25 septiembre, 2016

Reglas y Principios – Parte III


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Existen algunas grandes normas eternas de lo bueno y lo malo que han sido establecidas por el Dios omnipotente, fijadas por la Palabra de Dios, sin titubeos, sin tartamudeos, sin equivocaciones, sin disculpas, Dios simplemente dijo: Esto es bueno y esto es malo.  

Estos son extras a los 10 Mandamientos.

No siempre nos encontraremos entre lo bueno y lo malo, muchas veces es entre lo bueno y lo mejor. ¿Cómo lo sabremos? ¿Cuál será la mejor base para nuestra elección? Tenemos que apelar a los principios, que nos ayudarán a tomar decisiones morales. Hombres y mujeres vienen y van, pero los Diez Mandamientos están aquí con nosotros para quedarse. Dios ha dado su palabra, pero hay muchos puntos que no son determinados por los Diez Mandamientos en sí mismo.

Las reglas son para los niños, quienes no han alcanzado la madurez. Los niños que no crecen adecuadamente en el terreno de la fe tienen una fe infantil. La fe de un niño es lo opuesto a la fe infantil.

               La fe infantil                                                                  Fe de niño

 

a) Los buenos cristianos no experimentan dolor, ni sufren decepciones.

a) Dios usa nuestro dolor y las decepciones para hacernos mejores cristianos.

b) Dios quiere hacernos felices.      

b) Dios desea hacernos santos.

c) Dios contesta sí a cada oración.    

c) A veces contesta no o espera.

d) La fe nos ayuda a entender siempre lo que Dios hace  

d) La fe nos ayuda a estar firmes bajo la soberanía de Dios, aun sin tener idea de lo que hace.

La fe infantil es egocéntrica y exigente, espera que Dios nos proteja de todas las dificultades y nos dé una vida cómoda. La fe de niño se centra en Dios y confía en El, para que use aún las dificultades para nuestro bien y su gloria. ¿Qué fe tenés?

Recordar 1 Corintios 13:11, “….. Mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”. Veamos algunos principios:

 

1) El principio de la Palabra de Dios o el principio de la eficacia. 1 Corintios 6:12 “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen”. Por supuesto se excluye el pecado. Parece haber sido un dicho muy común en la iglesia. Uno puede preguntarse: ¿Cómo toma la decisión si algo es correcto o no? ¿Lo hago a esto o no lo hago? ¿Practicar o no? ¿Es esto de provecho? Usted dice: No sé qué significa, Eficacia, es la idea de hacer una expedición o viaje que lo lleva a su meta a una persona, que te trae a tu destino correcto.

2) El principio de la esclavitud. 1 Corintios 6:12 dice: “Todas las cosas me son lícitas mas no todas convienen, todas las cosas me son lícitas mas yo no me dejaré dominar de ninguna”. Jesús vino para liberarme «Si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres….» Cualquier otra cosa que te domine será dañina.

3) El principio del ejemplo. 1 Corintios 8:8-13.

Si bien la comida no nos hace más aceptos a Dios. ¿Qué quiere decir en este pasaje Pablo? La palabra clave es tropezadero. El refrenarse de ciertas cosas no es sinónimo de espiritualidad, ser espiritual es ser controlado por Dios. La espiritualidad es una actitud hacia el Espíritu Santo y la Palabra y no hacia las cosas. La espiritualidad no depende de la observancia de ciertas prohibiciones.

 

4) Principio de la edificación. 1 Corintios 10:23, «Todo me es licito pero no todo conviene, todo me es lícito pero no todo edifica» ¿Qué significa edificación? Significa: Construir un edificio. De alguna manera, todo lo que hacemos edifica o derrumba nuestra vida y la vida de otros. “….todo me es lícito, pero no todo edifica”. Vemos una película, debe preguntarse sobre toda cosa que haga ¿Me edifica? Vemos un programa en el que participamos, cada programa en el cual participo ¿Me edifica?  Tenemos un amigo, ¿Me hace una mejor persona o me degrada? Cualquiera que lo degrade no es su amigo. Pablo dice: Puede ser permitido pero no edifica. Tengo una conversación, ¿Me edifica, me destruye?

Dios tiene un plan único para cada cristiano durante su vida en esta tierra. Es verdad que tiene un plan eterno, pero ese plan comienza en el espacio y el tiempo, y El desea que seamos miembros activos de un cuerpo o familia de creyentes para que nos cuidemos mutuamente y nos edifiquemos en Cristo. Efesios 4:15-16: “Sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”.

El verso 14 habla de no ser niños, “Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error”.

Es decir poseedores de una fe infantil. El niño se caracteriza por tener conceptos no firmes y luchar defendiendo asuntos de poco valor o circunstanciales.

Si son pequeñitos luchan sin saber la razón (1 Corintios 3:1),

Piensan sin profundidad (1 Corintios 13:11) y

Necesitan ser conducidos (Gálatas 4:1-2) porque no saben a donde van y son acompañados por el curador o el ayo. El niño “fluctúa” porque es inexperto (Hebreos 5:13) y se parece a un buque sin timón en medio de un mar embravecido.

Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; 2  sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre.

“Estratagema” (Kybeia) y es el cubo que se usa para jugar a los dados, parece referirse a la velocidad que usa el jugador para engañar al rival, siendo una semejanza de las tácticas descriptas en Colosenses 2:8 “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. Con facilidad conquistan a los “niños” de fe infantil, pero no engañan al hombre maduro. Emplean astucia el arma mortal que uso con Eva (2 Cor 11:3).

 

XX Epidemia de Narcisismo: Jean M. Twenge, profesora de la Universidad Estatal de San Diego y W. Keith Campbell, de la Universidad de Georgia, para mí son profetas seculares, estaban dando los toques finales a su libro La epidemia de narcisismo: Vivir en la era de merecer todo, cuando ella recibió una comunicación del jardín de infantes al que asistía su hija: «Queridos padres —decía—. Durante las próximas cuatro semanas nuestros temas serán Todo Sobre Mí y Soy Especial. Los temas enfocarán habilidades y conceptos que son importantes para el crecimiento». Parecía una broma cuando se disponían a entregar a su editor una investigación sobre el cambio cultural radical que ha puesto al individuo en el centro de la historia, aunque menos como el Renacimiento que como en un sueño delirante.

Enumeraron en las primeras páginas de la Epidemia Narcisista: «Tenemos ricos falsos (con hipotecas de puros intereses y pilas de deudas), belleza falsa (con cirugía plástica y procedimientos cosméticos), atletas falsos (con drogas para mejorar su desempeño), celebridades falsas (en los reality shows televisivos y en YouTube), estudiantes geniales falsos (por una inflación de las calificaciones), una economía nacional falsa (con billones de dólares de deuda gubernamental), sentimientos de ser especiales falsos (por la crianza de los niños y la educación concentrada en la autoestima) y amigos falsos (con la explosión de las redes sociales)».

La fantasía se siente bien, agregaron; sin embargo, «lamentablemente la realidad siempre triunfa». La crisis del 2008 es una prueba de eso.

El libro se ocupa de una gama enorme de indicios que apuntan a un problema social de grandes dimensiones: La expansión del materialismo, la idea de que uno merece todo lo que se le ocurre, el deseo de ser excepcional y exhibirlo donde se pueda, entre ellas. «Miremos a nuestro alrededor. La gente anhela parecerse a los famosos y actuar como ellos. Transmiten en internet escenas de violencia contra otros, o dejan comentarios despiadados en el video de otra persona».

Cuando una cultura se dan altos niveles de narcisismo hay menos confianza, cada uno se enfoca en sí mismo. Y una cultura requiere confianza o se deshace en pedazos.

. «Los narcisistas son arrogantes, no ya seguros de sí, y —a diferencia de la mayoría de las personas con autoestima elevada— OTORGAN POCO VALOR A LAS RELACIONES DE PROXIMIDAD EMOCIONAL”.

 

Salmo 122:1 dice: “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos”. Los criterios varían de acuerdo a las épocas, para bien otros para mal, yo no tengo los mismos criterios que tenían mis abuelos ni los que tenían mis padres, porque la sociedad va cambiando y al cambiar la sociedad van cambiando los criterios.

Alrededor del año 1.000, o sea, mil años atrás, en una islita que hay en medio de un río había lo que sería el germen de una gran ciudad, había un caserío de madera y el material de construcción para las casas de todos los días, era la madera, las casas eran casas bajas y ese caserío que había sufrido por los invasores, habían sido destruidos, habían pertenecido a diferentes pueblos, sin embargo se arraigó en sus principios cristianos; y hace mil años, se decidieron edificar una iglesia, y edificaron una Catedral y dedicaron, está en el Río Sena, la Catedral de Notre Dame, la ciudad de Paris, la catedral de Notre Dame, quisiera que pensemos en el criterio con que fue edificada.

La capacidad era para 10 mil personas, 10 mil personas entran hoy ahí, era el año 1000, hace mil años hacían un templo para 10 mil personas, pero lo más asombroso es esto: La ciudad de París tenía 5 mil habitantes, hicieron un templo para el doble de sus habitantes.

¿Cuál fue el criterio que siguieron? Suponé el pueblo más chico de Santa Fe, que se proponga hacer un templo, ¿Lo harían para el doble de sus habitantes? ¿Cuál era el criterio de ellos y cual el de nosotros?  

Ellos creían que cuando hacían un templo tenían que entrar todos, y que la ciudad iba a seguir creciendo y todos los que vinieran tenían que entrar, no existía el criterio de que uno tenía que quedar afuera, que alguno quedara afuera, no era solo para el culto del domingo, la armaban para todos, si había un problema o si había un enemigo que quería invadirla y había que fijar una estrategia, iban a la iglesia y la discutían, en cada una de las naves tenían su lugar los gremios, y cuando ellos tenían que reunirse, se reunían allí, como habían muchos analfabetos en cada uno de los lugares, ponían las historias bíblicas en imágenes ahí, y las historias de la iglesia, para que los analfabetos pudieran recordarla, de allí surgían los patronos, y cuando había una peste, entonces, se convertía en un hospital, y todos llevaban a sus enfermos a ese lugar e iban allí,

Su nave central tiene 40 metros de altura, puede edificar un edificio de 10 pisos, y tiene una particularidad, la de las catedrales góticas, al entrar, todas las líneas van hacia arriba, y lo que hace es mirar hacia arriba y cuando usted tiene un techo que está a 40 metros donde las líneas se unen en el centro, los ojos de todos los que entran se dirigen hacia Dios.

Este es el sentido del gótico, que todos estemos juntos en un lugar amplio mirando al cielo, puede utilizar la base y hacer un techo a 40 metros de altura, porque en alguna forma ellos estaban pregonando con este templo la grandeza de Dios.

¿Qué criterio no? Y cuando uno mira la historia se dice: ¿Cuándo hemos perdido el criterio que ellos tenían? Estos hombres admirables, se inclinaron a hacer el plano de esta catedral y pensaron que tenía que tener estas dimensiones, porque este es un gran acto de fe, un gran acto de entrega a Dios, hay las desviaciones, pero centremos nuestro pensamiento en esto: Había un criterio en lo que iba a ser nuestra iglesia.

 

El asunto es o edificamos o derribamos.

Edificamos cuando estamos en una relación activa con el cuerpo de creyentes nos estimulamos al amor y a las buenas obras.

Derribamos cuando nos separamos peligrosamente de la familia de Dios, siendo una brasa que se va apagando. Romanos 12:5 nos dice que somos miembros los unos de los otros. Ejemplo se te entra una basurita en el ojo, no debes convencer a la mano, ya que actuara para ayudar urgentemente.

Estar en el cielo estar con los hermanos será una gloria, pero en la tierra es otra historia, pero no importa mayor esfuerzo y grandes satisfacciones con ellos.

No existe institución que sean más grande, ni más importante que la iglesia de Jesucristo.

 

 

Edificamos cuando honramos a otros por encima de nosotros mismos (Romanos 12:10), mostrando sincero aprecio.

Derribamos cuando por motivos equivocados honramos a otros para que nos honren a nosotros, ya que nos resistimos a dejar de ser el centro de la atención.

Edificamos cuando trabajamos obedeciendo Efesios 4:3: “Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz”. La unidad de la iglesia local no es automática, exige esfuerzo. Posicionalmente todos estamos en Cristo, pero la unidad visible y práctica aparece cuando cada creyente hace su parte. Ejemplos: cuando los apóstoles hicieron frente al problema de las viudas olvidadas y eligieron a los diáconos. O los líderes de Antioquía cuando enfrentaron el problema teológico de los judaizantes realizando el Concilio de Jerusalén. Es necesaria la madurez cristiana reflejada en el amor.

Derribamos cuando conspiramos en contra de guardar la unidad del Espíritu. Evodia y Sintique.

Edificamos cuando aceptamos a otros que son totalmente diferentes a nosotros pero han sido redimidos por Cristo, Romanos 15:7 “Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios”.

Sos de otro equipo de futbol, no importa, sos de otro partido político, no importa, no tenés título universitario, y yo sí, no importa, tenés 0 recursos, no importa!!!!

 

Derribamos cuando “rechazamos”, hacemos favoritismo o actuamos con prejuicios.

Edificamos cuando amonestamos (exhortamos, corregimos o damos aviso) a otros llenos de bondad (Romanos 15:14), Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros”. O sea con profundo interés y amor, hecha con motivos puros. Cuando alguien con su conducta hace algo que ofende gravemente a Cristo, es una prueba difícil para él que tiene que arrepentirse, y es una prueba para el cuerpo!!!!!!!!! No somos la comunidad de los perfectos enjuiciando!!!!

 

Derribamos cuando intentamos corregir en forma áspera, airada, o indignados o intolerantes.

Edificamos cuando sobrellevamos las cargas de otros hermanos y somos una congregación restauradora y derribamos cuando somos castigadores. Gálatas 6:2  Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

 

Edificamos cuando soportamos con paciencia y amor a los otros y perdonamos a otros.

Derribamos cuando irritamos a n/ compañeros de trabajo, a n/ familiares o a n/ hermanos con las cosas que hacemos o dejamos de hacer, o cuando perdonamos a otros con la condición que nos ofrezcan explicaciones.

 

Edificamos cuando respetamos la autoridad, sometiéndonos a quien debemos (Efesios 5:25),

Derribamos cuando estamos contra todo principio de autoridad.

 

Edificamos entendiendo o con discernimiento de los tiempos: Que nos encuentre preparados para reaccionar inmediatamente. Ha habido ocasiones en el pasado, en que el Cuerpo de Cristo no ha reaccionado rápidamente. Miremos dos situaciones.

a) Cuando el General Mac Arthur negoció la rendición de las tropas japonesas, las puertas estaban abiertas de par en par para el evangelio. La moral japonesa estaba destruida por el dolor, la pobreza que generó la guerra. El hermano Sumrall contó que el general Mc Arthur hizo el llamado a las sociedades misioneras norteamericanas, bautistas, presbiterianas, las grandes sociedades misioneras, etc. Y les dijo: “Necesitamos misioneros para Japón; está abierto”. Pero en ese momento, no estaban listos para reaccionar, y todos contestaron: “No podemos, no tenemos misioneros. Estamos comprometidos con China; estamos comprometidos con otros lugares”. Mc Arthur contestó: “Pero este es el tiempo para Japón”. Pero ellos dijeron: “Lo sentimos, no tenemos como”. El hermano Sumrall decía en el 1993-94: “Hoy cincuenta años después, vemos esas decenas y decenas de millones de japoneses, muriendo sin Cristo Jesús. Porque el cuerpo no estuvo listo para reaccionar”.

b) Cuando Gorbachov declaró la Perestroika en Rusia, el comunismo se derrumbó y se abrieron las fronteras. ¿Sabés quién fue el primero en entrar? La revista “Playboy” con toneladas y toneladas de material pornográfico que llegaron al país. Se regalaron para que la gente las recibiese gratis y luego se convirtieran en adictos. No fueron toneladas de Biblias, fueron toneladas de pornografía. Porque una vez más no estábamos como cuerpo listo o preparado. Luego si acudimos, pero demorados. No obstante luego de la férrea doctrina comunista, la iglesia de Jesucristo se había edificado en décadas de gran dolor, con amenaza de extinción. Algunos calculan que hay un 36% de creyentes. El comunismo parecía una topadora que habría de extinguir la iglesia.

Se edifica con renunciamiento, entrega, disposición correcta, generosidad y gracia.

Debemos copiar la actitud del edificador de la iglesia, para edificar y no derribar. En Filipenses 2:5 dice: “Haya pues en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Sentir es: Actitud. ¿Cuál es tu actitud acerca de la edificación de la iglesia? Mucho antes de que se presenten las acciones carnales, aparecen las actitudes (disposición) carnales.

1º Pensamiento: “Quiero hacerlo a mi manera”. Sin importar lo que piensan otros, ni aun Dios. Es actitud de egoísmo.  Es la canción tal vez más famosa de Frank Sinatra

Estoy, mirando atrás, y puedo ver, mi vida entera…

y sé que estoy en paz, pues la viví a mi manera.

Crecí sin derrochar, logré abrazar el mundo todo,

y más…mil sueños más viví a mi modo.

Dolor no conocí y recibí compensaciones,

seguí sin bacilar, logré vencer las decepciones,

mi plan jamás falló y me mostró mil y un recodos,

y mas,si mucho más…viví a mi modo.

2º Pensamiento: “No me detendré hasta obtenerlo”. Lo haré a mi manera, cuando yo diga y como yo diga. Es actitud de terquedad u obstinación.

3º Pensamiento: “No me interesa a quien lastime”. Esposo/a, padres, hermanos, hijos, pastor, iglesia. Es actitud de indiferencia.

4º Pensamiento: “Rehuso escuchar ningún consejo”. Sé que Dios me puede decir algo, sé que la Biblia tiene un mensaje para mí, pero no estoy interesado en escuchar. Es actitud de resistencia.

5º Pensamiento: “No me importan las consecuencias de lo que haga”. Una evidente muestra de la falta de interés en cual es el resultado de la acción. Es actitud de menosprecio.

No puede haber congregación (reunión de una grey), si primero no hay una segregación (separación de una grey). Una persona iba viajando en avión y conoció a otra, y le hizo esta pregunta: “¿Cómo le va en su peregrinaje espiritual?” El hombre se puso a la defensiva y le dijo: “Yo estaba harto de la iglesia cuando era muchacho”, iba los domingos dos veces y los miércoles a la noche. Hace años decidí, que cuando fuera adulto y mientras viviera, nunca iría de nuevo a la iglesia”. El otro pasajero le preguntó: “¿Le gustaría vivir en una comunidad donde no hubiera iglesia?” El otro, bajó la cabeza y estuvo silencioso unos momentos, pero respondió: “No me gustaría”. El hombre al recibir esa respuesta, miró a los ojos a ese hombre resentido y le dijo con indignación: “¡Ud. es un parásito!”. El hombre avergonzado dijo: “¿Qué quiere decir con eso?”. “Sencillamente que usted quiere disfrutar los beneficios de la iglesia, sin adquirir ninguna responsabilidad”.

El hombre sonrió sorprendido y lo miró con atención, y exclamó: “Por primera vez en 25 años, iré a la iglesia el domingo a la mañana”.

 

Comentario de Salvador Dellutri: Salmo 27:4 “Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová y para inquirir en su templo”.

Para inquirir: Indagar, averiguar, examinar, venimos para conocer la voluntad de Dios, para saber cómo tengo que andar.

¿Si Dios está en todas partes? ¿Por qué necesitamos reunirnos entonces? Porque se nos ocurre preguntar esto. Porque nosotros hemos perdido la noción de continente, y hemos exaltado la condición de isla, es decir, cada individuo siente que es una isla donde él es el centro, y no un continente donde estamos todos.

John Donne escribe su famoso poema en el año 1.600, él dice: por eso nunca nadie debe preguntar por quién doblan las campanas, siempre están doblando por ti.

Ningún hombre es una isla entera por sí mismo.

Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo.

Por eso nunca nadie debe preguntar por quién doblan las campanas, siempre están doblando por ti. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad”

Por eso: Nadie puede crecer espiritualmente fuera de su iglesia local.

Efesios 3:17-18 “…a fin de que, arraigados y cimentados en amor,  seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios”.

Como es esto de comprender con todos los santos. Si quiere comprender el amor de Cristo, tiene que estar reunidos con los cristianos conocidos. Como es esto de comprender con todos los santos, los pastores ven a la iglesia donde otros no la pueden ver, yo le prometí a los miembros, que voy a poner una cámara, para que ellos vean lo que yo veo, ustedes me están viendo a mí, ustedes me ven a mí, veo un espectáculo maravilloso que me habla de la gloria de Dios. ¿Sabe por qué? En la iglesia donde estoy me bauticé, me casé, presenté a mis hijos.

“El justo florecerá como la palmera, crecerá como el cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, En los atrios de nuestro Dios florecerán”. Sal 92:12-13. ¿Para qué venimos? Hay ejemplos acá. Usa dos árboles: La palmera, el tronco recto, siempre verde, cedro del Líbano, tronco macizo y una gran belleza, creo que él está diciendo, mirá al hombre de fe (Antiguo Testamento) tiene que ser recto como la palmera, tiene que tener rectitud en su conducta, y permanencia en su compromiso, el cedro, tiene que tener fortaleza en la adversidad, como los cedros, que resistían todo, tronco macizo y belleza espiritual.  

¿Cómo se adquiere? De acuerdo a donde está plantado, ¿Dónde? En la casa del señor, nadie puede crecer espiritualmente fuera de la iglesia local, uno aprende cosas, venimos, hablamos.

Colosenses 2:6-7 “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; 7  arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias”.

Nadie puede crecer espiritualmente fuera de la iglesia local, por eso cuando el autor de la carta a los Hebreos 12:24-25 recomienda: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca”. Es como si a la brasa la saco del fuego, lentamente se va a apagando.

Nadie debe ser un turista en la iglesia, ir de vez en cuando, cuando tengo tiempo, si hay buen tiempo, si no llueve y uno tiene que preocuparse por la vida espiritual, y la preocupación por la vida espiritual es levantarse, y acercarse y estar con los hermanos y compartir, se está gestando una generación de turistas, valorizá la comunión, y no busques excusas.

Salmo 116:18-19: “A Jehová pagaré ahora mis votos Delante de todo su pueblo, En los atrios de la casa de Jehová, en medio de ti, oh Jerusalén, Aleluya”.

¿Para qué venimos hoy aquí a la casa del Señor? Para estar cerca y conocer su voluntad, para consagrar nuestra vida al Señor, para crecer espiritualmente, para consagrar nuestra vida al Señor, consagrar es hacer sagrado o separado algo, es dedicar, es ofrecer a Dios, los votos son las promesas que se hacen a Dios, el compromiso que tomamos con Dios, el bautismo es un compromiso, podíamos decir que el bautismo es un voto que hacemos, un compromiso que hacemos con Dios, hoy estamos aquí, estamos consagrando nuestro tiempo al Señor, decimos que Él es importante para nosotros por eso venimos a alabar, a agradecer, a cantar, a escuchar la Palabra, a tener comunión,

Hemos consagrado nuestros bienes al Señor, estamos consagrando nuestro servicio al Señor, porque hay alguien que me recibió, alguien que está cuidando la puerta, alguien que está en el sonido, estamos todos consagrando algo al Señor, y nos reunimos justamente para eso, para consagrar estas cosas al Señor.

 

Bibliografía: Espada Electrónica y comentarios, El Amor que Vale, Los Grandes Temas, etc.

 

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