Salomón, el rey de corazón dividido – Parte 2
Por: Carlos Amarillo
Salomón en sueños le pidió en oración a Dios un corazón entendido (1 Reyes 3:9), y Dios le dio un corazón sabio y entendido (1 Reyes 3:12); David le pidió a su hijo Salomón que reconozca a Dios y le sirva con corazón perfecto (1 Crónicas 28:9); el libro de Proverbios, cuya autoría pertenece a Salomón menciona casi 80 veces la palabra corazón.
Salomón escribe el libro de Proverbios cuando está en sintonía con Dios, y vamos a tomar un versículo que me parece clave para entender el corazón sabio y entendido:
Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. El desarrollo del carácter es una de las obras más importantes que nos ha sido confiada, es un privilegio y una responsabilidad el de asemejarnos al carácter de Cristo. Usaré comentarios de los Pastores Stephen Wallace y de Ricardo B. de Sousa.
«Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón» Jesús nos convoca a un proceso de re-grabado y de re-escritura, que el Espíritu Santo se propone a hacer en todos los corazones que lo permitan, por supuesto, luego de tener el nuevo nacimiento que Cristo nos da. Lamentablemente en muchos cristianos este proceso llega a interrumpirse y nos quedamos a mitad de camino. Lo mismo pasa con los procesos en la naturaleza, un amigo de mi tío en el sur, tiene plantaciones de cerezos, y un año la helada fuera de tiempo hizo que su cosecha fuera inexistente, se frustró el proceso del fruto, casi desde el comienzo. Romanos 8:28, dice que a los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien, debe entenderse con el verso que sigue, para ser hechos conformes a la imagen de Cristo.
Debemos aprender a gobernar la actividad de la mente. ¿Y cuál es la actividad de la mente… del corazón? Son nuestros pensamientos, sentimientos y afectos, qué forman nuestro carácter.
¿Por qué es nuestro deber guardar o controlar los pensamientos y la imaginación?
Veamos cinco razones, de por qué debemos aprender a gobernar nuestras mentes:
1) Debemos guardar el corazón porque el corazón es el manantial o la fuente de donde proceden todos nuestros pensamientos: Proverbios 4:23 nos está diciendo que el corazón es el manantial o la fuente de donde proceden todos nuestros pensamientos, palabras (la palabra es el pensamiento vestido) y las acciones (son los pensamientos ejecutados). ¿De dónde procede nuestra conducta? «De la abundancia del corazón» ¿qué? «…habla la boca», Mateo 12:34, Son los pensamientos que determinan nuestra conducta.
2) Debemos guardar el corazón porque el corazón es el asiento de nuestros afectos: En la restauración de Pedro, Jesús en Juan 21, pregunta tres veces, ¿Me amas? Y “más que estos”, se refiere a todos los instrumentos de pesca a los que había vuelto, ahora, Jesús le había anticipado la caída, (Lucas 22:31) Le llama por el nombre que tenía antes de seguir a Jesús. Según M. Henry podemos dividir la pregunta en dos:
a) ¿Me amas? Amor es ágape, amor de calidad superior, que se ofrece a los indignos. Si no le amamos no podemos ser sus discípulos. ¿Por qué hace Jesús esta pregunta?
a.- Porque su caída anterior da motivos para dudar de su amor. Es como manifestarle que tenía sospechas de su amor, porque si me amase no habría negado mi nombre, ni te hubieras avergonzado de mí en el momento de mi mayor dolor. ¿Y las lágrimas no fueron suficientes para demostrar el arrepentimiento? Ojo: SOLO EL AMOR HACE ACEPTABLE TODAS LAS OTRAS SEÑALES DEL ARREPENTIMIENTO (1 Corintios 13:1-3). La mujer en la casa del fariseo, fue perdonada, y Jesús le dijo: “…sus muchos pecados le son perdonados, por esto amó mucho” (no dijo porque lloró mucho, y miren que lloró).
b.- Porque el ministerio que Jesús le iba a encomendar a Pedro le daría oportunidades para mostrar y ejercitar ese amor. Cristo tiene un amor desbordante por su grey y por eso no quiere encomendar al cuidado de ella a alguien que no lo ame.
QUIENES NO AMEN A JESUS TAMPOCO AMARÁN A LAS ALMAS DE LOS HOMBRES, NI EL MINISTERIO QUE DIOS LE ENCOMIENDA.
LA RECONQUISTA DE ESTE PRIMER AMOR ES EL OBJETO DE LA ESPIRITUALIDAD CRISTIANA. Dios es una persona y debemos vincularnos en una relación afectiva. No hacerlo nos deteriora, la pérdida del primer amor, el individualismo y la superficialidad en el mundo de la fe conduce a la iglesia a la esterilidad, ineficacia, y a ser buena gente pero inofensiva.
3) Debemos guardar el corazón porque el corazón es lo que determina quién realmente somos: Por la cual debemos guardar el corazón sobre toda cosa guardada, es porque es lo que ocurre en el corazón lo que determina quién realmente somos. Proverbios 23:7 dice: “…Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Es la INTEGRIDAD. Estamos muy acostumbrados a evaluarnos en base a nuestra conducta, en lugar de evaluarnos por el estado de nuestro corazón.
¿Por qué es así? Porque siempre hemos sido evaluados de esa manera.
Demostración: Empecemos con la infancia, nos portamos de 10, con nuestros amiguitos, cariñosos con los abuelos y los hermanos, la conducta era remarcada: Es un chico re bueno. Cuando un chico se portaba mal se decía que era un piel de Judas, (ya no se usa más) evaluados en base a ¿Qué? A la conducta. Crece un poco más y va a la escuela, y no dábamos problemas en la escuela, entonces la maestra ponía en la libreta: CONTINUA ASI, yo mismo recibía de premio dinero cada vez que traía la libreta y la más generosa era una tía soltera, maestra jubilada que se llamaba Herminia. Pero si el chico contesta a la maestra, reprueba los exámenes, es violento con sus amigos. ¿Qué era? Un niño malo. O saca buenas calificaciones y llega a tiempo, y siempre trata a los demás con respeto, especialmente a la maestra, seguro que es un buen niño, o niña; evaluados en base a la conducta. Crece más, tiene trabajo, llega a tiempo; siempre se esfuerza, se lleva trabajo a la casa. Es concienzudo; hace buen trabajo. Le suben el sueldo, es un buen empleado. O si ocurre lo opuesto, lo despiden, ¿cierto? Evaluados en base a ¿qué? A la conducta. Los amigos también.
¿Qué hacemos cuando nos evaluamos nosotros mismos? Usamos el mismo criterio:
Nos evaluamos en base a nuestra conducta.
¿Está bien usar ese criterio en cuanto a la evaluación de la pureza de nuestra experiencia cristiana? NO ¿Por qué? Debido al factor hipocresía, la «apariencia de piedad…» (2 Timoteo 3:5), Pablo da las características de la sociedad que escuchará el evangelio en el último tiempo y dice entre otras cosas: “Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita”. El régimen de la ley versus el espíritu de la ley, los fariseos eran literalistas extremos. Con suficiente motivación del ego, podemos hacer un muy buen trabajo, y así nuestra conducta cumplirá con la ley, ¡Y ni siquiera ser un auténtico cristiano! ¿Recordás a Judas? ¿Cómo era su conducta? Nadie sospechó de él, tenía una conducta de 10. ¿Cuándo fue descubierto? El día de la última cena, cuando Jesús lo señaló.
¿Y Saulo de Tarso? Antes de su conversión, ¿Qué podía decir de sí mismo? “En cuanto a la justicia que es en la ley irreprensible. (Filipenses 3:6) ¿De verdad? Sí, de verdad. En cuanto a la obediencia de «la letra de la ley», Saulo de Tarso era irreprochable. Hacía un muy buen trabajo, era solamente solo una actuación. ¿Qué dice Romanos 7 de su conducta?
SE PUEDE HACER LO CORRECTO POR RAZONES INCORRECTAS.
¿Se acuerdan de tibio, el adjetivo usado por Jesús en el Apocalipsis?
Tibio, sería hacer todo lo correcto por todas las razones incorrectas.
Caliente, sería hacer todo lo correcto por todas las razones correctas.
Frío, sería hacer todo lo incorrecto por todas las razones incorrectas.
Pablo advierte en 2 Timoteo 3:5 del carácter de la gente en los últimos tiempos: «Teniendo apariencia de piedad, pero negando la eficacia de ella.»
La iglesia de Laodicea estaba engañada según el veredicto de Jesús en Apocalipsis 3:17 y pensamos que somos «ricos, que nos hemos enriquecido de bienes, y que de ninguna cosa tenemos necesidad.» Y ni siquiera sabemos que somos ¿qué? «Desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos.» ¿Es posible hoy, el auto engaño? Y si…
«Cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.» (Proverbios 23:7).
PROBEMOS NUESTRO CORAZON: UN CORAZON EGOISTA PUEDE EJECUTAR OBRAS GENEROSAS. ¡Increíble! Tenemos el caso de G Soros, un millonario que dona millones para causas contrarias a la fe igual que Rockefeller, para ser admirados por su generosidad. Eso es lo que empuja y hace que las organizaciones filantrópicas perduren.
Debemos hacer el bien por el bien mismo. Cuando Jesús sanó a los 10 leprosos, no hubo en el mismo instante un mensaje espiritual para ellos, no fue un “trueque”. Solo uno volvió.
¿Cuáles son las preguntas de la prueba, mediante las cuales nos evaluarnos?
«¿Quién posee nuestro corazón?» ¿A quién y que amamos supremamente? ¿Cómo podemos saber eso? ¿En quién pensamos más? Porque, lo que más amamos es inevitablemente en lo que más pensamos. ¿De quién nos gusta hablar? ¿Por qué nos ayuda esto tanto? «De la abundancia del corazón», ¿qué? «habla la boca.» (Mateo 12:34)
¿Y saben de qué hablamos más que nada la mayoría? De nosotros mismos. Porque lo que adoramos es de lo que más hablamos. «¿De quién nos gusta hablar?» ¿Para quién son nuestros más ardientes afectos y las mejores energías? Si somos de Cristo serán para Él.
Cada año, Hollywood con los Premios Oscar de la Academia, se hace un homenaje a la actuación. Un día los salones del infierno también se vestirán de fiesta para celebrar la entrega de la Academia de Satanás y los demonios y “premiarán” a los mejores actores que pretenden tener un corazón entregado a Jesús cuando en realidad se niegan a permitir que Dios gobierne sus vidas. Los mejores actores están en el ámbito de la “religión” En el antiguo teatro griego había todo tipo de máscaras para los actores, había máscaras de tristeza, y máscaras de alegría. Esas máscaras tenían agarraderas en la cabeza y cubrían el rostro. La palabra para esas máscaras era “hipocrites”, de donde deriva hipócrita.
4) Debemos guardar el corazón con toda diligencia porque si nosotros no lo hacemos, Satanás trabajará en él. ¿Recuerdan la definición de carácter? «Los pensamientos, afectos y sentimientos combinados». «Si los pensamientos son malos, los sentimientos también lo serán.» ¿Es importante gobernar nuestros sentimientos? ¿Cuál es el origen del problema con los sentimientos que están fuera de control? Son los malos pensamientos. Si tenemos sentimientos que no deberíamos tener, necesitamos pedirle a Dios que nos ayude a identificar los malos pensamientos que llevan a ellos. Y sujetar esos pensamientos a la obediencia a Cristo, y Él detendrá a nuestros sentimientos en el proceso.
Ananías y Safira eran un matrimonio de la iglesia del primer siglo, que vendieron una propiedad para ayudar a los necesitados, copiando a Bernabé, pero su motivo principal era otro: ¡Querían ganarse la fama de gente generosa! Fueron hipócritas.
¿Tenemos que invitar a Satanás diciéndole que controle mis sentimientos»? No, lo hará por defecto… y en realidad no le es difícil hacerlo. Porque por naturaleza, nuestra mente está en armonía con la de él, Romanos 8:7, dice: «Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios». LA MENTE NATURAL.
¿Cuáles son los designios de la carne? Se refiere a la mente natural. Lo que naciere de la carne, carne es, carnal, (Juan 3:6) Y ésa es la única mente que tenemos hasta que nacemos de nuevo, del Espíritu. Entonces recibimos una mente espiritual. Hay que nacer de nuevo, «los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.» 2 Corintios 4:4 dice que “El dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”
¿Por qué está la mente carnal tan peleada con Dios, rebelándose contra Su ley? Porque la mente carnal es gobernada por el espíritu de Satanás… el cual es egoísmo. Y en la caída, el hombre natural no solo se desarmonizó con Dios, sino que armonizó con Satanás. Por esta razón en el Génesis, Dios manifiesta que de ahí en adelante habría enemistad entre Satanás y nosotros.
El egoísmo es el que gobierna el corazón natural. Pero podemos recibir un corazón nuevo que sea gobernado por la ley de amor, y empezar a vivir ya no para nosotros mismos.
Ezequiel 18:31-32 dice: «Echad de vosotros todas vuestras trasgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo.» ¿Escuchan la súplica amorosa de Dios? «Y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel? Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues, y viviréis.» Por favor regresá a Mí y recibí un corazón nuevo.
Dice John Pipper, que Satanás arranca la Palabra de Dios del corazón de la gente y ahoga la fe. Jesús contó la parábola del sembrador en Marcos 4:1-9. En ella, la semilla de la palabra de Dios se siembra, y algunas semillas caen en el camino y las aves rápidamente las toman. Se explica en el verso 15: “Viene Satanás y se lleva la palabra que se ha sembrado en ellos”. Satanás arrebata la palabra porque odia la fe que produce la palabra (Rom 10:17).
Pablo expresa su preocupación por la fe de los tesalonicenses así: “Por eso también yo, cuando ya no pude soportar más, envié para informarme de vuestra fe, por temor a que el tentador os hubiera tentado y que nuestro trabajo resultara en vano” (1 Tesalonicenses 3:5). Pablo sabía que el designio de Satanás era ahogar la fe de las personas que han oído la palabra de Dios.
5) Debemos guardar el corazón con toda diligencia porque es dentro del corazón donde Dios busca y requiere nuestra obediencia. Es la obediencia espiritual. ¿Y qué es? Es aprender, por amor a Cristo y con el poder del Espíritu, a llevar nuestros pensamientos y sentimientos a una armonía con el espíritu de la ley, que es amor. Dios requiere esto.
Vea 1 Samuel 16:7. Cuando el profeta Samuel, va a la casa de Isaí, y ungir al sucesor de Saúl. Los muchachos vienen, y se presentan delante del profeta por orden de edad y repentinamente Dios le dice: «No, no tan rápido…” «Y Jehová respondió a Samuel: ‘No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho».
¿De verdad? Pero Dios, es de buen parecer y es tan amable. No… «Yo lo desecho». ¿Por qué, Señor? «Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira», ¿Qué? «El corazón».
“Sobre toda cosa guardada, guarda el corazón”. Dios está viendo; ve cada pensamiento, Dios no ve de la misma manera que nosotros vemos, que es lo exterior. Él ve lo interior y ve todo pensamiento que cruce nuestra mente es omnisapiente lo sabe todo.
David fue el elegido por su corazón. Deseaba con toda su alma conocer y amar a Dios. Antes de pasarle las riendas de su autoridad real a su hijo Salomón, ¿Qué era lo que tenía que decirle? 1 Crónicas 28:9: «Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con…», ¿qué? «…con corazón perfecto y con…», ¿Qué? «…con ánimo voluntario».
¿En dónde pone el énfasis David? ¿En obedecerle externamente, a nivel de la conducta? No, sino en obedecerle en el interior y si lo hagamos así, la conducta se ocupará de sí misma.
¿Por qué lo exhorta a servirle con corazón perfecto y con ánimo voluntario? «Porque JEHOVÁ escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos.» El intento de los pensamientos, son los motivos detrás de los pensamientos.
Hay un libro de John Stott, llamado “Las Controversias de Jesús”, que lo muestra al Señor en una lucha dialéctica con los profesionales de la religión de sus días, temas: ¿Quién es Dios? La autoridad de las Escrituras, la moral, el camino de la salvación, etc., ellos no entendían la naturaleza espiritual de la obediencia que Él desea, porque, se habían vuelto unos profesionales en cumplir con el régimen de la ley, habían detallado minuciosamente lo que constituía una conducta correcta (613 preceptos). Mientras más tengamos el espíritu de la ley gobernando nuestro corazón, menos vamos a necesitar el régimen de la ley para gobernar nuestra conducta.
Ray Stedman dice: Muchos leen el libro de Daniel para saber el futuro, es un libro profético que anuncia el futuro. Daniel y Apocalipsis, exponen con precisión los acontecimientos futuros, Dios ha ordenado así la historia. Los dos libros, se complementan.
El conocimiento del futuro puede ser algo muy peligroso, Dios no nos muestra el futuro, para saber lo que le va a pasar a una persona determinada, sino que expone la tendencia general de los acontecimientos y a dónde irá a parar todo esto. Todo lo que está sucediendo pasa conforme a los propósitos de Dios, y será como Dios nos lo ha anticipado.
Pero Dios ha tomado dos medidas de precaución en lo que se refiere a desvelar el futuro:
1º Precaución: Para empezar ha envuelto estos pasajes proféticos en un lenguaje simbólico y habla en forma figurada (No literal). Por eso aparecen extrañas bestias que tienen varias cabezas y cuernos, imágenes y visiones indescriptibles.
A los dos libros, hay que estudiarlos, tomando toda la Biblia para interpretar los símbolos. Este es uno de los candados que Dios ha provisto para evitar que las mentes curiosas se adentren en estos libros sin tener un conocimiento adecuado del trasfondo de las Escrituras. No los entenderemos sin saber antes mucho acerca del resto de la Biblia. El plan de Dios del futuro está oculto a nuestros ojos, hasta que dedicamos el tiempo necesario a entender estas señales y estos libros están llenos de señales.
2º Precaución con respecto al libro de Daniel, es que no nos introduce a la sección profética de entrada, sino que primero hace que tengamos que leer seis capítulos a fin de que podamos entender el carácter moral que requiere que tenga el lector, antes de que comience a tener sentido el plan profético. En otras palabras, no es posible entender la última sección de Daniel a menos que se haya vivido y entendido lo que implican los seis primeros capítulos.
Antes de llegar a las lecciones proféticas, están las lecciones morales de la primera parte del libro. Si no, no le encontrarás ningún sentido. Es preciso examinar muy detenidamente estos capítulos iniciales, pensar en ellos y comenzar a actuar conforme a lo que dicen, experimentándolo, antes de que el programa profético cobre vida.
Podés analizar la profecía hasta el más mínimo detalle, pero a menos que hayas incorporado vos estas lecciones de la primera parte del libro a tu propia vida, no encontrarás en ellos nada que pueda enriquecer su vida.
Jesús en Mateo 24:15,16 habló de cosas que sucederán y que afectarán enormemente a las personas que vivan en Israel (La Gran Tribulación) y añadió un paréntesis: «El que lee entienda”, es decir, no lean superficialmente el libro de Daniel, mediten detenidamente en lo que dice, examinen a fondo su mensaje.
Está hablando a fin de que podamos reconocer la abominación desoladora cuando aparezca. Por eso el Señor continúa diciendo que el mundo, con su enfoque superficial de la verdad, no entenderá lo que está pasando cuando se diga: «Paz, paz, paz porque no habrá paz, sino que la destrucción repentina caerá y serán arrasados como en los días de Noé y el diluvio.
Todo esto es una advertencia para que nos tomemos muy en serio lo que dice el libro de Daniel y nos esforcemos en entender la estructura de este libro al ahondar en él.
Daniel se divide en dos partes. Los primeros seis capítulos son una historia acerca de Daniel y sus amigos en Babilonia, que eran hombres fieles en un mundo hostil.
No hay pasaje de las Escrituras que sea de más ayuda a una persona que esté intentando vivir la vida cristiana en un ambiente difícil, que estos primeros seis capítulos de Daniel. Si en tu trabajo estás rodeado de una multitud impía, que cada rato toma el nombre de Dios en vano, y se burla, lee detenidamente el libro de Daniel.
Estos 6 capítulos, son para el adolescente que estudia y está constantemente rodeado por gente desinteresada en Dios. Daniel y sus amigos eran adolescentes cuando son llevados cautivos por Nabucodonosor a Babilonia. Al comenzar su carrera de fe, entendían poco de lo que era la vida y con todas las inseguridades de los adolescentes en un ambiente hostil. En los primeros seis capítulos el libro relata las presiones que tuvieron que soportar al defender su fe en medio de un ambiente realmente muy difícil.
El secreto de la vida de victoria está en Daniel 1:8: ”Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse”.
La obediencia nace primero en la determinación del corazón.
Los jóvenes fueron presionados a cambiar su dieta alimenticia. Ya Dios les ha dicho lo que deben de comer y en el palacio del rey de Babilonia donde están prisioneros hay otro menú.
¿Qué podían hacer? El rey era el tirano más poderoso que jamás haya vivido en la tierra. Podía quitarle la vida a un hombre en cualquier momento, les quitó la vida a los hijos del rey de Judá mientras su padre contemplaba y luego le sacaran los ojos. Este rey era experto en torturas. Estos jóvenes adolescentes, se exponían a perder la vida.
Escucharon todos los argumentos para que dejen de portarse conforme a su fe: «Cuando estés en Roma hacé como los romanos o donde fueres haz lo que vieres, «todo el mundo lo está haciendo, sienten la presión, pero estos jóvenes se mantienen firmes y Dios los honra por ello, son exaltados y colocados en posiciones de autoridad en el reino.
Daniel 1, presión con la dieta, Daniel 2, presión por interpretar el sueño, Daniel 3 presión para adorar la estatua gigante, Daniel 5, presión con Belsasar rey licencioso, y Daniel 6, presión en su vida de oración. Palabra común: Presión, ¿Secreto de la victoria? Daniel 1:8
Resultado de toda esta presión la conversión del rey más poderoso de la antigüedad.
Dice Charles Stanley que la obediencia es una decisión del corazón. Juan 15.1-17 muestra que la vida cristiana es caminar obedientemente con Dios. La obediencia es tan importante para el Señor, que Jesús insistió en modelarla durante toda su vida en la Tierra: “Nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo. Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada” (Juan 8.28,29). ¿Podés vos decir lo mismo? El deseo del Señor es más que salvarnos; quiere vivir dentro de nosotros para mostrarle al mundo quién es Él.
Dios envió su Espíritu para vigorizar e inspirar nuestra vida, y para que podamos realizar las tareas que nos asigne. No podemos tener éxitos solos, por lo tanto, el Espíritu Santo que habita en nosotros nos permite vivir en obediencia constante con el mismo poder que resucitó al Señor Jesús de los muertos (Romanos 8.11). Podemos tropezar a veces, pero lo importante es hacia dónde se inclina nuestro corazón.
¿Tendemos a complacernos o a obedecer a Dios? La Biblia nos muestra a muchos héroes de la fe que no siempre fueron obedientes, como Moisés, Sara, Pedro y David. Pero Dios sabía que David era un varón conforme a su corazón, ¿Vos tenés el anhelo de obedecer a Dios sobre todas las cosas, en cada decisión que tomes, pase lo que pase? Si es así, podes tener la seguridad de que Él te mostrará la manera de hacerlo —porque el Señor honra siempre el hambre y la sed de Él.
Bibliografía: Ya está indicada en el texto.