29 mayo, 2016

Si la integridad se pierde ¿Cómo se recupera? – Parte II


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La bendición de ser íntegros: Salmos 37:18-19 

“Conoce Jehová los días de los perfectos, y la heredad de ellos será para siempre. No serán avergonzados en el mal tiempo, y en los días de hambre serán saciados”. Salmo 37:18-19

En la versión NVI: “El Señor protege la vida de los íntegros, y su herencia perdura por siempre. En tiempos difíciles serán prosperados; en épocas de hambre tendrán abundancia”.

Dios protege la vida de sus hijos y su herencia perdura para siempre, es decir, el pacto de fidelidad sobre nuestra vida, de parte del Señor, no cambia jamás. En tiempos difíciles seremos prosperados, es decir, habrá tiempos difíciles, pero en ellos vamos a prosperar y no solamente a “zafar”. También dice “no serán avergonzados”, esto significa que podremos suplir nuestras necesidades y también las de nuestra familia. 


¿Quiénes vivirán de esta forma, a pesar de las circunstancias negativas?
Los perfectos, es decir,
los íntegros:

1) Íntegros en su comportamiento, sin doble ánimo. Salmo 26:1-2 y 11 durante su oración dice: “Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado; He confiado asimismo en Jehová sin titubear. Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón

Siempre decimos que hay que hacer lo correcto por la razón correcta. Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 6) confrontó a los religiosos que habían desviado la práctica de la fe y respondían al ejercicio de la limosna, la oración y el ayuno a la pregunta: ¿Cómo lo hago? Jesús les salió al encuentro con la pregunta: ¿Por qué lo hago?

Y también agreguemos algo más: Hay que hacer lo correcto en el momento correcto. “Si muerde la serpiente antes de ser encantada, de nada sirve el encantador”. Eclesiastés 10.11

No solo hay que hacer lo correcto, sino hacerlo en el momento adecuado. Si yo siento un pequeño dolor de muelas, y lo dejo, y lo dejo, cuando voy, hago lo correcto pero en el tiempo equivocado, ya me dicen: ¿Recién te diste cuenta de venir? Estoy para un tratamiento complicado.

Muchos de los problemas graves vienen debido a la postergación, la PEREZA en la toma y ejecución de nuestras decisiones. Saber lo que hay que hacer pero hacerlo fuera de tiempo no nos libra de las malas consecuencias. El conocimiento sin acción es simplemente información. Y la información no produce transformación.

No solo hay que pedir consejo, hay que pedirlo antes de actuar. Además de recibir el consejo debemos ponerlo por obra inmediatamente, antes de que sea tarde. Ejemplos:

Consultá al escribano antes de firmar los papeles.

Contratá el seguro para el auto antes de conducirlo.

Replanteate el estar de novios si no te conduce al fin correcto.

Si te das cuenta que Dios no es primero en tu vida, tomá medida drástica.

Cerrar el negocio antes de perderlo todo.

•        Consultá un médico ante los primeros síntomas raros.

•        Si el motor del auto hace ruido raro, andá al mecánico urgente.  

Yo tenía un vecino muy querido, que ignoró todos los avisos de su cuerpo de una enfermedad delicada y fue al médico cuando ya no había más esperanza.

ES MEJOR SER SABIO A TIEMPO Y NO A DESTIEMPO. Esta verdad se desprende de la parábola del mayordomo infiel, el amo descubrió su alevosa falta de integridad, que astutamente hizo negocios turbios con el trigo y el aceite, para el día después el del retiro, pero cuando lo despidieron dijo: ¿Qué haré? Cavar no puedo, mendigar me da vergüenza (Lc 16:3) Que no llegue el día cuando digas: ¿Por qué no lo habré pensado mejor?

Frente a un consejo o a una palabra muchos se conmueven pero pocos se mueven, y el beneficio no se obtiene conmoviéndose sino moviéndose en consecuencia.

Recordá siempre que por mejor que sea el encantador, si la serpiente ya mordió, no sirve de nada su trabajo, lo mismo sucede con el consejero y el consejo si están fuera de tiempo.

Aplicá este principio también cuando tengás que dar consejo a otros, especialmente a tus hijos: De nada sirve un consejo, por mejor que sea, si éste es dado fuera de tiempo.

Decidite a hacer lo correcto, y también a hacerlo en el momento adecuado, sea que tengas que actuar vos o aconsejando a otros para que actúen sabiamente.

Evitá todo tipo de postergación y, en cambio, definí toda situación con sabiduría haciendo lo correcto en el momento adecuado.

Jesús dijo que conoceríamos la verdad y la verdad nos haría libres, la verdad no puede liberarte hasta que vos la conozcás, no importa cuán verdadera sea la verdad, no importa cuán maravillosas verdades vos encontrés en la Biblia, no habrá ninguna libertad hasta que vos conozcás esas verdades, vos debés conocer lo doctrinal, antes que podás llevarlo a la práctica, el problema con la enseñanza moderna, es que cada uno tiene su verdad, aunque eso es una gran mentira, porque la única verdad está en Dios, y no en los hombres.

La clave para vivir victoriosamente la vida cristiana es el descubrir quiénes somos en Cristo, muchos cristianos nunca lo descubren, y así viven entonces.

¿Sabías que la Biblia tiene muchas porciones que tienen que ver con el comportamiento? Por ejemplo en Efesios 6 nos dice que debemos ponernos toda la armadura de Dios y prepararnos para la batalla, Romanos 12 que nos dice las cosas que debemos hacer y las que no, Mateo 5 con las Bienaventuranzas, que nos dicen cómo vivir y actuar, pero entendamos bien algo acerca del cristianismo, no es una modificación de comportamiento, no es un simple cambio de hábitos, aunque eso es lo que “se ve”, Dios no modifica nuestro comportamiento para poder cambiarnos, Dios nos cambia para que modifiquemos nuestro comportamiento.

Por eso la palabra griega metanoeo, que es un cambio de mente, que en castellano se traduce como ARREPENTIMIENTO, y Romanos habla que tenemos que cambiar nuestra manera de pensar para así cambiar nuestra manera de vivir.

 

2) Íntegros en su fe, sin dudar. No tienen fe fingida, ni fe vacilante, no tienen una fe actuada, ni una fe para la tribuna.

Santiago 1:2-8 él escribe a personas que están reaccionando de distintas maneras ante las dificultades, pruebas, contrariedades y tentaciones graves. Escribe para alentarlos y les dice que tengan por sumo gozo al estar enfrentando estas luchas. Hay cosas que todos enfrentamos y que no podemos cambiar. Los tiempos de prueba tienen propósitos específicos: Resistir en las dificultades, salir con el corazón más purificado y una fe más afirmada.

“Hermanos míos, tened por sumo gozo” parece inentendible tener alegría en la prueba (??) “cuando os halléis en diversas pruebas,(“peirasmo” palabra que incluye la tentación y la prueba al mismo tiempo) 3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 4  Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos (“teleios” gr, haber alcanzado el fin o propósito) y cabales (íntegro, completo), sin que os falte cosa alguna. 5  Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”.

¿Por qué en este pasaje menciona la sabiduría que proviene de Dios? Porque la de origen humano es “inferior”, y la otra es superior para enfrentar malentendidos, circunstancias y tener la reacción adecuada, ante los eventos que no controlo, y que no puedo alterar.

Necesito la sabiduría para resistir en las dificultades, salir del proceso con el corazón más puro y una fe más afirmada. Debo pedir con fe, sin dudar, sin tener una fe titubeante o vacilante, porque si no, seré semejante a la onda del mar que es arrastrada por el viento hacia cualquier lado. La fe real, crea el ambiente adecuado para enfrentar la persecución, resistir, purificar nuestra vida y hacer aún más sólida la fe. Dios la dará sin reproche. Reaccionaré sabiamente sin cuestionar, ni enojarme, sin bronca, sino adecuadamente, y podré salir adelante dispuesto a hacer lo que Dios quiere. Pero si pido y luego desconfío, por un momento digo que sí, y luego comienzo a dudar si será o no así. Creo que Dios lo hará y luego dudo. A veces digo que estoy seguro y luego digo que no lo estoy, mi fe es vacilante o titubea, esto es tener DOBLE ALMA (de ahí doble ánimo) Espero recibir algo y luego no estoy seguro. La fe titubea cuando:

Ignoro la voluntad de Dios. La voluntad de Dios no es un mapa, es una RELACION.

Ejemplo: Vos te apartás y determinás hacer la voluntad divina, seguramente vos tenés alguna herramienta, seleccioná cualquier herramienta, ahora, ¿A que está comprometida esa herramienta? ¿A que está comprometido el serrucho? ¿A la madera o al carpintero? ¿La computadora esta abocada al plano que está haciendo o al arquitecto que la maneja? ¿El bisturí, al enfermo que está operando o al cirujano que está haciendo esa práctica médica? La herramienta no está comprometida al trabajo, sino a quien la usa; el obrero, está comprometido al trabajo. Nosotros somos herramientas en las manos del Maestro, pero, no nos debemos a la labor, sino que más bien estamos comprometidos con Jesucristo, somos herramientas en Sus manos. NOS RENDIMOS A UNA PERSONA (JESUS) NO A UN TRABAJO.

Cuando la razón entra en conflicto con nuestra fe y ahí vacila. Estamos llenos de paradojas, porque para recibir fuerzas de Dios un cristiano tiene que declararse completamente débil, tenemos que dejar de confiar completamente en nuestra obra, para apoyarnos en la Obra de Dios, tenemos que morir para poder vivir; «No es tonto el que da lo que no puede conservar, para ganar aquello que no puede perder.» Jim Elliot

Cuando las emociones generan turbulencia en nuestro viaje de la fe. Los hechos son las obras y la Palabra de Dios. Los sentimientos son las emociones que varían, como la alegría, la tristeza, felicidad, el dolor, etc., y ellas varían por causa de mi estado de salud, por el estado de mi relación con otros y aun por causa del clima, por eso no pueden ser la base de mi vida.

Cuando pesa más la opinión humana que la de Dios. Nosotros somos los que estamos en mejor condición que nadie más para descubrir personalmente el propósito espiritual de nuestra vida. No dependás de la opinión de ningún iluminado.

Cuando las circunstancias parezcan abrumarte. Eso le pasó a Rahab.

Una fe fluctuante tiene consecuencias graves: Pérdida de bendiciones, pérdida de la integridad, falta de paz y gozo, y el desánimo. ¿Cómo podemos, entonces, evitar vacilar en nuestra fe?

En Marcos 9, un hombre le rogó al Señor Jesús que reprendiera al espíritu que había poseído a su hijo. Cuando Cristo respondió que «al que cree todo le es posible», el padre dijo: «Creo, ayuda mi incredulidad» (vv. 23, 24). Y el Señor le concedió su petición. Al igual que ese hombre, nosotros podemos pedirle al Señor que aumente nuestra fe. Pero debemos también dedicar tiempo para leer la Palabra de Dios y meditar en sus promesas.

Por esta historia sabemos que la duda es frecuente, y que Dios es paciente y comprensivo.

 

3) Íntegros en obedecer, sin fallar. Fe no es primordialmente creer en Dios a pesar de las evidencias, fe es el obedecer a Dios a pesar de las consecuencias, sin saber por qué, sin tener que saber por qué. La obediencia es la gran prueba de nuestra confianza y de nuestra fe. Cuando sabemos que tenemos una Palabra de Dios, no la pasamos por el tamiz de nuestro entendimiento, simplemente obedecemos, hay una sola alternativa frente a la obediencia: La desobediencia, por lo tanto debemos obedecer a Dios.

¿Qué clase de obediencia debe ser?

a. Debe ser una obediencia informada, recordemos a Felipe en Hechos 8, que estamos estudiando en las células semanalmente. Escuchó a Dios para poder obedecerle.

b. Debe ser una obediencia intencional. ¿Estás vos escuchando a Dios? ¿Te reportás cada día para el servicio? La ignorancia de la voluntad de Dios no es excusa.

c. Debe ser una obediencia inmediata. Nada de esperar, nada de demoras. Tan pronto como sea posible, hay que hacer exactamente lo que Dios ha ordenado.

El aplazar nuestra responsabilidad es una forma de desobediencia, la verdadera obediencia es inmediata, no tenemos que argumentar.

d. Debe ser una obediencia apasionada, sin renuencias, sin vacilaciones, sin malas caras.

4) Íntegros para con los demás, honestos. 1 Samuel 19:1-5.

Jonatán al ser íntegro, actuó con honestidad para defender la causa de un inocente, que en este caso era David, su amigo, ellos habían hecho un Pacto de Sangre basado en el amor que se tenían, para tener comunión mutua, pelear las batallas del uno y del otro, y compartir todo cuanto tenían. Ahora nosotros estamos bajo el Pacto de la Sangre de Cristo, y al ser hermanos, nos debemos relacionar a través de la integridad. La integridad es la capacidad de obrar con rectitud y honradez, es la capacidad de actuar en la vida rectamente y honradamente.

David se portaba prudentemente y Saúl estaba envidioso y no toleraba que David tuviera la fama que tenía, y por dos veces le tiró la lanza para matarlo; Saúl se había alejado de Dios, Dios lo había abandonado, llegó a ser un neurótico, un desequilibrado. Saúl intentó por todas las formas destruirlo, y David anduvo 10 años como un fugitivo.

Jonatán nos da un gran ejemplo de frontalidad, ¿Con quién habló del asunto? Con quien debía hablar, con Saúl, su padre ¿Quién era el problema? Saúl, es decir, que no buscó intermediarios, no se lo dijo a otro, no lo comentó con otros, no mandó un tercero, él fue frontal, FUE DIRECTO, DE FRENTE, la integridad tiene que ver con la frontalidad; yo creo que una de las características del argentino es no ser frontal, damos vueltas y no vamos a quien tenemos que ir, si lo comparamos con otras culturas, no somos frontales. Jonatán era un hombre que era frontal no murmuró sobre su padre, no comentó con David diciendo: Esto es una injusticia, y no entró en el chisme, él fue y habló con la persona que tenía que hablar, porque él era una persona íntegra, y la persona íntegra actúa así, va a hablar donde tiene que hablar.

Jonatán no practicó el amiguismo. No defiende a David porque es su amigo, alguien pensará que tendría que optar entre el padre y el amigo, pero NO, ni defiende la amistad, si vos lees la historia y crees que Jonatán defendió a David por el hecho de ser su amigo, no entendiste nada, él está defendiendo la justicia, esto es obrar con imparcialidad. Porque el íntegro busca al íntegro, para seguir manteniendo su integridad.

¿Hasta dónde se banca a un amigo porque es mi amigo?

 

5) Íntegros para con Dios, siendo fieles.

La motivación para nuestra fidelidad, ¿Por qué debemos ser fieles? Porque Dios es increíblemente fiel con nosotros. ¿Recordás la promesa de 1 Juan 1:9? “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. ¿Qué sucedería si vos no tuvieras seguridad del perdón de Dios o de la salida frente a la tentación? 1 Corintios 10:13c “sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.

Desde que me convertí a los 14 años, no tengo registro de que Dios no haya sido fiel conmigo, y sé que El me cuidará y guardará.

Ya que Dios ha sido tan fiel conmigo, entonces, yo necesito retribuir esa fidelidad, ¿Cómo lo hago? Dios quiere mi fidelidad, no mi adulo, adulamos a los seres humanos porque, queremos conseguir algo de ellos, para nuestro beneficio personal; somos fieles a Dios no porque queremos que nos de algo, sino sencillamente porque le amamos, mi fidelidad no es para conseguir algo, sino para tener compañerismo, comunión con El.

El método es de menor a mayor: Siendo fieles en las cosas pequeñas. Volvamos a Lucas 16:10, “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”.

Piense en David, cuidaba los rebaños de su padre antes de poder cuidar toda una nación; y porque él fue fiel en las cosas pequeñas, él pudo ser fiel en las cosas grandes.

El método es de lo interior a lo exterior. Sea fiel en las cosas secretas. Lo que sos en la oscuridad, nadie más, excepto Dios lo sabe. Lo que sos a solas, eso es lo que sos. Lo que somos en secreto, eso es lo que somos; no podemos ser, ni más ni menos de lo que somos en secreto.

El gran pintor Miguel Ángel estaba pintando el techo de la Capilla Sixtina en el Vaticano en Roma, él estaba pintando minuciosamente un área de esa gran obra, pero nadie podía verla, y alguien le dijo: “Maestro, lo que está pintando nadie lo puede ver”, y él le contestó: “Yo lo puedo ver, y Dios lo puede ver”.

Eso es fidelidad, sea que los demás lo sepan o no, sea que los demás lo vean o no, sea fiel en las cosas secretas.

El Señor conoce nuestros días, y Él está en control de todo. Si somos íntegros en nuestra forma de vivir, la provisión de parte de Dios está asegurada en nuestra vida y la de nuestra familia.

Descansá en el Señor siendo íntegro en tu forma de vivir y vendrá a tu vida prosperidad y abundancia más allá de toda crisis o circunstancia.

Estuve hace más de un mes en un retiro en Córdoba, en Salsipuedes, y allí predicó el Pastor Daniel Altare, sobre el Poder de la Fidelidad, y en un momento dijo  que todos tenemos que dar gracias a la fidelidad de alguien que nos inspiró, en mi caso fue mi abuela, quien aprendió a leer bien a través de la Biblia.

El Pastor Daniel contó esta historia: La bisabuela de mi esposa Marta, compró la primera Biblia en Santa Fe en el año 1893, con esa Biblia se fundó la primera iglesia; pero, el que fue testigo de la compra de esa Biblia, fue su abuelo que tenía 13 años, y estaba fabricando cigarrillos a mano como un trabajo, mientras su mamá, baldea la vereda, él vio por la ventana que un hombre vestido de negro, (un colportor que vendía Biblias) abrió una valijita, sacó un libro y comenzó a leerlo, el hombre estaba de espaldas, la mamá de frente, y vio que su mamá comenzó a llorar, estaba leyendo la crucifixión de Jesús, la mamá, corrió adentro, sacó del ropero, un dinero que tenía en un pañuelito, y compró la Biblia y le dijo al entrar a la casa: Hijo, tenemos una Biblia.

El problema fue cuando llegó su esposo al mediodía, porque era un andaluz, religioso por tradición, quien dijo: ¿Para qué queremos una Biblia mujer aquí en casa? ¿Cómo era ese hombre que te la vendió? Cuando yo salga al reparto de la tarde, si lo veo por aquí, (porque la ciudad era pequeña), le devuelvo el libro y que me devuelva el dinero, te voy a recuperar el dinero, y a la tardecita volvió con la Biblia.

Pero, para sorpresa de todos, el hombre apareció en la puerta, golpeando las manos, ahí está el hombre de la Biblia, andá mujer, devolvele la Biblia y ella dijo: Yo no me animo, mandamos a los chicos, ninguno se animaba, al final salió el andaluz con la Biblia y dijo: “Mire señor, mi esposa se equivocó, tome su libro, y devuélvame el dinero”, y él le dijo: “Si usted quiere el dinero se lo voy a devolver ya, pero el libro no me lo puedo llevar”, “¿Cómo que no se lo puede llevar?” Mire lo que dice acá y le leyó, en Deuteronomio de las bendiciones y las maldiciones, las maldiciones puede caer sobre su casa si usted rechaza el libro y rechaza al Señor.  

Pero, ¿Para qué queremos el libro si no sabemos leer? “Yo les voy a venir a enseñar a leer con la Biblia”, “Pero yo no puedo pagar”, “yo no le voy a cobrar”. Aprendieron a leer así.

El abuelo de mi esposa era una persona fiel, fiel, muy fiel, fiel a todas las reuniones, con su esposa, venía antes, se jubiló a los 60 años y vivió más de 30 años para predicar el evangelio, siempre alegre, siempre contento, me acuerdo que tenía un dicho que decía ¿Cómo anda abuelo?: “No me duele una uña, ando como las flores”. Esa fidelidad me impacta realmente.

El abuelo vivió hasta los 97 años, un día como que su disco se rayó, él cantaba todas las canciones del himnario, pero los últimos días cantaba una sola, un himno que decía: “A la luz, a la luz, al encuentro de Jesús ¡Qué será, qué será, en Salem entrado ya, do las calles brillan de oro y prorrumpe el Santo Coro! ¡Cuánto gozo espero allá!

El Salmo 101:6 dice: “Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo;  El que ande en el camino de la perfección (integridad), éste me servirá”.

 

Bibliografía: Principios para el Éxito (Pastor Gonzalez), Salvador Dellutri en Los Grandes Temas, El Amor que Vale del Pastor A. Rogers, El Poder de la Fidelidad, Daniel Altare, y muchas otras citas.


 

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