Vitamina para la familia – Parte II

Vitamina para la familia: Seis marcas de una familia sólida
Introducción: Hay una ley espiritual enunciada por el Apóstol Pablo que, usando la metáfora de la naturaleza, dice: Todo lo que el hombre siembra, eso siega. Estos son tiempos de mala siembra, donde los intereses priman sobre los sentimientos y la familia está deviniendo en jauría. Las relaciones familiares se van diluyendo.  Zigmund Bauman, sociólogo polaco, señala que en este tiempo todo pierde solidez y vamos hacia una sociedad líquida, permeable a todas las ideas y dispuesta a tomar la forma de cualquier recipiente. Las relaciones no tienen profundidad y los vínculos son tan frágiles que se deshacen rápidamente.
Amenazas a la familia: “No es una determinada legislación a la que hay que echarle la culpa de la socavación de los fundamentos de la familia en nuestras sociedades, pues esos fundamentos han venido siendo sistemáticamente debilitados desde mucho antes que se hiciera efectiva esa legislación” a favor de los homosexuales. Bonilla concluye recordando “la pobreza a la que los poderosos de este mundo han sometido a millones de personas, pobreza que impide que las familias lo sean con dignidad. Así también se socavan __¡y de qué maneras!__ los fundamentos de la constitución familiar”. Se trata de dimensiones que no deben ignorarse cuando se habla de la familia, una institución que ha variado muchísimo a lo largo de la historia humana”. César A. Dergarabedian
¿Qué es la familia?
La familia, es una institución ordenada por Dios mismo, no salió de los pantanos de la evolución y la inmoralidad, sino que fue ordenada por Dios y está enraizada en la naturaleza humana.  Dios creó la familia para satisfacer los más profundos anhelos de nuestro corazón y para darnos una manera de otorgar y recibir amor, para la propagación de la raza humana, para proveer sano y seguro medio ambiente, en el cual podemos nutrir, criar, enseñar, y amar disciplinar a nuestros hijos. Una familia ordenada por Dios está unida por medio de lazos matrimoniales, sanguíneos o adoptivos”.
Hace un par de décadas, un profesor llamado Nick Stinnett presidente del Departamento de Desarrollo Humano y Familiar de la Universidad de Nebraska con sede en Lincoln, publicó un trabajo titulado “Proyecto de investigación de la solidez familiar”, donde investigó la solidez de la familia. Analizó y estudió 3.000 familias de varios países: EEUU, Suiza, Sudamérica, Austria, Alemania y Sudáfrica. No todas las familias eran cristianas. Analizó las familias bien constituidas, de raza negra y blanca, algunas minorías y con su solo progenitor. Incluyó en la muestra aquellas familias que se asignaban a si mismas una puntuación alta en el tema de la felicidad matrimonial y en la satisfacción de las relaciones de padres e hijos. ¿Qué preguntas les hacía el profesor? Algunas de ellas: ¿Cómo usted trata con el conflicto?  ¿Se ve envuelto en luchas de poder? ¿Cómo se comunica? Y otras.
¿Cuál era la meta? Sencillamente descubrir ¿qué hace fuertes a las familias? Toda la muestra arrojó 6 cualidades principales presentes en las familias bien constituidas:

1. Expresan su aprecio los unos a los otros. Ya lo vimos en parte I
2. Tener sólidos fundamentos espirituales. Esto es tener la casa fundada sobre la roca. Cuando Dios funda el matrimonio en Génesis 2:24 puntualiza los fundamentos sobre los cuales estará establecido, habla de: PRIORIDAD (“dejará el hombre a su padre y a su madre”), PERMANENCIA (“y se unirá a su mujer”,) y PROPOSITO (“y serán una sola carne”, explicar estas tres palabras). En la educación quisieron abolir las calificaciones para no establecer diferencias y en la familia pretenden desprestigiar la autoridad paterna. Zaidi Laidi, sociólogo árabe radicado en Francia, dice: A medida que se democratiza la familia, disminuye y se debilita la democracia en la sociedad. La familia no está pensada para ser democrática. Tiene que funcionar como un ámbito de autoridad. Es el padre quien tiene que formar en sus hijos la idea de orden y respeto que luego se refleja en toda la sociedad.
3. Mantener una buena comunicación. En toda familia hay posibilidades de desacuerdos, pero hay que saber escuchar y saber resolver conflictos. Todos los avances tecnológicos, van en contra del SIMPLE DIALOGO (Los musicales de la TV, el teléfono, las computadoras, los videos, Internet, etc.). También repercuten sobre la BUENA RELACION entre las personas.

Un hombre, padre de familia, salía muy temprano para trabajar y volvía muy de noche. Los niños dormían en ambas ocasiones. Una noche uno de ellos se portó mal, y el papá le pegó unos chirlos. Al otro día el niño se queja ante la madre diciendo: “Ese hombre que suele venir por las noches me pegó”. ¡Era su papá!
Los medios nos informan, pero también nos desinforman y nos deforman. Podremos llegar a tener más interés en los hijos y nietos de la Reina de Inglaterra o de un famoso artista o reconocida actriz, que en nuestros propios hijos y nietos. Podemos ser expertos en países lejanos y desconocer nuestro propio vecindario. ¿Será una consecuencia de la sociedad pos moderna?
El problema de Adán y Eva fue la falta de comunicación. Eva no consultó con su marido por el hecho de que un animal hablara. SATANAS QUIERE DESTRUIR EL HOGAR PORQUE ES CREACION DE DIOS; ELEMENTO INDISPENSABLE PARA LA FELICIDAD HUMANA Y LA OBRA REDENTORA. Ya Dios dijo desde el principio que no es bueno que el hombre esté solo (es decir: sin comunicación), esto trae graves problemas para la salud. Un objetivo maligno es aislar a los protagonistas, por eso cuando los esposos o los padres con los hijos no se hablan estamos frente a una grave situación. El hombre puede destruirse aún con cosas buenas: adicción al trabajo, exceso en la diversión, etc.
Un gran aliado en la tarea destructora es la FALTA DE DIALOGO. “No hablo, total no me entienden”, “no me hacen caso”, “no tienen interés”, o “mientras menos hable mejor”. En Josué 4:5-7, vemos que Dios ordenó el levantar un monumento de piedra cuando su pueblo cruzó el Jordán, para que las futuras generaciones de padres e hijos dialogaran sobre la obra de Dios.
¿Reconocemos que la comunicación entre los miembros de nuestra familia debería ser mejor? ¿Cómo podemos ayudar a comunicarnos mejor en nuestra familia? ¿Son los avances tecnológicos una ayuda para comunicarnos mejor? ¿Lo es el televisor? ¿Lo es la computadora? ¿Lo es el celular?
Cristián Barnard el famoso cirujano sudafricano, cirujano del corazón, fue a la Universidad de Minnesota en donde pasó años desarrollando la válvula aórtica del corazón, y alcanzó gran fama y notoriedad cuando realizó con éxito el primer trasplante de corazón.
Estuvo en los periódicos y revistas de prácticamente todo el mundo, fue invitado especial en programas de radio y televisión se convirtió en líder con tecnología de punta ese campo de la cirugía, y escribió un libro titulado: “Una vida”, y en ese libro él cuenta algo muy, muy triste: ¿Cómo perdió su familia y su hogar?
El Doctor Cristián Barnard escribió: “En Nueva York, puse mi auto en un ferry y tomé un vuelo a Kent Town, soplaba un viento desde el oeste mientras volábamos sobre las olas del mar, mi esposa y mis hijos estarían esperándome.
Yo no les había escrito muchas veces en los últimos dos meses, pero no estaba preparado para la forma en que mi esposa me saludó: “¿Por qué viniste?”, me dijo, sin el más mínimo rastro de una sonrisa en su cara. Yo pensé: “O Dios, creo que he cometido el más terrible error de mi vida”. Ella fríamente me dijo: “No luzcas tan sorprendido, ya habíamos renunciado a ti, creíamos que tú nunca regresarías”, y yo dije: “Cariño estuve tan ocupado, pero te escribí a principios de abril”, y ella me interrumpió: “No, no, no, tu escribiste una vez diciendo que no volverías a casa”, Yo desconcertado argumenté: “No quise decir eso, estábamos construyendo válvulas aórticas para el corazón”.
Y ella con amargura me dijo: “No Cristián, tu debías haber estado construyendo una familia”, y dijo: “Debías haber estado construyendo una familia porque de pronto me dejaste con toda esa responsabilidad, hemos dejado de existir para ti”. Y yo quise decir que había regresado a casa porque la amaba a ella y a nuestros hijos, pero eso hubiera sonado como algo vacío, y comenzó a llover, la ciudad estaba gris.
¿Cómo fue posible perder toda una primavera? Cristián Barnard fue un hombre exitoso a los ojos del mundo, pero a sus propios ojos era un fracaso, porque ganó todo el mundo pero perdió su familia. Y al leer esa historia, el punto clave es la falta de comunicación.
¿Sabías que los consejeros matrimoniales dicen que el 80 % de los problemas que enfrentan marido y mujer tiene su raíz en la falta de comunicación? Y para algunos consejeros matrimoniales, el porcentaje de los problemas entre la pareja por la falta de comunicación es del 100%. Proverbios 18:21, dice: “La muerte y la vida está en poder de la lengua y el que la ama comerá de sus frutos”. Y en 1 Pedro 3:10 dice: “Porque el que quiera amar la vida, y ver días buenos refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño”.
Un organista de una iglesia estaba practicando una pieza de Félix Mendelssohn y no estaba tocando muy bien. Frustrado, recogió su música y se dispuso a irse. No había notado a un extraño que se había sentado en un banco de atrás. Cuando el organista se dio la vuelta para irse, el extraño se le acercó y le preguntó si él podía tocar la pieza. El organista respondió bruscamente: «Nunca dejo que nadie toque este órgano.». Finalmente, después de dos peticiones amables más, el músico gruñón le dio permiso con renuencia. El extraño se sentó y llenó el santuario de una hermosa e impecable música. Cuando terminó, el organista preguntó: «¿Quién es usted?» El hombre contestó: Yo soy Felix Mendelssohn El organista por poco impide al creador de la canción que tocara su propia música.  Hay veces en que nosotros también tratamos de tocar los acordes de nuestra vida e impedimos a nuestro Creador que haga una música hermosa.
Igual que el obstinado organista, quitamos las manos de las teclas con renuencia. Como pueblo Suyo, somos «creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano» (Efesios 2:10). Pero nuestras vidas no producirán una música hermosa a menos que le dejemos obrar a través de nosotros. Dios tiene una sinfonía escrita para nuestras vidas. Dejémosle que haga su voluntad en nosotros. LA CAPACIDAD DE DIOS NO ESTÁ LIMITADA POR NUESTRA INCAPACIDAD.

1. Demuestran entrega y compromiso (al matrimonio o la familia). Veamos como ejemplo la historia de Rut 1:1-16, de una familia especial: Suegra y nuera. Pero también recordemos la llamada “sagrada familia”, hay un pasaje en Lucas 2:39-52, donde es posible ver la actitud que llevó adelante José como padre y María como madre cuando habían perdido de vista a Jesús cuando tenía 12 años, lo encontraron luego de mucha angustia conversando con los doctores de la ley.

José no era un padre sobreprotector, proveyó para equilibrar las necesidades de independencia de Jesús, tampoco era un padre despreocupado, para nosotros hoy: ¿Sabemos quiénes son los amigos de nuestros hijos? ¿Quiénes son los que más influyen sobre ellos?
José dialogaba, a los 12 años Jesús conversó con los especialistas de la ley hebrea y de alguna manera se demuestra que José había propiciado un ambiente sano para dialogar.
En una familia, el padre es el principal encargado de transmitir la fe a sus hijos, (con la madre como ayuda). José daba un sano ejemplo, no tenía contradicciones.
José no es un padre descalificador, lo notamos por la manera en que reprende al niño por ausentarse en Lc 2:48, “Hijo ¿Por qué nos has hecho así? Tu padre y yo te hemos buscado con angustia”. Era María quien habló aquí. Nosotros: ¿Somos descalificadores de nuestros hijos? Hay adultos que llegan en su vida las marcas del maltrato de sus propios padres en la infancia.
Como hijo: “¿Ayudo” a mis padres a que pierdan el domino propio? ¿Soy factor de estabilidad y paz en mi propio hogar? ¿Pongo paños fríos?
José no era ni frío ni insensible. NO ES POSIBLE SER BUEN PADRE, SI SE ES MAL ESPOSO.
Pensemos ahora en algunas palabras que son famosas:
Amor libre, muy de moda en estos últimos tiempos, y en realidad, es una opción perversa del compromiso matrimonial. Son dos palabras mal usadas y mal unidas: Amor, que allí, en realidad es pasión (soy manejado por cómo me siento), y libre, es libre del lazo o compromiso matrimonial, pero en realidad es esclavitud. Entonces amor libre es = a esclavitud pasional. Intenta ser una nueva moralidad que no es otra cosa que la vieja inmoralidad disfrazada. Lamec fue el primer hombre en romper el compromiso de fidelidad con tener dos mujeres: Ada y Zila, según Génesis 4:23-24, fue cruel, bruto y dispuesto al crimen, como una canción que dice malo, malo eres, con puño de acero. EL AMOR LIBRE ATENTA CONTRA EL VERDADERO COMPROMISO. EL COMPROMISO SOSTIENE EL AMOR.
Los compromisos rotos, sumergen a los protagonistas en un espiral de dolor descendente, un círculo vicioso que tiene cada vez más dolor (recordar el ejemplo de David y Betsabé).
El hombre light es una frase acuñada por un psiquiatra español Enrique Rojas que publicó un libro en el año 1992, y lo hizo porque en su tarea de aconsejar a sus pacientes que buscaban la felicidad, él veía que tenían que afrontar algunos problemas que les afectaban. Enrique Rojas, define al hombre light como un ser sin esencia, que se rige en base a 5 características principales:
Permisividad: Todo está permitido. No existen límites. El hombre light no tiene sus valores definidos, ya que éstos representan fronteras que moderan nuestras acciones. El respeto, la fidelidad o la honestidad, no son otra cosa más que límites que nos imponemos a nosotros mismos. Esto contrasta con la Palabra, donde Dios establece nuestros límites MORALES, el hombre no es quien para establecerlos, sin embargo lo sigue intentando, ejemplo: las leyes que se están aprobando en las democracias modernas (aborto, matrimonio igualitario, etc.)
Relativismo: Para el hombre light no existe ni bien ni el mal, ya que todo depende del enfoque con que se percibe la realidad. En otras palabras, el hombre light es un ente amoral. Un manojo de instintos y deseos sin un sentido. Al no existir una diferenciación entre lo correcto y lo incorrecto, nos sumergimos en un estado de absoluta indiferencia. El contraste es que Dios estableció ABSOLUTOS MORALES, y estos SON INCAMBIABLES.
Consumismo: Es la cultura del exceso. El hombre light es poseído por sus pertenencias (increíble). La meta única del hombre es tener más; sin embargo, al ser permisivo y no tener límites ni un objetivo definido claramente, su ambición nunca podrá ser satisfecha, lo que terminará por arrastrarlo a una profunda depresión. El hombre es simple administrador de lo que Dios le confía bajo su cuidado.
Materialismo: Vivimos en un mundo plástico donde todo es desechable y no existe trascendencia. Los ámbitos espirituales y culturales son ignorados; lo único que tiene un valor, es aquello que tiene un precio. El dinero es el valor más grande de todos. Niega la esencia espiritual del hombre y su TRASCENDENCIA.
Hedonismo: El hombre light solo tiene interés por vivir el instante inmediato. Para él, el placer y la comodidad son sinónimos de la felicidad. El mundo gira alrededor del hombre light, y la realidad existe tan solo para satisfacer sus necesidades. Niega las demandas de servicio y sacrificio por otros que es una de las cualidades del evangelio.
El hombre light es una creación moderna, el hombre que es liviano en cuanto a sus convicciones, que son superficiales. Tiene poca expectativa; es un híbrido, con nada que lo entusiasme. Solo se esfuerza por tener una dieta sin calorías, la pilcha, el físico bien cuidado en un gimnasio, o sea lo exterior, pero no tiene mucho propósito, ni quiere compromiso.
El síndrome de “Peter Pan” (el deseo de permanecer siempre chiquito). Este personaje se hizo popular por Walt Disney. Es el personaje de la novela que volaba y vivía en el país del nunca jamás. En 1983, otro médico lo usó para describir también al hombre SIN COMPROMISO, ya que Peter Pan representa al irresponsable, el rebelde, enojoso, narcisista (que se ama a si mismo), arrogante, dependiente, que se niega a envejecer, y es manipulador, todo porque es inseguro y tiene miedo a no ser querido.  Es el individuo que adhiere a la filosofía hedonista, su propio placer es la meta, y subordina a su esposa y familia en la rueda con él como único centro. No le importa nada de Dios, ni la sociedad, ni la eternidad, ni hijos, ni la esposa, solo el ser individual y personal. Hay una frase que cuando aparece explica todo: “He vivido para mi familia, y nunca pensé en mí, ahora quiero hacerlo”. (Está diciendo no quiero más compromisos, ni lazos).
Pero yo me quedo con las siguientes frases célebres de la Palabra:
a) “Maridos amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia” (Efesios 5:25). ¿Qué tipo de amor de es este? ¿Es amor romántico? No se refiere al amor romántico, no se refiere al amor apasionado, aunque lo incluye, pero se trata de un amor más amplio. Se refiere es un amor que se sacrifica, sin egoísmo, amor apasionado. El amor de Cristo llevó al Señor a entregar su vida en una cruz. Alguien puede decir que lo hace, pero, ¿Cómo podés saber que así es tu amor? ¿Vivís para ella? Un hombre dispuesto a morir por su esposa lo demuestra en cómo vive para su esposa. Este amor se demuestra en la forma en que vivís. ¿Darías tu vida por ella? Para un buen matrimonio, y luego para una buena familia,
¿Saben lo que necesitan la mayoría de los hogares? Se necesitan dos funerales y una boda, el marido muere a sí mismo y la mujer muere a sí misma y luego se casan el uno con el otro, mueren a la ambición, el orgullo. Muere uno, luego el otro y luego se casan. No hay nada tan precioso que un esposo no pueda dejar o abandonar por su esposa, nada es tan precioso como para no dejarlo, excepto su relación con Dios (ésta siempre está primero).
La mayoría de las mujeres no tienen problemas de someterse a un marido que la ama lo suficiente, que esté dispuesto a morir por ella y lo demuestran en cómo viven para ellas. No debe olvidar que la esposa es parte suya, tantos piensan que son algo aparte, algo así como un vehículo que se despinta con el tiempo, y el motor pierde fuerza con el uso. No es algo que podemos cambiar cuando queremos. El piensa de ella como una posesión. Tu esposa es una parte tuya. Note el verso Efesios 5:30, “Porque somos miembros” Cuando vos sentís dolor, Jesús siente dolor, Él se compadece de tus debilidades. El esposo debe amar a su esposa. Es parte suya, es carne de su carne y hueso de sus huesos (Efesios 5:33). Solo una pareja comprometida el uno con el otro, puede generar una familia comprometida, generar con sus hijos una relación saludable, con una entrega hacia ellos que los enriquece, y los impulsa a cumplir sus propósitos.
ESTO SI QUE ES COMPROMISO.
b) “Y la mujer respete a su marido” (Efesios 5:33) ¿Qué es respetar? No le pide acá Dios que lo ame (solo en Tito se demanda amar al esposo) Respetar es consultar, expresar confianza, admirar, dejarle las decisiones mayores, dejarle tener libertad aún para fracasar; es hacer lo que te pida lo más pronto posible; es comunicarse.
ESTO SI QUE ES COMPROMISO.
Por la década del 60 hubo un escritor alemán llamado Alejandro Mixterlig, escribió un libro que ahora todos han ido a desempolvar y releer en la Biblioteca, lo tenían pero no lo leyeron en aquel momento, se llamaba “La sociedad sin padre”, y él decía que se estaba eclipsando la figura paterna, que los padres ya no tomaban responsabilidad, y hablaba específicamente de los hombres, del padre, se está eclipsando y anticipó esto en la década del 60: Y anticipó que va a haber una desorganización familiar, si no asume la responsabilidad el hombre, va a haber violencia en forma de drogas y alcoholismo, va a haber embarazos precoces, y va a haber delincuencia infantojuvenil, década del 60.
¿Que era éste? ¿Un profeta? Porque hoy todos dicen es un profeta, no, era un observador de la realidad, si el que tiene que asumir la responsabilidad no la va a asumir, lo que vamos a tener es este cuadro que nosotros tenemos ahora, es decir, lo que sucede tiene una causal siempre, tiene una realidad detrás, cuando usted ve una crisis en el adolescente o en el joven, sabe que detrás hay alguien que no asumió su compromiso.