13 mayo, 2018

¿Servimos a Dios por conveniencia o por gratitud?


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Parábola de la viña de Mateo 20, ¿Servimos a Dios por recompensa o por amor?
¿Por conveniencia o desinterés? ¿Por comodidad o no importando la incomodidad?

¿Por qué Jesús cuenta esta parábola de Mateo 20? La razón es la pregunta de Pedro, que está en Mateo 19:27 “Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?” Luego Jesús les dijo tres cosas que les daría: Juzgar a las 12 tribus de Israel en el futuro, que por dejar casas hermanos, padres, esposa e hijos recibirían 100 veces más, y heredar la vida eterna (No es un premio por trabajar). La historia del joven rico está en Mateo, Marcos y Lucas, pero solo Mateo registra la larga respuesta de Jesús a la corta pregunta de Pedro.
Recibir 100 veces más, no podemos interpretar esto literalmente. Es una figura del lenguaje o figura literaria que se llama hipérbole, que es una EXAGERACION. Ejemplo: Si yo les digo que le regalé algo muy hermoso a mi nieta y tenía una sonrisa de oreja a oreja. O te llamé mil veces y no estabas, o mil gracias por el favor, son hipérboles. Se usa para causar mayor impacto o para resaltar algo (Para esto Jesús usó la hipérbole)
Entonces no podemos usar esto para decirles a los creyentes que den a Dios un peso porque van a recibir 100, eso es locura o fe enferma. Este versículo es usado por los mercaderes de la fe para recibir ellos el dinero de la gente bajo la promesa de recibir mucho más, generando así avaricia.
“Porque”, y así empieza Mateo 20:1.
En Mateo 19, está la historia del joven rico que se fue, Pedro le pregunta a Jesús: ¿Que les correspondía a ellos, que premio adicional? Era cómo pedir una compensación especial. El joven rico se va sin dejar un centavo por servir al Señor. ¿Quién se acerca? Pedro en Mateo 19.27, y le dice al Señor: Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿Qué pues tendremos? Queremos un plus especial, no somos como el rico que se fue, nosotros hemos dejado todo, y te hemos seguido, y otros no te siguen por causa de sus posesiones, ¿No nos vas a dar un plus especial? Y el Maestro abraza a Pedro y le dice, tengo una historia que contarte, y le habla de obreros que fueron a trabajar a la viña, unos por un convenio, y otros confiando en la bondad del dueño que les pagará conforme a su equidad. Dios no mira nuestros esfuerzos, trabajo duro u horas extras, Dios ve corazones, los que trabajan una sola hora, cobraron 12 veces más, porque están trabajando confiando en la justicia del dueño, pero la mejor paga para ellos fue que alguien fue a buscarlos cuando estaban desocupados, sin pedir nada, sabiendo que alguien les había ido a buscar cuando el día declinaba.
Toda parábola tiene una verdad central que es la que quiere ser enseñada o resaltada, pero esto no quiere decir que no haya otras verdades que también estén dentro del desarrollo de la historia.
Para entender mejor esto pensemos en un MASTIL, y con varias riendas. ¿Te acordás hace mucho tiempo las antenas de televisión que había en casi todas las casas para poder ver?

Algunos ejemplos de gente interesada que buscaron recompensas en la religión y en la conducta personal.
A. Un profeta: Balaam, Números 22:6, 8, 19. Aprendió la verdad, pero no le gustó y quería saber «qué me vuelve a decir» el Señor.
B. Un militar: Jeroboam, 1 Reyes 12:25-28. No quería que el pueblo subiera a Jerusalén. No le convenía a él.
C. Un rey: Pilato, Mateo 27:24. Entregó a Jesús sabiendo que era inocente. Lo hizo por su propia conveniencia política.
D. Un gobernante: Félix, Hechos 24:25. Dijo: «Cuando tenga oportunidad (tiempo conveniente) te llamaré». Que sepamos nunca llegó el tiempo conveniente.
E. Un discípulo: Demas, 2 Timoteo 4:10, «me ha desamparado, amando este mundo» (véase también Lucas 8:13).
F. Muchos oyentes, 2 Timoteo 4:3,4, «teniendo comezón de oír» cosas agradables, dejan la verdad y aceptan fábulas.
Hay gente que hace convenios con Dios, como Jacob, Salomón.
Judas traicionó con un beso al Maestro y salió, antes de la cena a venderlo, tan cerca del cielo y se fue al infierno. El ladrón de la cruz, estaba en la puerta del infierno pero llegó a decir: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”, y salió a la puerta del cielo, su castigo fue su pasado, su vida inútil.
Nadie está tan lejos de Jesús como para que Él no lo alcance (publicanos, prostitutas, y ladrones) Hebreos 7:25 “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.
Nadie es rechazado por su trasfondo, ya sea joven o viejo, de raza blanca o negra, ignorante o sabio, hombre o meje, moral o inmoral. La fe que salva es el reemplazo de todo lo que somos por todo lo que Cristo es. Si vos entregas con fe salvadora tu vida con todo lo que tiene, recibís todo lo que Cristo tiene para darte.
¿Qué es esta parábola de Mateo 20:1-16?
Es una lección espiritual, no un tratado sobre leyes del trabajo. ¿Cómo es que el primero es último y el último es primero? Solo lo son porque llegan juntos. Los siervos comienzan a trabajar a horas distintas, eso si la paga es igual para todos.
Como seres humanos nosotros no aceptamos la desigualdad, (algo extra que nosotros no tenemos y nos parece una injusticia), la generosidad del patrón era buena, la envidia era mala, hay murmuraciones al momento de recibir la paga, pero las reglas claras sobre el pago fueron indicadas antes del comienzo del trabajo para los primeros siervos, y eso fue cumplido.
Verdad central o enseñanza primaria:
Dueño: Es Dios.
Viña: es la obra de Dios, el reino, su dominio.
Trabajadores: Son los que entran al reino, y al servicio del Rey.
El día de trabajo: Es mí tiempo de vida.
Noche: Es la entrada a la eternidad
Denario: Es la vida eterna.
La entrada puede ser al principio de la vida o al final.
La parábola de la viña es la respuesta larga de Jesús a una respuesta corta e interesada de Pedro, que había dicho que ellos, sus discípulos habían dejado todo, ¿Qué recompensa tendremos?
Esta parábola nos enseña que:

1) Dios en su sabiduría inicia la salvación. ¡El busca a los trabajadores! Saló temprano a buscarlos y a encontrarlos. El padre de familia fue repetidas veces a buscar gente para el trabajo, porque SE INTERESA EN NOSOTROS. La vida sin propósito no tiene sentido. TODOS NECESITAMOS ALGO QUE HACER; UN LUGAR DONDE ESTAR Y RESPONSABILIZARNOS DE ALGUIEN. Nada afecta más nuestra autoestima que saber que no se nos necesita.
1 Juan 4:19 “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”.
Romanos 3:11 “No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios”.
Lucas 19:10 “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”
Dios sabe de la necesidad de una ocupación significativa. Esto lo llamamos PROPOSITO. Sin propósito definido, el hombre no tiene fundamento alguno en que basar sus decisiones, distribuir su tiempo y determinar cómo usar sus recursos. Conocer tu propósito simplifica tu vida (Warren), porque define claramente lo que vas a hacer o no hacer, Isaías 26:3.
Dios nos elige no por el hecho de que nos necesita, sino porque nosotros lo necesitamos DESESPERADAMENTE A ÉL.
Dios no nos necesita para predicar, testificar o dar, pero conoce nuestra necesidad y nos llama a servirle en su viña. Tenemos necesidad de ser necesitados.
¿Servimos a Dios por recompensa o por amor?
¿Por conveniencia o desinterés? ¿Por comodidad o no importando la incomodidad?

2) Dios establece los términos de la salvación. Los contrató por un denario, solo a los primeros, a los demás les daría lo que es justo, ver Mateo 20:7 “Recibiréis lo que es justo”.
El joven rico rechazó los términos de la salvación, no estuvo de acuerdo con las demandas justas de Jesús, y no quiso abandonar a su dios y no quiso dejar de amarse a sí mismo. “Los que están en mayor necesidad son los menos proclives a regatear” (Mateo 19:16-25), Dios no rebaja sus normas para incluir a los que no desean obedecerle completamente.
Mateo 19:29, dice: “Heredará la vida eterna”, no es por servir, o por esfuerzo o mérito.
Arrepentimiento: Es metanoia, cambio de mente y de propósito en la vida, abandono del pecado como forma de vida, es repudiar la vieja forma de vida, y acudir a Dios buscando salvación.
Mateo 4:17 “Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”
Lucas 5:31-32 “Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. 32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento”. El arrepentimiento incluye:
Intelecto: Reconoce el pecado y reconoce a Cristo el derecho a gobernar nuestra vida.
Emociones: Pesar, no como en caso del joven rico Mateo 19:22; sino como dice 2 Corintios 7:10, “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”; la tristeza según Dios que produce el arrepentimiento.
Voluntad: Determinación de abandonar el pecado y la desobediencia obstinada, Mateo 3:8 “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento”,
El arrepentimiento es un acto definitivo e inicia un proceso de confesión progresivo de por vida, ver 1 Juan 1:9. Actitud continua y activa de arrepentimiento como en Mateo 5 lo ilustran los que lloran, los pobres, y los mansos especialmente.
Fe: Siglo XIX, nació el himno: “Tal como soy de pecador, sin mas confianza que tu amor, ya que me llamas, vengo a Ti; Cordero de Dios heme aquí”, (Juan 3:16 y 6:57)
Hoy día se dice: Ven como sos, suena igual, pero el significado no es el mismo. Hoy los pecadores oyen que Cristo los recibirá tal como son, o sea, permitiéndoles continuar tal como son, pecando.
La fe no se evapora, ver Filipenses 1:6. Tres elementos: Intelecto comprobación de la verdad, emociones, afirmar esa verdad y voluntad obedecer esa verdad.
Fe que excluye la obediencia corrompe el mensaje, creer es sinónimo de obedecer, Juan 3:36; El que cree tiene vida, el que desobedece no tiene vida.
Fe es sinónimo de obediencia en Hebreos 5:9; Hebreos 11, todos los héroes mostraron fe, ¿Cómo? OBEDECIENDO.
LA OBEDIENCIA ES LA MANIFESTACION INEVITABLE DE LA VERDADERA FE, Tito 1:15-16.
En la Reforma del siglo XVI, la fe sola trae salvación, pero la fe que trae salvación, nunca está sola, viene con GRACIA, CRISTO, ESCRITURA, van todas juntas, ojo.

3) Dios en forma continua llama personas a su reino.
Juan 9:4 “Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar”.
Abraham fue llamado a iniciar una nación, Moisés fue llamado a salvar una nación, Juan el Bautista a ser presentador de Cristo. En el tiempo de la vendimia (Mateo 20), escaseaba la mano de obra, por eso hay que estar temprano para buscar obreros.
Mateo 9:37 “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos”. Juan 4:35 “¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega”.
Si en la obra de Dios, vos sos un espectador no sos inocente, sos alguien que voluntariamente no quiere participar en la cosecha. ¿Se acuerdan el episodio de la pequeña ciudad de Armero en Colombia? Fue en 1985 un antiguo volcán que estaba a 45 km del lugar, y que durante mucho tiempo no entraba en actividad rugió, y en medio de la noche, coincidió que al mismo tiempo, también hubo una gran tormenta, que confundió lo que ocurría, la lava del volcán derritió la nieve, y se formó una masa de agua, barro y piedra de 40 metros de ancho, que avanzó por el valle, que vendría a sepultar al pueblo, y en la Central de Bomberos tuvieron aviso pero: “No querían alarmar a nadie con la sirena”, SE LES NEGO LA POSIBILIDAD DE CONOCER LA REALIDAD, y 20 mil personas murieron, y otras 3 mil de zonas vecinas. El Nevado del Ruiz, apodado el «León dormido» y ubicado a unos 45 km de Armero y de 5.321 metros de altura, se había despertado hacía varios meses y avisaba, y avisaba con sus ruidos. «Había temblores, las cenizas cubrían todo, el agua estaba contaminada. Pero la alcaldía solo decía de taparse la nariz». Así está mucha gente hoy en su estado espiritual, amenazada por muchas cosas, y necesita una voz de ALARMA que las despierte del inminente desenlace.
¿Servimos a Dios por recompensa o por amor? ¿Por conveniencia o desinterés? ¿Por comodidad o no importando la incomodidad?

4) Todo aquel a quien Dios redime, está dispuesto a trabajar para El.
Todos buscaban y querían trabajar, por eso iban a la plaza a buscar quien los contrate. Algunos trabajaron todo el día, y otros extrañamente una hora, Santiago 2:14-17 “Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma”, y Mateo 25:22-23.
Nosotros estaríamos más cómodos si la verdad fuera menos dura, pero la vida de los que no han sido alcanzados por el evangelio depende de nosotros.
Amor en serio, es reconocer nuestra responsabilidad: Dijo Caín: ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y si, lo era.
A Abraham Lincoln se le preguntó: Si a la cola del caballo se le llamara pata, ¿Cuántas patas tiene entonces el caballo? ¡Cuatro! Llámele, lo que le llame a la cola del caballo, sigue siendo cola.
Tenemos que llamar a las cosas correctamente, Efesios 2:1, “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”, si hubiera otra forma de salir del grave problema, Jesús no hubiera dicho: “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Aparte de Jesús no hay vida.

5) Dios se compadece de quienes reconocen su necesidad.
Mateo 20:3 dice que estaban en la plaza desocupados, y estaban necesitados.
Mateo 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Mateo 5:6 “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”. Los textos de Mateo 5, muestran los sentimientos de extrema pobreza, y desesperanza, es la característica de la fe que lleva a la salvación.
Lucas 18:1-14, la viuda y el juez injusto.
Salmo 51:3,17 “Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí”. “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.
Santiago 4:6 “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” Mateo 6:32 “Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas”.
¿Servimos a Dios por recompensa o por amor?
¿Por conveniencia o desinterés? ¿Por comodidad o no importando la incomodidad?

6) Dios se cumple su promesa.
Pagó lo prometido, y a nadie le dio de menos.
Juan 17:3 “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”.Romanos 10:11 “Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado”.
Hebreos 10:23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió,”.
7) Dios da más de lo que merecemos. Es la pura gracia.
Tito 3:5 “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo”. No es lo mucho que trabajemos, ni lo bien que lo hagamos.
Ahora, no hay lugar para la envidia, ni la murmuración, aunque el becerro gordo sea matado por algún otro, ni resentirnos por quien entra al reino más tarde que nosotros y se maraville por la bendición del cielo. Por ejemplo el ladrón en la cruz, junto a Cristo Lucas 23:41-43.
Para entrar al cielo nadie corre con ventaja, ni el moralista, ni el delincuente. El primero es último y el último es primero. En Lucas 15:11-32, al hijo pródigo y perdido, cuando retorna, se le dio el mejor vestido, un anillo en su mano, calzado en sus pies, se mató el becerro gordo y se hizo una gran fiesta, con música y danzas.
Palabras finales:
Mateo 20:12 dice: “Los has hecho iguales a nosotros”, es decir: Señor, ¿Qué hiciste? Ver Romanos 9:20, Lucas 15:29-31. Nuestros verdaderos motivos se revelan por la reacción al éxito ajeno. El orgullo, el celo, y el egoísmo HACEN ENVIDIAR LA GENEROSIDAD DEL ESPIRITU HACIA OTROS. Podremos probar nuestros motivos de servir a Dios cuando en el camino de la vida, Dios bendice a otros con un éxito que nosotros no tenemos, ¿Cuál es la reacción? Si nos regocijamos de verdad en el éxito ajeno, demostraremos así nuestra buena actitud, y mostramos que servimos a Dios con un corazón sincero y lleno de amor. ¿Qué nos pone molesto? Cuando nos dejamos manejar con el egoísmo y el orgullo y envidiamos la generosidad del Espíritu. Solo la ceguera no nos permite ver las cosas a la manera de Dios.
Es una gran audacia decirle a Dios lo que tiene que hacer. No le podemos decir a Dios lo que tiene que hacer, nosotros que hemos roto el equilibrio ecológico de este planeta, que no podemos parar la contaminación, que hemos creado el efecto invernadero en todo el orbe, que no sabemos cómo cerrar el agujero en la capa de ozono en los polos, que no podemos erradicar la pobreza, ni resolver las graves crisis raciales y políticas de este planeta, pero queremos recetarle a Dios como proceder. “¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío?“ Mateo 20:15. Si Señor tienes todo el derecho. “Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú para que alterques con Dios? Dirá el vaso de barro al que lo formó ¿Por qué me has hecho así?” Romanos 9:20.
¿Servimos a Dios por recompensa o por amor?
¿Por conveniencia o desinterés? ¿Por comodidad o no importando la incomodidad?
¿Qué es «convicción?» Significa creencia, convencimiento. Debemos estar plenamente convencidos de que Dios existe y que es Galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6).
1. Debemos creer en Dios. Debemos creer en Cristo. Debemos creer en el evangelio. Es necesario que estemos completamente persuadidos de la verdad.
2. Entonces nuestra conducta debe ser la expresión de esa fe «no fingida» (2 Tim. 1:5).
¿Qué es «conveniencia?» Se usa para describir la persona egoísta («convenienciero» o “ventajero”), que solamente busca su propia conveniencia o comodidad en la vida. Este busca ventajas para sí mismo. Tal persona actúa por interés. Por lo tanto, siempre busca lo más fácil, lo más agradable, lo que le agrada a él y no lo que agrada a Dios. Se ajusta y cambia según las circunstancias.
Sirvamos a Dios buscando la aprobación de nuestro Maestro y no de la gente. Si agradamos a Dios no importa a quien desagrademos, pero si desagradamos a Dios no importará a quien agrademos. Esto no es fácil, porque en una congregación hay mil opiniones para hacer el trabajo de Dios. Rodolfo era un joven músico que tenía un ardiente deseo: escribir una sinfonía. Lo hizo, la mostró a sus amigos y ellos quedaron encantados, aun así siguió perfeccionándola. El día que fue estrenada, estaba el teatro lleno y al terminar hubo un atronador aplauso, pero el joven estaba inmóvil, hasta que un anciano canoso se acercó a él, le puso sus manos sobre los hombros y dijo: “¡Bien hecho, Rodolfo, bien hecho!”. Recién allí sonrió satisfecho el muchacho, había recibido la aprobación del maestro, a él era a quien quería satisfacer. Es alentador recibir el reconocimiento de la gente, pero será mejor recibir esta afirmación: “…bien, buen siervo y fiel…”. Mateo 25:21.

He seguido la interpretación de la parábola sugerida por el comentario de Richard Exley y Héctor Leites, ilustraciones varias, y Espada Electrónica.

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