10 diciembre, 2017

Sigamos los pies de Jesús – Parte 2


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1) Los pies de Jesús anduvieron mezclados en la paja del establo. “Y lo acostó en un pesebre”. Lc 2:7, El no nació en una casa de retiros espirituales para sacerdotes o escribas
2) Los pies de Jesús anduvieron en el templo cuando fue a dialogar con los doctores de la ley. Lucas 2:41-51.
3) Los pies de Jesús anduvieron enterrados en la viruta del taller de carpintería. Jesús trabajó en el taller de José hasta os 30 años.

4) Los pies de Jesús anduvieron sumergidos en las aguas del Río Jordán. No se trata de un detalle menor o sin importancia. En el Jordán, el Espíritu Santo descendió y permaneció en Jesús. Vea Mateo 3:13-17
“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. 14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? 15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. 16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. 17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”.
Y Lucas 4:1 “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto”. ¿Tus pies están mojados por este río o están secos en la orilla? ¿Se nota en tu vida el bautismo de poder? ¿Has sumergido tu vida en el Espíritu Santo? Al convertirte, el Espíritu Santo te sumergió en Cristo, pero luego Cristo debe sumergir tu vida en el Espíritu. Esta experiencia se llama llenura o bautismo, se trata del gobierno santo de Dios en la vida del creyente, crucificando así la vieja naturaleza, ese enemigo interior colaborador del pecado.
La palabra clave aquí es PODER. Hay muchas personas comprometidas en el trabajo cristiano, sirviendo fielmente a Dios. ¿Por qué están allí? Se acuerdan de la pregunta que escuchamos hace unos días: ¿Cuánto pagarías para servir a Cristo? (no cuanto cobrarías). Porque en algún momento de sus vidas respondieron al llamado genuino de Dios. Pero como el camino es largo, ¿Qué puede haber pasado en algún momento de sus vidas? Pueden llegar a estar desanimados, por causa de la murmuración, crítica, estafados, se pueden aburrir, desilusionar, quedar heridos en alguna situación, bajoneados, pinchados, etc. ¡Necesitan el bautismo de poder de nuevo! Y esta experiencia es de carácter permanente, no se puede prescindir de ella para vivir agradando a Dios. Necesitan la seguridad de que cuando se muevan para servir, lo hagan bajo la inspiración del Espíritu.
RELACION: La relación con el Espíritu Santo es crítica y progresiva. Crítica porque se trata de un momento determinado y concreto, y progresiva porque sigue un proceso en el cual, no es que yo tenga más de Él, sino que Él tenga más de mí. Esta experiencia no es punto de llegada, sino punto de partida. Si estás sirviendo sin estar seguro de esta experiencia volvé hacia atrás y asegurate de tenerla.
Ejemplo: Se cuenta de un creyente que iba por una ruta, e ignoró un cartel que le decía que fuera a 60 km y él iba a 90 km. El policía le impuso un castigo: Que volviera a donde estaba el cartel que él no vio y fuera a la velocidad indicada. Buena idea!! Volvé al lugar del desvío!
El bautismo de poder, sumergirse en las aguas del Jordán como lo hizo Jesús, no es graduarte en la escuela de Dios, es simplemente inscribirte.
¿Cuál debe ser mi oración? Debe ser algo parecido a esto: “Señor unge a mi pastor, a sus ayudantes pastorales, a mi, a los servidores de toda la iglesia, a los encargados de núcleos, a quienes les ayudan, a todos los que trabajan, etc. ¡QUE TUS PIES SE MOJEN O SUMERJAN EN EL JORDAN!
Vea Hechos 4:20-31, es la narración de la prohibición para predicar de los apóstoles, y la reacción consecuente. ¡Necesitamos estar separados, consagrados!
¿Por qué Jesús necesitó el bautismo de poder? Por su naturaleza humana, la cual necesitaba el gobierno del Espíritu. ¿Por qué necesitaba el gobierno del Espíritu? Para manifestar así la acción divina en pensamientos, actos o hechos (2 Corintios 10:5, “Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”, Filipenses 2:13). La iglesia nace por causa del soplo de Jesús en Juan 20, y bautizada con poder para cumplir su misión en Hechos 2.
¿Cuál fue el impacto luego de esta experiencia? Hechos 2 también lo dice con la predicación de Pedro, quien lleno de Dios impactó al mundo no cristiano de sus días. La gente impactada por la vida transformada de los santos dijo: “¿Qué haremos?” (Hechos 2:38). ¿Cuáles fueron las consecuencias de todo el cuerpo de Cristo sumergido “en el Jordán”?. Lea Hechos 2:42,
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”.
¡Mojemos nuestros pies en el Jordán y no nos quedemos secos en la orilla! Esto dará sentido a nuestra misión. Lea Lucas 4:18. El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
¿Cómo accedemos hoy a esta experiencia de fe? Aunque el bautismo con el Espíritu o llenura es una experiencia descripta en los evangelios y en el libro de los Hechos, lo que significa que es y cómo llegar a experimentarlo está indicado en las cartas apostólicas.
a) Deseando sinceramente ser controlado y capacitado, teniendo hambre y sed de Dios. Juan 7, Mateo 5:6.
b) Confesando nuestros pecados, uno grande, es gobernar nosotros nuestras vidas excluyendo a Dios.
c) Entregue todas las llaves de las habitaciones de su vida. Romanos 12:1-2.
d) Pida con fe ser lleno, de acuerdo a Su orden (Efesios 5:18) y su promesa (1 Juan 5:14-15).
Ejemplo: Un pastor tuvo momentos en su vida cuando se sintió que se enfriaba espiritualmente, sintiendo que el poder se escapaba de su vida y que Jesucristo no era tan real como solía ser. En momentos así, a solas en su estudio, él comenzaba a devolverle a Dios las cosas que sutilmente había ido quitando del altar: “Te entrego mi cuerpo físico y mi derecho a la vida. Te entrego mi salud, mi fortaleza y mi habilidad de predicar. Te entrego mi reputación y mis hijos, mi auto, mi ropa, mi casa.” Y cuando honesta, seria y sinceramente lo entregaba todo a Él, el gozo retornaba a su corazón y sentía que su relación con Dios fue restablecida.
Pregúntate a vos mismo: “¿Amo a Dios hoy más de lo que le amaba ayer? ¿Estoy sediento de su justicia, como un hombre muriéndose de sed? ¿Estoy dispuesto a ir y hacer cualquier cosa que Él me pida que haga?” Si vos no podés contestar positivamente estas preguntas, necesitas orar para que, por fe, pueda hacer lo que Jesús te llama que hagas en Mateo 16:24-25 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.”

5) Los pies de Jesús anduvieron por la ardiente arena del desierto. Luego del Jordán Jesús fue llevado al desierto donde el Diablo lo tentó Lucas 4:1,14 “Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto” “Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor”. Entró y salió de la prueba sin sufrir daño alguno. Gloria a Dios!!!! Los que pasó en verso 2 al 13.
¿Te enfrentás regularmente a la prueba y la tentación? ¿Has estado en el desierto? Allí parece que Dios está en silencio y el Diablo habla abundantemente, fuerte y claro. ¿Dónde inició su trabajo el Diablo? En el Edén y nunca cambió (vea 1 Juan 2:16). ¿Lo básico cuál es?
a) Que pongamos en duda la Palabra de Dios, b) Poner en duda lo que Dios trajo a mi vida. Hay un pasaje muy interesante:
“Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, 30 para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel. 31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. 33 Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. 34 Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces”. Lucas 22:29-34,
David Wilkerson lo llamó a esto el “zarandeo de los santos”. Cuando Jesús estuvo aquí, sufrió en carne propia el efecto de tener toda la artillería del infierno apuntando y tirando sobre Él. El Diablo está resuelto a destruir a todo creyente que esté decidido a llegar al final con Cristo. Cuando vivimos en obediencia y dependencias divinas nos convertimos en una amenaza para el reino de las tinieblas y un blanco. Se experimentarán pruebas extrañas e intensas.
¿Qué era el zarandeo en la época de Jesús? Los que trabajaban con el trigo tamizaban el grano antes de embolsarlo. A paladas lo echaban en un cajón cuadrado y lo agitaban violentamente, así la tierra y los residuos caían a través de la malla hasta quedar solo los granos.
Zarandear significa: Sacudir y separar, ser conmovido por la agitación de pruebas repentinas. Es así la arremetida satánica abierta y de grandes dimensiones, de tiempo breve e intenso. Para Jesús fueron 40 días con sus noches. Para Pedro significó pocas horas. ¿Qué aprendemos del zarandeo de Pedro?
1) Vino inmediatamente después de una gran revelación. Recibió la promesa de la asignación de un reino, que comerían y beberían a la mesa del Rey (22:29-30). Asignar es canalizar. Al mismo tiempo que Jesús le revelaba esto, su corazón sufría por causa de la acusación de Satanás ante el Trono del Padre (parecido al caso de Job). ¿Qué pudo haber dicho el Diablo? Algo así: “Ese pescador devenido en seguidor de tu Hijo, llamado ahora roca, es un junco sin valor, y de ninguna manera puede llegar a ser un canal (asignar) de tu gloria, Déjame sacudirlo a ver que queda de él.”
Satanás zarandea a aquellos que son una amenaza para su actividad. ¿Por qué en ese momento de la vida de Pedro? Porque por tres años sanó enfermos junto a Jesús, expulsó demonios e hizo milagros, pero había escuchado que Jesús les daría un bautismo “en Espíritu Santo y fuego” según lo había afirmado Juan el Bautista en Lucas 3:16. ¡Faltaba más poder sobre su vida! Por eso quería hacer algo. Escuchó que Jesús le asignaría un reino, le prometía intimidad eterna, y que haría mayores obras todavía (Juan 14:12).
El Diablo zarandea a todos los que se han comprometido a obedecer caiga quien caiga, a los que desempeñan una parte importante en la iglesia de nuestros días. ¡Gócese de tener fama en el mismo infierno!
CUANTO MAYOR SEAN TUS DONES, MAYOR TU POTENCIAL, MAYOR SEA TU ENTREGA A LA VOLUNTAD DE DIOS…MAS FUERTE SERA EL ZARANDEO.
2) El zarandeo puede quitar el orgullo. Pedro tenía mucha confianza en si mismo. Prometió ir hasta si hiciera falta la muerte. Pero Jesús hizo advertencias, pero Pedro no escuchó. Las veces que nos hemos enredado con el orgullo, no nos ha ido bien. Fue necesario el zarandeo para mostrar al hombre en toda su debilidad, para quebrantarlo y humillarlo, sacarlo de la ceguera y la autoconfianza. Era la única alternativa para que Cristo lo empleara. A veces pensamos que nunca le fallaremos al Señor, pero…..
3) El zarandeo hace que otros oren. Jesús veía tanto lo bueno como lo malo de Pedro, y se convenció que valía la pena salvar a este hombre. Si Satanás lo desea, Yo más. Judas se vendió a la codicia y a la envidia, y le abrió la puerta de par en par a Satanás, y llegó a estar poseído por él. Pero Pedro amaba a Jesús, a pesar de sus imperfecciones. Que Dios nos conceda amor por aquellos que se conducen a una crisis, la dificultad o el desastre. Tengamos amor para advertir a la manera de Jesús, con amor. ¡No lo sermoneó! Jesús le habla a Pedro que va a rogar por él, pero lo hace por todos sus discípulos (Jn 17:9,11,15). Aparte de: “Escrito está”, tenemos nosotros una nueva arma cuando entremos en tentación: Jesús está rogando por mí.
Después del zarandeo: Pedro tuvo verdadera fe, una fe que no falló, porque lloró amargamente la negación y siguió adelante: Fue el primero en llegar a la tumba vacía, estuvo junto a los discípulos cuando Jesús apareció resucitado, adoró cuando Jesús fue trasladado a la gloria, fue ungido con poder en Hechos 2, y usó las llaves del reino para que miles entraran en él.
¿Para qué usa Dios el desierto? Para mostrar las debilidades potenciales de nuestro carácter, las áreas peligrosas de nuestro ministerio, para que reconozcamos a un enemigo espiritual poderoso.
Recordemos la Palabra (Escrito está):
• Cuando te sientas solo y abandonado. Hebreos 13:5.
• Cuando te sientas sin perdón. 1 Juan 1:9.
• Cuando deseas dejar el cuerpo de Cristo. Hebreos 10:25.
• Cuando tenés dudas de tu salvación. 1 Juan 5:11-12.
• Cuando sentís miedo. Hechos 1:8, 2 Timoteo 1:7, Mateo 8:26.
• Cuando tenés miedo a quedarte sin trabajo, o no jubilarte. Salmo 37, Filipenses 4:19.
• Cuando crees que no cubrirás tus necesidades. Mateo 6:33.

6) Los pies de Jesús anduvieron por la sinagoga para compartir la vida y la adoración del pueblo de Dios. Lucas 4:16, “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer”.
Sinagoga del griego sÿnagōgē, del verbo sÿnágein (‘reunir, congregar’). La palabra clave es: Juntarse, reunirse, compartir. ¿Compartís fielmente esta sana costumbre? ¡Jesús no se aisló para estar únicamente con los discípulos que creían en Él! Se identificó con el pueblo de Dios.
Congregarse: Avenida de dos manos: Hablar y escuchar, dar y recibir, alentar y ser alentado, orar por otros y que otro ore por mí, amonestar y ser amonestado, enseñar y ser enseñado.
Al nacer espiritualmente en la familia de Dios, recibimos:
a) El nombre de la familia: 1 Juan 3:1 “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios…”.
b) La semejanza (parecido) a la familia: Romanos 8:29. “…los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”.
c) Los privilegios de familia: Romanos 5:2 “Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”.
d) Intimidad de familia: Efesios 3:12 “En quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él”.
e) Herencia de familia: 1 Pedro 1:3-5 y Romanos 8:17 “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”. Tenemos una herencia incorruptible, incontaminada, e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
Jesús ordenó una manera por la cual debemos identificarnos con su familia espiritual: Es por medio del bautismo. No es un ritual opcional, que puedo postergar. Cuando me bautizo anuncio que soy parte de esta familia espiritual ¿Por qué el bautismo estará puesto en la Gran Comisión (Mateo 28:18-20) en el mismo nivel de importancia como la evangelización y la edificación de las personas? Porque simboliza mi incorporación al cuerpo de Cristo. Paso a pertenecer a él por la fe, y el bautismo es una demostración o dramatización. Es como el anillo de compromiso, no me hace casado, muestra que lo estoy.
El bautismo tiene un gran simbolismo. Es una declaración sumaria de fe, digo que creo en la muerte y resurrección de Cristo, que creo que he muerto a la vieja vida y nací a la nueva, y que creo que si Jesús no viene a buscarme antes, moriré y resucitaré con Cristo. Pero también indica mi INCORPORACION AL CUERPO DE CRISTO, LA FAMILIA DE DIOS. Si no me bautizo estoy indicando que no pertenezco a ella. Por eso los nuevos conversos se bautizaban inmediatamente luego de convertirse: Pablo a los tres días, el etíope en el mismo lugar de conversión, los 3.000 de pentecostés también, el carcelero de Filipos a medianoche. Ver 1 Corintios 12:13.
Lo más importante de la existencia, son las relaciones. De los Diez Mandamientos, 4 tienen que ver con la relación de amor con Dios y los 6 restantes con la relación de amor con mi prójimo.
Nadie en su lecho de muerte dice que le traigan sus diplomas o sus escrituras, o títulos de propiedad, ¡Quiere sus relaciones más cercanas! Hoy hay gente que ama las cosas y usa las personas. Debemos amar a las personas y usar las cosas.
NO SACRIFIQUEMOS LO IMPORTANTE EN EL ALTAR DE LO URGENTE.
Romanos 12:5 dice: “Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros”.
La palabra “miembro” tiene origen cristiano. Hoy se usa para decir “soy miembro del Club fulano de tal”, “soy miembro de la tarjeta Visa….” (Usuario de ella). Podemos tener la tarjeta de miembro de “Falabella”, la famosa tienda, PERO ESO POCO SIGNIFICA, porque la palabra miembro se ha vaciado de significado.
LA IGLESIA ES UN CUERPO; NO UN EDIFICIO; ES UN ORGANISMO; NO UNA ORGANIZACIÓN. Si formás parte de un cuerpo, podrás ser un órgano, y un órgano no puede funcionar solo, necesitás de otros para funcionar. Si un órgano se enferma puede enfermar a otra parte del cuerpo, si funciona bien, lleva salud a otra parte del cuerpo. Por ejemplo cuando nos cortamos, una parte de nuestro cuerpo, la sangre puede producir más glóbulos blancos y plaquetas para atacar a los virus invasores, y sanar. Por eso nos pueden descubrir con un análisis de sangre que tenemos una infección.
Si descuidás la comunión ¿Qué pasa? Te enfriás porque ya no asistís regularmente a encontrarte con otros creyentes. En el mundo antiguo los que dejaban de reunirse era una posible señal de que ese creyente había apostatado. TODO SE VIENE ABAJO CUANDO DEJAS DE TENER COMUNION.
¿Qué dijo Jesús luego de la gran confesión de Pedro? Que edificaría su iglesia y las puertas del Hades no prevalecerían contra ella. Mateo 16:18.
¿Por qué es importante la iglesia? Porque Jesús dio su vida para que ella naciera (Efesios 5:25). “Cristo sí, Iglesia no”; es como decir: “Quiero al esposo pero no a la esposa”. No puedo aprobar a quienes critican la Iglesia o a quienes parecen sentirse avergonzados de su historia. Amo a la iglesia porque:
a) Ella nació como resultado de la muerte de Cristo. ¿Cómo podría no amar yo aquello por lo que Jesús murió? ¿Y cómo podría yo decir que amo a Cristo sin amar al mismo tiempo aquellas cosas por las que El dio su vida?
-Si los “santos” creen que la iglesia está mal, lo que deben hacer es crear santidad para purificarla, no limitarse a condenarla.
b) Amo a la iglesia porque ella permitió que por el Evangelio yo conozca a Cristo y todo cuanto se acerca de Él. Hay en ella legalistas, hipócritas, mundanos, jerarcas, indiferentes, perezosos, etc. Si, si es cierto. Pero también hay santos, fieles y gente extraordinaria. No me gustan sus imperfecciones, es que sin ellas hace tiempo que yo tendría que haber sido desechado de ella….
“Y Yo (Jesús) también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).
Hay muchas personas que dicen: “Yo creo en Jesús, mas no creo en la iglesia.” Eso es como decir: “Yo creo en el fútbol, pero no creo en los estadios, ni en la ropa deportiva, ni en la pelota de fútbol.” Jesús ama a la iglesia. Él dio su vida por la iglesia. Si vos desea ser victorioso en las batallas espirituales de la vida, debes darte cuenta que el cristianismo no es una religión tipo “Llanero Solitario”. La iglesia existe para unirnos y ganar las batallas juntos. El compositor Sabine Baring-Gould escribió el famoso himno “Firmes y Adelante”, y en una de las estrofas dice: “Tronos y coronas pueden perecer; de Jesús la iglesia siempre habrá de ser; nada en contra suya prevalecerá, porque la promesa nunca faltará.”
Si vos al presente no estás involucrado en una iglesia, ora al Señor para que te guíe a una iglesia en donde se enseñe sana doctrina, y en donde Jesucristo sea honrado y glorificado.

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