Reglas y Principios – Parte I
Por: Carlos Amarillo
Existen algunas grandes normas eternas de lo bueno y lo malo establecidas por Dios, en su Palabra, sin titubeos, sin equivocaciones, Dios dijo: Esto es bueno y esto es malo.
No siempre nos encontraremos entre lo bueno y lo malo, muchas veces es entre lo bueno y lo mejor. ¿Cómo lo sabremos? ¿Cuál será la mejor base para nuestra elección? Tenemos que apelar a los principios, que nos ayudarán a tomar decisiones morales.
¿Por qué? La Biblia principalmente no es un libro de reglas, es principalmente un libro guía. Pablo describe a gente inmadura, que tuvo que tratarlos como bebés, que querían vivir por reglas y ahora trata de darles algunos principios, las reglas son diferentes.
Las reglas son para los niños, quienes no han alcanzado la madurez. Por ejemplo cuando los dejamos solos en nuestra casa, y al no estar totalmente seguros, les damos mil recomendaciones: No jueguen con fósforos, no hagan esto, no hagan aquello, pero no se lo dice a los hijos mayores, que no le abran la puerta a ningún desconocido, que no toquen el fuego de la estufa, que le pregunten detalles a quien llama por teléfono, que no rompan nada, que no peleen, que anoten cualquier indicación que reciban, etc.
Principio es una base aceptada de conducta y que sirven para tomar decisiones morales en la vida. Son generalmente normas establecidas por Dios y fijadas por la Palabra. Uno se pregunta: ¿Por qué no fija todos los detalles y bastaría? La Biblia no es un libro de reglas, sino uno de guía para la conducta cotidiana. Los principios son para las personas maduras. En la iglesia de Corinto, muchos observaban una conducta de niños, por eso Pablo habla en 1 Corintios 3:1-3 acerca de los niños en Cristo.
Los niños que no crecen bien en el terreno de la fe dan lugar una fe infantil. La fe de un niño es lo opuesto a la fe infantil. “El que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará…”
La fe infantil Fe de niño
a) Los buenos cristianos no experimentan dolor, ni sufren decepciones.
a) Dios usa nuestro dolor y las decepciones para hacernos mejores cristianos.
b) Dios quiere hacernos felices.
b) Dios desea hacernos santos.
c) Dios contesta sí a cada oración.
c) A veces contesta no o espera.
d) La fe nos ayuda a entender siempre lo que Dios hace
d) La fe nos ayuda a estar firmes bajo la soberanía de Dios, aun sin tener idea de lo que hace.
e) Los buenos cristianos son siempre fuertes.
e) Nuestra fortaleza está en reconocer nuestra debilidad.
f) Los buenos cristianos no son tentados.
f) Los buenos cristianos son tentados.
g) Está apegado a las reglas y al legalismo.
g) Está apegado a los principios y las relaciones sanas con Dios y con sus semejantes.
h) No tiene los conceptos firmes.
h) Tiene los conceptos firmes, “la tiene clara”.
i) Lucha, defendiendo asuntos de poco valor o circunstanciales.
y) Lucha por los valores eternos, de gran valor.
j) Vive agradado con la iglesia “social”.
j) Vive agradado con la iglesia efectiva y triunfante.
k) Es poseedor de la “fe climática” o variable.
k) Es poseedor de la fe firme y auténtica.
l) Piensan sin profundidad, 1º Corintios 13:11
l) Piensan con profundidad, creer es también pensar.
ll) Necesitan ser conducidos, Gálatas 4:1-2.
ll) Guían con sabiduría a otros y saben dónde ir.
m) Son inexpertos, como un barco sin timón, en medio de un mar embravecido
m) Tienen experiencia, son grandes pilotos de tormenta.
La fe infantil es egocéntrica y exigente, espera que Dios nos proteja de todas las dificultades y nos otorgue una vida cómoda. La fe de niño se centra en Dios y confía en El, para que use aún las dificultades para nuestro bien y su gloria. ¿Qué fe tenés?
Recordar 1 Corintios 13:11, “….. Mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”.
Veamos algunos principios extraídos de Primera Corintios para una práctica adecuada.
1) El principio de la Palabra de Dios o el principio de la eficacia. 1 Corintios 6:12 “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen”. Un amigo me mandó este texto, pero primero decía: “Hagan lo que quieran pero después no vengan llorando, pero Pablo no se puede escribir eso, bueno pongan: Todas las cosas me son licitas….” Por supuesto se excluye el pecado. Parece haber sido un dicho muy común en la iglesia.
Uno puede preguntarse: ¿Cómo tomo la decisión si algo es correcto o no? ¿Lo hago a esto o no lo hago? ¿Lo practico, o no? ¿Es esto de provecho? Necesitamos: Eficacia, que es la idea de hacer una expedición o viaje que lo lleva a su meta a una persona, que te trae a vos a tu destino correcto. Cada uno de nosotros tiene metas establecidas, dadas por Dios, las cuales debemos cuidar que sean santas, que hayan sido dadas por Dios y en la oración.
Puedo saber si algo es bueno para mí: ¿Fue dado por Dios? ¿Esto me acerca o me impide llegar a la meta establecida? ¿Es un ancla que me mantiene fuera del puerto de Dios o me acerca a él?
Si no tenés metas, entonces la eficacia te da lo mismo, si no tenés metas te dará lo mismo ir en cualquier dirección (veleta). El que a nada le apunta a nada le dará.
¿Qué metas tenés como parte de un matrimonio o de una familia? Mejorar tu comunicación, cumplir eficazmente tu rol. Muchos tienen el grado de felicidad que ha planeado tener. Por ejemplo: El martillo y el destornillador son dos herramientas diferentes para distintos usos. Si alguien usa el destornillador como martillo, no es lo mejor, porque le resta eficacia. Por eso el hombre es infinitamente superior a la mujer en ser hombre, y la mujer es infinitamente superior al hombre en ser mujer.
¿Qué metas tenés para la familia de la fe? No podemos ser llaneros solitarios. No podemos amar la Cabeza que es Cristo y ser indiferente o maltratar el cuerpo, que es la iglesia. Es lo que tenemos en común: Nuestra devoción y amor por Dios, nuestra gratitud por el perdón, nuestro gozo por trabajar juntos en extender del reino, nuestra adoración comunitaria el día del Señor, nuestros motivos de oración conjuntos. ¿Cómo mejoramos esto para ser más eficaces? ¿Tenés algún plan?
Hay personas que dicen: “Yo puedo adorar a Dios solo, no necesito ir a la iglesia, Dios conoce mi corazón, sabe que lo amo, no necesito reunirme con los demás hermanos”.
¿Entonces, por qué Dios dice: No dejen de reunirse? ¿Por qué Dios dice que cuando le amamos a Él, debemos amar a nuestros hermanos y hermanas en Cristo?
Esta es la razón: ¿Por qué es el compañerismo cristiano una prueba de tu salvación? Lo que sucede cuando te salvás, es lo siguiente: Vos recibís una nueva naturaleza, definida en Pedro como la naturaleza divina, la Biblia dice que somos hechos partícipes de la naturaleza divina, ahora, ¿Cuál es la naturaleza de Dios? La naturaleza de Dios es amor 1 Juan 4:7-8.“Amados, amémonos unos a otros”; ahora note cuidadosamente lo siguiente: “Porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”.
Si vos no tenés ese amor en vos, quiere decir que no sos partícipe de la naturaleza divina, y el apóstol aquí no está hablando de amar solo a Dios, está hablando de amarse unos a otros, porque Dios es amor, por lo tanto, sería absurdo el que alguien diga: He nacido de Dios, tengo su Espíritu Santo en mí, la naturaleza de Dios está en mí, pero simplemente no puedo amar a los hermanos.
¿Cómo podés ser más eficaz en el uso de tu tiempo? La indisciplina perjudica la efectividad. ¿Cómo mejorar el discipulado, que incluya la reproducción y la fidelidad?
“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen”(1 Corintios 6:12).
Hay ciertas cosas que un atleta (2 Timoteo 2:5) resuelve dejar de lado cuando se prepara para competir, no come todo lo que quiere, duerme convenientemente, practica las horas necesarias, se abstiene de lo innecesario, Hebreos 12:1, etc.. Estas cosas no son malas para otras personas, pero son muy negativas para el atleta, son una carga. En el plano espiritual, es lo mismo con los creyentes. Pablo claramente dice que no todas las cosas convienen. Los creyentes nos dirigimos hacia un lugar, y si algo no nos ayuda a ir más rápidamente, entonces eso es exceso de equipaje. Hay que deshacerse de lo que no sirve
Preguntale a Dios: ¿Tengo alguna cosa legítima que puede ser usada de mejor manera, y que me está impidiendo correr una mejor carrera? ¿Sí? ¿Cuál es? Dimela, para que pueda vivir una vida de total entrega a la causa de Cristo. Pudiera ser un vehículo, una casa de veraneo, una joya, un hobby, etc. Estas cosas no son malas en sí mismas, pero tal vez Dios quiera que vos hagás otra cosa con ellas.
Si vos no te administrás como persona adecuadamente, no podrás realizar lo que debe ser hecho. Se cuenta la historia de un campesino que se levantó muy temprano y le dijo que iba a arar la parte sur de su campo, cuando se dirigió al tractor, se dio cuenta que le faltaba aceite, entonces decidió ir a la estación de servicios para buscar el lubricante. En el trayecto se acordó que debía alimentar a los cerdos, mientras le daba algunas bolsas de maíz, al ver las bolsas, se dio cuenta que debía preparar las bolsas para la inminente cosecha de papas. Cuando las estaba preparando, vio la leña y se le vino a la mente que su esposa necesitaba la leña para poder cocinar, así que dejó todo y se dispuso a hachar la dura leña, cuando lo estaba haciendo, vio a los pollos que se habían escapado del corral. Dejó la leña y se dispuso inmediatamente a correrlos y a encerrarlos en sus jaulas. Cuando llegó la noche, ni siquiera había movido el tractor hacia el campo de trabajo. Fue ineficaz en cumplir lo que se había propuesto en primer lugar.
El secreto de la eficacia está en situarnos en el centro de la voluntad de Dios. Si recordamos la victoria de Débora, la antigua jueza de Israel, ella tuvo que luchar contra un ejército que poseía la última tecnología, y que eran los carros herrados (900), pero el pueblo de Dios tenía la primera tecnología, la cual se ve en Jueces 5:20, “Desde los cielos pelearon las estrellas; desde sus órbitas pelearon contra Sísara”.
¿Cuál es el secreto de la eficacia?
Para ser eficaces debemos mantenernos en el centro de la voluntad de Dios. No le echemos la culpa a la gente de que es dura al mensaje, en ocasiones nosotros nos situamos lejos del centro de la voluntad de Dios. Hace un tiempo, en Sudán, que estaba sumergido en una guerra civil, donde el norte y el centro son musulmanes, y el sur tiene una gran cantidad de evangélicos, y el comandante del ejército del sur era un fiel creyente.
Protagonizaron un suceso similar al de Débora, las tribus del sur estuvieron en peligro de ser vencidos y vendidos como esclavos. El armamento eran tanques de la Segunda Guerra y armas que muy poco funcionan. Lo que más funcionó fue la ayuda de Dios, lo primero que estos creyentes hicieron, fue confiar en Dios, la primera tecnología y la más importante.
Ese día decisivo, vino una tormenta como nunca hubo en el lugar y murieron 50 soldados de los enemigos y decidieron misteriosamente retirarse. El asunto más importante es acudir primeramente a Dios, y no confiar en otras cosas como la estrategia, o nuestros planes humanos. Pero hay eficacia porque están dentro de la voluntad de Dios. Si somos obedientes, Dios pelea nuestras batallas, lo hace en favor de sus hijos.
Un principio a respetar en la búsqueda de la eficacia es: No sacrificar lo importante en el altar de lo urgente. Los mandamientos generales se obedecen con prioridad.
Los felinos, tienen un instinto de atacar siempre a sus víctimas en la yugular, lo cual les capacita para matar a sus víctimas, sin mayor esfuerzo. Cuando tengamos que evaluar los aspectos importantes de nuestra vida, vos necesitás emplear este mismo “instinto de buscar la yugular”, es decir identificar las áreas verdaderamente importantes de cada asunto, las cuales son cruciales para el éxito. Estas áreas, serán las “venas yugulares”, de tu plan. Una tentación será concentrarse en aspectos poco importantes y superficiales.
Alguien dijo que envejecer es obligatorio, pero madurar es optativo. ¿Has optado vos por la maduración?
No se pases la vida en el pico de las montañas, ya que la mayor parte del tiempo lo pasarás en el valle. Así fue la vida de Abraham, quien vivió 175 años, y salvo hechos puntuales y sobresalientes, la mayor parte de su vida transcurrió en hechos normales.
2) El principio de la libertad, dejando la esclavitud. 1 Corintios 6:12 dice: “Todas las cosas me son lícitas mas no todas convienen, todas las cosas me son lícitas mas yo no me dejaré dominar de ninguna”. Jesús vino para liberarme «Si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres….» Cualquier otra cosa que te domine será dañina. “.. Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”. Juan 8:34.
El principio de la esclavitud está vinculado con la niñez (Gálatas 4:3). A veces somos libres para escoger determinada conducta, pero no somos libres de las consecuencias de esa decisión. ¿Sos vos una persona libre? o ¿Hay algo que te está esclavizado: Pornografía, nicotina, cafeína, rock, TV, lujuria, deportes, apetitos, etc.? En Estados Unidos, muere más gente por glotonería, que por envenenamientos. Un cigarrillo pequeño esclaviza a un hombre grandote de dos metros. En Jesús nosotros somos liberados. Debemos estar alerta para no ser esclavizados por nada ni nadie.
Dijo Philips Yancey: Una de las cosas que percibí en Jesús, es que el jamás hace amenazas, ni obliga a nadie a hacer lo que no quiera. Él dijo: Conoceréis la verdad, y al revés es:
“SI ALGO NO LIBERA, ES PORQUE NO ES VERDAD”. La iglesia donde crecí no me liberó, entonces concluyo que no era la verdad. Sistema de reglas, su papá murió cuando él tenía 1 año, la mala enseñanza hizo que al contraer polio, y estar conectado a un respirador artificial, se lo desconectaran en contra del consejo médico, su mamá le dijo cuando era adolescente que hacía 12 años que no pecaba. Él dice que no llegó a saber de la existencia de Dios por la Biblia, pues no la leía, por folletos tampoco, ¿Qué fue? La belleza de la naturaleza, el amor romántico y la música clásica.
Un especialista mundial en lepra fue el Dr. Paul Brand, (murió en 2003) fue misionero en India y al jubilarse vivió en Estados Unidos, allí la elite médica, se reunía para una conferencia anual, sobre la Sanidad Pública. Una vez en una de ellas, intentaron llegar a un acuerdo, sobre lo que ellos como guardianes de la salud del país, deberían enfatizar, no eran predicadores, ni moralistas, eran médicos, luego de una larga discusión dijeron: Establezcamos ¿cuáles son? Si llegamos a un acuerdo entre nosotros, tal vez tengamos una política de salud que trate con estos problemas para enfrentarlos, era lógico, y así lo hicieron,
El número uno era el humo y las dolencias relacionadas con el tabaco.
El dos era los problemas de dieta y obesidad, diabetes, y todos los problemas originados con la obesidad, ahora ya es el número uno.
El número tres adicción a las drogas.
Cuarto, el alcoholismo, el síndrome fetal, conducir en estado de embriaguez….
Quinto hipertensión causada principalmente por estrés,
Sexto enfermedades de transmisión sexual, (Sida, gonorrea, sífilis).
Séptimo era el crimen violento, y así siguieron.
Al final de la semana llegaron a un acuerdo diciendo: “Estos son los 10 problemas peores de salud enfrentados por los Estados Unidos. Resulta que el Dr. Brand había pasado 25 años de su vida trabajando con enfermos de lepra en la India y él dijo: Yo estuve en encuentros así en la India, pero allá la lista es completamente diferente:
El número uno sería la malaria, la lepra con 4 millones de enfermos, estaría entre los principales, la poliomielitis era hasta hace poco una enfermedad con incidencia muy alta, la viruela, la fiebre amarilla y otras. Y él agregó: En India, si yo fuera a ese grupo de especialistas médicos, y dijera que puedo librar al país de estos 10 principales problemas o enfermedades, ellos dirían: Que maravilla, viviríamos entonces en el paraíso. Mira ya lo hemos hecho en Estados Unidos, a nadie le agarra polio, ni lepra, ni malaria, a menos que viaje a otros países, sin embargo, ¿Vivimos en el paraíso?
No nosotros simplemente acabamos de cambiar la lista de las 10 peores problemas o enfermedades, conforme a los médicos por cosas QUE NOS HACEMOS A NOSOTROS MISMOS: Comemos, tomamos, y fumamos demás, practicamos el sexo con gente demás y con las personas erradas. Entonces yo vi que si Dios proyectó este planeta e hizo el cuerpo humano, Él lo hizo para nuestro beneficio y no para quitarnos la diversión, El vino para darnos vida abundante, según Juan 10:10
Vivimos como seres humanos en una etapa de INVOLUCION. El principal sostén de las sociedades que progresaron fue debido a la ética bíblica y cristiana, se ha ido abandonando.
¿Cómo era la generación de Jesús? Un texto muestra su infantilismo.
Lucas 7:31-35 “Y dijo el Señor: ¿A qué, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes? 32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces unos a otros y dicen: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis. 33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y decís: Demonio tiene. 34 Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. 35 Mas la sabiduría es justificada por todos sus hijos”.
1 Corintios 13:11 “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”.
Ya pasó antes: Cuando los griegos fundaron la Nueva Grecia, ellos se preocupaban de que sus tragedias, que planteaban los grandes problemas humanos, luego llegaron los romanos y ellos dijeron: Hay que hacer un circo, entonces tapiaron la parte que se veía del mar, para hacer un circo, la sociedad había involucionado, de pensar en los problemas humanos, terminaron en el circo.
En el siglo XV, en Florencia (Italia) un grupo de artistas observaba un enorme bloque de mármol muy bueno, de cuatro metros de altura; que había sido estropeado por la mano de un torpe escultor. “No se puede sacar nada de él”, pensaban ellos. Pero un joven erigió una valla alrededor del bloque abandonado. Y por 4 años se oyó el ruido del cincel tallando la piedra.
Cuando las tablas se derribaron, los florentinos, maravillados, pudieron contemplar una verdadera obra de arte: la magnífica estatua del David de Miguel Ángel, aún hoy es una de las joyas de la ciudad. De un bloque frío y deforme había surgido, bajo el cincel del maestro, un milagro de belleza.
Muchos dicen: “Malogré mi vida. Tallé mal el mármol de mi destino”. ¡No te desesperes! “Dame tu vida atormentada y miserable –dice Jesucristo–, la transformaré para la gloria de Dios”. Si vos entregas tu voluntad a la de Dios, él hará algo hermoso de tu arruinada vida.
Quizás empezará por erigir una valla entre vos y lo que antes amabas, lo cual constituye un obstáculo para el trabajo que él quiere hacer. Quizá tallará profundamente tus planes y tu corazón. Porque lo que quiere reproducir en vos es su propia imagen. Él trabaja “hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19). Sí, el Señor sabe transformar en una obra de arte lo que nosotros hemos estropeado.
Muchas veces nos vemos sin valor, inútiles, inservibles, que nada podemos hacer. Dios nos creó, nos hizo, nos formó, sabe cómo somos, y Él quiere hacernos alguien de valor incalculable. Tenemos que dejar que Él nos use, dejar que Él nos moldee, que quite lo imperfecto, mejorándonos lo que a Dios no le gusta.
Este es un trabajo para toda la vida, va a ser algo costoso y duro.
Las pruebas de la vida, los sufrimientos, la disciplina del Señor, nos va ir puliendo y quitando lo malo, lo imperfecto, pero que su resultado final, será que nosotros seremos perfectos y completos. Seremos la mejor obra de arte en manos del mejor escultor del Universo.
«¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero? He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano» Jeremías 18:6
Bibliografía: Manual de Administración (Cruzada Estudiantil); Comentarios de Adrián Rogers en el Amor que vale, de Salvador Dellutri en Los Grandes Temas, Rumores de Otro mundo de Philips Yancey, Espada electrónica, ilustraciones varias de diferentes lados.