27 diciembre, 2015

Reflexión de fin de año 2015 – Parte I


Por:

Si el reproductor no funciona podés escuchar el audio siguiendo este link - Descargar audio

Compartir en redes sociales:

Salmo 139:23-24 “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; 24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”. Y 2 Corintios 13:5-6
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? 6 Más espero que conoceréis que nosotros no estamos reprobados”.
Algunos de los desafíos a realizar en el 2016:

1) El desafío de un acercamiento o apego mayor a la Palabra de Dios.
Antiguamente éramos el “pueblo del libro”, te desafío a que invirtamos más tiempo en conocer el Libro de Dios, porque a través de él conocemos a Dios. Aprendamos más textos de memoria, leamos, estudiemos, es el Manual del Fabricante, nuestra hoja de ruta, el libro que nos dice de dónde venimos y hacia dónde vamos, el único libro que puede darnos poder para transformar nuestras vidas. Vivamos saturados de la Palabra de Dios.
La Biblia genera vida, crea fe, produce cambios, asusta al Diablo, realiza milagros, sana heridas, edifica el carácter, transforma las circunstancias, imparte alegría, supera la adversidad, derrota la tentación, infunde esperanza, libera poder, limpia nuestras mentes, hace que las cosas existan, y garantiza nuestro futuro para siempre. Colosenses 3:16 dice: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,”, ¿Para qué? Para “enseñarnos y exhortarnos”.
¿Qué le aconsejaba un anciano pastor a un joven pastor? “Ocúpate en la lectura” (1 T 4:13)
Un comentarista de televisión hace mucho tiempo dijo. “Los jóvenes que no leen se suicidan intelectualmente”; y podemos parafrasear esto: “Los jóvenes (o toda persona) que no leen la Biblia se suicida espiritualmente”. Se condenan a una vida mediocre y sin brillo.
Las personas que no se alimentan con la Palabra de Dios, se DESCALCIFICAN, pierden consistencia la estructura interior de sus vidas, no desarrollan dientes y están condenados a la papilla espiritual de por vida, a la desnutrición espiritual. Siempre en los rudimentos (Hebreos 5:11-14). La osteopenia es una falta de mineralización de los huesos. Puede ser de origen metabólico o por falta de vascularización de los huesos. Puede recuperarse si la causa es metabólica y localizable.
SON MAS LOS QUE ALABAN O ELOGIAN LA BIBLIA QUE LOS QUE LA LEEN.
SON MAS LOS QUE LEEN LA BIBLIA QUE LOS QUE LA OBEDECEN.
LA BIBLIA NO ES UN LIBRO PARA SER LEIDO ES UN LIBRO PARA SER VIVIDO.
¿Cómo nos acercamos a ella?
Hay un requisito moral para acercarme y entender el libro de Dios, lo dice Santiago 1:21. “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”. No es suficiente saber griego, hebreo y tener un diccionario bíblico, hay que: Desechar “toda inmundicia”, que es la cera de los oídos, y la abundancia de malicia.
Es lo que queda, lo que sobra, significa el residuo de pecado, verás cuando vos te salvaste te arrepentiste de tus pecados y recibiste a Cristo como tu Señor y Salvador, de la mejor forma que sabías, pero eras un nuevo creyente, y había mucho que no sabías de Jesús y de vos mismo. Y cuando te salvaste eras como Lázaro al salir de la tumba. Y Jesús le dijo: “Lázaro ven fuera”, pero, ¿Cómo salió Lázaro? Con las mortajas de la vieja vida, y la hediondez, ahora, ¿Él había recibido la vida? Sí; ¿Él había salido del sepulcro? Sí, pero él aún estaba envuelto en vendas, y Jesús dijo: “Desatadle y dejadle ir”, es decir, quítenle todo lo que sobra, esto es “abundancia de malicia”, quítenle la mortaja de su vieja forma de vivir. Vos y yo, tenemos un residuo de pecado, algo que nos ha quedado.

Hay un requisito del carácter: “Recibid la palabra con mansedumbre”, ahora bien, ¿Qué es mansedumbre? Mansedumbre es un espíritu que se deja enseñar. Ser manso significa dejarse enseñar, es fuerza bajo control.

Hay un requisito de la práctica: El que no aplica lo que escucha se engaña a si mismo. “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos” No hay hombre mas tonto que el que se engaña a sí mismo. Hay cristianos que tienen mucha religión en la cabeza, poca en el corazón y casi nada en los pies.
Corry Ten Boom decía: Mi problema nos es con la parte de la Biblia que no entiendo, sino con la que si entiendo y no obedezco.
El estudio de la Biblia te da conocimiento sobre Dios, pero la obediencia te da conocimiento de Dios.
Tengo aquí 5 preguntas que quiero que te las hagás a vos mismo al leer la Palabra:
1) ¿Hay una lección para aprender? 2) ¿Hay una bendición que debo disfrutar? 3) ¿Hay un mandamiento que debo obedecer? 4) ¿Hay un pecado que debo evitar? 5) ¿Hay una verdad que debo llevar y compartir?
Caio Fabio decía: Me impresiona el hecho de que esté muy presente en nuestras casas pero ausente en nuestras familias. El vacío ético de la iglesia de hoy, es el resultado de un terrible vacío de la Palabra.
Nunca hemos estado más cerca de la fe ignorante del medioevo que hoy.
2) El desafío de no desenfocarnos en la alabanza y adoración: El hermano César Dergarabedian del periódico digital, llamado Pulso digital, manifiesta que decir algo sobre esto hoy es antipático. El se molesta cuando en una reunión cristiana se comienzan a entonar canciones donde el sujeto activo de la letra es la primera personal del singular. Nuestra afirmación: Creo que la alabanza y la adoración en la iglesia deben tener como ejes principales a Dios, a Jesús y al Espíritu Santo, y a la primera personal del plural, para realzar el valor de la comunidad que se entrega al Señor. Hay insistencias en palabras: Los “dame” y los “lléname” que pululan en las canciones, y las letras donde se le ordena o reclama a Dios que debe hacer algo. Incluso, hay extremos representados por aquella canción que afirma: “Te coronamos Señor y rey Jesús”, que en algunas iglesias, felizmente, fueron corregidos por el correcto: “Te coronaste”.
Además, es incongruente la exaltación permanente del yo en un ámbito comunitario como es la iglesia. Estas expresiones egocéntricas son propias del mundo postmoderno y suenan bien en un contexto donde los dirigentes de las iglesias aplican recetas de marketing y del espectáculo masivo para que crezcan los números de asistentes, ofrendas y ventas.
Pero una de las características de las iglesias, que trascendieron en estos 2 mil años luego de Jesús, es su capacidad de ser comunidad, donde juntos alabamos y adoramos a Dios y servimos a nuestro prójimo. Este “yoyo” musical incesante desde hace algunas décadas socava los cimientos donde se construyen comunidades de los redimidos por Jesús.
¿Qué es la verdadera adoración? Es una expresión de lo que creemos, vos manifestás tus creencias al adorar a tu Dios o a tus deidades pero no toda adoración es verdadera adoración, adoración básicamente y bajo cualquier circunstancia en las que vos estés, es el dar a Dios el honor y la honra que Él se merece por darnos todas las bendiciones que tenemos, adoración es alabar a Dios y regocijarse en su esplendor; adoración es cuando vos te juntás con otras personas que profesan la misma fe y brindan alabanza al Señor; pero adoración también es el idolatrar cualquier cosa ya sea Dios o algo mas. Creo que demostramos adoración por medio del sencillo hecho de vivir correctamente y estar firmes en vuestras convicciones, o sea que muchas personas piensan que adoración es cantar alabanzas a Dios. Yo personalmente creo que adoración es un estilo de vida, es más que únicamente ir a la iglesia cada domingo.
Es dejar que Jesús controle cada aspecto de nuestra vida. Adoración es pasar tiempo a solas con él y hacer lo que sabemos que le complace, no sé si te habrás dado cuenta, las personas tienen diferentes ideas sobre la adoración, pero en realidad ¿Qué es la adoración? Es todo lo que yo respondo a todo lo que Jesús es, en gratitud y alabanza, es el servicio dominical en la iglesia, es la música, es la adoración, es la oración, pero va mucho más allá, porque incluye en nuestra propia vida. ¿Quién es el objeto de nuestra adoración? vos y yo fuimos salvados para adorar a Dios.
A Dios le agrada la adoración auténtica. Cuando Jesús dijo que debemos «adorar en espíritu» no se refería al Espíritu Santo sino a nuestro espíritu. Fuimos creados a imagen de Dios y, por lo tanto, somos un espíritu que reside en un cuerpo, y él diseñó nuestro espíritu para que pudiéramos comunicarnos con él. La adoración es la respuesta de nuestro espíritu al Espíritu de Dios. La adoración que agrada a Dios es profundamente emocional y doctrinal. Con nuestro corazón y nuestra cabeza. Cuando Jesús dijo: «Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma» quería decir que la adoración debe ser auténtica y sentida, de corazón. No se trata sólo de decir las palabras correctas; debes creer en lo que dices. ¡La alabanza que no brota del corazón no es alabanza! No sirve de nada, es un insulto a Dios. Cuando adoramos, él mira más allá de nuestras palabras, observando la actitud de nuestro corazón. La Escritura afirma: en 1 Samuel 16:7 “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón”. Muchas personas confunden las emociones conmovedoras producidas por la música con las estimuladas por el Espíritu, pero no son iguales. La verdadera adoración ocurre cuando nuestro espíritu responde a Dios, no a una melodía. Algunas canciones sentimentales e introspectivas pueden entorpecer la adoración porque de concentrarnos en Dios, pasamos a enfocarnos en nuestros sentimientos. Cuando adoramos, el factor de mayor distracción somos nosotros mismos: nuestros intereses y preocupaciones acerca de la impresión que damos. La Biblia menciona diversas formas de alabanza: La confesión, el canto, los clamores, el estar de pie, el arrodillarse, el baile, el hacer ruidos de gozo, el testimonio, la utilización de instrumentos musicales y el alzar las manos. El mejor estilo de adoración es el que más auténticamente representa nuestro amor a Dios, basado en el trasfondo y la personalidad que Dios nos dio. ¿Por qué quiere Dios tu cuerpo? ¿Por qué no dice «presenten su espíritu en Romanos 12:1?”. Porque sin el cuerpo no podemos hacer nada en este planeta. Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
La adoración en la iglesia es solo la punta de un iceberg. Lo que vemos en la superficie, es solo una parte de lo que realmente pasa, si no hay nada abajo, lo de arriba no se sostiene, se desvanece. Lo más importante en un iceberg, es lo sólido de la base, si esto no pasa, lo de afuera no tiene consistencia. La adoración es lo mismo. Lo que pasa en la plataforma los domingos, es solo una parte de lo que realmente pasa. Si no tengo una vida de adoración en la semana, lo del domingo no tiene consistencia. Para Dios es más importante lo que hay debajo de la superficie, que lo que pasa fuera. Los adoradores no se forman: Somos adoradores o no. Si lo fuéramos de verdad, pasarían otras cosas.
3) El desafío de mantener la pasión por Dios intacta. ¿Cómo se define la pasión? Los griegos tenían tres palabras: PATHOS, usada tanto para los deseos buenos como los malos, EPIPOTHEO, anhelar en gran manera, un deseo con pasión, usada en Romanos 1:11 (Deseo), y EPITHUMIAS, pasiones con codicia, en la Biblia el 90% de los casos en que se usa es mala pasión, pero se usa en muchos casos la palabra concupiscencia (deseos fuertes, tanto malos como buenos).
Por lo tanto una pasión es un deseo intenso que satura cada aspecto de la vida, y que nos impulsa a buscar con afán un objetivo. La pasión por Dios es una actitud hacia el Señor Jesucristo que comienza por la salvación y que se espera se fortalezca a lo largo de la vida.
NO DEJEMOS QUE EL CONFORMISMO RELIGIOSO DOMINE NUESTRO PENSAMIENTO, TOTAL YO VOY TRANQUILO AL CIELO.
En Romanos 1, hay 4 palabras potenciadas y muy fuertes que él usa: Deseo o pasión, deudor, pronto, poder, (vs 11,14,15,16) (están en orden) yo solo destacaré una:
1) Pasión: En Romanos 1:11 dice: “Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados”. Tener pasión no es lo mismo que ser fanático, al fanático hay que tenerle miedo. Hhay muchos seguidores de Cristo que son muy tranquilos, no importa si en la carrera cristiana van últimos bien rezagados, porque saben que igual entran al cielo. La rutina y el conformismo MATAN, pasa en todos los órdenes de la vida, en especial en los matrimonios de nuestro tiempo. Nos quita la energía, nos convertimos en apáticos, los sin gana, o sea desganados. Todo nos da lo mismo.
Cuando Pablo dice en 2 Timoteo 4:16 “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta”. Cuando menciona de su primera defesa, es cuando le dan la sentencia de muerte, sin embargo, en todo el pasaje de 2 Timoteo 4, parece que él no lo registró, ya que pide por los libros y pergaminos (Según algunos eran los libros de los dichos de Jesús, que eran larguísimos), por el capote (una especie de sobretodo) que se dejó en la casa de Carpo. Esto es pasión, sigue con igual entusiasmo ante la grave noticia.
Cuando el varón macedonio, se le aparece en sueños, él llega a Grecia, y allí el lugar es Filipos, le dan una paliza ejemplar, tiene la espalda hecha pedazos, luego es puesto en el peor calabozo de la deplorable cárcel, ¿NO era el momento para preguntarse: Será la voluntad de Dios tanto sufrimiento? Luego viene el terremoto, la conversación con el carcelero, las heridas son vendadas y puede predicarle a la familia del carcelero. ¿Por qué está así? Porque por sus venas corre auténtica pasión, que no es fanatismo.
NO CONFUNDAMOS PASION CON FANATISMO. Fanático es el que redobla sus esfuerzos después que ha perdido de vista el objetivo.
Muchas veces la falta de pasión tiene que ver con el arranque de la vida de fe. ¿Por qué? Algunos nacen medios tibios, por causa de alguna alteración del mensaje que se les presenta, un evangelio lleno de ofertas, y OCULTAS LAS VERDADERAS DEMANDAS, son ofertas, de esas que son imposibles de rechazar como ser: Venga a Cristo y todo problema se va a solucionar, los problemas de familia serán arreglados, serán prosperados, etc., pero luego viene la realidad, de que muchas cosas subsisten, la gente se defrauda.
El rey David también tenía pasión para lo bueno y para lo malo (1 Crónicas 13 y 15).
Hay una palabra que ilustra y describe a los primeros apóstoles en sus luchas del inicio de la iglesia, y está vinculada con la pasión es la palabra: Denuedo, del griego PARRECIAS, “Para Recis”. A veces confundimos denuedo con valentía, ser aguerrido, o coraje, pero es más que eso, es más que ser corajudo, para recis en su raíz significa: “Entregar todo sin reservas”.
A Dios no le damos nada hasta que no le demos todo.
«No es tonto el que da lo que no puede conservar, para ganar aquello que no puede perder”, lo dijo: Jim Elliot, Si vemos este misionero que murió por la incomprensión de los aucas en la selva del Ecuador, pero su sangre derramada no fue inútil, poco tiempo después sus propios asesinos llegaron a ser cristianos.
“Vive de tal manera que cuando te mueras no tengas otra cosa que hacer sino morir”, otra frase de Jim Elliot
El reconocer el señorío de Cristo simplifica el servicio. Dr. David Livingston escocés, fue uno de los más grandes misioneros que haya vivido, culto, erudito, hombre temeroso de Dios, creyente que honraba a Cristo; dejó su cultura, placeres, hogar y riquezas, para ir al África y llevar el evangelio de Jesucristo al corazón mismo del continente africano, y se quedó allí meses, y años.
En Inglaterra no sabían si él estaba vivo o no, no sabían que es lo que le había sucedido; un importante periódico, comisionó al explorador Henry M. Stanley para que vaya al África a buscarlo, Stanley no sabía por dónde empezar, pero fue al África, y empezó a hacer preguntas, armó una expedición, y se adentró en lo profundo de la selva, hasta que un día Livingston y Stanley se encontraron.
El explorador extendiendo su mano le dijo: ¿El Señor Livingston supongo? Estos dos hombres se hicieron amigos, muy amigos. Llegó el tiempo cuando Stanley tenía que volver a la civilización, y le dijo: “Dr. Livingston, usted ha realizado un trabajo, pero está enfermo, y me gustaría que regrese conmigo a casa, sus libros aunque usted no lo sepa, se han vendido en forma extraordinaria, y usted es ahora un hombre muy rico, regrese al bienestar de su casa a recibir los honores que usted se merece, además hoy tenemos medicina que puede curarle esta fiebre africana que tiene, ya es anciano y es hora que regrese a Inglaterra, su patria, a su gente con todo lo que Dios ha hecho aquí en África”, Livingston se disculpó por un momento diciendo: Tengo que orar, entró en su carpa, y esa noche se pasó orando, al día siguiente le dijo a Stanley: «No puedo ir, le prometí a Dios que le serviría aquí, y que aquí moriría”.
Stanley se dio cuenta que hubiera sido imposible insistir, le dio un fuerte apretón de manos y regresó a Inglaterra, este fue el último contacto que David Livingston tuvo con la civilización. El anciano misionero después de despedirse de Stanley, regresó a su carpa, y escribió en su diario lo siguiente: “Mi Jesús, mi rey, mi vida, mi todo, nuevamente dedico la totalidad de mi vida a ti”.
No podemos confesarlo como Señor y servir a otro señor o amo. David Livingston murió en el África, (murió arrodillado orando a Dios), desde Inglaterra vinieron para llevarse su cadáver, para darle una honrosa sepultura, pero los africanos sacaron el corazón del cadáver de Livingston diciendo: «Su cuerpo puede pertenecer a Inglaterra, pero su corazón pertenece al África». Pero los ingleses y africanos estuvieron equivocados, porque el corazón y la vida de David Livingston, pertenecieron al Señor Jesucristo.
¿Te das cuenta? SIMPLIFICA EL SERVICIO. Alguien dirá: Haga esto, o haga aquello o venga aquí o vaya allá, vos necesitás hacerte esta pregunta, y quiero preguntártela no a un misionero sino como a un empresario, ama de casa, estudiante, pastor, ayudante pastoral, maestro, líder de célula, jubilado del siglo XXI: ¿Es Jesucristo Señor de tu vida? ¿Qué derecho tenés de llamarte a ti mismo cristiano si Él no es Señor?
La Biblia dice: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa”. “Os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor”.
La pregunta no es: ¿Reconocés a Cristo como Señor? La pregunta: ¿Cuándo reconocerás a Cristo como Señor? La Biblia nos dice en Filipenses 2:9-11, concerniente a Jesús: “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.
No es cuestión, de si ocurrirá, sino ¿cuándo ocurrirá y si vos lo confesás como Señor ahora? Él te confesará como salvo e hijo suyo, pero si lo negás, Él te negará a vos, y si no te encuentrás con él en la Salvación, vos lo encontrarás en el juicio.
“Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz” (Juan 5:35)
Una antorcha es una fuente portátil de fuego, se usa como fuente lumínica y por lo general se utiliza cuando se inician los juegos olímpicos, estas antorchas fueron introducidas por primera vez por Carl Diem responsable de los Juegos Olímpicos en 1936, desde esa época en adelante, la antorcha simboliza eso, es actualmente un típico emblema de iluminación, también de conocimiento y disciplina para todos los que están en esas Olimpiadas. Cada uno de ellos siente que al tomar la antorcha, al ganar una medalla de oro, bronce o plata, se está reconociendo que son personas destacadas, que salen del común, por su disciplina, talento, dedicación y porque serán ejemplo y modelos a seguir en el mundo entero.
Jesús refiriéndose al ministerio de Juan el Bautista dijo: “Él era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz”. (Juan 5:35).
Juan se había ganado el respeto aún de los líderes más radicales, todos lo tenían como un gran profeta de Dios, él fue consagrado al Señor y lleno del Espíritu Santo desde que estaba en el vientre de su madre. Se guardó para el Señor desde su niñez y con el tiempo fue creciendo en Dios, nunca comprometió sus principios.
Su mensaje llegó hasta todos los rincones de la tierra de Israel; podemos decir que la vida de él se había convertido en una poderosa predicación, a donde él llegaba todo se iluminaba, y las personas de diferentes estratos sociales empezaron a acudir a Juan para que los bautizara.

Bibliografía: Pulso Digital, “El amor que vale”, Apuntes del Griego, Curso: Pasión por Cristo, ilustración del iceberg de Leticia de Clarck y varios más.

Compartir en redes sociales: