De pie con el pie sobre el cuello del ya vencido”.
Busque la etimología de esta palabra, en el Comentario al Texto Griego del Nuevo Testamento de A. T. Robertson, o en el diccionario de palabras griegas de Wine, y dirá que stenai, es: De pie con el pie sobre el cuello del ya vencido, y ya fue vencido en la cruz, por Cristo Jesús, pero hoy intentamos darle una mano a Cristo.
Efesios 6:16 nos dice que cuando el enemigo tira un dardo, ese escudo allí descripto hace shhhhhh, se apaga el dardo, y viene otra vez otro dardo, y otro dardo, y otro dardo, es él el que tira el dardo, pero mi posición es stenai, verso Efesios 6: 10,13 y 14, habla de ESTAR FIRMES, y es estar de pie firme, con el pie sobre el cuello del ya vencido.
Eso es lo que se la etimología de la palabra estenai, no me manda a pelear, ¿Cómo podría pelear con alguien que ya está vencido? No, no, eso sería perder mucho tiempo.
La Biblia dice en Mateo 16 que las puertas del Hades no se van a mantener cerradas ante la proclamación del evangelio, aunque la versión RV60 dice no prevalecerán, “Las puertas del Hades no se van a mantener cerradas, se van a abrir ante la proclamación del evangelio”.
El verbo griego APEKDUSÁMENOS, se traduce como despojó en Colosenses 2:15. Jesús despojó el plan que tenían los poderes de maldad, y Jesús lo hizo, despojándose de la estúpida pretensión del plan, es como si ustedes me dicen: ¿No me acompañás a robar un banco? Y ustedes me quieren enganchar en el robo de un banco, y cuando yo lo descubro, les digo: Ustedes lo que quieren lograr, es que yo caiga preso por robar el banco, al no escuchar las estúpidas pretensiones, yo desbarato el consejo de ustedes, y agarro el megáfono y salgo por todos lados diciendo: Hay gente que quiere robar el banco, porque dice: “Los exhibió públicamente”, los prendió fuego, diciendo, ojo que Satanás quiere hacer lo mismo que hizo conmigo con ustedes. El que avisa no es traidor, ¿Y qué tengo que hacer? ¿Tengo que dar vueltas a la manzana? ¿Plantar ángeles? ¿Romper con maldiciones generacionales? No.

El vivir estando firmes como dice Efesios 6, consiste también en no negar este mundo espiritual que allí se describe y que existe, pero una verdad más importante que tenemos que vivir en santidad y en obediencia. Sin santidad y obediencia, nada tendrá significado para vivir en la victoria real.
¿Se acuerdan de la narración del Quijote de la Mancha con su compañero Sancho? El hidalgo arremetió contra los molinos de viento, los molinos eran la realidad, pero en su mente estaba embarcado en una cruzada contra un ejército, el único que veía ese enemigo era él solo.
Luchar contra molinos de viento es una expresión de origen literario con el significado de «pelear contra enemigos imaginarios».1 Está tomada de la Primera Parte de “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes Saavedra, titulado «Los molinos de viento». Varias localidades manchegas con antiguos molinos de viento se adjudican el escenario de la batalla quijotesca narrada en este episodio literario, «En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
–La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. –¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza. –Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
–Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
–Bien parece –respondió don Quijote– que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes, iba diciendo en voces altas:–Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.»

Volviendo al verbo griego APEKDUSÁMENOS, que se traduce como despojó en Colosenses 2:15, este verbo es de ida y vuelta, está en un tiempo verbal que no existe en el castellano, y se llama voz media, es de ida y vuelta, donde el sujeto ejecuta y recibe la acción, lo más parecido en nuestro castellano son los verbos reflexivos, por ejemplo: Yo me peino, acá vemos el sujeto ejecutando y recibiendo la acción al mismo tiempo.
Esto quiere decir que Él despojó a los principados despojándose de las estúpidas pretensiones continuamente, porque es un participio (despojando), o sea que esto no es puntual (puntual sería despojó), esto no es solamente en la cruz, esto fue toda su vida de santidad y obediencia al Padre, una acción continua, desde el Jordán, desde la vida, caminando, predicando. Por eso la mejor guerra espiritual es no escuchar las estúpidas pretensiones, vivir de acuerdo a la Palabra de Dios, Satanás va a venir pero vos va a estar sólido.

Miremos lo que dice 1 Corintios 15:17 «Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana, aún estáis en vuestros pecados». Dios no puede pasar por alto tu pecado, y si Dios dejaría de juzgar el pecado, Dios dejaría de ser santo y dejaría de ser justo.
Dios no nos dio una amnistía, no fue indulgente, ni tolerante con el pecado, ni tampoco dio una tregua, ni un indulto: Dios pagó por nuestro pecado.
Si Dios simplemente pasara por alto el pecado, se caería de su trono de santidad. Dios nunca deja el pecado sin castigo, tu pecado será perdonado en Cristo o será castigado en el infierno, pero nunca será pasado por alto.
Pero si Jesucristo aún estuviera en la tumba, significaría que Dios no aceptó el sacrificio del Calvario. ¿Cómo sabemos que Jesucristo es el Hijo de Dios y no un fanático religioso? ¿Cómo sabemos que Jesucristo no fue más que alguien con el complejo de revolucionario o mártir y sucedió que fue crucificado y eso es todo? ¿Cómo sabemos que Dios aceptó el sacrificio del Calvario? Lo sabemos porque Jesucristo resucitó.
La Biblia dice que Él fue entregado por nuestras ofensas y levantado para nuestra justificación. Resucitado justifica gratuitamente, sin resurrección no hay Salvador, sin Salvador no hay perdón. Su muerte sin su resurrección, no puede salvar a nadie. La Biblia dice: “El cual fue entregado por nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación” Romanos 4:25. Pero si Cristo aún está en la tumba, ninguno de nosotros tiene ni la más mínima esperanza de ir al cielo, porque si Él sigue enterrado, seguimos en nuestros pecados. La Biblia dice: “La paga del pecado es muerte”, también dice: “El alma que pecare esa morirá”.
Si Jesucristo no hubiera resucitado, entonces, la muerte dominaría.
No solo el pecado sería soberano, sino que también la muerte dominaría. 1 Corintios 15:18, “Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron”. La muerte dominaría si Jesús aún estuviera en la tumba, la vida sería solo una broma cruel. Todo lo que podemos esperar es el enfermarnos, y finalmente terminar en la tumba, ser cremados o cubiertos con tierra. Esto es todo, la muerte domina, los muertos perecen. Lamento la ausencia de esperanza de los evolucionistas, que terminan sus vidas y creen terminar todo.

¿Me vas vos a decir que algo tan hermoso como la vida humana, algo tan glorioso como los lazos que unen a los humanos, no tiene otro significado que simplemente morir y regresar al polvo y eso es todo? ¿Eso es todo lo que estamos esperando? En la ciudad de Roma, hay más de 900 kilómetros de túneles bajo Roma llamados catacumbas. En ese lugar hay infinidad de nichos en donde cristianos y paganos enterraban a sus muertos. Donde están enterrados hay muchos epitafios, frases muy cortas que tienen gran significado. Hay varias frases significativas. Las inscripciones que los paganos han escrito sobre sus muertos, ellas no tienen esperanza, solo desesperación.
Algunas dicen lo siguiente: “Viva la hora presente, porque no hay seguridad de nada”, otro “Levantaré mis puños contra los dioses que me quitaron la vida a los 20 años, aunque no hice ningún daño”, otra más: “Una vez pensé que no era, ahora sé que no soy, no sé nada del asunto que además no es de mi incumbencia”. Y este otro muy enigmático dice: “Viajero, no me maldigas al pasar porque estoy en la oscuridad y no te puedo contestar”. Esos epitafios son el reflejo de la muerte pagana, la muerte sin Cristo.
Pero déjeme leerle algunas inscripciones cristianas de aquellos que murieron confiando en Cristo cuán diferente son: “Aquí duerme Marcia, descansando en sueños de paz”, “Lorenzo en memoria de su dulce hijo, llevado por los ángeles”, “Roberto, fue llamado y se fue en completa paz”, “Hijo fuiste, victorioso en la vida, victorioso en la paz, victorioso en Cristo”. ¡Qué diferencia que hace Jesús!
Muchos al morir cantan disfrutando: “Porque El vive, puedo enfrentar el mañana” Cuan bueno es el saber que un Dios en forma de hombre, el Señor Jesucristo luchó contra los barrotes de la muerte y salió victorioso. Diga: “La muerte no tiene dominio porque Cristo resucitó”.

Todo es tan aburrido… Esas fueron las últimas palabras de Winston Churchill, singulares y extrañas al mismo tiempo. También hay personas que han dicho frases muy ocurrentes y se han burlado, no solo del momento de su muerte, sino sobre el paso en este mundo terrenal. Beethoven, por ejemplo, dijo al morir: “Aplaudid amigos, comoedia finita est” (“La comedia ha terminado”) en su lecho de muerte. Sócrates, al morir por la ingesta de una solución a base de la infame cicuta, dijo «Crito, Le debo una gallina a Asclepius; no te olvides de pagarlo.». Karl Marx, en cambio, dijo una frase, ante la pregunta de su enfermera, que odiaría que sea recordada “¡Largo de aquí! ¡Desaparece de mi vista! Eso de las últimas palabras es para los inútiles que no han dicho lo suficiente mientras vivían.” “Estoy perdiendo”; Frank Sinatra.
El gran predicador Moody dijo: “Este es el día de mi coronación. Si esto es la muerte, ¡Que dulce es!
Esteban el primer mártir cristiano dijo: “He aquí los cielos abiertos, y el Hijo de Dios de pie a la diestra de Dios”.
La enfermera que cuidó hasta sus últimos momentos al famoso ateo Voltaire, dijo: “No podría tener cuidado de otro infiel en el momento de su muerte ni por todas las riquezas de Europa”.
Lo que distingue a las personas al exclamar sus últimas palabras en esta tierra es la esperanza que poseen o la desesperación.

Pero Cristo ha resucitado y nos ha dado verdadera ESPERANZA PORQUE NOS LIBRÓ DEL PODER ESCLAVIZADOR DEL PECADO Y DESNUDÓ CON SU OBRA LA DEBILIDAD DE TODOS LOS PODERES DE OSCURIDAD!!!
Jesús fue ofendido en Juan 8:48, le dijeron hijo de samaritano y endemoniado, y Él dijo en: Juan 8:56, “Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó”. Dios le predicó el evangelio a Abraham hace muchos siglos antes, ¿Por qué? Porque lo llevó al Monte Moriah, y le ordenó un sacrificio, el de su propio hijo Isaac, pero el adolescente antes de ser sacrificado, el acto se suspendió y él se levantó y quedó libre, se salvó, más el coronado con espinas que era un carnero enredado en un zarzal, fue sacrificado. Esto se llama SUSTITUCION.
¿Qué significa la palabra VICARIO? El que reemplaza a, o en lugar de, suplente, sustituto. Los judíos contemporáneos de Jesús, dijeron que alguien que no llegaba a los cincuenta años no podía hacer visto a Abraham. Jesús no dijo que Abraham le había visto, sino que había visto su día,
Pero ¿Qué es su día, o sea el día de Jesús? Es decir SU OBRA SALVADORA. Lo vio con los ojos de la fe y en forma imperfecta. Después del Monte Moria, nunca construyó otro altar. ¿Por qué? Porque este llegó a ser el altar perfecto, después de la muerte de Jesucristo no hay necesidad de otro altar, “Porque con una sola ofrenda hizo perfecto para siempre a los santificados”, Hebreos 10:14 el edificar otro altar es blasfemia, consumado es. Es decir que ha sido pagada completamente la deuda del ser humano.
Jesús pagó la deuda del pecado en su totalidad, con nuestro pecado él llevó una corona de espinas, la maldad, la impureza, inmundicia de nuestro pecado, el mismo pecado que bebió de la copa lo cargó sobre su cabeza al ir al Calvario.
¿Cuál es ese día sin igual que dijo Jesús en Juan 8:56? ¿Qué episodios fueron estos? Posibilidades: Génesis 12:3 el ser fuente de bendición universal; o…
Génesis 17:17 a los 100 años recibir el aviso de que iba a ser papá en forma milagrosa, Génesis 22 el sacrificio de Isaac u otros hechos.
Me quedo con el último episodio. ¿Por qué?
Abraham edificó numerosos altares, a lo largo del camino (ejemplo: Génesis 12:7,8 y 13:18), pero él nunca construyó otro altar después de este episodio, y durante toda su vida y lo podemos corroborar en el libro de Génesis. Pero nunca hubo otro más que éste.
Hay que mirar esta historia de Abraham en el Monte Moriah en retrospectiva, siglos antes de que Jesús viniera a esta tierra, para descubrir la maravillosa historia de Jesús.
¿Por qué Abraham se gozó? Esto fue dicho a fanáticos judíos que se vanagloriaban de ser nobles descendientes del patriarca. Se gozó, porque supo que todas las naciones del mundo serían bendecidas por la vida de Jesús, los gentiles también podrían ser salvos.
La Biblia tiene un Héroe: Jesucristo, un villano: Satanás, un tema excluyente: la Salvación, y un propósito muy definido: La gloria de Dios. En cualquier porción de la Biblia que vos leas vas a encontrar en medio de tipologías y simbologías la figura del Señor Jesucristo.

Bibliografía: Apuntes del Seminario Bíblico de Fe, materia Griego, El amor que vale del Pastor Adrián Rogers, Enciclopedias de anécdotas e ilustraciones de Samuel Vila, Espada Electrónica, y otros.

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