¿Quién creerá en nuestro anuncio?
Por: Ismael Vazquez
En todo el antiguo testamento podemos encontrar la promesa de la llegada del Mesías (o el Cristo) de hecho, en el momento cuando el hombre cae en pecado, Dios prometió su venida a este mundo (Gen 3:15), ese fue el primer anuncio de la profecía mesiánica, sin embargo en Isaías 53 se encuentra la más clara de todas las profecías, es una descripción muy detallada sobre el Cristo y tiene 700 años de anticipación, aún así es muy controversial en el pueblo Judío, y es que ellos esperaban y esperan un Mesías triunfante en cuestiones socio-políticas como lo es profetizado en Isaías 9, y es allí donde se encuentran en la encrucijada entre el anuncio de un Mesías Triunfante y el anuncio de un Mesías sufriente. Corrientes judaicas creen que en Isaías 53 el profeta está hablando del pueblo de Israel, otros creen que Isaías se refiere a su propio hijo, y otros asumen que es profecía mesiánica sin embargo no aceptan que Jesús sea el Mesias. Lo llamativo de esto es que judíos creen en que Jesús existió, pero niegan asociarlo al Mesías, y esto se debe a que no han entendido que el Mesías Triunfante y el Mesías sufriente es el mismo con dos venidas al mundo en distintos tiempos. Jesús ya vino como siervo sufriente, pero volverá como el Mesías vencedor, con gloria, y triunfante.
Ahora vayamos al pasaje:
Isa 53:1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
“Quien ha creído nuestro anuncio?”, hay un anuncio que nació en el cielo, en el corazón de Dios, cuando el hombre se separo de Dios por el pecado este anuncio fue emitido, este anuncio es el mensaje del Evangelio, es la buena noticia para el hombre, y la noticia anuncia que el hombre ya no debe permanecer lejos de Dios, que el precio por el pecado ya fue pagado.
Para creer en este anuncio es necesario saber “¿sobre quien se ha manifestado el brazo del Señor?” , el brazo del Señor es un antropomorfismo que hace referencia al costo de redención del hombre. Dios para hacer el universo solo uso sus dedos ( Sal 8:3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos) , pero para la salvación del hombre, la potencia de su brazo (Sal 20:6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra.)
Es necesario saber sobre quien se manifestó el brazo del Dios, porque para creer al anuncio del Evangelio es necesario saber el objeto de fe, no sierva de nada tener fe por tener, sino que el poder de nuestra fe se encuentra en una persona, y esta persona es Jesucristo.
Vaeamos como Isaías va revelando las características de Aquel que iba a pagar nuestro rescate:
Isa 53:2-3 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Nacería, crecería y se desarrollaría como uno de nosotros, eso implica la vulnerabilidad humana que poseería. Y no solo eso, sino que también carecería de una imagen llamativa. En este pasaje se puede encontrar la única característica física, y lo único que nos dice es que Jesús no era una persona que atraía por su parecer, esto siempre fue algo que estuvo alrededor de Cristo y del mensaje del evangelio, y es que no tiene ante la mirada natural y carnal un atractivo para que lo deseemos. Si llegas a escuchar un evangelio esplendoroso, llamativo y atractivo, escápate de él, por el Evangelio de Jesucristo es confrontativo e incomodo.
*[[Mt 16:24]] Jesús dijo a sus discípulos: –Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame,
Jesús también fue despreciado y desechado, desde el momento que nació no había lugar para Él, sus propios hermanos lo despreciaron, los fariseos llegaron a decirle «hijo de fornicación», » «endemoniado», los líderes religiosos le dijeron que el hacía milagros con el poder de Satanás. *[[Jn 1:11]] A lo suyo vino, pero los suyos no lo recibieron.
“Experimentado en quebranto” No nos encontramos con un Dios lejano que no conoce nuestros sufrimientos, todo lo contrario; nos encontramos con un Dios que no solo nos vino a salvar, sino que se puso en nuestros zapatos y experimento el dolor por el cual pasamos todos: soledad, engaño, tristeza, enojo, cansancio, decepción y todo tipo de tentación, aunque nunca peco.
Isa 53:4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Isa 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Isa 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
En la crucifixión de Jesús los judíos entendieron que lo que le estaba pasando era por ser blasfemo, cuando lo veían meneaban la cabeza, expresión de indignación. Sin embargo, y aquí viene el meollo de la historia, el estaba siendo herido por nuestras transgresiones, la ira de Dios sobre el pecado cayó sobre Él, necesitábamos un salvador, alguien que nos rescatara de la consecuencia del pecado, pero entre nosotros (la humanidad), no había nadie que pudiera cargar con los pecados de la raza, ya que todos fuimos infectados con el pecado, por eso es la necesidad de un salvador que tenga una sangre inocente, una sangre preciosa, una sangre divina, y ese era Jesús, Dios haciéndose hombre viniendo a ponerse entre medio de la santidad y la justicia divina, eso fue el acto de amor hacia nosotros.
Para que Dios pudiera derramar su amor hacia nosotros, era necesario que el pecado fuera pagado, Dios es un juez justo, no podía pasar por alto el pecado. El v. 4 dice que llevó, y la palabra hebrea usada es “nasa”, que significa cargar sobre uno y llevar bien lejos la carga, y eso es lo que hizo con nuestros pecados.
Ahora bien, alguien podría preguntarse “si nací con pecado ¿qué tan responsable soy?”, la respuesta está en que cada uno por el lugar donde nació, la circunstancias de la vida, y oportunidades, el pecado tomo inclinación hacia alguna preferencia, el tema está en que no hemos deleitado en nuestro pecado y “cada uno se apartó por su camino”,
Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Jua 3:19
Isa 53:7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Al Señor Jesús no lo mataron, fue Él mismo quien puso su vida, siendo Dios se despojo de sus privilegios divinos, y tomando forma humana se humillo a sí mismo y fue obediente hasta terminar su obra en la cruz.
Isa 53:8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
Isa 53:9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
El juicio que planearon los líderes para llevar a Jesús a su muerte fue el más nefasto en toda la historia de la humanidad.
Comenzando porque no solo era inocente de la blasfemia que se lo acusaba, sino que Él era inocente en cualquier área de su vida, era un ser Santo. Fue llevado a un juicio en la madrugada, cuando estaba prohibido por la ley hacerlo, no tenían testigos, y todo juicio, según la ley mosaica, se comenzaba con la acusación de dos o tres testigos. Los mismos que hacían de jueces eran los que lo acusaban, la ley romana decía que al que se lo castigaba con látigos no se lo crucificaba, era una cosa o la otra, sin embargo a Jesús le hicieron las dos. Otro detalle es que la ley judía castigaba con 40 azotes, pero el castigo de Jesús fue ejecutado por los romanos, y la ley romana no tenía límites de azotes, solo se detenían cuando el encargado del castigo le parecía suficiente.
Isa 53:10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
“Con todo esto, Dios fue quien quiso quebrantarlo” fue el mismo Dios que planeo esto para su hijo, sin embargo fue la maldad de su pueblo la que lo ejecuto.
Ahora, una vez que haya puesto su vida por la paga del pecado, la volvería a tomar para nunca más morir. Mucha gente dice que nadie sabe qué hay del otro lado de la muerte porque nadie jamás volvió, sin embargo Jesús si lo hizo, y su resurrección nos da la garantía que los que hayamos creído en Él, resucitaremos para vida eterna.
Isa 53:11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
“Quedara satisfecho”, Esto es estremecedor, Jesús viendo el resultado que produciría en nuestras vidas el pasar por esta aflicción, dijo “estoy satisfecho en haberlo hecho, valió la pena”
¿Quién CREERA EN NUESTRO ANUNCIO?