Reglas y Principios – Parte IV
Por: Carlos Amarillo
Reglas versus principios: El principio de la exaltación.
Existen algunas grandes normas eternas de lo bueno y lo malo que han sido establecidas por el Dios omnipotente, fijadas por la Palabra de Dios, sin titubeos, sin tartamudeos, sin equivocaciones, sin disculpas, Dios simplemente dijo: Esto es bueno y esto es malo.
Estos son extras a los 10 Mandamientos.
No siempre nos encontraremos entre lo bueno y lo malo, muchas veces es entre lo bueno y lo mejor. ¿Cómo lo sabremos? ¿Cuál será la mejor base para nuestra elección? Tenemos que apelar a los principios, que nos ayudarán a tomar decisiones morales.
La Biblia principalmente no es un libro de reglas, es principalmente un libro guía. Las reglas son diferentes a los principios. Las reglas son para los niños, quienes no han alcanzado la madurez. Por ejemplo cuando los dejamos solos en nuestra casa, y como no estamos totalmente seguros, les damos mil recomendaciones. Principio es una base aceptada de conducta y que sirven para tomar decisiones morales en la vida. Son generalmente normas establecidas por Dios y fijadas por la Palabra. Los principios son para las personas maduras. En la iglesia de Corinto, muchos observaban una conducta de niños, por eso Pablo habla en 1 Corintios 3:1-3 acerca de los niños en Cristo. Pablo describe a gente inmadura, que tuvo que tratarlos como bebés, que querían vivir por reglas y él trata de darles algunos principios
Los niños que no crecen adecuadamente en el terreno de la fe tienen una fe infantil. La fe de un niño es lo opuesto a la fe infantil. Recordar 1 Corintios 13:11, “….. Mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”.
1) El principio de la Palabra de Dios o el principio de la eficacia. 1 Corintios 6:12 “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen”. Por supuesto se excluye el pecado. Uno puede preguntarse: ¿Cómo toma la decisión si algo es correcto o no? ¿Lo hago a esto o no lo hago? ¿Practicar o no? ¿Es esto de provecho? Usted dice: no sé qué significa Eficacia, es la idea de hacer una expedición o viaje que lo lleva a su meta a una persona, que lo trae a usted a su destino correcto. Se trata de la mejor opción, la de Dios.
2) El principio de la libertad. 1 Corintios 6:12 dice: “Todas las cosas me son lícitas mas no todas convienen, todas las cosas me son lícitas mas yo no me dejaré dominar de ninguna”. Jesús vino para liberarme «Si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres….» Cualquier otra cosa que te domine será dañina. “.. Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”. Juan 8:34.
3) El principio del ejemplo. 1 Corintios 8:8-13. Si bien la comida no nos hace más aceptos a Dios. ¿Qué quiere decir en este pasaje Pablo? La palabra clave es tropezadero.
4) Principio de la edificación. 1 Corintios 10:23. «Todo me es licito pero no todo conviene, todo me es lícito pero no todo edifica» ¿Qué significa edificación? Significa: Construir un edificio. De alguna manera, todo lo que hacemos edifica o derrumba o derriba nuestra vida y la vida de otros. “….todo me es lícito, pero no todo edifica”.
5) Principio de la exaltación. 1 Cor 10:31 “…. hacedlo todo para la gloria de Dios”.
¿Qué es todo? NO EXCLUYE NADA. ¿Cuál es el principio de exaltación? Todo lo que decimos y hacemos, debe ser para la honra de Dios. Hubo un científico italiano de hace un par de siglos llamado Pareto, que por estudiar la realidad descubrió que en Italia, el 20% de la gente poseía el 80% de la tierra, y luego aplicó ese porcentaje a todo, lo que llamó la ley del 80/20. El 20% de nuestro tiempo produce el 80% de los resultados, 20% de un libro tiene el 80% del contenido; el 20% de nuestro trabajo produce el 80% de la satisfacción. ¿Cómo hacemos entonces? Ese 80% restante lo hago con desgano, desinterés, no, “Hacedlo todo para la gloria de Dios”. No hay excepciones a la regla. Todo debe exaltar al Señor.
¿Esto exalta al Señor Jesús? Cualquier cosa que haga, hágala para la gloria de Dios. Cada paseo, cada negocio, cada comida debe exaltar al Señor. ¿Está Dios exaltado con lo que hago?
Hay que hacer todo para la gloria de Dios. Pablo pasó un tiempo complicado donde veía que no todos predicaban la esperanza y salvación en Cristo por los motivos adecuados, había motivos raros o espurios y él dice, bueno de todas formas Cristo es predicado, ver Filipenses 1:15-21. “Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte”.
Vamos a temas bien prácticos: ¿La forma en que me visto es para la gloria de Dios? ¿Es algo provocativo o transparente? ¿Irías con el Señor acompañado? ¿Lo avergonzarías?….
¿Contarías “esa historia” si el Señor fuera uno de los amigos del grupo?
El resumen de la teología reformada, como conclusión y esperanza de la iglesia luego de vivir un tiempo de invierno y de grave confusión en cuanto a la misión y en cuanto a su identidad, fueron 5 expresiones que comienzan con sola: Sola fe, Sola gracia, Sola Escritura, Solo Cristo, y solo a Dios la gloria, con esto resumían las verdades cardinales de su creencia. Solo gracia, sola fe, sola Escritura, solo a Cristo, y esta última expresión, Soli Deo gloria solo a Dios debe ser la gloria, este es el propósito central de la Escritura.
La historia muestra la gloria de Dios en el pasado, y la profecía muestra la gloria de Dios en el futuro, la iglesia es la que muestra la gloria de Dios en el presente.
Seguiré ahora un bosquejo de Pablo Sheetz.
Un obrero estaba instalando sonido para un culto y una y otra vez y salía un chillido fuerte cada vez. Y cada vez exclamaba “Gloria a Dios”. Se supone que antes de su conversión hubiera dicho otra cosa. Los demás se preguntaron si entendía el significado de lo que decía.
¿Qué es gloria a Dios y qué quiere decir glorificarlo? La gloria de Dios sugiere: Su presencia, su grandeza, su poder, su majestad, su esplendor, su soberanía, su santidad y muchos atributos más. Si El es completo en sí, ¿Por qué es tan importante que le glorifiquemos o exaltemos? ¿En qué sentido podemos agregarle gloria o ponerlo más en alto? Es similar a la luz especial que se pone sobre una obra de arte, o sobre el artista que está en un escenario, o sobre una joya en una vidriera.
¿A quién le gusta lo que se llama la comida gourmet? Los muchachos prefieren la comida de la abuela o de la mamá que es abundante!!!! ¿Pero qué pasa con la gourmet? El cocinero profesional muchas veces le agrega adornos al plato para estimular el apetito.
La publicidad tiene como meta presentar un producto comercial en tal forma que la gente lo desee. Esto no cambia la calidad en ningún sentido, sino que llama la atención y dice: “¡Miren! ¡Coman! ¡Compren!”. Entonces, glorificar o exaltar a Dios significa señalar sus maravillosas cualidades y hacerlo atractivo para que otras personas acudan a El. Muchos textos bíblicos nos exhortan a glorificar a Dios. Veamos 6 maneras de hacerlo:
1) Creyendo en El: En Romanos 1:21, Pablo, refiriéndose a la gente que no conoce a Dios, dice: “…habiendo conocido a Dios (conscientes de su existencia), no le glorificaron como a Dios”. ¿Cuál es la diferencia fundamental entre el creyente y el incrédulo? Es su actitud hacia Dios. Este lo rechaza como Dios para seguir su propio camino, mientras que aquel lo reconoce como Dios y lo exalta. La verdadera conversión cristiana es para el hombre un acto de humillación, donde reconoce la inutilidad de todo camino humano para salvarse y resaltando o magnificando o glorificando el único camino que Dios ofrece: Jesucristo.
En el Siglo XVIII, hubo un predicador llamado Juan Newton, y aunque él predicó muchos sermones y escribió muchos libros, creo que él es más conocido por un himno que compuso: «Sublime Gracia», su madre le leía las Escrituras desde muy pequeño, pero ella murió cuando él tenía 6 años, su padre era un marinero que navegaba en el Mar Mediterráneo.
Cuando Juan Newton tuvo 11 años de edad, comenzó su vida como marinero, debido al ejemplo de su padre, Juan siguió por el mismo camino, y se hundió en el pecado y en el libertinaje, pasado un tiempo, comenzó la compra y venta de esclavos como un negocio muy lucrativo, pero cada día se hundía más y más en la depravación, y vivió una vida malvada, llena de vilezas y desenfrenos, esta época de la vida de Juan Newton, no es de ninguna manera nada agradable, algunos marineros en el barco estaban preocupados por la forma en que él vivía, y le regalaron un libro para que leyera; el libro era: “Imitación de Cristo”, escrito por un sacerdote Tomas de Kempis.
Y Juan Newton comenzó a leerlo, y algo empezó a suceder en su corazón, un día durante una violenta tormenta en el mar, parecía que el barco iba a zozobrar y temió por su vida, de pronto una enorme ola barrió la cubierta del barco y se lo llevó al mar, pensó que le había llegado su fin, y en medio de las furiosas olas y en forma desesperada clamó: “O Dios ayúdame”, inexplicablemente otra enorme ola lo levantó y lo depositó en la cubierta del barco, y es todo lo que Juan Newton necesitó para ser salvo, realmente salvo.
¿Sabe lo que le salvó a Juan Newton? La gracia sublime y admirable de Dios, por eso lo que él escribió en el himno Sublime gracia describe su propia experiencia: Sublime gracia del Señor que a mí un infeliz salvó, alguna vez ciego fui, más él la vista me dio, me gusta imaginar que a lo mejor las palabras que Pablo escribió a Tito fueron una inspiración para Juan Newton: Tito 2:11-12, «Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente”.
Él dijo una vez: «Yo no soy lo que podría ser, no soy lo que debería ser, no soy lo que deseo ser, no soy lo que espero ser, pero gracias a Dios, no soy lo que una vez fui, y puedo decir con el gran apóstol: Por la gracia de Dios soy quien soy».
Ahora creyendo no es solo un momento, el del inicio de la vida espiritual, el verdadero cristiano se mantiene creyendo y cumpliendo lo que dice:
Pero lo que distingue al verdadero creyente es la transformación (metamorfosis) de su vida, así lo dice 2 Corintios 3:17 “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”.
Metamorfosis, se produce en insectos y anfibios. Pero también ocurre en las personas por el poder de Dios: Se va dando en el alma y en la personalidad del cristiano, que no es un cambio superficial, es un cambio profundo, no es un cambio cultural, ni social, es un cambio espiritual que son los cambios que produce Dios en las personas.
Se empieza a aprender todo de vuelta, desde el principio, todo lo que uno cree que sabe, lo tiene que filtrar, volver a reaprender, a reenfocar porque se ha encontrado con Jesús.
No es lifting, no es un rejuvenecimiento de la persona, ni un cambio de religión, o cambio de hábitos; es una transformación profunda, asombrosa, es un nuevo nacimiento,
¿Qué es? Jesús lo anticipó a Nicodemo, él puso objeciones, en el método del cambio, no en el cambio ¿Cómo un hombre ya hecho con estructuras rígidas puede cambiar?
Nicodemo entendió que se trataba de un cambio radical, pero, ¿Cómo? Es decir, viene el Espíritu, y trabaja en la persona en una forma que es incomprensible.
Los fariseos creían en la necesidad de un cambio, y trataban de producirlo ¿Cómo? Con la ley, se hicieron legalistas, por presión.
El cambio no es de afuera para adentro, es de adentro hacia afuera
2) Haciendo buenas obras: “…alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). La palabra traducida “buenas” aquí es kalos, que se refiere especialmente a lo que es agradable para que la gente observe. No hacemos el bien para que la gente nos vea, pero tampoco tenemos vergüenza de actuar correctamente cuando nos miran. Comenzarán a conocer a Dios por medio de nuestra conducta. Son las obras que demuestran que ya somos de Cristo, no para ser de Cristo. ¿Se puede ocultar una ciudad que está en la cima de una montaña? Por las noches su luz se ve a la distancia.
Hay 3 palabras importantes Evidencia, Testimonio y Experiencia que nos ilustran este punto: A mí me gustan mucho las manzanas rojas, y a uno de mis hijos también. Cuando voy a comprarlas, busco las que son rojas y tienen buen aroma, las que son veteadas, y pintan bien: Eso sería evidencia, luego al comer una de ellas y darme cuenta que son riquísimas, se las recomiendo a mi hijo y hablo muy bien de esas manzanas: Eso es testimonio, y cuando mi hijo la come y la prueba, allí adquiere: Experiencia, lo sabe en carne propia cuan buena son las manzanas. Igual pasa con el evangelio. Si vivimos por Cristo, vamos a brillar como luces, mostrando a otros como es Cristo. Mostramos nuestra luz al:
(1) No callar, y hablamos cuando debemos hablar.
(2) No haciendo lo que todos hacen, y eso incluye una gran dosis de valentía.
(3) No negamos la luz.
(4) No dejamos que el pecado empañe nuestra luz. La noche que Jesús está siendo juzgado por el Tribunal judío, y en el patio del Sumo Sacerdote, está un seguidor de Jesús, es Pedro, y se está calentando en ese fuego enemigo, y se acerca un hijo de las tinieblas, y le dice: ¿Tu eres uno de ellos? Allí chocan la luz y las tinieblas y Pedro dice: Yo no soy, en ese momento, la luz se apaga, ¿Se acuerda de: Serás un pescador de hombres?
Ser luz es la misión a la que Jesucristo lo llamó, eso es esconder la luz y dejó de ser influencia sana y fue influenciado por las tinieblas. Eso se llama fracaso, pero Dios sigue dando oportunidades. Fue la luz de Pentecostés, luego de ser restaurado.
(5) Damos a conocer nuestra luz a otros, de Juan el Bautista, de dice que él era antorcha que ardía y alumbraba, él vivía en un mundo de oscuridad moral y religiosa, Juan el Bautista nace en la familia de los sacerdotes por lo tanto él podía ser un sacerdote de dinero y vivir en la comodidad del oficio heredado, sin embargo en lo personal, él le pone límite a la corrupción; y se levanta con un ministerio iluminador y le dice a esa sociedad: Miren lo que tenemos que hacer es arrepentirnos, hacer esto y hacer lo otro, y tenemos que ir a Jesucristo y lo señala.
3) Dando mucho fruto: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto” (Juan 15:8). Si juzgamos según Mateo 7:15-20, “Por sus frutos los conoceréis”; nuestro fruto es el impacto positivo que tenemos sobre la vida de otros. Esta porción se refiere a los profetas y maestros. La calidad de la enseñanza se ve en lo que ocurre en los oyentes: Almas regeneradas, rebeldes rendidos, familias unidas, matrimonios restaurados. No todos necesariamente somos predicadores, pero todos somos maestros en un sentido, seamos padres o vecinos, e influimos en la vida de los demás. Esto es lo que exalta a Dios.
La única parábola en el evangelio de Juan es la de la vid. Allí hay una progresión o un proceso respecto al fruto: Comenzamos con el pámpano que no lleva fruto, será levantado (otro verbo para cortado), será limpiado para que lleve fruto, luego progresa y lleva más fruto, para finalmente GLORIFICAR al Padre llevando mucho fruto.
Yo me crié cerca del campo, y en las visitas que hacía algunas veces me decían cuando había una planta de naranja o limón que era una nueva planta y cada año los frutos se habían más numerosos, y los frutos más grandes, es un PROCESO. Las personas también tenemos un proceso, en la vida para llegar a dar mucho fruto.
4) Llevando una vida pura: “…glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” 1 Corintios 6:19-20. Esta porción se refiere a la importancia de la pureza sexual, ya que los hermanos venían de un mundo lleno de desenfreno y locura en ese terreno. Si el creyente se deja caer en las mismas costumbres del que no conoce a Dios, está echando sobre Dios una luz desfavorable. Es un vándalo en el sentido de hacer daño a la propiedad ajena, o sea su cuerpo y su espíritu.
5) Presentando la Palabra de Dios: “Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos”. (1 Pedro 4:11).
En el sermón más famoso de Pedro en Pentecostés. ¿A que apuntó? Puso en alto la persona de Jesús y su resurrección. Presentó las pruebas de la resurrección explicando el Salmo 16 y poniendo las evidencias de apóstoles y discípulos. Cuan diferente fue a cuando él le dijo a Jesús que no fuera a la cruz. ¿Qué significa profetizar? “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”, 1 Corintios 14:3; nunca la profecía se utiliza para maldecir, sino para edificar, exhortar y consolar. Profetizar es hablar la PALABRA DE DIOS. Toda la profecía debe estar en concordancia con la Biblia, sino, no es verdadera. Por ejemplo, un predicador es un profeta porque habla la Palabra de Dios.
¿Cómo es glorificado Dios cuando usamos nuestros dones? Cuando los usamos como El indica, para ayudar a los demás, ellos verán a Jesucristo en nosotros y lo alabarán por la ayuda que reciban. Pedro pudo haber estado pensando en las palabras de Jesús en Mt 5:16.
Es evidente que no podemos exaltar a Dios si pretendemos predicar antes de entender el mensaje. El recién convertido puede testificar acerca de lo que el Señor ha hecho en su vida, pero si se cree más sabio de lo que es, puede predicar cualquier disparate.
El propósito de predicar es señalar a Cristo (recordar el caso de la publicidad). Sin embargo, es posible predicar, cantar o enseñar de tal manera que nos exaltemos a nosotros mismos. Ojo con caer en la trampa del “culto a la personalidad”. Es agradable después de un culto escuchar: “Muy bueno el sermón” o “muy buena la música” pero es mejor escuchar: “¡Cuán grande es nuestro Dios!”. Así el siervo de Dios sabe que ha logrado su verdadero fin.
La predicación apela al CREER, a la FE, la enseñanza al HACER, a la obediencia.
Pedro está pensando en las dos grandes actividades de la iglesia cristiana: La predicación y el servicio cristiano. La palabra que usa para palabras es loguía. Esta es una palabra con un trasfondo divino. Los paganos la usaban para los oráculos que les venían de sus dioses; los cristianos la usaban para las palabras de la Escritura y de Cristo. Pedro está diciendo: “Si uno tiene el ministerio de la predicación, que no lo ejerza ofreciendo sus opiniones particulares o propagando sus propios prejuicios, sino como el que transmite un mensaje de Dios.” Se dijo de un gran predicador: “Primero escuchaba a Dios, y entonces hablaba a la gente.” Aquí está el secreto del poder de la predicación.
Pedro sigue diciendo que si un cristiano se ocupa del servicio práctico debe cumplirlo con la fuerza que Dios suple. Es como si dijera: “Cuando te has comprometido a realizar un servicio cristiano, no debes hacerlo como si estuvieras prestando un favor personal o distribuyendo bienes de tu propio depósito, sino siendo consciente de que lo que das lo has recibido tú antes de Dios.” Tal actitud protege al que da, del orgullo, y al que recibe, de la humillación.
La finalidad de todo es que Dios sea glorificado. La predicación no se hace para que el predicador despliegue sus cualidades sino para poner a la gente cara a cara con Dios. El servicio no se otorga para conferir prestigio al dador sino para volver los pensamientos de las personas a Dios. Una nueva gracia y gloria entrarían en la iglesia si todos los miembros dejaran de hacer las cosas por sí mismos y las hicieran para Dios.
6) Padeciendo por Cristo: “Ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello” (1 Pedro 4:15-16).
Si sufrimos la censura o el menosprecio por nuestro mal genio, o egoísmo, eso no atrae nada favorable a Dios. Puede ser todo lo contrario. Pero si somos el blanco de malas palabras, falsas acusaciones y persecuciones por nuestra fe, tenemos la oportunidad de demostrar la belleza de Cristo en nuestra vida. Si podemos llevar una vida tranquila y demostrar el amor de Dios, eso si trae gloria a El. La gente tiene que comentar: “Así son los cristianos”.
Podemos glorificar o exaltar a Dios con nuestra alabanza y la adoración en la asamblea, pero es notable que en la Biblia la exhortación más frecuente se enfoca en el estilo de vida. Hablar es muy fácil porque se puede hacer instantáneamente, sin mucho pensar. En cambio, la gloria de Dios debe ser el enfoque central en todo lo que hagamos.
Podemos repetir la frase: “Gloria a Dios” cien veces por día, pero si nuestra vida no concuerda con las palabras, no estamos exaltando realmente a Dios. ¿Cuál es el principio de exaltación? Todo lo que decimos y hacemos, debe ser para la honra de Dios.
¿Por qué el mundo odia a Jesús? El Jesús niño no molesta, pronto vendrá el tiempo de la Navidad y aún los ateos y no cristianos aprovechan a vender en sus negocios, y ellos no tienen problema con el Jesús niño. Tampoco tienen problemas con el Jesús que sana y provee a ese la gente del mundo le gusta mucho y no molesta. ¿Cuál es el Jesús que molesta? El que habla y se manifiesta contra todo lo malo. 1 Juan 3:8 dice: “Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del Diablo”. Y ¿Cuáles son las obras del Diablo?
Drogas, alcohol, aborto, pornografía, adulterios, orgullo, racismo, egoísmo, narcisismo que hoy es epidemia, odio, avaricia, etc. etc. EL MUNDO DEFIENDE TODO ESTO, y DIOS NO LO APRUEBA, por eso estamos en choque permanente, la luz con las tinieblas, y ahí aparece la burla, el sarcasmo y los sufrimientos.
Que esta semana podamos vivir cada pensamiento, cada actitud, cada palabra, cada acción y pasarlo por el filtro de ver si glorifica a Dios, solo así valdrá la pena.
Bibliografía: Pablo Sheetz, Los Grandes Temas de Salvador Dellutri, El Amor que Vale, ejemplos varios, Espada electrónica, y otros.