Rut, momentos definidores con Dios – Parte II

LA GRACIA QUE SE RECIBE Y NO SE EXPRESA ES GRACIA MUERTA, Y LA GRACIA QUE SE EXPRESA ES GRACIA VIVA

Una regla de mercadotecnia habla de: a) Yo gano, vos ganás, b) Yo pierdo vos ganás, c) Yo gano, vos perdés y d) Yo pierdo, vos perdés. Pero para sorpresa nuestra es la misma regla para las relaciones interpersonales. Que cada uno reciba lo que cree que merece. Pero hay otro significado en la gracia, en la cruz Jesús pagó un precio que tuvo una desigual clase de ganancia para Él. Para nosotros todos los beneficios para El todos los costos. Ese es el amor redentor de Dios.

La historia comienza con Elimelec (“Mi Dios es rey”), Noemí su señora (“Amable” o “placentera”) y tenían sus dos hijos varones Mahlón (“Canción de júbilo”) y Quelión (“Perfección o perfecto”) y en una época de gran hambre en Belén, la aldea donde 10 siglos más tarde nacería el Señor, ellos emigraron buscando otros horizontes a Moab, que era una tierra maldita, allí murieron su esposo y los hijos de Noemí, y quedó sola con sus dos nueras, cuando ella decide volver a Belén. Noemí ahora es Mara o amargura en lugar de amable.

Su nuera Rut la acompaña dejando su país, y diciendo que su Dios sería su Dios. Ella dejó sus dioses, sus ídolos, sus amigos, sus hermanos. Rut se encontrará con un hombre poderoso, noble y adinerado llamado Booz, (“En él hay fuego”), el soltero más codiciado de Belén. Si alguien podría comprar la propiedad de la familia de Rut, también tendría que casarse con ella. De eso es la historia, Rut llega a ser un antepasado de Jesús. Meditemos acerca de la gracia admirable:

La gracia ofrece bendición, riqueza, salvación y esperanza. Boos es presentado como un pariente rico de la familia de Elimelec. Él va a ser el redentor, el salvador de Rut. Ella estaba condenada por pertenecer a un pueblo que se había declarado enemigo de Israel. Rut tenía una vida maldita, por pertenecer a un país idólatra y pagano, la ley la excluyó, pero la gracia la iba a incluir, sería bendecida.

Estaba en la peor de las pobrezas, vivía como una indigente, no tenía casa propia, pero fue enriquecida por Dios.  Estaba perdida, porque al morir su esposo, la condición de viuda no le reportaba más que lo peor, estaba condenada a morir de hambre o practicar la prostitución, pero fue salvada por Dios, era la ley del pariente redentor.

Cuando alguien moría en Israel, quien podía comprar la propiedad del difunto, también debía casarse con la viuda, era el pariente o familiar más cercano. Todo esto era para que la propiedad quedara en la familia, y no existiera concentración de riqueza. Era el matrimonio levirato (de Leví, hermano espiritualmente sí se quiere) Levítico 25. Era el principio de redención. Noemí no era adinerada, solo Booz podía hacerlo.

¿Por qué Booz es una ilustración de Cristo?

a. Porque ambos eran de Belén («Casa de pan»). Jesús es el pan que vino del cielo para calmar nuestro hambre.

b. Era el pariente más cercano de Rut, como Cristo es el de nosotros. ¿Cómo es que es el más cercano? Veamos Hebreos 2:14, donde dice: «Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.»  El no vino a ocupar un palacio de marfil, sino que hizo su entrada a este mundo de la forma más humilde, tuvo un cuerpo de carne como el nuestro y soportó todos nuestros dolores.

c. Booz era un hombre adinerado con grandes extensiones de campo. Jesús posee toda la riqueza del cielo, 2 Corintios 8:9 dice: «Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos».

d. Booz quiso redimir a Rut, estuvo deseoso de hacerlo. Jesús vino a redimirnos. Jesús también, Lucas 19:10 y Marcos 10:45.

e. Booz vino a los campos y allí encontró a Rut. Dios vino a donde estábamos nosotros y nuestro dolor. Juan 14.6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por Mí”.

Vos te salvás instantáneamente y eternamente. Tu propia virtud no es suficiente para salvarte, ni tu maldad es suficiente para impedírtelo. Jesús te ama tanto, que murió para salvarte.

GRACIA ES EL FAVOR INMERECIDO DE DIOS, LA BONDAD QUE EL MUESTRA A QUIEN NO LA MERECE Y NUNCA PODRÁ GANARLA. SON LAS RIQUEZAS DE DIOS A COSTA DE CRISTO. ES EL AMOR QUE DIOS MUESTRA AL PECADOR, UN AMOR QUE NO SE MERECE Y JAMÁS BUSCARÍA, NI PODRÍA GANAR ANTES QUE DIOS TOQUE NUESTRO CORAZÓN.

EL AMOR QUE ASCIENDE ES ADORACION,

EL AMOR  QUE SALE HACIA FUERA ES AFECTO,

EL AMOR QUE SE INCLINA ES GRACIA.

Efesios 2:5: “Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”.

Supongamos que su mejor amigo o amiga ofrece comprarte un vehículo.  Y vos le explicás que no podés aceptar tal obsequio así porque sí, entonces le proponés ayudar a pagar el coche, y le decís: “Aquí tenés 25 centavos.  ¡Gracias!”  Luego al andar manejando felizmente, alguien te felicita por tu nuevo auto y vos contestás: “¡Gracias!  Mi amigo y yo lo compramos”.  ¿No sería esto ridículo?  Eso es lo que hacemos con Dios cuando añadimos nuestros paupérrimos esfuerzos a Su gracia.  Si vos hacés eso, estás usurpando la gloria del Todopoderoso Dios.  Amigo, cuando llegués al cielo, lo único que podrás decir es: “Jesús lo pagó todo”.

Aplicación

¿Qué es un momento definidor? Cada día tomamos cientos o miles de decisiones. Levantarnos a tal hora, el qué desayunar, qué leer, qué colectivo tomar, a quién llamar por teléfono, etc. No todas las decisiones tienen la misma categoría o valor. Hay decisiones principales o significativas, decisiones monumentales. ¿Por qué deberíamos llamarlas así? Porque representan alternativas con un horizonte para cinco, diez o veinte años o más. El impacto es que tienen consecuencias a largo plazo. Son aquellas decisiones, que tomamos en las encrucijadas de la vida, y determinan la clase de destino que vamos a tener, el tipo de vida que vamos a disfrutar o no. Revelan nuestra identidad y carácter, quienes somos realmente. Son señaladores o mojones que marcan la transición de una etapa a otra de la vida.

MOMENTO DEFINIDOR, un ejemplo: Había una vez una maestra de niños en un vecindario acomodado, lugar que contrastaba con los lugares modestos y pobrísimos de otro sector de la misma ciudad. Esta mujer vivía para sí mismo y no se aventuraba en los lugares vecinos. Hasta que un día caminando por la calle, escuchó los pedidos de auxilio de una mujer en graves circunstancias. Viendo que estaba en gran necesidad de asistencia, la llevó a un hospital. En ese lugar como era pobre le dijeron que esperara. Como el tiempo apremiaba, la llevó a otro hospital, donde también la hicieron esperar. No la atendieron. La terminó llevando a su propia casa, donde a la madrugada murió en brazos de esa maestra. La joven maestra decidió que nunca más volvería a suceder si podría evitarlo, y decidió dedicar el resto de su vida a aliviar el dolor de los que la rodeaban, para que pudiera vivir o morir con dignidad. La ciudad era Calcuta, la mujer Teresa. Para ella fue un momento definidor.

En el año 2006, se estrenó una película “Sublime Gracia” (gratis hoy en Internet) para conmemorar los 200 años de ley que abolió la esclavitud en Inglaterra, y esta narra la biografía de William Wilberforce, el parlamentario inglés que por un período de 30 años militó en los derechos humanos, y siendo fiel creyente surgido del movimiento metodista de sus días. El creyó que Dios lo llamaba a tal empresa, que cumplió con muchas, pero muchas dificultades. En un momento determinado de su llamado, tuvo “interferencia”, la casa real, se fijó en él para convocarlo como Primer Ministro, un puesto por demás destacado y anhelado por cualquier político, su vida interior se puso tensa, que es lo que debía hacer. Una cita de su libro personal, nos cuenta que la ansiada ayuda de Dios llegó en el día de reposo, donde su espíritu y alma descansó y fue librada en ese tiempo de lucha de la carga de la “apetecible” oferta. Ese día maravilloso del Señor fue su TIEMPO o MOMENTO DEFINIDOR, siguió en la carrera, no obedeció a otro llamado, continuó bajo la guía de Dios y no enseguida sino unos años después vio coronado su esfuerzo, y en forma magistral, Dios le concedió ser parte y motor de una de las decisiones más importantes de las democracias modernas. Este hecho impactó a todo el mundo, inclusive a nuestra patria.

DAVID el pastor de ovejas su MOMENTO DEFINIDOR: Cuando recordamos esta proeza que lo tuvo como protagonista en aquel campo de batalla, siendo un gurrumín, frente a un soldado de experiencia y gigante llamado Goliat, debemos decir que no solo fue un MOMENTO DEFINIDOR para él sino para el futuro de la nación de Dios. ¿Por qué? Porque hasta ese momento los filisteos manejaban la industria del hierro, un hebreo si quería afilar su arado u otra herramienta dependía del pueblo que lo estaba subyugando, pero el hecho de vencer al paladín enemigo, habilitó a Israel a servirse de sus derrotados, y así aseguró todo lo que vino después, fue un TIEMPO DEFINIDOR PARA TODA LA NACION, aseguró la gran prosperidad y paz con Salomón, todo porque el pastor de ovejas se atrevió a combatir.

TODOS TENEMOS MOMENTOS DEFINIDORES, y todos debemos anhelar tenerlos.

Estos momentos definidores pueden ser llenos de gracia o desgracia. Se toman pocas y determinantes en nuestras vidas.

Ejemplos de momentos definidores desgraciados:

Sansón y su persistente diálogo con Dalila acerca del secreto de su fuerza. Tres veces le mintió (Jueces 16:4-14, juncos, cuerdas nuevas y guedejas con la tela y estaca) y cada vez se acercó a la causa real de su gran fortaleza, hasta que la cuarta sucumbió.

David y su lujurioso paseo por el terrado hasta que vio a Betsabé.

La desobediencia de Jonás, la compra del pasaje, la tormenta que lo enfrentó con si mismo. Cuando Elimelec decidió dejar Belén para ir a Moab.

Ejemplos bíblicos de momentos definidores con gracia. Son los que tenemos que resaltar. Mateo y el encuentro de Jesús en el banco de los tributos públicos y el llamado: «Sígueme». “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió”. Mt 9:9.

Rut decidió que Jehová sería su Dios, y el pueblo del Señor su pueblo. Dejó sus dioses para siempre. El momento que estuvo frente a Booz.

Saulo de Tarso: ¿Quién eres Señor? Y ¿Qué quieres que haga? Hechos 9

¿Y nuestro caso? Necesitamos experimentar momentos definitorios llenos de gracia. Recordemos muy bien:

LA GRACIA QUE SE RECIBE Y NO SE EXPRESA ES GRACIA MUERTA, Y LA GRACIA QUE SE EXPRESA ES GRACIA VIVA

Repasemos entonces experiencias cotidianas donde debemos expresar GRACIA.

Primero hay que recibir gracia:

Lo que trae la gracia. La gracia trae salvación, necesitamos vida. Vea Tito 2:11:»Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres», ¿Qué ha traído la gracia? La gracia ha traído salvación, no hay otra manera de ser salvo, excepto por la gracia. Efesios 2:8-9, dicen: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe y esto no de vosotros porque es don de Dios«. La gracia es la riqueza de Dios a expensas de Cristo. Ahora en el libro Efesios 2:1-5,  vea ¿Por qué necesitás ser salvo? Y si todavía no lo es. Lea conmigo los versos del uno al cinco,  hasta antes de que Pablo mencione cómo ser salvos. Rut necesitaba conocer a Booz, nosotros necesitamos conocer a Cristo.

Porque estaba espiritualmente muerto, necesita más que perdón, necesita vida. Juan 17:3, «Y esta es la vida eterna que te conozcan a ti el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien has enviado».

Efesios 2:4 «Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó».

Amor que se INCLINA ES GRACIA. No te podés salvar a vos mismo, como tampoco un muerto puede levantarse y caminar por su propio poder, es Dios quien ha obrado en vos. ¿Que ha traído la gracia? Somos salvos por la gracia de Dios. Pero Dios… ¿Qué es la gracia? La gracia es la cosa maravillosa que hace que me arrodille en actitud de agradecimiento. ¿Qué es gracia? Es amor, pero es mucho más que amor, es natural amar a alguien amable y agradable, así que eso no es gracia, necesariamente. Gracia es amor que se da, cuando no hay méritos, Es amor que da que da, es amor que da cuando no hay mérito, y es amor cuando hay gran demérito y hay falta demérito, gran pecado y es amor que se da a un enemigo, cuando hay gran pecado, pero no es todo, a un enemigo que no quiere recibir nada, y que corre lejos del amor, es la gracia que tiene que alcanzarnos para salvarnos, no hay nadie que busque a Dios. Dios te ama, no porque vos lo decidiste así, cuando eras enemigo de Dios, él te buscó y te alcanzó, El tuvo que correr para salvarte, y es amor al enemigo que no quiere recibir nada, el enemigo por quien Él lo da todo, absolutamente todo. Jesús tomó nuestro  pecado para justificarnos, Jesús tomó nuestro infierno para que tengamos su cielo, ¿qué diríamos de un doctor que sale a buscar a sus pacientes, sin cobrar nada, y sin costo alguno toma sobre si su enfermedad para que su enemigo sea sanado.  Eso mi amigo, es la gracia, eso es la gracia de Dios. Piense en lo que es la gracia: Gracia es el amor que se da cuanto no hay mérito, que se da cuando hay demérito, amor a alguien que hay que persuadirlo para que reciba ese amor, es darlo a su enemigo a un gran costo llevando sobre si un gran dolor para que ese enemigo pueda gozar de la bendición, eso es lo que Cristo ha hecho por usted. Demanda mi alma, mi vida todo mi ser. Esa es la gracia de Dios. Eso es lo que la gracia ha traído. La gracia ha traído salvación.

1) La gracia que se expresa nos ayuda a rechazar de por vida el ataque perverso del orgullo. Santiago 4:6 nos dice que Dios da mayor gracia. Otra traducción aclara que Dios nos da gracia suficientemente fuerte como para enfrentar este ataque. DIOS NO BENDICE NADA QUE NAZCA DEL ORGULLO. Dios jamás hace demandas que no se compadezcan con su provisión de fortaleza. Si vos reconocés humildemente que necesitás ayuda, LA RECIBIRAS. Pero si sos orgulloso como para no reconocer tu propia necesidad o limitación no la recibirás. No te creas superman.

2) La gracia que se expresa nos ayuda a superar cualquier contingencia de nuestro mal pasado.1 Corintios 15:10, «Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo». A este hombre que derribaba todo lo que otros construían cuando era enemigo de la fe, la gracia le ayudó a tener un concepto adecuado de si mismo. Igualmente a nosotros, reconstruye todos los fragmentos en que esté partida nuestra vida y la hará nueva. La gracia es el compañero de viaje permanente del creyente.

3) La gracia que se expresa nos ayuda a tener la lengua domada. Colosenses 4:5-6.

Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. 6  Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. Nuestra palabra debe expresarse con gracia. Hablaremos lo que conviene en el momento justo. Tendremos tacto, aún para decir las verdades duras de manera atractiva. La lengua que más daña, es aquella que está desconectada de la gracia divina. Recordá que una gota de miel, atrae más que un barril de vinagre.

4) La gracia que se expresa nos ayuda superar con buena actitud las debilidades y sufrimientos. 2 Corintios 12:9, «…bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad». Cuando el dolor insufrible parezca superarte en la prueba, acudí a la gracia divina y expresala. Ninguna oposición te pondrá fuera de combate. La gracia nos provee de una capacidad especial para hacer frente a nuestras luchas. En 2 Corintios 12, Pablo afirma que enfrenta las dificultades «de buena gana», y agrega luego «por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades,…».

5) La gracia que se expresa nos ayuda a practicar nuestros valores. De eso se trata lo que pide Hebreos 13:9 donde dice que «buena cosas es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas…». ¿Cuál era el asunto? Las doctrinas diversas y extrañas. Esas cosas parecen encantadoras, pero no sustentan el alma. Pero la gracia provee solidez para afirmar el ser interior (corazón). La gracia ayuda a tener: FORTALEZA, FIRMEZA, VALOR, AUTENTICIDAD, aplastando todo lo falso, todo lo hipócrita, a no hacer concesiones al mundo, a no relajar ni rebajar nuestras creencias más profundas.

Comentarios consultados: de Adrián Rogers, Ch Swindoll, Patrick Morley.